Joaquín Sabina reúne decenas de sus pinturas en una edición limitada de 4.498 ejemplares, a 2.100 euros cada uno.
"No me considero pintor, ni tampoco dibujante", ha explicado Sabina, que cree que con este libro se le da la oportunidad de hacerse "un regalo" inesperado, al tiempo que ofrece a sus seguidores la posibilidad de adentrarse en su universo creativo desde otra perspectiva.
El libro lo publica Artika, editorial española especializada en libros de artistas, y es una edición limitada de 4.498 ejemplares, a 2.100 euros cada uno.
Ya han sido vendidos 1.200, según la editorial.
Sabina ha firmado a lápiz, uno a uno, todos los ejemplares. "Yo no soy el responsable del precio", ha señalado el cantautor, que ha confesado que al conocer la cuantía le ha dado un poco de impresión. "Entiendo que gran parte de mi público no lo va a comprar", ha apuntado.
Sabina, lejos de verse como un genio —"Lo sé porque he conocido a tres o cuatro", ha apostillado—, cree que tiene la "enfermedad del intruso". "Yo toda la vida he pensado y he dicho sin la menor grandilocuencia, que era un impostor", ha asegurado. "
Me gustaba mucho meterme en sitios donde no estás invitado.
Eso me pasó con la canción, que al principio fue una cosa de clubes muy pequeñitos, de mandrágoras, de cavas bajas, y luego pasó a grandes escenarios y a América Latina. Nunca lo pensé, nunca lo soñé".
Garagatos consta de dos libros de gran formato.
El primero reúne 66 dibujos facsimilares acompañados de versos manuscritos del artista y un desplegable de casi tres metros de largo con 74 retratos.
Muchas imágenes están inspiradas por mujeres —varias con toques eróticos— o por las andanzas nocturnas del autor
. El segundo volumen repasa el universo creativo de Sabina a través de la mirada de grandes autores y personalidades del mundo del arte, como el director artístico del Museo Thyssen de Madrid, Guillermo Solana.
Madrid
El libro lo publica Artika, editorial española especializada en libros de artistas, y es una edición limitada de 4.498 ejemplares, a 2.100 euros cada uno. Ya han sido vendidos 1.200, según la editorial. Sabina ha firmado a lápiz, uno a uno, todos los ejemplares. "Yo no soy el responsable del precio", ha señalado el cantautor, que ha confesado que al conocer la cuantía le ha dado un poco de impresión. "Entiendo que gran parte de mi público no lo va a comprar", ha apuntado.
Garagatos consta de dos libros de gran formato. El primero reúne 66 dibujos facsimilares acompañados de versos manuscritos del artista y un desplegable de casi tres metros de largo con 74 retratos. Muchas imágenes están inspiradas por mujeres —varias con toques eróticos— o por las andanzas nocturnas del autor. El segundo volumen repasa el universo creativo de Sabina a través de la mirada de grandes autores y personalidades del mundo del arte, como el director artístico del Museo Thyssen de Madrid, Guillermo Solana.
Se presenta en un estuche de madera que reproduce la puerta de una habitación de la casa de Sabina, una puerta pintada por él mismo que simboliza la entrada a su mundo más personal.
Velázquez, Matisse, Zurbarán y Barceló son algunos de los grandes referentes de Sabina junto a Picasso, quien según el compositor, "lo pintó todo".
El cantautor tuvo su primer contacto con la pintura a los 14 años, cuando plasmó sus primeros óleos. Aunque después se centró en la música y la poesía, nunca dejó de lado los dibujos y, en los últimos tiempos, esta expresión artística ha ido cobrando cada vez más relevancia en su día a día:
"Hace muchos meses que no escribo un solo verso de canción, pero todos los días hago cinco o seis dibujos", ha comentado.
"Indignado y estupefacto"
La presentación ha tenido lugar en un céntrico hotel de Madrid, a pocos metros del Parlamento, epicentro del momento político que vive España, donde aún no se ha formado Gobierno desde las elecciones del 20 de diciembre.El artista también ha opinado sobre este panorama:
"Me parece espantoso; los líderes políticos están dando un espectáculo lamentable que no se merecen sus votantes.
Estoy bastante indignado y estupefacto".
Sabina cree que los dirigentes de los partidos, tanto a izquierda y derecha, "hablan todo el tiempo del bien común y de lo que interesa a los españoles, y luego pelean por un sillón". "Me parece que los políticos podían ponerse las pilas", ha dicho.
Y a continuación ha reflexionado:"No me gusta que cada 40 años en España se reproduzcan las dos Españas, los buenos, los malos; los azules, los rojos.
Creo que ya, con el grado de ilustración y madurez democrática, debería verse de otro modo".