Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

17 ene 2016

Foucault sigue cambiando el mundo...................................................... Guillermo Altares

La llegada de sus obras a la Biblioteca Nacional de Francia anuncia la publicación de nuevos inéditos del filósofo e historiador.

 

Carvanal de locos en Münsterlingen. / Jacqueline Verdeaux

El 2 de marzo de 1954 se celebró un llamado carnaval de locos en el asilo de Münsterlingen, en la Suiza de habla alemana.
Esta olvidada costumbre, que tiene sus raíces en la Edad Media, consistía en disfrazar con máscaras a los internos y pasearlos por la ciudad.
 Es algo que puede parecer inconcebible en la actualidad, pero que en los años cincuenta todavía perduraba en diferentes lugares de Europa.
 Sin embargo, aquel espectáculo cambiaría por completo la historia de la filosofía en Occidente por la profunda impresión que causó en un licenciado en Psicología que asistió invitado por los médicos.
 Se llamaba Michel Foucault (Poitiers, 1926 - París, 1984). Pese a que han pasado 30 años desde su muerte, su influencia sigue siendo enorme.
 Sus obras aparecieron en noviembre en la prestigiosa colección de Gallimard La Pléiade, considerada el panteón de la literatura universal, mientras que una minuciosa investigación titulada Foucault à Münsterlingen, publicada por las ediciones de L’École des Hautes Études en Sciences Sociales, revela los orígenes de una de sus obras más importantes y citadas, Historia de la locura en la era clásica.
El hecho de que los archivos de Foucault hayan sido depositados en la Biblioteca Nacional de Francia recientemente y, por tanto, puedan ser consultados y analizados por los especialistas anuncia que se abre una nueva fase de publicación de inéditos del pensador francés.
 Aunque enormemente influyente por la forma en que desmontó y reveló los mecanismos del poder y expuso una visión diferente tanto de las prisiones como de los psiquiátricos o de la sexualidad, la obra de Foucault no es muy voluminosa
. Los dos tomos en papel biblia de La Pléiade recogen sus libros, salvo Enfermedad mental y personalidad, considerado más un manual para sus alumnos, y el último tomo de la Historia de la sexualidad, que sus editores en Gallimard aseguran que no estaba totalmente acabado cuando el pensador murió en 1984.
Sobre estas líneas, desde la izquierda, Ronald Kuhn, Michel Foucault y Georges Verdeaux. / Jacqueline Verdeaux
Sin embargo, Foucault viajó de forma casi compulsiva y dio numerosos cursos y conferencias en medio mundo
. Gran parte de ese material permanece todavía inédito, por eso los documentos depositados en la Biblioteca Nacional de Francia pueden convertirse en una mina de información.
 Por ejemplo, en 2013 se publicó un curso que dio en 1973 en el Collège de France titulado La société punitive (la sociedad del castigo), que se encuentra en la génesis de Vigilar y castigar, su análisis del sistema carcelario en Occidente.
“Su entrada en La Pléiade es un indicio evidente de su actualidad”, explica Jean-François Bert, sociólogo e historiador de la Universidad de Lausana, uno de los autores de la edición definitiva de Gallimard, pero también del estudio sobre los orígenes de Historia de la locura y su visita al carnaval suizo
. “Foucault se ha convertido en un historiador insoslayable para pensar sobre algunos dispositivos contemporáneos como el control, la vigilancia, el género, lo religioso
. Su actualidad tiene que ver con muchas cosas: con su forma de plantear preguntas, de reflexionar más allá del marco clásico de la filosofía o de las ciencias sociales, de reintroducir problemas contemporáneos en una perspectiva histórica más amplia.
 Es un pensador actual porque nunca proporciona respuestas radicales, no dice que una sociedad sería mejor sin prisiones, los problemas que plantea son mucho más complejos y esa complejidad es la que nos permite comprender”.
“Su entrada en La Pléiade es un indicio evidente de su actualidad”, explica Jean-François Bert,
sociólogo e historiador
La visita a Münsterlingen representa un documento extraordinario sobre los años fundamentales en la forja del pensamiento de Foucault.
 Además va a acompañado de las fotografías de Jacqueline Verdeaux, que recogen aquel extraño carnaval y los encuentros con los psiquiatras que allí ejercían.
 Foucault se había licenciado en Psicología en 1952, pero sus intereses eran mucho más amplios y estaba estudiando a fondo no solo la obra de Freud, sino también la de Maurice Merleau-Ponty, George Bataille, Nietzsche o Lacan.
“Para comprender Historia de la locura y sus efectos sobre la comprensión de las enfermedades mentales, Münsterlingen representa un momento muy importante, como lo es también la traducción de Ludwig Binswanger [psiquiatra suizo marcado por el existencialismo] y la publicación de su primer libro, Enfermedad mental y personalidad.
 Encontramos en Historia de la locura todos estos elementos: el interés por el discurso de los locos, el desarrollo de la noción de experiencia y por la fenomenología, pero, sobre todo, su interés por la historia y los archivos”, explica Jean-François Bert.
“Foucault se ha convertido en un historiador insoslayable para pensar sobre algunos dispositivos contemporáneos como el control, la vigilancia, el género”
Fue en aquellos años cuando el joven psicólogo viró definitivamente hacia la filosofía y comenzaría a cimentarse su mirada crítica hacia los sistemas de poder y dominación.
 Situado al lado de la ciudad de Constanza, Münsterlingen fue dirigido por Ronald Kuhn y se encontraba muy cerca del sanatorio de Kreuzlingen, que entonces era uno de los más famosos del mundo, gestionado por Binswanger.
 Dentro de este triángulo se produce el cambio fundamental en la visión de la locura y de la enfermedad mental que marcaría la segunda parte del siglo XX.
 Las alucinantes imágenes de Jacqueline Verdeaux, con los enfermos desfilando disfrazados con máscaras grotescas que parecen surgidas del medievo, demuestran hasta qué punto fue profunda la ruptura que desencadenó Foucault.

El Guerrero

Foto

Tres nominados a los Oscar que también lo están a los Razzie

Eddie Redmayne en La chica danesa y El destino de Júpiter
FOCUS FEATURES / WARNER BROS. PICTURES
 
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(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
 
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Todos los años, la gala de los Oscar premia a los mejores profesionales del mundo del cine pero, ¿qué sucede con quienes destacan por lo contrario? Para tratar de hacer justicia a las peores obras del Séptimo Arte se crearon en 1980 los premios Razzie, es decir, los anti-Oscar. Es común entre los actores participar en más de una película al año. Sin embargo, cuando uno de ellos abarca varios proyectos, se arriesga a que estos sean de calidad desigual. Puede así protagonizar una ...

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Los Pueblos más bonitos de Francia

 

La Roque-Gageac (Dordoña, Aquitania)

Guarnecida por un acantilado cortado a pico, La Roque-Gageac (en occitano, La Roca de Gajac) se contempla en las aguas del río Dordoña, por el que se deslizan perezosas las gabarras
. Es una de las 156 poblaciones que lucen el título de Les plus beaux villages de France (los pueblos más bellos de Francia), un distintivo que se otorga a localidades con menos de 2.000 habitantes que además de ser bonitas cuentan con un importante patrimonio y tienen una política municipal que impide nuevas construcciones. 

 

Gordes (Luberon, Provenza)

Pueblos extraordinarios como Gordes (en la foto, la abadía cisterciense de Sénanque) destilan el sabor de la comarca francesa del Luberon.
 Un lugar para los placeres sencillos entre campos de lavanda. 
La web www.les-plus-beaux-villages-de-france.org facilita información sobre fiestas, lugares de interés, rutas y ofertas de estancias en todos estos pueblos. 

 

Beynac-et-Cazenac (Dordoña)

En el corazón del Perigord Negro, aferrado a uno de los acantilados que bordean el río Dordoña, está el pueblo de Beynac-et-Cazenac.
 Su castillo, del siglo XIII, jugó un importante papel en la Guerra de los Cien Años. 

 

Cordes-sur-Ciel (Tarn, Midi-Pyrénées)

Envuelto por un aura mística, Cordes sur Ciel es uno de esos pueblos tan turísticos que cuesta verlos sin gente
. Se halla en lo alto de una loma, aunque su nombre lo sitúa sobre el cielo, al que hay que subir a pie. 

 

Barfleur (Normandía)

Este puerto pesquero en el canal de la Mancha encandiló a los impresionistas con sus casas de granito gris, sus relucientes tejados de pizarra y sus playas sometidas al dictado de la lluvia y las mareas. 

 

Ainhoa (Pyrenees Atlantiques, Aquitaine)

La antigua bastida de Ainhoa, fundada en el siglo XIII y parcialmente reconstruida en el XVII, cuenta con una única calle, jalonada de casas blancas con los típicos entramados de color rojo y verde que lucen los pueblos vascos. 
Algunas de las poblaciones de esta fotogalería se encuentran en regiones próximas a España, lo que facilita el viaje por carretera; además, en las afueras suele haber una parcela habilitada para dejar los coches.

 

Riquewihr (Alsacia)

Riquewhir ocupa una fértil llanura fluvial en las estribaciones de los Vosgos. Las viñas, con las que se elabora el suave y afrutado riesling, se extienden hasta los restos de las murallas que protegían a la población. 

 

Belcastel (Auvernia)

Un grupo de ocas en los alrededores de Belcastel, un pueblo de postal a orillas del río Aveyron. Su imponente castillo fue restaurado en los años setenta por el arquitecto Fernand Pouillon y convertido en galería de arte. 

 

Albi (Tarn Midi-Pyrénées)

Atravesada por el río Tarn, Albi parece proyectada para recorrerla a pie.
 Allí nació en 1864 el pintor Henri de Toulouse-Lautrec; su museo alberga una colección única de la obra del artista. 
 

Najac (Midi-Pyrénées)

La antigua bastida de Najac, del siglo XIII, parece suspendida de una larga cresta rocosa.
 En uno de sus extremos se alza el castillo, y a sus pies, los meandros del río Aveyron. 

 

Loubressac (Lot, Midi-Pyrénées)

En este pueblo medieval próximo a la fortaleza cátara de Rocamadur, sobre un cerro que domina los valles del Dordoña, del Bave y del Cère, estableció su residencia el maestro de la fotografía Robert Doisneau.

 

Rochefort-en-Terre (Bretaña)

A 35 kilometros al este de Vannes, sobre una colina rocosa abrazada por el valle de Gueuzon, Rochefort-en-Terre conserva un armonioso casco histórico donde se mezcla la arquitectura tradicional bretona con monumentos góticos, palacios renacentistas y edificios del siglo XIX.

 

Yvoire (Haute-Savoie Alps)

Yvoire se alza sobre un promontorio ribereño del lago Lemán, a dos pasos de la ciudad suiza de Ginebra. Casas de piedra, canales, pequeños puentes y balcones punteados de glicinas y geranios, con los Alpes de fondo.