Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

30 dic 2015

La azarosa vida de una pobre niña rica.......................................................... Begoña Gómez Urzaiz

El festival de Sundance estrenará un documental sobre Gloria Vanderbilt, la diseñadora y heredera que fue amante de Sinatra y Marlon Brando, y su hijo, el presentador Anderson Cooper.

Gloria Vanderbilt, y su hijo, el presentador Anderson Cooper
Gloria Vanderbilt, y su hijo, el presentador Anderson Cooper. / Cordon press

Él es la principal cara de CNN, el “zorro plateado”, como se le suele llamar debido a su pelo cano, de la información estadounidense y una voz con peso en la comunidad gay.
Ella, la heredera de los Vanderbilt y fundadora de la marca que lleva su nombre.
Ha estado casada cuatro veces y se le adjudican romances con Marlon Brando, Howard Hughes, Roald Dahl y Frank Sinatra.
 Ambos han sido famosos desde el mismo día en que nacieron y creen que ha llegado el momento de contarlo todo en un documental. Anderson Cooper y su madre, Gloria Vanderbilt, que tiene ya 91 años, protagonizan Nothing Left Unsaid, producida por HBO y que se estrenará en enero, durante el festival de Sundance
. El nombre de la directora, Liz Garbus, que firmó hace escasos meses una aclamada y bastante amarga exploración de la vida de Nina Simone, What Happened Miss Simone? (disponible en Netflix), indica ya que la confesión de los Vanderbilt Cooper no se tratará de un trabajo de relaciones públicas.
Gloria Vanderbilt, en 1958.
Gloria Vanderbilt, en 1958. / cordon press
En cualquier caso, Garbus tiene suficiente material para una miniserie, si es preciso. Cooper, que declaró públicamente su homosexualidad en 2012, a pesar de que sus relaciones con otros hombres eran vox populi, es el pequeño de los dos hijos que Vanderbilt tuvo con su cuarto marido, el escritor Wyatt Emory Cooper
. El mayor, Carter, se suicidó en 1988.
La diseñadora explicó en uno de sus libros de memorias, A Mother's Story, cómo presenció el momento en que su hijo, que sufría depresión, saltó del balcón de su apartamento en Nueva York. “Hubo un instante —le contó a Anderson en una entrevista en 2012— en que parecía que no iba a saltar.
 Estaba sentado en el balcón, en el piso 13, con un pie dentro y otro colgando. Le supliqué que no lo hiciera y cuando lo hizo, lo hizo como un atleta
. Quedó colgando y le dije que volviese. Por un momento pensé que lo haría”.
La diseñadora y escritora es nieta de Cornelius Vanderbilt, el millonario que se encargó de extender el ferrocarril por todo EE UU.
El hijo de Cornelius y padre de Gloria murió alcoholizado cuando ella era apenas un bebé y quedó a cargo de su madre, que frecuentaba la alta sociedad junto a su hermana gemela, amante del Príncipe de Gales
 . Cuando cumplió los 10 años, su tía paterna, la fundadora del museo Whitney de Nueva York, pidió su custodia en los tribunales, temerosa de lo que su excuñada estaba haciendo con la fortuna de la pequeña.
El caso fue seguido por la prensa y la sentencia solo permitía a la niña ver a su madre durante los veranos.
Frank Sinatra y Gloria Vanderbilt, en el Hotel Ambassador de Nueva York la Nochevieja de 1954.
Frank Sinatra y Gloria Vanderbilt, en el Hotel Ambassador de Nueva York la Nochevieja de 1954. / Corbis
Desde aquel momento, Vanderbilt nunca interrumpiría su relación más duradera, la que ha mantenido con los medios, que fueron siguiendo todas las etapas en la vida de la “pobre niña rica”.
  Los gacetilleros vieron cómo Gloria se hacía un hueco en las fiestas de Hollywood y mantenía romances pasajeros con hombres mucho mayores que ella, como Howard Hughes y Errol Flynn
. A los 17 años se casó con el representante Pat DiCicco, que la sometió a malos tratos.
 Antes de divorciarse, Vanderbilt ya había conocido al que sería su segundo marido y padre de sus dos hijos mayores, el director de orquesta Leopold Stokowski, casi 40 años mayor que ella, del que se separaría tras mantener un romance con Frank Sinatra.
 Por entonces, apareció brevemente en Broadway. Sin embargo, era mucho más conocida por su frenética vida social.
 Se rumoreó que Vanderbilt fue el modelo para Holly Golithly, la protagonista de Desayuno con diamantes.
 Aunque Capote era su amigo y pudo haber tomado detalles para su criatura, la concubina de lujo que odia los días rojos, no parece que la heredera necesitara jamás vivir de las propinas que daban los millonarios, como le ocurre a la desdichada Golithly.

El despunte como creativa

A mediados de los setenta, divorciada ya de su tercer marido, el cineasta Sidney Lumet, lanzó una colección de vaqueros.
 Cada par llevaba bien visible un cisne y su propia rúbrica bordada.
 Hasta entonces, los tejanos habían sido una prenda utilitaria que a nadie se le había ocurrido promocionar como un objeto de lujo.
 Hacia finales de la década, se vendían unos 10 millones de jeans Vanderbilt al año y la marca se expandió como uno de los primeros imperios de estilo de vida, con un catálogo que incluía fragancias, vajillas y ropa para el hogar.
Casi todo se esfumó tan rápido como llegó: Vanderbilt, que vendió los derechos de su propio nombre en 1987 al grupo Murjani, inició una batalla legal con los socios de su empresa y contra su abogado, que la habría estafado.
 Aunque los tribunales le dieron la razón, la millonaria descubrió que debía millones de dólares en impuestos atrasados y se vio obligada a vender su casa de veraneo en los Hamptons y su piso de Nueva York.
Cooper, que ha cubierto in situ todos los grandes sucesos, desde la guerra de Irak al huracán Katrina, suele decir de su madre que es la persona más cool que ha conocido.
 Cuando se puso a rodar un documental con ella, seguramente ya tenía asumido que, por muy estrella de la televisión que sea, su anciana progenitora le robaría todos los planos.

 

Las naranjas que dan sida y otros grandes bulos de 2015 en redes

Se han leído y compartido millones de veces. Todos son mentira

 

Las mentiras tienen las patas muy cortas en todos sitios, menos en Internet: las redes sociales dan alas a noticias increíbles e historias fascinantes que, en ocasiones, no están contrastadas o son sencillamente bulos o campañas publicitarias encubiertas.
 Y cuando aparece la verdad, nunca tiene tanto alcance como la información falsa original.
 Hemos seleccionado 12 historias que es muy posible que hayan aparecido en tu Facebook, Twitter o WhatsApp durante este 2015 y que tal vez nadie te haya dicho que son falsas.
1. Los minions están inspirados en los niños judíos que los nazis utilizaban en sus experimentos
Lo que se contaba: según una publicación de Facebook y varios vídeos, "Minions (del alemán minion, esbirro) se denominaba a los niños judíos adoptados por los científicos nazis para sus experimentos pasaban gran parte de su vida en sufrimiento, y como no hablaban alemán sus palabras eran sonidos hilarantes para los alemanes".

Los supuestos "minions nazis" y los minions de la película.
Lo que pasó realmente: el rumor es un creepypasta que circula por la red desde 2014 y que creció el pasado verano después de algunas publicaciones en Facebook (la más popular la de Luciano González) superaran las decenas de miles de compartidos.
 La foto que acompaña a la publicación ni siquiera tiene algo que ver con los nazis: son submarinistas británicos de principios de siglo. La historia completa, aquí.
2. Sunburn art, la tendencia de hacer dibujos en la piel con el bronceado
Lo que se contaba: tanto televisiones nacionales como medios internacionales alertaron de los peligros del sunburn art, una "moda" que consistía en hacerse dibujos en la piel con quemaduras solares.

Rosa Díez pide al Gobierno vasco jubilarse tras dejar la política activa............................... Mikel Ormazabal

La fundadora de UPyD, funcionaria en excedencia de la administración vasca desde 1983, renuncia a volver a su puesto de trabajo.

Rosa Díez
Rosa Díez, en una entrevista en la sede de UPyD en abril de 2015. / gorka Lejarcegi

La fundadora de UPyD, Rosa Díez, que abandonó la política activa hace solamente dos meses, ha solicitado al Gobierno vasco la jubilación como funcionaria de la administración vasca.
 Díez, que cumplirá 64 años el próximo mayo, está en situación de excedencia del Departamento de Industria desde 1983, año en el que arrancó su carrera política, primero en el PSOE y desde 2007 al frente de la formación magenta.
A mediados de este mes, Rosa Díez comunicó su decisión de renunciar a volver a su puesto de trabajo en el Gobierno vasco y solicitar "formalmente" la jubilación.
Fuentes del Ejecutivo autónomo han confirmado la tramitación de dicha petición, que Díez transmitió recientemente por teléfono al consejero de Administración Pública y portavoz del gabinete, Josu Erkoreka.
 La expolítica ha declinado realizar declaraciones sobre este asunto.

Tras tres décadas alejada de su puesto como funcionaria vasca para desempeñar diversos puestos políticos e institucionales, Díez ha decidido así pasar casi de forma simultánea a la jubilación laboral y política.
 Durante estos años ha ocupado cargos en las Juntas Generales de Bizkaia, el Parlamento vasco, el Gobierno vasco, la Eurocámara y el Congreso de los Diputados, una trayectoria a la que puso fin a finales de octubre pasado.
Díez (Sodupe, Bizkaia, 1952) realizó estudios administrativos.
Logró aprobar unas oposiciones a la Administración del Estado y obtuvo una plaza de funcionaria que posteriormente fue transferida al Gobierno vasco.
 Permaneció en este puesto de trabajo entre 1973 y 1983 —los últimos cuatro años compatibilizando esta tarea con su cargo como diputada foral de Bizkaia.
Se afilió al PSOE en 1977.
En 1983 fue nombrada vicepresidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, hasta que obtuvo el acta de parlamentaria vasca (1986-1999), un periodo en el que se integró durante dos legislaturas en el Gobierno presidido por José Antonio Ardanza (PNV) como consejera socialista de Comercio y Turismo (1991-1998).
Díez dio el salto al Parlamento Europeo en 1999, donde permaneció ocho años.
 En 2000 plantó batalla a la secretaría general del PSOE en unas primarias que perdió ante José Luis Rodríguez Zapatero.
 Su derrota le mantuvo en Bruselas hasta 2007, año en el que se dio de baja en las filas socialistas y decidió crear UPyD, la formación que ha liderado hasta su adiós de la política.
Con Díez al frente del partido, UPyD se ha distinguido por su cruzada contra la corrupción política, con denuncias que permitieron abrir varias causas judiciales —entre otras, en el caso Bankia— que ahora el partido ha decidido abandonar tras no lograr ningún escaño en las pasadas elecciones generales del 20-D, en las que Andrés Herzog concurrió como candidato a La Moncloa.

 

29 dic 2015

Gil de Biedma, un poeta en la charca de la memoria......................................... Manuel Vicent

Es uno de los poetas españoles clave del siglo XX, murió hace 25 años

Acaba de publicarse la edición completa de sus ‘Diarios’, iniciados en 1956.

Jaime Gil de Biedma
El poeta Jaime Gil de Biedma. / joan sánchez

El lunes 21 de octubre de 1985, Jaime Gil de Biedma supo de verdad que la vida iba en serio y tuvo que internarse bajo un nombre ficticio —Jaime Costos Sánchez— en el hospital Claude Bernard, pabellón Roux, de París, para tratarse de un sarcoma de Kaposi, el primer síntoma de sida, que se le había diagnosticado ese verano.
 Empezaba así el martirio de su cuerpo, como el de un San Sebastián, cuyas flechas tomaban la forma de pinchazos, radiografías, termómetros y pastillas.
 No era la primera vez que la salud le había fallado
. En 1956, de regreso de su primer viaje a Filipinas, una tuberculosis lo tuvo varado entre la cama y la hamaca del jardín en la casa solariega de La Nava, en Segovia, pero aquella enfermedad era una evanescente aura que nimbaba la imagen de un joven poeta y que le permitió iniciar un diario en que vertió toda la experiencia erótica de jabalí en busca insaciable de adolescentes masculinos en su estancia en Manila; en cambio, el cuerpo lacerado en 1985 por máculas de Kaposi no tenía nada de literario.
 Era un estigma que había que mantener en secreto.
De hecho, solo Ana María Moix, la psiquiatra Rosa Sender, la familia más íntima, aparte de su pareja sentimental, Josep Madern, y algún consejero de la empresa Tabacos de Filipinas, de la que era secretario, sabían el alcance de su tragedia.
 En este último diario de 1985 expresa muy bien la angustia que le suponía recorrer un túnel que entonces solo llevaba a la muerte.
 En la clínica de París alternaba lecturas del economista Schumpeter en la cama con el tedio de la duermevela a la hora de la siesta, los insomnios y las pesadillas nocturnas con los calmantes, reconocimientos táctiles de los ganglios, inyecciones de interferón, electrocardiogramas, análisis de heces, ecografías de estómago.
 Con todo este bagaje infernal el poeta imaginaba el tormento que sería volver a Barcelona, donde habría que seguir el tratamiento y hacer frente a los rumores que inevitablemente iban a suceder.
El diario iniciado el 21 de octubre de 1985 se interrumpió el viernes 1 de noviembre.
 Fue como ese avión que deja de emitir señales en pleno vuelo y los controladores ignoran dónde ha ido a caer.
De hecho, sus últimos apuntes son como registros en una caja negra:
“O sea, 2 ampollas de 18 millones. Diluida cada ampolla con 1cc de agua para preparación inyectable.
Más 2/3 ampolla de tres millones (o sea diluirla con 1cc de agua y tomar 2/3 partes)”.
El silencio perduró hasta el 8 de enero de 1990, fecha de su muerte.
 Pocos días antes había muerto Carlos Barral, su amigo desde los tiempos de la universidad.
 De esta forma, acabó la Escuela de Barcelona, aquella dorada tropa que en los felices setenta tenía asiento en los peluches rojos del pub Bocaccio de la calle Muntaner y que previamente había ensayado la modernidad en los baretos y boutiques de Tuset street, un remedo de Carnaby st. de Londres
. ¿Qué habían aportado a la posteridad aquellos jóvenes de la gauche divine?
Tal vez fueron los primeros en saber hundir con el dedo el hielo del gin tonic frente a los escritores del realismo social, que abrevaban vino tinto en vasos de vidrio mojado servido en los mostradores, también mojados, de las tascas de Madrid. Juan Marsé solía decir que en Madrid si pedías una ficha de teléfono en un bar el camarero siempre la daba mojada.
Entre Madrid y Barcelona se repartían la vida los poetas Caballero Bonald, Ángel González, Valente, Jaime Gil de Biedma. Alfonso Costafreda, Carlos Barral y José Agustín Goytisolo.
De todo este grupo, el heraldo hacia la muerte fue Gabriel Ferrater, quien se suicidó en 1972, a fecha fija al cumplir los 50 años, como había prometido.
 El 19 de marzo de 1999, día de su onomástica, José Agustín Goytisolo se cayó por la ventana mientras estaba arreglando una persiana que se había atascado.
 De hecho, no cayó a plomo en la acera sino en medio de la calzada, lo que demuestra tal vez que el salto fue premeditado.

Un canto maldito

Carlos Barral pasó por diversas curas de desintoxicación del alcoholismo, pero ninguna muerte tan duramente conseguida a través de un largo camino de autodestrucción como el de Jaime Gil de Biedma.
Toda su vida partida en dos, como su cuerpo, de cintura para arriba el yin, poeta excelso y ejecutivo honorable de empresa; de cintura para abajo el yang, el lobo nocturno contra sí mismo en vicios estéticos en busca de la máxima degradación.
Felices tiempos aquellos de la lucha antifranquista cuando todo eran hamacas, amigos, fiestas de esmoquin blanco, poemas, playas y viajes entreverados con cuerpos adolescentes
. Un día llegaron a casa de Gil de Biedma dos policías de la Brigada Social para detenerle.
 Los recibió el mayordomo.
“Tengan la bondad de esperar en la sala de visitas, —dijo— el señorito Jaime se está bañando pero les atenderá en seguida”.
El diario que Gil de Biedma inició en 1956, mientras se reponía de unas manchas en los pulmones en la casa solariega de La Nava, se ha dado a conocer ahora en sus partes sumergidas.
El poeta lo reescribió cuando ya sabía que iba a morir.
 Esas partes ocultas constituyen un canto maldito al placer de la carne en el que la pasión por la belleza se transforma en una charca donde agonizan los peces oscuros de la memoria.