Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

15 feb 2016

25 años confesándose....................................................... Juan Cruz

El escritor Andrés Trapiello conversa con su editor, Manuel Borrás, que le publica sus diarios desde hace un cuarto de siglo.

El escritor Andrés Trapiello y el editor Manuel Borrás, en Madrid.
Este editor tenía 25 años menos cuando el escritor que tiene enfrente le llevó un mamotreto con sus confesiones.
 Esa noche, el editor, Manuel Borrás, de Pre-Textos, no pudo dormir, pero no por pensar en cómo rechazar el manuscrito, sino pendiente de lo que al autor, Andrés Trapiello (Manzaneda de Torío, León, 1953), le había pasado del año que tan minuciosamente relataba.
 Desde entonces, no solo son editor y autor, sino también son amigos.
En ese mundo de egos confrontados que es el universo de los libros, eso puede ser milagroso.
Los dos hablan de esa relación (y de los diarios) en un café madrileño, El Espejo, cuyo nombre parece adecuado para charlar sobre la literatura del yo.
Aquel primer volumen, El gato encerrado, se refería a las peripecias personales de Trapiello en 1987, y se publicó en 1990.
 Este último, el decimonoveno, trata de 2005. ¿Es un milagro, Borrás, tener a alguien tanto tiempo en el catálogo y además ser su amigo?
“No suele ser común, sí.
A veces consigues mantener esa amistad, otras no. Si eres leal, eres sincero. Y si aceptan la verdad, todo discurre sobre ruedas”. ¿Pero no ha tenido usted la tentación de decirle: oye, basta de diarios? ¿Qué pensó cuando le llegó este material? “¡Uf, aquel volumen! Él me había hablado de la existencia de unos diarios. Que se lo había propuesto a cinco editores y se lo habían rechazado. Yo sería el sexto en rechazarlo, me dijo”.
A Trapiello los editores del rechazo le explicaron cómo tendría que haberlo hecho: “Son cartas que conservo porque me divierten; no solo me lo rechazaban, sino que, como dice Ferlosio, ¡venían con inri!… Los libros no tienen por qué gustar a todo el mundo.
Y no, no me importó que me dijeran que no. Yo he sido editor desde muy joven… Lo que les interesaba era justificarse, quizá porque creían que yo era un autor complicado”.
¿Y usted por qué le dijo que sí, Borrás? 
“Cuando me fui a la cama, con el original, estaba agotado y me lo leí de un tirón. ¡800 folios!
 ¡Lo malcrié porque si ahora me manda un tocho así, seguro que no lo leo en una noche!”. ¿Y no echó usted de menos los nombres propios, que hubiera tanta X no le interrumpía la lectura? 
“¡Pero las adiviné todas!”. 
“Hay mucha gente”, dice Trapiello, “que me ha reprochado tanta X.
 A otra le da igual. Era un lector muy asiduo de los diarios de Stendhal, y en ellos encontraba el escollo de los nombres propios. 
¡No sabía nada de ellos!”. Así que optó por las X, “además, porque no son unos diarios propiamente, sino que están concebidos como una novela, porque salen cinco, seis, siete o diez años después de lo que se cuenta…
 Si se leyeran dentro de cincuenta años y estuvieran los nombres propios, nadie se enteraría de quiénes son, así que para qué…
 Cada X representa un comportamiento, una conducta moral, el nombre real es, en muchos casos, secundario. Solo cuando es significativo el nombre (‘X no cree en Dios’ no es el mismo que ‘el Papa no cree en Dios’)”. El primer volumen tardó en venderse 10 años.
¿Usted, Borrás, como editor, no cree que se venderían mejor si hubiera un índice de nombres propios? “No lo sé. Un diario no se puede vender como un best seller; en el caso de Andrés, lo efectivísimo ha sido el boca-oído…
 Y no solo se vendió mal la primera entrega, también la segunda, la tercera, la cuarta…
 Pero seguí publicando porque creo que la misión del editor es también creer en aquello que estás sometiendo a la intemperie de los otros. ¡Publico un libro porque a mí me ha servido!”.

10.000 páginas

Trapiello ha escrito ya más de 10.000 páginas de diario, minuciosamente.
 En este nuevo volumen, Seré duda, declara muy pronto:
“Yo es nadie”. ¿La vida de yo es nadie tiene 10.000 páginas?
“En algún momento ya he explicado que este tipo de libros los escribe una persona que tiene la sensación de que llega tarde al lugar de los hechos o que se va demasiado pronto de donde suceden las cosas, alguien que está desplazado social, literaria y políticamente, e intenta encontrar ser un encaje en todo ello”.

—¿De veras se siente usted desplazado?
—Personalmente sí.
De arranque, este es un diario, aunque luego sea una verdadera novela
. Vamos al diario justamente aquellos que salimos de una conversación con la sensación de que teníamos que haberle dicho esto a alguien… porque siempre se nos ocurre la respuesta dos horas después…
 No, no me siento desplazado; en una obra literaria el autor no se siente desplazado… Estoy muy a gusto en el diario, tal vez no en la vida, pero sí en estos libros.
—¿Y por qué no en la vida?
—Nadie está a gusto en la vida o lo está muy relativamente, muy barojianamente, porque todo está bien relativamente.
—¿Le cura este proceso de escribir?
—¡Me debe de curar porque llevo diecinueve tomos!...
 Son remedios homeopáticos, no son de choque, sino de mantenimiento; me mantienen más o menos en forma.
—¿Y usted nunca ha desfallecido, Manuel, como editor, publicando esos diecinueve tomos?

 En ningún momento. Andrés ha tenido dudas por los resultados en algún momento; es inherente a su temperamento y por el ímprobo esfuerzo que hace.
 Él ha causado con los diarios polémicas y sinsabores; a mí también me han dolido algunas de sus caricaturas, pero jamás le he puesto puertas al campo.

 

‘El Renacido’ de Iñárritu arrasa en los Bafta...................................................... Patricia Tubella

La última película del director mexicano consigue cinco premios de cine británicos y afianza su carrera hacia los Oscars.

 

Iñárritu y DiCaprio posando con los galardones. FOTO: IAN GAVAN (GETTY IMAGES) / VÍDEO:ATLAS
A dos semanas del fallo de los Oscar, la película El Renacido ha visto reforzadas sus expectativas al erigirse en la gran vencedora de los galardones de la Academia Británica de Cine entregados esta noche en Londres.
El proclamado mejor filme del año procuraba también sendos premios Bafta a su director, Alejandro González Iñárritu, y a su protagonista, Leonardo DiCaprio, durante una gala que ha reconocido a Brie Larson –la gran favorita- como mejor actriz por su papel en La Habitación.
Los británicos Mark Rylance (El Puente de los Espías) y Kate Winslet (Steve Jobs) se han hecho con los Baftas a los mejores actor y actriz de reparto, quizá la única sorpresa de la velada celebrada en la Royal Opera House del Covent Garden, y bajo la batuta del perenne maestro de ceremonias Stephen Fry.
Porque el grueso de las casas de apuestas ya habían vaticinado el éxito de El Renacido, la historia de supervivencia de un trampero en la América salvaje de 1823, que ha acumulado cinco premios, incluida la dirección de fotografía de Emmanuel Lubezki.
La nueva entrega de Mad MaxFury Road, que figura entre las nominadas a mejor película por la academia hollywoodense- le ha seguido a la zaga con cuatro galardones, tres de ellos de índole técnica y un cuarto destinado al diseño de vestuario, categoría en la que competía el español Paco Delgado por su trabajo en La Chica Danesa.
 El resto de los apartados ha resultado en unos premios muy repartidos entre el ramillete de películas contendientes, y entre los que destacan el Bafta al mejor guion original para Tom McCarthy por Sportlight (cinta sobre el escándalo destapado por el Boston Globe sobre los abusos de menores por clérigos católicos), el de mejor guion adaptado (La Gran Apuesta, que firma Adam McKay) y la banda sonora que el veterano Ennio Morricone ha creado para Los Odiosos Ocho, de Quentin Tarantino.
El estreno en el Reino Unido de Relatos Salvajes, del realizador argentino Damián Szifron, fue objeto de polémica el pasado marzo por su coincidencia en el tiempo con un accidente aéreo en los Alpes franceses provocado por el copiloto, y que presentaba similitudes “turbadoras para el público” con uno de los episodios de la película.
 La cinta ha conseguido, sin embargo, imponerse como el mejor título de habla no inglesa en el transcurso de una ceremonia que designaba a Brooklyn como el filme británico más destacado del año.
La última entrega de la renovada saga de Star Wars consiguió, como parecía previsible, un único premio por los efectos especiales, si bien su joven coprotagonista, John Boyega, fue elegido gracias al voto del público como la estrella emergente a tener en cuenta en el firmamento del cine.
 Su discurso de aceptación fue tan festivo como la propia ceremonia, celebrada en el día de San Valentín, y que procuró a los televidentes imágenes de las más famosas estrellas de Hollywood invitadas a la gala besándose ante las cámaras para festejar el evento.

Tom Cruise rejuvenece su cara................................................. El País

El actor presenta un rostro más joven en la entrega de los premios Bafta que se compara con el de Renée Zellweger.

Tom Cruise en la entrega de los Bafta 2016. Y en una imágen en septiembre de 2015. WireImage / Cordon Press
Tom Cruise fue uno de los protagonistas de la 69 edición de los Premios Bafta del cine británico no solo porque entregó el galardón al equipo de El Renacido, que logró cinco premios, si no por el renovado aspecto que el actor presentó en la gala.
Cruise sorprendió con un cambio de imagen al estilo Renée Zellweger, con un rostro particularmente hinchado que más que producto de un aumento de peso parece corresponder a un retoque estético.
El actor, a sus 53 años de edad, se ha mostrado siempre muy cuidadoso con su imagen.
 Se mantiene muy en forma y cuando posa ante las cámaras siempre pide que se le tome por su lado bueno; también recurre a las gafas de sol cuando no cree tener un buen día para ser fotografiado.
 Tras su separación de Kate Holmes no tiene pareja oficial.
 
Tom Cruise en la entrega de los Bafta 2016. Y en una imágen en septiembre de 2015. WireImage / Cordon Press
Tom Cruise fue uno de los protagonistas de la 69 edición de los Premios Bafta del cine británico no solo porque entregó el galardón al equipo de El Renacido, que logró cinco premios, si no por el renovado aspecto que el actor presentó en la gala. Cruise sorprendió con un cambio de imagen al estilo Renée Zellweger, con un rostro particularmente hinchado que más que producto de un aumento de peso parece corresponder a un retoque estético.
El actor, a sus 53 años de edad, se ha mostrado siempre muy cuidadoso con su imagen. Se mantiene muy en forma y cuando posa ante las cámaras siempre pide que se le tome por su lado bueno; también recurre a las gafas de sol cuando no cree tener un buen día para ser fotografiado. Tras su separación de Kate Holmes no tiene pareja oficial.
Tom Cruise, en la entrega de los Premios Bafta 2016. Getty Images
Cada vez son más los hombres que recurren al bótox o a otros tratamientos para luchar contra el paso de la edad.
 Ya lo han hecho John Travolta, Mickey Rourke, Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone entre otros.
Ahora Cruise, uno de los actores más poderosos de Hollywood, se une al club.
Su compañera de profesión Renée Zellweger decidió recurrir a los retoques estéticos a finales de 2014
. En declaraciones exclusivas a la revista People, la ganadora de un Oscar aseguró que si su rostro estaba diferente se debía a que estaba "más sana" y "más feliz que nunca", y añadió "la gente debe de tomar nota".
 "¡Estoy contenta de que la gente me vea diferente! Estoy viviendo una vida feliz y diferente, más plena, y estoy encantada de que se note".
 
Tom Cruise en la entrega de los Bafta 2016. Y en una imágen en septiembre de 2015. WireImage / Cordon Press
Tom Cruise fue uno de los protagonistas de la 69 edición de los Premios Bafta del cine británico no solo porque entregó el galardón al equipo de El Renacido, que logró cinco premios, si no por el renovado aspecto que el actor presentó en la gala. Cruise sorprendió con un cambio de imagen al estilo Renée Zellweger, con un rostro particularmente hinchado que más que producto de un aumento de peso parece corresponder a un retoque estético.
El actor, a sus 53 años de edad, se ha mostrado siempre muy cuidadoso con su imagen. Se mantiene muy en forma y cuando posa ante las cámaras siempre pide que se le tome por su lado bueno; también recurre a las gafas de sol cuando no cree tener un buen día para ser fotografiado. Tras su separación de Kate Holmes no tiene pareja oficial.
Tom Cruise, en la entrega de los Premios Bafta 2016. Getty Images
Cada vez son más los hombres que recurren al bótox o a otros tratamientos para luchar contra el paso de la edad. Ya lo han hecho John Travolta, Mickey Rourke, Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone entre otros. Ahora Cruise, uno de los actores más poderosos de Hollywood, se une al club.
Su compañera de profesión Renée Zellweger decidió recurrir a los retoques estéticos a finales de 2014
. En declaraciones exclusivas a la revista People, la ganadora de un Oscar aseguró que si su rostro estaba diferente se debía a que estaba "más sana" y "más feliz que nunca", y añadió "la gente debe de tomar nota". "¡Estoy contenta de que la gente me vea diferente! Estoy viviendo una vida feliz y diferente, más plena, y estoy encantada de que se note".
Expertos en belleza aseguraron que Zellweger se habría retocado las mejillas y corregido la nariz, además de realizarse un estiramiento en los párpados y aplicarse bótox en su ahora lisa frente. No es la primera vez que la actriz se hace retoques estéticos aunque ella no lo reconoce.

 

14 feb 2016

El negocio redondo de las gafas de sol de lujo está en Italia...................................... María Salas Oraá

La compañía Luxottica fabrica las lentes de Ray-Ban, Armani, Burberry o Chanel.

Guardar
Expositor de Luxottica en una feria de gafas en San Diego.
Ovaladas, redondas o de pera, con cristales claros, oscuros o espejados.
 Hay gafas de sol para todos los estilos. De distintas marcas y aparentemente más o menos parecidas, pero la mayoría de ellas tiene el mismo origen.
 Una única empresa italiana, de comienzos humildes pero convertida en una poderosa compañía sin apenas competencia, controla y dicta las tendencias del mercado mundial de las gafas de sol.
Es Luxottica, compañía nacida en 1961 en Agordo, localidad del norte de Italia de poco más de 4.000 habitantes, en la región de Véneto.
 Ahí están las raíces de la verdadera reina de las gafas de sol de lujo, que domina alrededor del 80% del negocio en todo el mundo.
En su poder están el diseño, la fabricación y la distribución de dos de las más poderosas de la industria de las lentes, Ray-Ban y Oakley, de las que es propietaria
. Pero, además, tiene licencia para producir gafas de firmas de lujo como Armani, Burberry, Chanel, DKNY, Michael Kors, Ralph Lauren, Prada, Dolce & Gabbana, Tiffany o Versace.
Se presenta como símbolo de la calidad y el diseño
. Su red abarca 130 países repartidos en cinco continentes.
 Comercializa gafas al por mayor y también vende directamente al público en 50 filiales que tiene repartidas en lo que denomina “mercados estratégicos”
. Diseña, desarrolla y fabrica las gafas en seis instalaciones que tiene en Italia, además de en tres fábricas de China, una de Brasil, una en Estados Unidos —que se encarga de las gafas de sol deportivas— y una de India, que sirve para abastecer el mercado local.

Es un negocio redondo.
 En 2015, las ventas aumentaron un 17% y alcanzaron un valor de 9.000 millones de euros. Sus inicios, sin embargo, no hacían esperar cifras similares.
Su fundador, Leonardo Del Vecchio (1935) se quedó huérfano de padre siendo niño y lo mandaron a un orfanato. Con solo 14 años empezó a trabajar en una fábrica de anteojos y a los 25 creó Luxottica. Del Vecchio siempre ha estado al mando de la empresa y continúa hoy en día a sus 80 años.
 Supo ver la oportunidad de negocio que había en el exterior y, poco a poco, fue haciendo crecer su empresa, que debutó en la Bolsa de Nueva York en 1990, década en la que llegó a acuerdos con las firmas de lujo más poderosas.
Actualmente, es el segundo hombre más rico de Italia, con un patrimonio de 18.300 millones de dólares (algo más de 16.000 millones de euros), según la revista Forbes
. Con fama de trabajador y emprendedor, también es conocida su afición por el lujo y posee varios coches de alta gama, yates y hasta un avión privado.
 En Italia, su fortuna solo se ve superada por la de Maria Franca Fissolo Ferrero, viuda de Michele, propietario del Grupo Ferrero fallecido hace un año.