Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

13 ene 2016

El mundo de la edición y las letras rinde tributo a la ‘Mamá grande’............................... Carles Geli

La agente literaria Carmen Balcells, homenajeada ayer en el Palau de la Música Catalana.

Homenaje a Carmen Balcells en el Palau de la Música, en Barcelona. / FOTO: Gianluca Battista / vÍDEO: aTLAS

Carmen Balcells le dijo una vez a su representada Carme Riera que no se preocupara cuando ella muriese: “Haré milagros desde el cielo”.
Ayer, casi cuatro meses después de su fallecimiento, realizó uno grande: a los 40 años del desencuentro entre García Márquez y Vargas Llosa que les separó, el escritor peruano compartió sentimientos y presencia con los dos hijos del autor colombiano, Gonzalo y Rodrigo García Barcha, ante más de 700 creyentes de Balcells en el impresionante acto de recuerdo a la figura y al legado de quien fuera su agente celebrado en el Palau de la Música Catalana de Barcelona.
Noche intensa, que estrenó Riera repasando “los milagros en vida” de Balcells, mientras el escenario se salpicaba de fotos en blanco y negro, entre ellas unos irreconocibles, por jóvenes, Carlos Barral y Carmen Balcells, allí donde acordaron que naciera todo.
Apareció primero Vargas Llosa en esa pantalla en el escenario en un documental.
 Con imágenes inéditas del archivo de la casa intercaladas, asomaban en la grabación de una comida familiar en la casa que la agente tenía en su Santa Fe de Segarra (Lleida) natal
. Era el 80º aniversario de la Mamá Grande y Vargas Llosa estaba junto a su familia porque quería que conocieran a quien hizo que pudiera ser escritor.

“La más generosa”

“Barcelona no habría sido la capital cultural de España en los sesenta sin ella, ni puente con América Latina; ella sola, por instinto, obstinación y talento, cambió la historia de la relación entre editor y escritor”, afirmó cada vez más emocionado; al final se quebró hasta las lágrimas:
 “Siempre puso el hombro para que pudiéramos llorar nuestras penas y acto seguido empezaba a resolverlas...
Nunca conocí persona más generosa y de buenas entrañas; te fuiste en los momentos más turbios y difíciles, cuando ahora nos ayudarías a ver más claro”.
Familiares y miembros de la agencia de Carmen Balcells, al final del acto. / g. Battista
Fue uno de los grandes momentos del tributo.
 Y hubo muchos: ella recordando a su representado Manuel Vázquez Montalbán o recitando a Gil de Biedma; los textos leídos en nombre de autores que no pudieron acudir, como Juan Goytisolo o una de sus íntimas, Nélida Piñón (“donde iba quería ordenar el mundo y los afectos”); los recuerdos de Eduardo Mendoza (“nos convirtió en niños mimados”, admitió con humor, mientras recordó a su marido, “siempre con naturalidad por el cráter que eran Carmen y la agencia: le daba gasolina”)...
Y la emoción se iba desbordando: Beethoven para el desfile de retratos de todos los autores; Gonzalo García Barcha leyendo un fragmento de Memoria de mis putas tristes de su padre con el Bach que cita el texto de fondo; su hermano Rodrigo, entrañable (“fuiste una de mis tías putativas que marcaron mi infancia; desde entonces soy adicto a tu aprobación.
 Records Carme i fins sempre”, la despidió con el catalán que la hacía reír cuando la llamaba);Joan Manuel Serrat dedicándole su Paraules d’amor (“Ella qui sap on és / qui sap on para”).
El hijo, Lluís Miquel Palomares Balcells, sin palabras, lo dijo todo: hizo subir a sus propias hijas y a la agencia en pleno mientras el vídeo se apagaba con la carpeta de Cien años de soledad.
 Mensaje a la veintena larga de agentes literarios y al todo sector allí presente.
 Y luego invitó a croquetas.
 Pura Balcells.

 

La pareja en el exilio.................................................................. Mábel Galaz

Fue el yerno perfecto, el deportista de éxito y ella la hija más sencilla de la familia real. 

Ambos atraviesan por su peor momento

Urdangarín y la infanta cristina, el lunes en Mallorca. / ULY MARTÍN / Atlas

Fue un flechazo, al menos para ella. Atlanta celebraba en 1996 sus Juegos Olímpicos y Cristina de Borbón asistía como espectadora.
 Coincidieron en la celebración de la medalla de oro ganada por la selección de waterpolo.
Allí Jesús Rollán, portero del equipo nacional y gran amigo de la infanta, los presentó.
 Quienes presenciaron el encuentro contaron entonces que la hija de don Juan Carlos se quedó impactada con Iñaki Urdangarín, que formaba parte del equipo de balonmano que logró el bronce. Después de ese primer encuentro, la infanta e Iñaki acordaron volverse a encontrar en Barcelona. Cristina, por entonces no tenía pareja pero sí Urdangarin, que llevaba varios años con Carmen Camí. Tras solo ocho meses de relación, la pareja se comprometió.
 Ese día, Camí se enteraba de que ya no era la novia del deportista.

A los entonces Reyes de España, la boda de su hija menor les pareció un poco precipitada pero el excelente perfil de su futuro yerno no podía ser mejor
. Era un chico aparentemente perfecto
. Sus amigos y compañeros del Barcelona de balonmano se deshacían en elogios cuando hablan de él. Lo primero que sorprendía de Txiqui, como le llamaban sus íntimos, era su físico
. Rubio, alto, de ojos claros y complexión atlética, tenía una sonrisa que conquistó a muchas.
 A Cristina de Borbón le hizo efecto. Mientras que con Jaime de Marichalar, los servicios de prensa del palacio de La Zarzuela tuvieron que hacer malabares con su currículo, con Urdangarin no hizo falta
. En la España de las Autonomías, Urdangarin reunía los mejores requisitos.
 Aunque nació en Zumárraga, vivía en Barcelona.
 Cuando conoció a la Infanta ocupaba un pequeño piso en el paseo de Gracia.
La casa era de reducidas dimensiones: un salón con una cocina americana, el dormitorio y el baño.
La decoración era funcional, con un espacio en el salón para el equipo de música y otro para el estudio
. El grupo Queen y la música funky eran sus opciones preferidas
. Nada que ver con el palacete que años después adquirió en Pedralbes con el que comenzaron sus problemas. Urdangarin estudiaba Empresariales y tenía con unos amigos un restaurante, El Pou. Cristina vivía con su prima Alexia de Grecia y trabajaba en La Caixa.
Su boda, el 4 de octubre de 1997, en la catedral de Barcelona fue todo un acontecimiento
. La ciudad salió a la calle para celebrar el matrimonio.
Se respiraba un aire como el de la Barcelona olímpica.
El flechazo se produjo en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996
Urdangarin comenzó a darse cuenta de que su vida iba a cambiar cuando desde la Casa del Rey le hicieron ver que debía retirarse del balonmano
. Las medidas de seguridad que exigía su presencia en los campos era tal que desaconsejaron su continuidad
. Fue cuando el entonces duque de Palma comenzó a labrarse una vida en el mundo de los negocios. Así conoció a Diego Torres.
 Sus primeros años como exdeportista los dedicó a la actividad privada en empresas como Motorpress y Octagon.
 Esas dos sociedades limitadas estaban dedicadas fundamentalmente a la organización de eventos, la representación de deportistas y esa actividad difusa conocida como asesoría. Paralelamente, Urdangarin ingresó en el Comité Olímpico Español en abril de 2001 de la mano de Alfredo Goyeneche, un hombre procedente del mundo hípico, aristócrata y muy bien relacionado con el rey Juan Carlos.
 Parecía un puesto perfecto para él, pero las federaciones no le apoyaron.
 Luego llegó Nóos, fundada con Diego Torres.
En 2004, el marido de la Infanta ya estaba en otros proyectos donde actuaba como intermediario. Sus empresas hacían negocios con el PP, sobre todo en Valencia y Baleares aunque también exploraban el mercado de Madrid.

El penúltimo de siete hermanos de una familia muy religiosa siempre quiso tener varios hijos. Cuando el matrimonio Urdangarin-Borbón ya tenía cuatro, Juan, Pablo, Miguel e Irene decidieron abandonar el piso que ocupaban en el barrio de Pedralbes para mudarse al palacete, que ha sido su última residencia en la ciudad
. Cuentan que fue don Juan Carlos quien habló a la pareja de la residencia.
 Por aquel entonces, el Rey acudía con regularidad a la clínica Planas, cerca de ese inmueble, a hacerse tratamientos para mejorar su estado de forma y su físico
. En 2004 la compraron con un crédito de La Caixa donde la Infanta trabajaba.
 Les costó 5,8 millones de euros. Mucho dinero para los ingresos que ellos tenían por aquel entonces.
Cuando la Casa del Rey anunció el 22 de abril de 2009 que los duques de Palma se trasladaban a Washington, hacía algún tiempo que las actividades privadas de Urdangarin habían terminado.
 Sus negocios ya estaban en boca de todos. Telefónica le fichó para América y así se justificó la mudanza de la familia.
 Pero poco después, el escándalo estalló.
 El yerno ideal pasó a ser afeado por su “comportamiento poco ejemplar” y retirado de la vida oficial.
Cristina de Borbón conoció por aquella época que su esposo había filtreado con la esposa de un amigo
. Unos correos le delataron. Pero ella cerró filas. Desoyó los consejos para que se separara, no por la infidelidad sino por los negocios impropios para un miembro de la familia real.
Un apoyo que el lunes la llevó hasta el banquillo.

 

El sombrero de Pharrell Williams ya es historia.................................................... Carles Gámez

Una publicación francesa repasa piezas icónicas de la moda a través de los personajes que las han inmortalizado.

 

Pharrell Williams en Los Ángeles, en enero de 2014. rn
Pharrell Williams en Los Ángeles, en enero de 2014. / Cordon press

Cuando Pharrell Williams apareció en la ceremonia de los Grammy 2014 luciendo un enorme sombrero diseñado por Vivienne Westwood —que antes estrenó su marido Malcolm McLaren— revalidó su estatus de nuevo icono de la moda.
 El sombrero, que debía más al armario de la Policía Montada del Canadá que a los destellos punk de la pareja, ha pasado a formar parte de esas piezas privilegiadas convertidas en objetos de culto. Williams, transformado en emperador de opereta por Karl Lagerfeld, confirmaba el reinado de las estrellas del pop en el mundo de la moda en el siglo XXI.
El sombrero de Williams forma parte de la publicación francesa Iconic, de Sandrine Lajus y Raphaëlle Orsini (Ediciones La Martiniére), que relee objetos que el tiempo ha convertido en testigos privilegiados, materia de estudio y exposiciones, asociados al momento histórico que los ha visto nacer y a la personalidad que los ha proyectado
. Después del impacto de la cazadora Perfecto de Marlon Brando en la película Salvaje —resucitada décadas después por John Travolta en Grease— y de la cazadora incandescente y roja de James Dean en Rebelde sin causa, Ryan Gosling, el nuevo rebelde urbano destinado a suceder a Steve McQueen, inmortalizaba su cazadora de satén como el uniforme del héroe solitario y mártir en Drive.
 En cuanto a las heroínas modernas, la aparición de Audrey Hepburn como la burbujeante señorita Holly Golightly enfundada en un vestido negro en Desayuno con diamantes sepultaba de un plumazo los trajes chaqueta rosas y amarillos que lucía Doris Day
. El vestido creado por Givenchy se convirtió en objeto de referencia en esa convergencia feliz entre personajes y pieza de moda.
La ex Primera Dama de Estados Unidos Jackeline Kennedy.
La ex Primera Dama de Estados Unidos Jackeline Kennedy. / Cordon press
Del impermeable de los soldados en la Primera Guerra Mundial hasta su conversión en icono, la gabardina patentada por Burberry ha realizado un largo y lluvioso recorrido
. Aunque Humphrey Bogart le dio su primer pasaporte para la eternidad en Casablanca, con la modelo Kate Moss la trench sellaba una nueva alianza de elegancia, rebeldía y sensualidad. Unas décadas antes, otro sex symbol, Brigitte Bardot, aportaba a la moda sus cualidades.
 El estilo BB fue imitado por las jóvenes de todo el mundo como señal de ruptura con sus progenitores.
Entre las páginas del Vogue y la crónica negra, el traje de chaqueta color rosa de Chanel de Jackie Kennedy codificaba el estilo de la primera dama junto con sus sombreros Pillbox y su collar de perlas de tres vueltas.
 El magnicidio de John F. en Dallas hizo entrar el vestido con las manchas de sangre en el museo de la historia del siglo XX y el nombre de Chanel, en el de las grandes tragedias contemporáneas.
 Otro acontecimiento histórico, dos décadas después, la boda del príncipe Carlos y Diana, dejaba para la crónica rosa, un traje de novia que ni los creadores más inspirados de la factoría Disney habrían imaginado
. Nunca un vestido trajo tanta cola y tanta atención mediática. La pareja David y Elizabeth Emanuel transformó a la princesa de Gales en una gran tarta nupcial.
Al día siguiente de la ceremonia miles de copias del vestido se propagarían por todo el mundo.
La actriz Marlene Dietrich.
La actriz Marlene Dietrich. / Cordon press
Mucho antes que Yves Saint-Laurent y Armani permutaran los géneros, el esmoquin de Marlene Dietrich en la película Marruecos rubrica para siempre esa alianza victoriosa de moda y ambigüedad. El juego masculino-femenino desde entonces no dejará de transgredir los códigos del vestir con la ayuda del cine
. La actriz Diane Keaton y su aparición en Annie Hall rompía las reglas del clásico glamur hollywoodense.
 Keaton dio una nueva vuelta de tuerca a la moda mezclando elegancia y excentricidad y haciendo de su estilo poco convencional un icono estilístico.
Entre estas piezas icónicas las gafas de sol de Marcello Mastroianni, patentadas en películas como La Dolce Vita, señalan la emergencia del Made in Italy.
 Si Mastroianni representa ese estilo cool fijado desde el viejo continente, al otro lado del Atlántico, Steve McQueen, en camiseta blanca o traje, encarna el cool imperecedero de la joven América.
La versión femenina de esa modernidad sin fecha de caducidad es Jane Birkin, la petite anglaise, quien impusone su forma de vestir: pantalones vaqueros y zapatillas de basket de la marca Converse como símbolos de un icono siempre en libertad.

Por qué crea un debate tan polarizado la foto de Bescansa con su bebé en el Congreso

Todos los aspectos de la maternidad/paternidad polarizan. Este gesto por la conciliación aún más.


Pablo Iglesias coge al bebé de la diputada de su partido Carolina Bescansa, en presencia de íñigo Errejón
Pablo Iglesias coge al bebé de la diputada de su partido Carolina Bescansa, en presencia de íñigo Errejón.

 

El golpe de efecto que ha buscado Carolina Bescansa con su bebé en el Congreso ha dado resultados: el tema de la conciliación familiar y laboral volvía a estar sobre la mesa, al menos por un rato.
Se ha notado especialmente en redes sociales, en un debate en el que abundan las posiciones extremas, desde quienes aplauden a la diputada de Podemos por visibilizar la conciliación a los que la critican por su situación privilegiada (ha podido ir con su bebé y el Congreso dispone de guardería) o quienes lo consideran 'postureo' o gesto mediático.
Sobre si es importante o adecuado que la diputada de Podemos haya llevado a su segundo hijo al Congreso hay distintas opiniones. Lo que evidencia semejante debate es que la conciliación sigue siendo un sueño para muchas personas en España. De ahí las razones que hacen que el debate sea tan extremo:
1. Porque cualquier debate sobre maternidad/paternidad polariza. Del tipo de parto al tipo de alimentación, la duración de la lactancia materna, las bajas por paternidad y maternidad, la educación de los niños... Internet es la prueba de que cualquier conversación sobre bebés acaba en un debate polarizado.
2. Porque hablar de conciliación es hablar de datos reales como estos: la baja maternal en España tiene una duración general de 16 semanas, aunque en los casos de parto múltiple se amplía en dos semanas por cada hijo. En el caso de los padres, la prestación de paternidad es de tan solo 13 días. Según la Encuesta de Familia y Género elaborada por el CIS en 2012, más del 74,6% de los españoles cree que esta baja es insuficiente. Dos de cada tres personas considera que la baja debería tener entre 5 y 12 meses y un 10,4% de la población que debería ampliarse de 13 a 24 meses. En países como Suecia el permiso de paternidad es de 480 días (16 meses) a distribuir obligatoriamente entre los padres. Desde 2008, los permisos de maternidad en España han caído en un 20% según el Informe Conciliación de la Vida Laboral y Familiar en España, de diciembre de 2015. En 2014, una de cada tres personas decidió no beneficiarse del permiso de maternidad.
Informe sobre Conciliación de la Vida Laboral y Familiar en España, del Instituto de Política Familiar (2015).
3. Porque es un gesto que se puede interpretar de muchas maneras:
4. Porque son muchos quienes quisieran tener una oportunidad como la de Bescansa y se quejan de no poder tenerla.
5. Y otros tantos los que creen que gracias a estos gestos otra maternidad/paternidad es posible.
6. Porque no es habitual que los políticos en España tengan gestos de este tipo, aunque no es el primer caso.
 Antes que Bescansa, que no es la primera vez que acude a trabajar con sus hijos, lo hizo la senadora del PSC Iolanda Pineda, hace ya cuatro años. Hace unos meses lo hizo también la diputada de la Asamblea de Madrid Mónica García. Uno de los especialmente recordado en Twitter ha sido el de la italiana Lizia Ronculli en el Parlamento europeo, quien ha acudido con su bebé en numerosas ocasiones.
7. Porque hay quien evidencia que existen cosas más polémicas que un bebé en el Parlamento.
Menos mal que es Twitter y siempre quedará el humor para intentar calmar los ánimos:
Cómo sería nuestra vida si España tuviera horarios sensatos

Me parece un gesto enternecedor, un bebé en un Congreso y su madre lo lleva para que aprenda dónde va a estar ella mientras él esté en la guardería.

No sé por qué arman tanto ruido y lo interpretan mal.