Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

11 ene 2016

Cinco horas con Mario, bueno esperando a la Infanta

Cinco horas de espera para ver a la Infanta en el banquillo.

Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin han llegado a las 8.12 a la sede de la Audiencia.

La infanta Cristina y Urdangarin a su llegada a la sala. / Foto: ATIENZA (EFE) / Vídeo: ATLAS

La expectación por uno de los juicios más mediáticos que se recuerdan se hacía patente desde la madrugada de este lunes.
 A las puertas de la improvisada sala en un polígono de Palma de Mallorca, cientos de periodistas y curiosos aguardaban apostados en la entrada la llegada de los procesados del caso Nóos.
 El momento más esperado ha tenido lugar poco antes de las 8.15 horas, cuando la hermana del rey Felipe VI y su esposo Iñaki Urdangarin han descendido de un coche de lunas tintadas y han entrado en la Audiencia Provincial sin hacer declaraciones.
 El juicio ha arrancado una hora después, sobre las nueve y cuarto. Shirley, una latinoamericana residente en España, hacía cola desde las cuatro:
 "Creo que le van a aplicar la doctrina Botín", comentaba expectante, aunque prefería no opinar sobre el desenlace del juicio: "Solo soy una observadora".

El goteo de procesados ha sido constante durante toda la mañana, quienes han entrado al juicio por un pasillo iluminado por cientos de flashes.
A sus espaldas dejaban la cárcel de Palma. La Audiencia Provincial ha habilitado la sala en un polígono alejado del centro de la ciudad, lo que ha propiciado que haya acudido menos gente que en otras ocasiones a protestar.
 Cuando apenas había salido el sol, la Infanta e Urdangarin hacían su aparición. La instantánea más esperada de este lunes.
Una veintena escasa de personas ha enarbolado banderas republicanas y han gritado consignas como "España, mañana, será republicana", vigilados de cerca por algunos de los cientos de policías integrantes del dispositivo especial para la ocasión.
Los hoteles de la ciudad de Palma están a rebosar de periodistas tanto de medios nacionales como internacionales.
 No han parado de llamar a taxis durante toda la madrugada
. Uno de los chóferes reconocía que estas ocasiones les traían abundante clientela y que el caso Nóos les suponía un aumento de ingresos. Pero no tenía claro si les compensaba: "Después de todo lo que nos han robado".
La vista oral ha comenzado de manera puntual, en torno a las nueve y cuarto
. El tribunal ha leído los cargos y penas a los que se enfrentan los procesados; tres mujeres que acumulan 32 años de experiencia judicial dirimen la causa.
 En una sala contigua, atentos, más de cien periodistas siguen un juicio que se desarrollará durante este lunes y se suspenderá hasta dentro de un mes.

 

 

10 ene 2016

Únete al 40 aniversario de EL PAÍS

!Que tiempos aquellos en que leer el Pais era casi subersivo!!

Varios periodistas leen EL PAÍS en la noche del golpe de Estado fallido del 23-F, en las escaleras del hotel Palace. / Ricardo Martín

El 4 de mayo de 1976 llegó a los quioscos el primer ejemplar de EL PAÍS.
 En su primera página planteaba la necesidad de la aprobación de legalizar los partidos políticos y de la inminente reforma que necesitaba el sistema de gobierno de España. La rotativa de la calle de Miguel Yuste, la sede originaria y actual de EL PAÍS, se habían puesto en marcha la noche anterior para imprimir el primer número de un nuevo diario.
 Los que participaron en aquel lanzamiento celebraban el momento cogiendo los primeros ejemplares recién impresos y con la sensación de estar viviendo un momento histórico.
 Esta cabecera nacía de la mano de una democracia que daba sus primeros pasos en España.
Cuatro décadas después, el periódico ha crecido y ha ampliado sus fronteras.
 EL PAÍS es hoy el diario global en español con más lectores (15.780.000 usuarios únicos en Noviembre de 2015, según datos de Comscore). Cuenta con redacciones en México, Washington y Sao Paulo (desde donde se gestiona la Edición Brasil) y con una de las redes de corresponsales más amplias de los medios internacionales. Y se ha convertido en un medio total, que ofrece a sus lectores noticias en todos los formatos posibles: desde el texto y la fotografía al vídeo, pasando por las redes sociales o el audio.
 El pasado 30 de noviembre, la web del diario emitía el primer debate político entre candidatos a la presidencia de España diseñado para Internet
. Más de 3 millones de personas lo siguieron en directo.
Un hombre pasa por delante de varios carteles de publicidad de EL PAÍS, en 1976. / César Lucas
Son tiempos de cambio y evolución constantes y EL PAÍS está preparado para un año de celebración, no solo por su cumpleaños, sino también por todo lo que está por llegar.
 Con la vista puesta en el futuro, el periódico organizará a lo largo de 2016 una serie de eventos en los que los lectores serán protagonistas.
Junto a los lectores, EL PAÍS ha vivido en estos cuarenta años experiencias que permanecen en la memoria colectiva: el intento de golpe de Estado en España en 1981, la caída del muro de Berlín, el atentado contra las Torres Gemelas...
Y también ha contado pequeñas historias que se convirtieron en grandes relatos y los avances sociales y científicos.
Todo lo que EL PAÍS propone en este 2016 se agrupa en una gran charla global a la que todos están invitados.
 Únete a la conversación es el lema de la nueva campaña del diario. Con ella, el periódico se abre como espacio de reflexión y propone un diálogo abierto y global, basado en la información, el análisis, la tolerancia, la democracia y la búsqueda del progreso.
 Esos son los valores que han acompañado a la cabecera desde el inicio y en los que quiere insistir en el futuro.
Contenidos y participación
Miles de alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid protestan en febrero de 1996 contra el asesinato del catedrático Francisco Tomás y Valiente, el día anterior en su despacho. / Cristóbal Manuel
En su intención de hacer partícipes a los lectores del aniversario, EL PAÍS ha habilitado una página web en la que podrán encontrar contenidos especiales y recordar los principales acontecimientos de estas cuatro décadas. Y también participar a través de acciones como Yo lo viví, con la cual los lectores podrán compartir la forma en que vivieron un momento histórico, o con la que intenta localizar a todas las personas que conservan el primer ejemplar de EL PAÍS.
Conversaciones globales
El periódico contará en 2016 con los protagonistas de los últimos 40 años y con quienes lo serán en las próximas décadas para una serie de 40 conversaciones que se desarrollará en diferentes ciudades del mundo, con un formato muy especial y en las que participarán personalidades de relevancia mundial.
 Los nombres de los ponentes se irán revelando en los próximos días, junto con otras novedades, en la web especial del aniversario.
También habrá espacio para echar la vista atrás con la dosis justa de nostalgia.
 El periódico volverá a algunos de los grandes hitos de estas cuatro décadas.
 Las firmas más importantes repasarán la historia de los últimos 40 años en un libro especial de 300 páginas.
 Toneladas de información resumidas en una edición muy cuidada en la que se narran las historias que han marcado las últimas cuatro décadas y la vida del periódico.
Una gran exposición
El Palacio de Cibeles en Madrid acogerá en la primera semana de mayo una gran muestra que repasará los cambios y la evolución de EL PAÍS desde hace 40 años y que hablará también de lo que está por venir.
 Un recorrido por la historia de España y las noticias locales. Se tratará de una exhibición multisensorial, moderna, tecnológica, participativa y creativa, que plasmará también la transformación de la información: del papel al vídeo, pasando por el periodismo de datos y las redes sociales.
Nuevos Ortega y Gasset
Durante esa semana de mayo, el recinto también albergará unos premios Ortega y Gasset que incorporan grandes cambios. Asimismo, se renovarán las categorías conforme a las transformaciones de la profesión y se estrenarán escenografía y formato de ceremonia. Ésos son algunos de los elementos que incorporarán los premios más importantes del periodismo en español.
Salida de talleres del primer ejemplar de EL PAÍS, en 1976. / Antonio Gabriel
Documentales y seriales
En 2016 también verán la luz dos piezas audiovisuales con el periódico como protagonista.
 David Trueba dirigirá un documental sobre el diario en el cine, que repasa todas aquellas ocasiones en las que la cabecera ha tenido directa o indirectamente un papel en alguna serie, película o documental.
Otra pieza recordará las tensas horas que se vivieron el 23 de febrero de 1981 en España, con el intento de golpe de Estado de Tejero, a través de la edición especial que lanzó el periódico en apoyo a la democracia.
Es la historia de un grupo de profesionales que, sumidos en la tensión de un secuestro al Congreso de los Diputados, hicieron posible que en menos de tres horas los ciudadanos de Madrid tuvieran en sus manos un ejemplar de EL PAÍS.
 Los atentados del 11 de marzo de Madrid constituyen otro de los momentos en los que el periódico se volcó para estar al lado de la sociedad.
 EL PAÍS lanzará un serial inspirado en las jornadas previas a las elecciones de 2004, de unos días que cambiaron España.
Conciertos
La música constituirá una parte importante en las celebraciones.
 A partir de enero comenzarán a celebrarse Las Matinales de EL PAÍS, una serie de conciertos celebrados en las mañanas de los fines de semana, que permitirán que asista público de todas las edades y que busca aportar nuevas opciones al ocio cultural. Iván Ferreiro, Andrés Suárez y Marlango son algunos de los artistas que actuarán en las primeras semanas del año.
 

Maldito seas, Sean Penn............................................. Diego Fonseca

Leo este título, Sean Penn para mi era un actor afortunado algunas veces y menos otras.
 Fue marido de Madonna y hasta ahí puedo leer. Sus pel´culas en la que lidera la libertad homosexual en San Francisco fue buena, más compleja la de un asesino que mata a una pareja, por nada porque le dió, va de sobrado, pero ahí esta Susan Sharon para quitarle la sobradez, hacer que se arrepienta y le acompañe a la infame máquina de la muerte. Dos actores a cual mejor. 
Y ahora no solo ha sido amigo de ese Narco experto en fugas ese chapo que ni sabía de su existencia pero era amigo de Sean Penn y lo extraño es que antes o después Sean Penn asistiera a una reunión del F.M.I....¿que pinta él en el F.M.I?Eso si que me mosquea y mucho. Pera vamos a la noticia.

Joaquín Guzmán, antes de ser trasladado al Altiplano. / Eduardo Verdugo (AP)

Desde hace al menos tres años, Joaquín Guzmán Loera buscó que el mundo conociera su historia por propia boca.
 El año pasado dio una entrevista a Rolling Stone -que se acaba de publicar- y hace pocos días cayó prisionero por la imprudencia de producir una película, su último intento para propagandizarse. Antes, El Chapo quiso que alguien escriba la historia de su vida.
Un día de enero de 2012, cuando Washington DC era un pantano de humedad gélida, una editora amiga me llamó para tentarme con una oferta que no podía rechazar:
 El Chapo Guzmán, dijo, quería contar su vida y ella me había elegido a mí como su autor.
 Un cirujano plástico amigo de El Chapo había llamado de buenas a primeras a su compañía en busca de quien le abriera las puertas a la historia del narco más famoso del planeta.
Podían haber elegido cualquier otra editorial, dijo, pero la fortuna —o la guía telefónica— quiso que la suya, Aguilar, comenzase con la letra A.
 El Chapo quería narrarse a sí mismo, cansado de que la Historia lo tuviera del lado de los malos y no como un bandido con corazón.
El libro debía escribirse en condiciones de espanto y absurdo. El inicio de la producción no tenía fecha fija porque dependía de cuándo Guzmán Loera quisiera o pudiera hablar.
Cada uno de mis viajes sería a un aeropuerto a determinar, donde sería recogido por un grupo de hombres. No podía llevar teléfono celular ni computadora, el pasaporte quedaría con ellos y viajaría encapuchado a un destino incierto.
 En ese paraje remoto de México donde mi única compañía serían tipos armados con todo tipo de armas pero ninguna piedad, debería conversar con Guzmán Loera del tema que él quisiera, por el tiempo que fuera necesario y sujeto a su humor de mercurio. Menudo plan: desaparecería de la Tierra sin aviso y volvería a aparecer cuando el Chapo lo deseara.
Desde el principio dije a mi amiga que me interesaba escribir la historia según mi propia voz, no ser un escritor fantasma, pero del otro lado insistían en que la historia debía ser la voz y mirada del Chapo.
 Ante su necesidad de un amanuense, yo insistía, no sé con qué coraje o inconsciencia, en que no hay mejor historia que aquella apropiada por los extraños. Mi mujer estaba preocupada —nuestro hijo recién tenía tres años— y yo compartía sus nervios, pero los mezclaba en un cóctel promiscuo de excitación, famas posibles y veleidades de escritor pretencioso.
 La mayor parte de nosotros pasa su vida sin que un gran criminal toque a la puerta para contarte su vida a un brazo de distancia, de modo que decidí esperar por los hechos. El mal espanta al hombre pero atrapa al escritor.
Como si estuviese tocado por el espíritu de Flannery O’Connor, El Chapo había decidido asumir que sólo él podía escribir el guión de su propia existencia
Siguieron varios meses del cirujano esfumándose con regularidad para volver a aparecer con nuevos SMS desde un teléfono nuevo. En ocasiones, el tipo nada más escribía para decir que el proyecto continuaba.
 Mi editora y yo nos acompañábamos en la ansiedad de los padres primerizos, pero un día, al cabo de unos seis meses, sus SMS se acabaron tan inesperadamente como comenzaron.
En una última comunicación, el cirujano dijo que suspendía los contactos por cuestiones de seguridad.
 Supusimos entonces que los militares del gobierno de Felipe Calderón atraparían pronto a Guzmán Loera, pero el cerco recién estrangularía un año y medio después de nuestras conversaciones, cuando la Marina, ya bajo el mando del presidente Peña Nieto, cazó a El Chapo en Sinaloa casi al mismo tiempo en que la revista Forbes lo incluía en su lista de millonarios y famosos.
Me olvidé del caso por un tiempo y cuando ya había comenzado a convencerme de que nada más sucedería, a fines de 2014 un colega muy joven me contó una historia similar a la de mi editora: un médico que era testigo protegido de la DEA en Estados Unidos y decía ser cercano a Guzmán Loera le dijo que quería contar la historia de ambos, pero nada pasó y el proyecto cayó en el mismo vacío sideral donde flotaba la aventura del cirujano plástico.
 Un tiempo después el Chapo escaparía de una prisión federal para esconderse quién sabe dónde, hundiendo al gobierno mexicano en el descrédito y la burla hasta que apareció la Procuraduría General de la República con una historia, literalmente, de película.
Como un actor de tablado pobre, ansioso por atrapar el único papel importante de su vida, un Guzmán Loera embrutecido por las torpezas que provoca la vanidad descontrolada, habría salido a buscar a la desesperada actores y directores para ponerse a sí mismo ante el escrutinio de Hollywood. Como si estuviese tocado por el espíritu de Flannery O’Connor, El Chapo había decidido asumir que sólo él podía escribir el guión de su propia existencia. Ahora su historia ya no sería narrada sino vista y él sería el productor y mandamás de todo un equipo que contaría la leyenda de un tal Joaquín Guzmán Loera.
En medio, sabemos ahora, Sean Penn aterrizó con Kate del Castillo en una sierra ignota de México y habló siete horas con el Chapo.
 Su historia, con mensajes encriptados y una avioneta que escapaba radares, empequeñece mi travesía imposible y engrandece mi derrota, pero hace sobre todo increíble la determinación de Guzmán Loera por volverse propagandista de sí mismo.
Y es comprensible: todos deseamos ser aceptados. Con su libro y su película, el Chapo quería limpiar su legajo de las maldiciones ajenas, peinarse como el chico bueno de la foto
. Que el mundo entendiera que aquel criminal brutal era un bandido romántico amado en su tierra. La vanidad no es ajena a nadie con dos piernas ni nueva entre los hampones.
 Donnie Brasco, el agente encubierto del FBI que vivió seis años con la familia Bonanno, decía que los gángsters adoraban verse en las películas retratados como generales listos e inteligentes como filósofos.
 El Padrino de Coppola enorgullecía a los mafiosos de New York porque su delicadeza y clasicismo técnico presentaba la vida en la mafia como un universo violento, sí, pero también capaz de glamour y refinamiento. El hijo de John Gotti tocó la cúspide de esa superficialidad desesperada por ser y encajar cuando celebró su matrimonio en el Helmsley Palace de Manhattan junto a doscientos cuarenta invitados en una bacanal romana de pasta, medallones de ternera, langostas de Maine y kilos de fruta fresca.
La avidez de Guzmán por contar su vida requiere de nuestra complicidad.
 Películas como Buenos muchachos o Casino o series como Los Soprano tocan nuestras canciones. El libro Film, Television and the Psichology of the Social Dream habla de Vito Corleone como un hombre resuelto, astuto, inteligente y determinado, dispuesto a vivir la vida de manera realista y en sus propios términos antes que a sucumbir a la miseria de trabajos insignificantes y la amenaza de la miseria.
 Ese costado enjundioso no parece desdeñable para quien vive molido a palos por la vida, aún cuando quien lo inspire sea un arquetipo de la mafia como Corleone o el Chapo.
Y luego está aquello que a mí mismo me atrapó, ese tironeo de repelencia y seducción de estos tipos malditos que nos muestran cómo podría ser la vida si tuviéramos menos escrúpulos.
 En libro o película, El Chapo, un pequeño Darth Vader mexicano, confiaba en nuestra avidez y nuestra piedad para hacer, de su historia, la Historia. Como debía ser, vía Sean Penn y Rolling Stone, el Chapo se la regaló a Hollywood.
Diego Fonseca es un periodista y escritor argentino.
 

Letizia: comienzo de año sin estridencias