Cinco horas de espera para ver a la Infanta en el banquillo.
Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin han llegado a las 8.12 a la sede de la Audiencia.
La expectación por uno de los juicios más mediáticos que se recuerdan se hacía patente desde la madrugada de este lunes.
A las puertas de la improvisada sala en un polígono de Palma de Mallorca, cientos de periodistas y curiosos aguardaban apostados en la entrada la llegada de los procesados del caso Nóos.
El momento más esperado ha tenido lugar poco antes de las 8.15 horas, cuando la hermana del rey Felipe VI y su esposo Iñaki Urdangarin han descendido de un coche de lunas tintadas y han entrado en la Audiencia Provincial sin hacer declaraciones.
El juicio ha arrancado una hora después, sobre las nueve y cuarto. Shirley, una latinoamericana residente en España, hacía cola desde las cuatro:
"Creo que le van a aplicar la doctrina Botín", comentaba expectante, aunque prefería no opinar sobre el desenlace del juicio: "Solo soy una observadora".
El goteo de procesados ha sido constante durante toda la mañana, quienes han entrado al juicio por un pasillo iluminado por cientos de flashes.
A sus espaldas dejaban la cárcel de Palma. La Audiencia Provincial ha habilitado la sala en un polígono alejado del centro de la ciudad, lo que ha propiciado que haya acudido menos gente que en otras ocasiones a protestar.
Cuando apenas había salido el sol, la Infanta e Urdangarin hacían su aparición. La instantánea más esperada de este lunes.
Una veintena escasa de personas ha enarbolado banderas republicanas y han gritado consignas como "España, mañana, será republicana", vigilados de cerca por algunos de los cientos de policías integrantes del dispositivo especial para la ocasión.
Los hoteles de la ciudad de Palma están a rebosar de periodistas tanto de medios nacionales como internacionales.
No han parado de llamar a taxis durante toda la madrugada
. Uno de los chóferes reconocía que estas ocasiones les traían abundante clientela y que el caso Nóos les suponía un aumento de ingresos. Pero no tenía claro si les compensaba: "Después de todo lo que nos han robado".
La vista oral ha comenzado de manera puntual, en torno a las nueve y cuarto
. El tribunal ha leído los cargos y penas a los que se enfrentan los procesados; tres mujeres que acumulan 32 años de experiencia judicial dirimen la causa.
En una sala contigua, atentos, más de cien periodistas siguen un juicio que se desarrollará durante este lunes y se suspenderá hasta dentro de un mes.
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