Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

30 nov 2015

Sinéad O’Connor en Facebook: “Tomé una sobredosis”

La cantante irlandesa publica una nota de suicidio en la red social pero la policía logra localizarla y recibe atención médica

 

Sinead O'Connor
La cantante irlandesa Sinéad O'Connor.

La cantante irlandesa Sinéad O'Connor ha sido salvada de un intento de suicidio tras publicar este  domingo un mensaje de despedida en su página de Facebook, en el que anunciaba que había tomado una "sobredosis".
 Los medios irlandeses aseguran que se encuentra bien y ha recibido atención médica.
En la nota de suicido, la cantante hablaba de su dolor por no tener relación con su familia a causa de una "serie horrible de traiciones". 
"Tomé una sobredosis", avisaba, sin especificar si se trataba de drogas o medicamentos. "No hay otra manera de conseguir respeto. No estoy en casa, estoy en un hotel en algún lugar de Irlanda, con otro nombre (...). Si no lo hago público, mis hijos y mi familia ni siquiera lo sabrían. Podría estar muerta durante semanas sin ellos saberlo", añadía.
El mensaje de Facebook de Sinéad O'Connor
El mensaje de despedida de la cantante.
"Porque parece que soy una basura que merece ser abandonada y tratada como una mierda justo después de que me quitaran los ovarios y el útero y mis hijos han estado muy asustados. Soy una madre y un persona horrible y podrida, que ha estado sola", proseguía el mensaje.
Preguntado al respecto, un portavoz de la policía irlandesa se ha limitado a contestar a la agencia de noticias AFP que no hablan "de individuos particulares"
. Pero una fuente policial ha precisado a la misma agencia que la cantante fue "localizada" en un hotel de Dublín y que ha recibido atención médica.
 Por su parte, los representantes de la cantante han señalado que no tienen nada que comentar por el momento.
Sinead O'Connor
Sinead O'Connor en Dublín. / CORDON PRESS
De acuerdo con el tabloide The Daily Mail, la artista, de 48 años y madre de cuatro hijos, fue ingresada anoche en un hospital de la capital irlandesa, horas después del anuncio que hizo en la red social.
 En unas declaraciones a los medios, la cantante irlandesa amiga de O'Connor Mary Coughlan ha señalado que hace una semana ya amenazó con el suicidio.
A principios de este año, Sinéad O'Connor canceló todos sus conciertos porque su hijo sufría de "problemas de salud que ponían su vida en peligro"
. Ella misma sufrió en agosto una histerectomía, según contó en las redes sociales.
El sábado, O'Connor hizo unas declaraciones muy duras: "La música se ha acabado para mí
. Nunca voy a volver a la música ". Su cotización disminuyó mucho en los últimos tiempos, hasta el punto de cobrar 500 euros por tres conciertos.
La artista, inolvidable intérprete de la canción de Prince Nothing compares to you hace 25 años, es conocida por su militancia en pro de los derechos de las mujeres y en contra de los abusos sexuales en la Iglesia católica irlandesa. 
También es recordada por romper en 1992 en una cadena de televisión estadounidense una fotografía del entonces papa Juan Pablo II y por ordenarse años después como sacerdote de la orden católica disidente de los tridentinos.
 Ha estado casada en cuatro ocasiones, la última en 2011, pero el matrimonio con el terapeuta irlandés Barry Herridge, a quien conoció por internet, solo duró 16 días.
Dos años después de que le diagnosticaran un trastorno bipolar y abandonara temporalmente los escenarios, la cantante dublinesa regresó en 2014 con su décimo disco, I'm not bossy, I'm the boss (No soy mandona. Soy la jefa).
El pasado año, prometió abordar en una nueva autobiografía que saldrá a la venta en 2016 aspectos escabrosos de su vida, entre los que se incluyen los supuestos abusos sexuales que sufrió cuando era menor.

El apretado resultado de las encuestas convierte el debate en decisivo........................................ Fernando Garea

El cara a cara resulta decisivo por la volatilidad en el voto que muestran las encuestas, con índices insólitos de indecisos.

Ensayo para el debate electoral de EL PAÍS
Ensayo general del debate electoral que EL PAÍS celebra este lunes a las 21.00 / Bernardo Pérez

Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos) debatirán hoy en busca de una alternativa al PP en las elecciones generales del 20 de diciembre.
 Por primera vez hasta cuatro opciones políticas —PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos— están en condiciones de disputarse los primeros puestos en las urnas y, por primera vez, tendrá lugar un debate de este tipo en España a través de internet.
 Entre las 21.00 y las 22.30 podrá seguirse el debate entre los tres en la web de EL PAÍS, con conexión previa para explicar los preparativos y posterior para el análisis del enfrentamiento entre los tres políticos.
 Los resultados de la encuesta de Metroscopia para este diario, que refleja un triple empate de PP, PSOE y Ciudadanos y el descuelgue de Podemos a tres semanas del 20-D, refuerzan la importancia del debate entre Sánchez, Rivera e Iglesias.
EL PAÍS organiza el debate de hoy entre Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, retransmitido a través de su web
. Uno de los cuatro partidos con opciones de gobernar no estará presente porque Mariano Rajoy, cabeza de lista del PP y presidente del Gobierno, se ha negado a participar en el encuentro y este periódico rechazó su propuesta de ser sustituido por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría
. A las 21 horas y hasta las 22.30, Sánchez, Rivera e Iglesias debatirán con el periodista Carlos de Vega como moderador
. Una hora antes podrán seguirse los preparativos y, posteriormente, el análisis del debate realizado por los periodistas de EL PAÍS.
Los 90 minutos de debate retransmitido on line son decisivos cuatro días antes del inicio de la campaña electoral, por la falta de precedentes y por la volatilidad que muestran las encuestas, con índices insólitos de indecisos.
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Nuevos candidatos

Pablo Iglesias, desayunando este lunes en su casa. / claudio álvarez
Los tres participantes concurren por primera vez a unas elecciones generales y los tres han basado parte de su campaña electoral en crear la expectativa de que pueden ser la opción más votada, de que pueden liderar un nuevo Gobierno y que, por tanto, cada uno de ellos se presenta como la única alternativa al PP.
Están en condiciones de superar al PP y, en todo caso, con posibilidades de convertirse en el partido que busque acuerdos para formar Gobierno.
 Según la encuesta de Metroscopia publicada ayer en este periódico el PP tendría el 22,7% de los votos, Ciudadanos el 22,6%, el PSOE el 22,5% y Podemos el 17,1%, es decir, diferencias mínimas con opciones para los cuatro partidos.
Llegan los tres en condiciones distintas. Sánchez se estrena como cabeza de lista, lidera al partido que más años ha gobernado en España e intentará hacer valer durante el debate el mensaje electoral de los socialistas como la opción política que impulsó avances como la educación y la sanidad universal, y derechos como el del matrimonio homosexual o la igualdad de género. Sus estrategas buscan cómo combinar esa experiencia de Gobierno con la invocación al voto úti
l. Vender la idea de la eficacia probada, frente a las aventuras o la menor entidad de las nuevas opciones políticas. Su estrategia se apoya en poder presentarse como única opción para sacar a Rajoy de La Moncloa.
Rivera, preparando el debate con dos colaboradores esta mañana. / B. Pérez
Los líderes de Podemos y Ciudadanos concurren al debate y a las elecciones como los abanderados de lo que se da en llamar nueva política, identificando al PP y al PSOE con el bipartidismo cuestionado por la crisis. Iglesias ya concurrió a las europeas de 2014 y logró de forma inesperada cinco escaños.
 Luego lideró a Podemos y las candidaturas próximas en las autonómicas, en las andaluzas, en las catalanas y en las municipales.
En todas esas citas concurrió con aspiración de gobernar —lo logró en grandes capitales— y el objetivo, fallido, de sobrepasar al PSOE.
Todas las encuestas, especialmente las de Metroscopia para EL PAÍS, indican como mínimo un freno de las aspiraciones de Podemos, con ligera recuperación en los dos últimos meses, a la espera de la campaña. “Esto es lo que estábamos esperando y para lo que nos preparábamos”, viene a repetir estos días Iglesias.
Su mensaje es el de presentarse como opción transversal ideológicamente, rompiendo el eje derecha-izquierda y aspirando a los votos del malestar por la crisis y la respuesta que el sistema le ha dado. Rivera es el que más experiencia política y electoral atesora, aunque hasta hace unos meses se haya ceñido casi exclusivamente a Cataluña. Ciudadanos se ha convertido en la opción del centro, entre el PP y el PSOE, también con la pretensión de romper el eje entre la derecha y la izquierda. También utiliza la denuncia de las deficiencias del sistema, pero con un mensaje de reforma y referencia a lo que fue la Transición a finales de los setenta.

El debate tendrá cuatro bloques temáticos, a los que se ha sumado la exposición inicial de propuestas sobre terrorismo yihadista.
En el primer bloque, los candidatos expondrán sus propuestas en Economía y empleo, el segundo sobre Política social y Estado de bienestar, el tercero de Política territorial y el último dedicado a Reformas y regeneración.
Al inicio de cada uno de los bloques, los candidatos dispondrán de dos minutos para presentar sus propuestas y posteriormente se abrirá un intercambio de nueve minutos en el que podrán interrumpirse e interpelarse. Posteriormente, y durante cinco minutos, responderán a las preguntas del público
. Aún tendrán los aspirantes un último turno, un minuto de oro, para mirar a cámara y lanzar los últimos mensajes para convencer a los electores
. A los candidatos se les trasladarán las preguntas formuladas desde las redes sociales durante el debate
. Abrirá por sorteo Rivera para fijar posición sobre la lucha contra el yihadismo y cerrará Sánchez como último minuto de oro
. Han negociado las condiciones Óscar López (PSOE), Fernando de Páramo (Ciudadanos) y Laura Casielles (Podemos).
Hasta ahora se habían celebrado cinco debates en generales, todos cara a cara entre PP y PSOE, pero nunca abierto a otros.
Sobre la ausencia de Rajoy, el portavoz del PP, Pablo Casado, explica a este periódico que hay exceso de debates y que su partido solo ve en Pedro Sánchez la alternativa para gobernar. Por eso asegura que solo debatirá con el líder del PSOE.

Un encuentro decisivo por la volatilidad del voto

Los estrategas de los cuatro principales partidos conceden especial importancia a los debates en la campaña del 20 de diciembre debido a la insólita volatilidad del voto que muestran todas las encuestas.
 En un escenario bipartidista un punto de subida o de caída de un partido no suponía en todo caso más que algunos escaños de diferencia, mientras que en estas generales puede traducirse en superar a otra candidatura.
Y cambiar de lugar en las preferencias de los electorales es vital para el reparto final de escaños.
 En esa situación, además, la variedad de opciones con posibilidades de ganar hace que el porcentaje de indecisos, es decir personas que tienen claro que irán a votar pero que no saben a qué partido, puede llegar al 20%, según algunos sondeos.
La volatilidad se manifiesta, por ejemplo, en que desde abril en los sondeos de Metroscopia el PP ha tenido un máximo de un 24,5% y un mínimo de 20,8%, es decir, casi cuatro puntos de variación. El PSOE ha variado casi 5 puntos; Ciudadanos hasta 12 puntos y Podemos casi cinco. Esos cambios pueden determinar el color del Gobierno que salga de las urnas.
 Es determinante que el PSOE pueda lograr que en el debate cale la idea de única opción viable y de voto útil y que Podemos y Ciudadanos se muestren como partidos fiables de Gobierno. Rivera e Iglesias ya han debatido dos veces, pero nunca con el cabeza de lista del PSOE, Pedro Sánchez, que también se estrena en un acto de este tipo.
Hasta los responsables de la campaña del PP, ausentes conscientemente del debate, le dan importancia en su estrategia.
 Entienden que es mejor no arriesgar y mantenerse al margen de un debate entre candidatos nuevos y no darles consideración de alternativas.

 

29 nov 2015

Adela La Grande.............................................................................. Luz Sánchez-Mellado

Ahora, cuando suena algo –lo que sea– de esta señora me acaece un fenómeno extraño. Se me caen las defensas a cero al tiempo que se me levantan los vellos en ángulo recto.

Adele interpretando el tema 'Skyfall'. / REUTERS

Lo digo desde ya por si los puristas: no tengo ni idea de pop ni de soul ni de rock ni muchísimo menos de roll, no es este el foro para entrar en detalles
. Por no saber, no sé ni cambiar la sintonía de la radio del coche ni la del baño ni la del móvil, los únicos altavoces por los que llegan a mis oídos sordos las novedades musicales, así que oigo siempre las mismas monsergas que quieran echarme los hit-hunters mientras pienso en qué ponerme mañana. Por no distinguir, no distingo la voz de Rihanna de la de Sia, ni la de Timberlake de la de Bieber, ni la de Pitbull de la de Enrique Iglesias, que ya tiene mérito.
 Ahora, cuando suena algo ––lo que sea– de esta señora me acaece un fenómeno extraño. Se me caen las defensas a cero al tiempo que se me levantan los vellos en ángulo recto.
Señora, sí, con todas las letras.
 Eso y no otra cosa es Adela La Grande. Y no solo porque todas somos señoras desde que nacemos, y no señoritas ni churris ni caris de nadie.
 No solo porque tenga el porte y el rostro y el tonelaje de las divas cuando eran divas y no carne de cañón, aunque sea de luz y de 7.000 vatios, con perdón de Jennifer Lopez.
Sino porque Adele, como Amy Winehouse, como Rocío Jurado, inmarcesibles ambas, tiene todo el poder y toda la gloria en la garganta.
 El poder de emocionar al prójimo.
La gloria de torearlo a su antojo evocándole con un quiebro todo el dolor, toda la alegría y toda la lujuria de estar vivo.
Dicen que las mujeres sienten el impulso de llamar a su ex al escuchar Hello, el último bombazo de la doña.
No diré de lo que le dan ganas a una, no es este el foro para entrar en detalles.
 Lo que sí digo es que Adele es una de las nuestras.
Una mujer preocupada por la ropa, por el pelo, por los kilos.
 Publicó su primer álbum homónimo a los 19 añitos, la criatura. El segundo, 21, a los 21.
 El último se titula 25, cuando ya ha cumplido los 27. Ay, Adela, cómo te entiendo.
Ya te estás quitando años.

 

La segunda vida de Lucia Berlin...................................................... Andrea Aguilar

Creció entre Texas y Chile, estudió con Ramón J Sender, y una década después de su muerte se ha convertido en la nueva sensación literaria.

La escritora estadounidense Lucia Berlin / Jeff Berlin

Su vida transcurrió entre Alaska, Texas, Santiago de Chile, Nuevo México, California, Nueva York, DF y Colorado.
 Se apellidaba Berlin. De nombre, Lucia. Hablaba bien español. Publicó 77 cuentos, recogidos en media docena de libros.
De los últimos se vendieron menos de mil ejemplares.
Lydia Davis, la cuentista estadounidense, escribe que siempre ha tenido fe en que los mejores escritores, más tarde o más temprano, subirán a lo más alto, como la espuma, y serán exactamente tan reconocidos como debieran.
 A ella —tildada durante años de "escritora de escritores"— le ha pasado y, ahora, parece que al fin llegó la hora de Lucia Berlin, aunque haya transcurrido más de una década desde su muerte en 2004 a los 68 años.
La belleza de la escritora, la oscuridad que ha rodeado su obra y su atribulada biografía contribuyen a alimentar su leyenda
Unas semanas después de haber entrado en la mesa de novedades de las librerías estadounidenses, a mediados del pasado agosto, la colección de cuentos Manual for Cleaning Women se colocó en la lista de libros más vendidos.
El volumen ha sido saludado con entusiasmo (y cierto remordimiento) por la crítica y cabe aventurar que será uno de los elegidos como los mejores del año.
 Los derechos ya han sido vendidos a media docena de países, y el libro saldrá en marzo en España (publicado por Alfaguara)
. Se especula sobre la edición de un volumen con su correspondencia.
Así que medio siglo después de que su autora empezara a publicar sus cuentos, allá por los sesenta en la revista The Noble Savage del escritor Saul Bellow, Berlin se descubre como la gran cuentista norteamericana, una suerte de Raymond Carver femenina, cuyo afilado e inesperado humor logra desdramatizar y hacer digerible la más cruda de las situaciones.
 En sus relatos hay enfermeras, profesoras, señoras de las limpieza que ofrecen interesantes consejos ("coge todo lo que tu señora te dé y di gracias.
 Lo puedes dejar en el autobús, entre los asientos"), también hay muchas botellas de bourbon, borracheras, adicciones, viajes a México, una abuela que pide que sus nietos se alejen como si fueran perros de presa.
 Las historias suceden en centros de desintoxicación, hospitales, casas familiares.
 La voz de Berlin, socarrona y tierna, se escucha de fondo: "No me importa contar a la gente cosas horribles si puedo convertirlo en algo gracioso", dice la narradora de uno de sus relatos.
 En otra de sus historias, mientras una hermana, al comprender la dura vida que llevó su despiadada madre, solloza pobrecita, la otra concluye: "Yo... no tengo piedad".
Lydia Davis y un grupo de devotos lectores como el poeta August Kleinzahler o el escritor Stephen Emerson han sido los grandes valedores de la cuentista rescatada por la editorial Farrar, Straus & Giroux.
 El apoyo de este sello ha ayudado a su recién estrenada popularidad, pero no resulta una explicación suficiente para entender el actual tirón de Berlin.
Manual for Cleaning Women ha sido saludado con entusiasmo (y cierto remordimiento) por la crítica 
Claro que la belleza de la escritora, la oscuridad que ha rodeado su obra y su atribulada biografía (tres maridos, cuatro hijos, repetidos episodios de alcoholismo) contribuyen a alimentar su magnetismo y leyenda.
 Pero por encima de esto se impone su prosa, con un toque mestizo —con palabras intercaladas en español y el exótico punto de vista de una niña bien siempre dentro y fuera de lugar—, humorística sin caer en el desalmado sarcasmo, y con una calidez sureña que emana del disfrute mismo de narrar.
El éxito de Berlin quizá pueda enmarcarse dentro de la misma tendencia que ha impulsado el rescate y reconocimiento en el mundo anglosajón de la brasileña Clarice Lispector (también bella y exótica, original en su escritura y con una historia de quemaduras y reclusión).
Otro caso reciente de feliz rescate sería el de la pintora colombiana Emma Reyes, cuya colección de cartas Memoria por correspondencia —en las que relata su paupérrima infancia— se convirtieron en un fenómeno editorial en Colombia en 2012 (publicadas este año por Asteroide en España, saldrán en inglés en Penguin Classics).
 Todas fueron mujeres con historias que no acababan de encajar en su momento.
 Berlin habla en uno de sus relatos de "la suspensión del tiempo", de la "multiplicidad de la escala temporal por la gradación de la luz y la oscuridad, del frío y de lo caliente".
 Quizá esto serviría como una explicación poética de la moda que ahora la rodea.
¿Pero qué fibra particular toca hoy Lucia Berlin? "Aunque la gente habla, como si fuera algo nuevo, de la autoficción, la narración de la vida propia, sacada casi sin cambios de la realidad, seleccionada y contada juiciosamente y con arte, es algo que Lucia Berlin ha estado haciendo desde el principio", escribe en la introducción del volumen de cuentos Lydia Davis.
Y menuda biografía la de Berlin.
Crió a sus cuatro hijos sola, batalló contra el alcoholismo, padeció una dolorosa esclerosis desde niña, tuvo infinidad de empleos
Hija de un ingeniero de minas, nació en 1936 en Alaska y se trasladó con su familia por distintos yacimientos en Idaho, Kentucky y Montana, hasta que su padre marchó a la guerra en 1941 y ella, con su madre y hermana, fue a parar a casa de sus abuelos maternos en El Paso, Texas.
 Al final de la guerra la familia se instaló en Chile, donde Lucia creció como una niña bien.
 En la Universidad de Nuevo México, a mediados de los cincuenta, fue alumna del escritor Ramón J. Sender.
 A los 19 años se casó con un escultor. Cuando nació su segundo hijo, él ya se había marchado.
 A los 22 ya estaba casada de nuevo con un músico de jazz, Race Newton.
 Lucia le dejó por uno de sus amigos, el también músico Buddy Berlin, con quien marchó a México y que resultó estar enganchado —"en aquel momento yo no sabía qué significaba. Para mí heroína tenía una connotación agradable... Jane Eyre, Becky Sharp, Tess", escribe en uno de los relatos—. Buddy fue el padre de los otros dos niños de Berlin, y en 1968 se divorciaron.
Crió a sus cuatro hijos sola, batalló contra el alcoholismo, padeció una dolorosa esclerosis desde niña, tuvo infinidad de empleos temporales.
 A principios de los noventa vivió en México con su hermana enferma y en 1994 finalmente empezó a dar clases en la Universidad de Colorado.
 Un cáncer de pulmón forzó su retiro, vivió un tiempo en una caravana y falleció en Los Ángeles, instalada en el garage de la casa de uno de sus hijos.
Una vez Lucia escribió a un amigo sobre la cercanía que sentía por la obra de Carver:
 "Nuestros estilos vienen de nuestros orígenes (similares de alguna manera).
 No muestres tus sentimientos. No llores. No dejes que nadie te conozca... el control exquisito, bla, bla, bla".