Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

15 ene 2016

La respuesta de los rastas de Podemos a Celia Villalobos

El diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid Miguel Ardanuy ha replicado las declaraciones de la popular Celia Villalobos sobre los supuestos piojos de las rastas de los cargos electos de la
formación que "ojalá" su partido "estuviera la mitad de limpio" que sus rastas.
"Ojalá el partido de Celia Villalobos estuviera la mitad de limpio que mis rastas ", ha escrito Ardanuy en su perfil personal en Twitter, ya que él es uno de los cargos de la formación 'morada' que luce esta estética en el pelo.
La portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, que también pertenece a Podemos, ha dicho sobre estos comentarios de Villalobos que a una diputada se le presupone "buena educación".
El afectado en cuestión, el diputado Alberto Rodríguez, no se ha pronunciado directamente sobre el tema, pero sí ha compartido un comentario del 'tuitstar' Gerardo Tecé lo suficientemente claro como para conocer su opinión.
Villalobos se convirtió en 'trending topic' tras unas polémicas declaraciones en 'La Mañana' de La 1. "A mí, que un diputado de Podemos (o si fuera del Partido Popular) lleve rastas me da igual, conque las lleven limpias para que no me peguen piojos, me parece perfecto", comentó.
También fueron polémicas las palabras de Pilar Cernuda en 'Espejo Público', el programa de Susanna Griso en Antena 3.
 La periodista insinuó que "hace falta limpieza" en algunos diputados y se mostró "muy ofendida" con la situación que se vivió en la Cámara baja, especialmente con esos "malos olores" que provenían, según asegura, de la zona en la que estaban situadas los parlamentarios de Podemos.
Ante el estupor del resto de tertulianos, incluida Griso, Cernuda insistió en que habla de lo que "vio y olió". "¡Hace falta limpieza, porque en el hemiciclo conviven muchas personas juntas!", ha asegurado, a lo que Griso ha pedido una explicación.
Pues si hace falta muuuuuuuuuuuuuuuucha limpieza en el PP. 

Muere Manolo Velázquez, figura del Madrid Yé-Yé

El exjugador, en el conjunto blanco durante más de una década, tenía 72 años.

Manuel Velazquez, en 1975. / EFE

El exjugador del Real Madrid Manuel Velázquez ha fallecido este viernes a los 72 años de edad, informó la entidad merengue en un comunicado, donde recordó todos los éxitos conseguidos con la camiseta blanca.
Veláquez jugó en el Real Madrid entre 1965 y 1977 y ganó una Copa de Europa --la sexta de los madridistas--, seis Ligas y tres Copas de España.
 Miembro del Real Madrid yeyé, se convirtió en todo un referente en el centro del campo.
Velázquez nació en Madrid el 24 de enero de 1943 y fue "uno de los mejores canteranos de la historia del club", como demostró durante las 12 temporadas que formó parte del primer equipo, en las que disputó 402 partidos, recuerda el Real Madrid.
"Su inteligencia, habilidad técnica y elegancia hicieron disfrutar al Bernabéu y le convirtieron en el creador del juego madridista", añade el club blanco en el comunicado donde confirmó su fallecimiento.

 

El músico británico Black, en estado crítico

El cantante, que se hizo famoso por 'Wonderful life', sufrió un accidente de coche.

Fotograma del vídeo de Youtube

El músico británico Black, quien se dio a conocer en todo el mundo en 1987 con la canción Wonderful life, se encuentra en coma y en "estado crítico" en un hospital de Irlanda tras sufrir un accidente automovilístico, informó hoy una portavoz oficial.
El artista, de 53 años y cuyo nombre real es Colin Vearncombe, está ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario de Cork, en el sur de Irlanda, como consecuencia de las graves heridas que tiene en la cabeza por el siniestro ocurrido el martes
. Los médicos han decidido, ante la gravedad de las heridas, llevar a Vearncombe a un coma inducido, si bien se desconoce aun cuál es su pronóstico.
El músico conducía solo su coche cuando se dirigía desde su casa en la localidad de Schull, al oeste del condado de Cork, hasta el aeropuerto cercano para volar a Edimburgo (Escocia), donde tenía previsto asistir a un evento musical.
 "Es cuestión de esperar", dijo la portavoz en un comunicado enviado a los medios de comunicación, en el que indicó que su mujer Camilla y sus tres hijos le acompañan en la habitación del hospital en estos duros momentos.
"Gracias a todo el mundo que ha mandado cartas, mensajes, correos electrónicos
. Por favor, seguid haciéndolo ya que su familia está muy conmovida y se siente apoyada por vuestra ayuda y amor", indicó.
 El artista, natural de la ciudad inglesa de Liverpool, será abuelo por primera vez cuando nazca el hijo de su primogénito, lo que está previsto que ocurra para el próximo 17 de marzo, el día de San Patricio, el patrón de Irlanda.
Bajo el pseudónimo de Black, Vearncombe alcanzó fama mundial a finales de la pasada década de los 80 con el sencillo Sweetest Smile y, sobre todo, con el superventas Wonderful Life.
Ya con su propio nombre ha publicado 15 álbumes y varios libros de poesía, al tiempo que sus cuadros han sido exhibidos en galerías de Irlanda, adonde se mudó desde el Reino Unido hace más de una década.

 

La felicidad de tocar un ‘blues’........................................................... Javier Sampedro

Un estudio con pianistas de jazz descubre que improvisar un solo triste activa el módulo cerebral del placer.

 

El estudio pidió a los músicos que improvisaran distintas melodías.
El estudio pidió a los músicos que improvisaran distintas melodías.

Fue un error histórico. Cuando Rick le pidió que volviera a cantarla, Sam no debió repetir As time goes by, sino Knock on wood, toca madera, que es casi la primera que canta en toda la película, y que le habría ahorrado a Bogart tres cuartos de botella de whisky de centeno y un broncazo con su ex. Porque ni Sam era el mismo músico, ni Rick el mismo oyente mientras sonaban esas dos canciones, que representan las dos caras de la vida.
Es parte del misterioso nexo entre la música y las emociones que la neurología ha empezado a desentrañar.
Es como si expresar la alegría fuera una tarea menos 'ejecutiva', menos intelectual o más antigua –evolutivamente— que expresar la tristeza
Melinda McPherson, Charles Limb y sus colegas de la Facultad de Medicina Johns Hopkins, en Baltimore, y la Universidad de California en San Francisco no han utilizado Casablanca para investigar la relación entre la creatividad musical y las emociones, sino a 12 pianistas de jazz de carne y hueso.
Les han enseñado fotos en que una actriz aparece o bien triste, o alegre, o con un gesto neutro impenetrable, y les han pedido que improvisen un solo de piano que case con esas emociones. Mientras tocaban, espiaron su cerebro mediante resonancia magnética funcional (fMRI), la técnica que destripa los secretos más ocultos de la mente humana.
Los resultados, que presentan en Scientific Reports, son nítidos, aunque complejos, como todo lo que atañe a nuestro cerebro.
 Por un lado, el mero hecho de improvisar un solo apaga el llamado córtex prefrontal dorsolateral (DLPFC en sus siglas inglesas), una región en lo alto de la frente que ha evolucionado en los últimos millones de años (un pestañeo en las escalas geológicas), y que tarda décadas en madurar durante el desarrollo personal.
Esta región se ocupa de muy altas funciones intelectuales, como la memoria operativa, la flexibilidad cognitiva y el razonamiento abstracto.
 Es curioso que haya que apagarla para improvisar un solo de piano, como si el músico de jazz tuviera que viajar al pasado de la especie para hacer su trabajo.
Más curioso aún es que el apagado de esta parte alta de la frente sea mucho más drástico en las improvisaciones alegres que en las tristes, como si expresar la alegría fuera una tarea menos ejecutiva, menos intelectual o más antigua –evolutivamente— que expresar la tristeza.
Apagar el DLPFC, según los autores de la investigación, permite a los músicos entrar en un estado “de flujo”, dejarse transportar por las emociones que les produce su propia música.
 Y los datos revelan que ese automatismo mental ocurre con mucha más potencia al interpretar un solo alegre que uno triste.
Interpretar un solo triste, por otro lado, tiene también sus compensaciones, pero en una zona cerebral mucho más antigua, la llamada sustancia negra (o substantia nigra en latín), una región mesencefálica enterrada en las profundidades reptilianas de nuestra cabeza, las que evolucionaron e la noche de los tiempos y se ocupan hoy –como ya hacían entonces— de los mecanismos de recompensa, y por tanto también son responsables de las adicciones a las drogas, al juego, al sexo y a todo lo demás
. Contra toda intuición, esta trampa darwiniana de la recompensa se activa al tocar un solo triste, pero no al tocar uno alegre.
Imagen del experimento.
Imagen del experimento.
“La emoción y la creatividad están estrechamente vinculadas”, concluyen los científicos, “y los mecanismos neurológicos que subyacen a la creatividad dependen del estado emocional”.
 De hecho, los autores piensan que la capacidad del arte para experimentar y comunicar las emociones es probablemente la razón fundamental “de la omnipresencia del arte en todas las culturas a lo largo de la historia humana”.
Tal vez sea importante enfatizar que los 12 pianistas de jazz implicados en el estudio son músicos profesionales muy experimentados.
 Los resultados habrían sido muy distintos con un pianista de jazz novato, que normalmente está tan preocupado por atinar con las alteraciones del acorde de séptima y la escala menor melódica que tiene que tocar el piano con todo el cerebro, y casi con todo el cuerpo.
También Sam era un músico experimentado.
 Qué pena que se equivocara de canción.
 ¿O lo hizo para obtener una recompensa de su cerebro reptiliano?