La cantante irlandesa publica una nota de suicidio en la red social pero la policía logra localizarla y recibe atención médica
La cantante irlandesa Sinéad O'Connor ha sido salvada de un intento de suicidio tras publicar este domingo un mensaje de despedida en su página de Facebook,
en el que anunciaba que había tomado una "sobredosis".
Los medios irlandeses aseguran que se encuentra bien y ha recibido atención médica.
En la nota de suicido, la cantante hablaba de su dolor por no tener relación con su familia a causa de una "serie horrible de traiciones".
"Tomé una sobredosis", avisaba, sin especificar si se trataba de drogas o medicamentos. "No hay otra manera de conseguir respeto. No estoy en casa, estoy en un hotel en algún lugar de Irlanda, con otro nombre (...). Si no lo hago público, mis hijos y mi familia ni siquiera lo sabrían. Podría estar muerta durante semanas sin ellos saberlo", añadía.
"Porque parece que soy una basura que merece ser abandonada y tratada como una mierda justo después de que me quitaran los ovarios y el útero y mis hijos han estado muy asustados. Soy una madre y un persona horrible y podrida, que ha estado sola", proseguía el mensaje.
Preguntado al respecto, un portavoz de la policía irlandesa se ha limitado a contestar a la agencia de noticias AFP que no hablan "de individuos particulares"
. Pero una fuente policial ha precisado a la misma agencia que la cantante fue "localizada" en un hotel de Dublín y que ha recibido atención médica.
Por su parte, los representantes de la cantante han señalado que no tienen nada que comentar por el momento.
De acuerdo con el tabloide The Daily Mail, la artista, de 48 años y madre de cuatro hijos, fue ingresada anoche en un hospital de la capital irlandesa, horas después del anuncio que hizo en la red social.
En unas declaraciones a los medios, la cantante irlandesa amiga de O'Connor Mary Coughlan ha señalado que hace una semana ya amenazó con el suicidio.
A principios de este año, Sinéad O'Connor canceló todos sus conciertos porque su hijo sufría de "problemas de salud que ponían su vida en peligro"
. Ella misma sufrió en agosto una histerectomía, según contó en las redes sociales.
El sábado, O'Connor hizo unas declaraciones muy duras: "La música se ha acabado para mí
. Nunca voy a volver a la música ". Su cotización disminuyó mucho en los últimos tiempos, hasta el punto de cobrar 500 euros por tres conciertos.
La artista, inolvidable intérprete de la canción de Prince Nothing compares to you hace 25 años, es conocida por su militancia en pro de los derechos de las mujeres y en contra de los abusos sexuales en la Iglesia católica irlandesa.
También es recordada por romper en 1992 en una cadena de televisión estadounidense una fotografía del entonces papa Juan Pablo II y por ordenarse años después como sacerdote de la orden católica disidente de los tridentinos.
Ha estado casada en cuatro ocasiones, la última en 2011, pero el matrimonio con el terapeuta irlandés Barry Herridge, a quien conoció por internet, solo duró 16 días.
Dos años después de que le diagnosticaran un trastorno bipolar y abandonara temporalmente los escenarios, la cantante dublinesa regresó en 2014 con su décimo disco, I'm not bossy, I'm the boss (No soy mandona. Soy la jefa).
El pasado año, prometió abordar en una nueva autobiografía que saldrá a la venta en 2016 aspectos escabrosos de su vida, entre los que se incluyen los supuestos abusos sexuales que sufrió cuando era menor.
Los medios irlandeses aseguran que se encuentra bien y ha recibido atención médica.
En la nota de suicido, la cantante hablaba de su dolor por no tener relación con su familia a causa de una "serie horrible de traiciones".
"Tomé una sobredosis", avisaba, sin especificar si se trataba de drogas o medicamentos. "No hay otra manera de conseguir respeto. No estoy en casa, estoy en un hotel en algún lugar de Irlanda, con otro nombre (...). Si no lo hago público, mis hijos y mi familia ni siquiera lo sabrían. Podría estar muerta durante semanas sin ellos saberlo", añadía.
"Porque parece que soy una basura que merece ser abandonada y tratada como una mierda justo después de que me quitaran los ovarios y el útero y mis hijos han estado muy asustados. Soy una madre y un persona horrible y podrida, que ha estado sola", proseguía el mensaje.
Preguntado al respecto, un portavoz de la policía irlandesa se ha limitado a contestar a la agencia de noticias AFP que no hablan "de individuos particulares"
. Pero una fuente policial ha precisado a la misma agencia que la cantante fue "localizada" en un hotel de Dublín y que ha recibido atención médica.
Por su parte, los representantes de la cantante han señalado que no tienen nada que comentar por el momento.
De acuerdo con el tabloide The Daily Mail, la artista, de 48 años y madre de cuatro hijos, fue ingresada anoche en un hospital de la capital irlandesa, horas después del anuncio que hizo en la red social.
En unas declaraciones a los medios, la cantante irlandesa amiga de O'Connor Mary Coughlan ha señalado que hace una semana ya amenazó con el suicidio.
A principios de este año, Sinéad O'Connor canceló todos sus conciertos porque su hijo sufría de "problemas de salud que ponían su vida en peligro"
. Ella misma sufrió en agosto una histerectomía, según contó en las redes sociales.
El sábado, O'Connor hizo unas declaraciones muy duras: "La música se ha acabado para mí
. Nunca voy a volver a la música ". Su cotización disminuyó mucho en los últimos tiempos, hasta el punto de cobrar 500 euros por tres conciertos.
La artista, inolvidable intérprete de la canción de Prince Nothing compares to you hace 25 años, es conocida por su militancia en pro de los derechos de las mujeres y en contra de los abusos sexuales en la Iglesia católica irlandesa.
También es recordada por romper en 1992 en una cadena de televisión estadounidense una fotografía del entonces papa Juan Pablo II y por ordenarse años después como sacerdote de la orden católica disidente de los tridentinos.
Ha estado casada en cuatro ocasiones, la última en 2011, pero el matrimonio con el terapeuta irlandés Barry Herridge, a quien conoció por internet, solo duró 16 días.
Dos años después de que le diagnosticaran un trastorno bipolar y abandonara temporalmente los escenarios, la cantante dublinesa regresó en 2014 con su décimo disco, I'm not bossy, I'm the boss (No soy mandona. Soy la jefa).
El pasado año, prometió abordar en una nueva autobiografía que saldrá a la venta en 2016 aspectos escabrosos de su vida, entre los que se incluyen los supuestos abusos sexuales que sufrió cuando era menor.