Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

22 oct 2015

El misterio de las palabras...................................................................

La receta del médico o los grafitis son los últimos reductos de la escritura a mano en la vida pública. Hay quienes incluso cuestionan su enseñanza en los colegios

Sin embargo, ni la máquina de escribir ni la pantalla son reflejo de nuestra individualidad. Dos exposiciones en la Biblioteca Nacional de Madrid recuperan los trazos más bellos

Caligrafía realizada por Diego Navarro Bonilla para este reportaje. / Diego Navarro Bonilla

nota mi dirección”. “No: mándamela por SMS…”. Este diálogo actual refleja muy bien el retroceso de la escritura a mano.
Un padre aún puede escribir a sus hijos instrucciones para la cena en una nota en la nevera, pero más probablemente se las enviará tecleando en su móvil.
 En la vida pública, el último reducto del manuscrito es la receta del médico, esos garabatos que solo el farmacéutico puede descifrar
. O quizá los grafitis en los muros: consignas políticas, declaraciones amorosas o los barrocos tags de los grafiteros
. No es de extrañar, pues, que haya quien proponga que los colegios dejen de enseñar a escribir y lo sustituyan por clases de uso del teclado y escritura a dos pulgares.
 En el terreno digital, las tabletas, que por su pequeño tamaño tienen teclados incómodos, pueden coexistir con la escritura manual: algunas transforman lo que se escribe con un lápiz especial sobre la pantalla en texto “de ordenador”.
A diferencia del habla, que es una función natural, la escritura es artificial.
 Un niño en contacto con hablantes de cualquier lengua la adquirirá sin darse cuenta.
 Pero la escritura es un código creado por la civilización, a veces independientemente, como ocurrió con siglos de diferencia en Mesopotamia y Centroamérica.
 Hay escrituras alfabéticas (la del español, que es casi fonética, o la hebrea, solo de consonantes), las hay que representan sílabas (como el hiragana japonés) y otras en las que un carácter puede tener una parte semántica y otra fonética (como el chino).
Casi todas las culturas escritas tienen ciertas formas de uso cotidiano y otras cuidadas y que se consideran más bellas: estas constituyen la caligrafía
. En Occidente, la letra recargada y llena de adornos se usó básicamente para documentos oficiales (y aún queda un eco en ciertos diplomas y títulos), pero en China es un arte practicado hasta nuestros días.
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Con la aparición del ciudadano moderno en el siglo XVIII se extendió la alfabetización, en su doble vertiente: lectura y escritura
. Saber escribir servía a la gente para llevar sus propios registros (gastos, cosechas, acontecimientos familiares…). Pero unas capacidades un poco más elaboradas, y una letra legible y uniforme, podían convertirse en un empleo: escribientes, secretarios y oficios similares, desempeñados con pluma y tintero sobre un escritorio, que fueron la espina dorsal de la burocracia estatal y de las empresas antes de la difusión de la máquina de escribir, en el último cuarto del siglo XIX.
El dominio de la escritura permitió otra gran revolución: la comunicación personal
. Las novelas del XVIII están llenas de notitas y cartas amorosas que permitían a las almas apasionadas proyectar sus idilios en el tiempo y en el espacio.
 Cuando al dominio generalizado de la escritura se añadió un sistema barato y fiable para su transporte, con el servicio estatal de correos (en vez de confiar la carta a un mensajero), la comunicación manuscrita estalló exponencialmente.
 La ciudadanía no solo podía redactar por sí misma sus cuitas amorosas, sino que el buzón de correos permitía confiar anónimamente el mensaje a un sistema rápido y eficaz.
 Con la llegada de las tarjetas postales, su uso se disparó: en las dos décadas anteriores a la Gran Guerra circularon unos cinco mil millones.
¿Cómo escribía la gente? Los primeros balbuceos del castellano en San Millán, el diario de Colón en su viaje a América, las 10.000 o 20.000 cartas que escribió Teresa de Jesús, la denuncia de Góngora acusando a un inquisidor de relaciones inmorales, los cálculos para la medida del meridiano de Jorge Juan en Perú, el borrador de contrato de Larra para que una empresa representara sus obras… Todos se escribieron básicamente con un cilindro hueco acabado en una punta cortada al bies que se mojaba en un tintero.
 Podía ser una caña o una pluma de ave, y posteriormente un soporte rematado en una plumilla de metal.
Hasta mediados del siglo pasado, en muchas escuelas españolas, plumilla y tinta era lo que se usaba normalmente para aprender a escribir.
Diego Navarro Bonilla
stos instrumentos exigían una determinada posición de la mano y un ángulo constante respecto al papel.
 Cuando la pluma bajaba, creaba trazos más gruesos que cuando se elevaba o iba lateralmente, y eso contribuyó a crear un estilo de letra característico.
 La letra manuscrita más común era cursiva (inclinada) y ligada (de letras enlazadas unas con otras). Casi cada país ha conservado un estilo propio, según su tradición caligráfica y su sistema de enseñanza, y además suele haber diferencias entre la escritura de hombres y de mujeres.
La situación no cambió mucho ni siquiera cuando el último cuarto del XIX alumbró la estilográfica, básicamente una plumilla más un depósito de tinta.
 La revolución llegó con el bolígrafo (tras la II Guerra Mundial) y el rotulador (popularizado en Japón hacia 1960), que escribían en cualquier ángulo respecto al papel, rompiendo la disciplina de la postura… y deformando la letra.
La proliferación actual de ordenadores y dispositivos móviles debe de estar alarmando seriamente a los fabricantes de estos instrumentos, porque Bic, la marca de bolígrafos francesa que domina el mercado, ha lanzado en Estados Unidos una campaña a favor de la escritura a mano.
Donde las cosas están cambiando es en cómo enseñar a escribir a los niños.
El procedimiento clásico (que no ha desaparecido del todo) era hacerles trazar hileras de palotes y oes.
 Luego se copiaban las letras, en minúscula y mayúscula, y después sus combinaciones, para aprender cómo se enlazaban unas con otras
. Hoy día se tiende, más que a trabajar la forma, a enfatizar la producción de mensajes.
La escritura se intenta introducir cuando hay una cierta madurez cognitiva y motriz (cinco-siete años).
Hay países donde está regulado qué tipo de letra enseñar: Finlandia y zonas de Estados Unidos han sido noticia recientemente porque han renunciado a enseñar la típica cursiva escolar, sustituyéndola por letras aisladas (“letra de imprenta”). Eso refleja también la evolución de los usos: hoy la mayoría de los adultos utilizan, en vez de la letra ligada que aprendieron en la escuela, una sucesión de letras aisladas.
 La cursiva es más rápida (su nombre viene del verbo latino “correr”), pero mucho menos legible. En España no hay una postura unificada sobre qué letra usar y la decisión queda para cada centro, o incluso para cada profesor.
Pero hay una tendencia a la simplificación: por ejemplo, las clásicas mayúsculas recargadas de la cursiva se sustituyen por letras de imprenta.
Diego Navarro Bonilla
onsideramos necesario seguir enseñando la letra manuscrita? Hay motivos para contestar afirmativamente.
 La escritura a mano es autónoma y energéticamente independiente: en caso de necesidad, uno puede dejar una nota sobre un trozo de papel, o incluso grabar unas palabras sobre la pared. Pero, además, cuando los niños aprenden la letra escolar están trabajando unas habilidades motrices finas, que luego podrán aplicar a otras muchas cosas: atarse los cordones de los zapatos ¡o incluso utilizar un teclado! Escribir a mano un texto es una buena forma de memorizarlo.
Las enfermedades mentales pueden influir sobre la letra: algunas provocan que disminuya su tamaño hasta extremos casi ilegibles.
Por esa razón, o tal vez como recurso creativo, el escritor suizo Robert Walser escribió a lápiz muchísimas páginas de letra diminuta o microgramas. ¿Y será cierto lo opuesto? ¿Cuidar la letra puede detener el deterioro mental?
 Eso pensó Rafael Sánchez Ferlosio, quien para superar los daños que le habían causado años de consumo abusivo de anfetaminas se dedicó a ejercicios caligráficos:
 “Yo creo que la caligrafía salva del alzhéimer”, escribió.
El manuscrito tiene una característica evidente, comparado con la máquina de escribir o la pantalla: la individualidad. La letra de una persona es algo exclusivo, como sabe bien el amante que reconoce ya desde el sobre una carta de su amada… O el criminal que disfraza su escritura para no ser reconocido. Pero un experto puede distinguir una letra creada espontáneamente de otra disfrazada. Estos analistas de la escritura se llaman “peritos calígrafos”.
 Recientemente se ha recurrido a ellos para saber quién y cuándo escribió los libros de cuentas del exsecretario del PP Luis Bárcenas.
Si uno estudia una determinada letra, ¿podría sacar conclusiones sobre la psicología de su autor? Los partidarios de la grafología creen que sí, pero hoy se tiende a considerar que carece de base científica. La CIA pidió informes en 1993 para saber si las técnicas grafológicas podían decir si una determinada persona se derrumbaría bajo presión o si era proclive a hablar demasiado, pero concluyó que no.
Nada produce más sensación de extrañamiento que estar sumido en una escritura exótica. Por eso se dice en español que “esto es chino para mí”, y en inglés, que “es griego”.
 Cuando un artista pretende crear todo un mundo, no es extraño que diseñe también su propio sistema de escritura. Es lo que ha hecho el artista antes conocido como Zush con su escritura Evru, o las que traza el Codex Seraphinianus de Luigi Serafini: ecos manuscritos de mundos que tal vez no existen.
elpaissemanal@elpais.es

 

21 oct 2015

La hora final de la verdad y la mentira................................................. Javier Casqueiro

El presidente se enfrenta en el último control parlamentario con su legado al catálogo de los horrores que pinta la oposición.

Pedro Sánchez hoy durante su intervención en el Congreso. / Uly Martín

Sí, ya era hora.
 La última sesión de control al Gobierno en el Parlamento de esta décima legislatura derivó en la enésima repetición de unos duelos resecos entre el optimismo irredento de un presidente del ejecutivo en busca de señales positivas con las que parchear su legado ya como candidato y una oposición dura, variada, también necesitada de encontrar su perfil diferente con la presión encima de la campaña electoral.
 Un enfrentamiento repetido que sonó a desgastado.
 Un cara a cara muy calculado, cada uno en su papel, que no aportó más novedad que la seguridad de que para la historia será el último.
 La hora de repasar las verdades y las mentiras, de no encontrarse en ningún punto
. Una legislatura, seguro, de tránsito hacia lo incierto.
El primero en enumerar el catálogo de los horrores de todo lo mucho y malo que le ha ocurrido al presidente Mariano Rajoy en su mandato fue el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, que no se ahorró ningún dardo.
Esteban le tachó de autocomplaciente, le recordó que ningún portavoz de la cámara le respalda excepto el de su propio grupo, lamentó que le haya faltado diálogo y sobrado soberbia y enumeró las tres R de su herencia: recortes, recesión y recentralización.
La última frase de denuncia sonó a lamento y cansancio: "Ya era hora de que acabara esta legislatura".
Rajoy, claro está, ni escuchó los reproches.
Los da por amortizados. Los presupone. Su guion es otro.
El dilema es sencillo. Según el presidente-candidato, España estaba hace cuatro años en la UVI y ahora crece y crece más que nadie en Europa, como sostienen incluso varios organismos internacionales. "Empleo y seguridad" será el lema de campaña.
En la sesión de despedida de la legislatura más estirada de la democracia hubo escenas que anticiparon el final de otra era, aunque algunos protagonistas aún no lo saben ni tienen muy claro cuál será su papel si es que lo tienen en la nueva etapa que comenzará a partir del 20-D.
El caso más evidente de "marcha fúnebre" fue el de Rosa Díez, la líder de UPyD, que ha mantenido con Rajoy estos cuatro años una relación tensa, airada, desagradable.
Su pregunta final fue fiel a esos principios y a su habitual tono desabrido.
 Díez inició su planteamiento tan arriba que ya no había enfrente más que precipicios.
 Acusó al presidente de mentir desde su discurso de investidura, hace cuatro años, hasta el final.
 Y cosió luego todos los incumplimientos registrados con el dedal de la palabra mentira, que dirigida a un presidente en ejercicio siempre parece más contundente pero que Rajoy digiere con indiferencia de registrador de la propiedad en excedencia.
El presidente-candidato fue de nuevo displicente con Díez: "No es fácil contestarle. No voy a hablar de su partido porque creo que debo ser generoso, ni de su legado, pero sí le voy a recordar para su futura vida un poquito de humildad, que le iría un poquito mejor".
 Todas las encuestas vaticinan para UPyD un mal resultado el 20-D y para Díez el episodio final de toda una vida dedicada a la política en todo tipo de ámbitos.
El líder del PSOE en la oposición, Pedro Sánchez, que hace menos de dos años era un diputado anónimo en busca de pregunta de control a cualquier ministro del PP, también es consciente de que ahora se juega mucho más que seguir de cabeza de cartel.
 Es joven y nuevo y lo sabe.
 A Sánchez no le intimidan ni las cámaras ni la Cámara baja. Se levanta de su sillón en el Congreso y mira de frente sin miedo a los abucheos ni a los palmeros más groseros del PP. Parece incluso que le gusta.
Pedro Sánchez también acusó a Rajoy de mentir, de utilizar los presupuestos y las instituciones en su beneficio partidista, de incumplir sus responsabilidades y obligaciones, de beneficiar a amigos y, aunque prometió tras el 20-D una nueva etapa y otras maneras de hacer política, recurrió a la acusación más gruesa y más burda al augurar que tras las elecciones lo que los españoles se merecen es "un presidente honrado".
Mariano Rajoy tampoco se alteró demasiado en este enfrentamiento postrero
. Conoce las mentiras que le achacan pero su verdad es otra.
Su máxima se ciñe a que heredó de los socialistas una España en quiebra, enferma, sin respiración y ahora, tras cuatro años largos duros, difíciles y llenos de promesas incumplidas, toda Europa y los organismos internacionales más fiables la certifican en crecimiento y creando más empleo que nadie. Se juega el 20-D ser el primer presidente del Gobierno que puede no repetir en el cargo.
 Mucho más que su actual empleo.

 

La nueva niñera que no controla las compras..................................................... Rosa Jiménez Cano

El rapero Kanye West desata la polémica sobre las ‘apps’ de pago que usan los niños.

Kanye West, en una entrega de premios en agosto. / MARIO ANZUONI (REUTERS)

El rapero estadounidense Kanye West desató su ira en Twitter.
 Ciento cuarenta caracteres no eran suficientes, así que envió tres mensajes para dejar clara su indignación: “¡Que les den a las empresas que ponen comprar dentro de las aplicaciones para niños! ¡No tiene sentido! Le he dado el iPad a nuestra hija y cada cinco minutos se registraba una compra.
 Si el juego está pensado para un crío de dos años, deja que se divierta y nos dé a los padres un respiro, por el amor de Dios”.
El suyo, claro está, no es un problema de dinero.
 Su entusiasmo por la tecnología es bien conocido. Este lamento ha abierto un debate que va más allá del precio de las aplicaciones.
Por un lado, está la falta de control del consumidor cuando instala una app
. Cada vez se reafirma más la tendencia del freemium, un modelo que permite una prueba gratis del producto, pero que pronto pide un pago por una experiencia más completa.
Por otro, está el que el uso de móviles y tabletas como la nueva niñera es cada vez más habitual y temprano.
 Muchas voces han contestado a West que se comporte como un padre responsable y preste atención a su hija, en lugar de quejarse por el cobro no deseado
. Es obvio que las próximas generaciones van a vivir en un mundo rodeado de pantallas y dispositivos integrados en la ropa que conocerán su estado de salud y se lo transmitirán a los padres o al doctor. Sin embargo, no se conoce cuál es la edad más adecuada para que los pequeños pasen del mundo analógico en el que todos nos hemos criado al digital, del que la huida es cada vez más compleja.
El ingrediente final para esta polémica lo pone la madre de la niña
. La famosísima Kim Kardashian es dueña de un imperio de aplicaciones online.
 Solo en 2014 recaudó 157 millones de euros con esas compras que tanto molestan a su marido.
 La aplicación de Kardashian carece de los filtros que pide el rapero.

 

Cristina Reyes, la estilista detrás del ‘efecto Preysler’.............................................Begoña Gómez Urzaiz

Las firmas la buscan para que las famosas luzcan sus prendas.

 

Cristina Reyes, estilista de famosos, posa en la tienda Ekseption de Madrid. / Luis Sevillano

En el taller de Alfredo Villalba, una pequeña marca española de semi-costura, ya conocen el efecto Preysler.
 Desde que vistieron a la irreductible reina de la crónica social española para su primer acto oficial con Mario Vargas Llosa, en la inauguración de Porcelanosa en Nueva York, han visto cómo se multiplicó el interés por su firma
. No fue Preysler quien encontró ese traje de pedrería plateada y encaje negro de manga larga sino su estilista de cabecera, Cristina Reyes, que se encarga de la imagen de todo el clan.
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, en la fiesta de Porcelanosa. / Miguel Rajmil (efe)
"Mi vínculo con la familia es de amistad.
 Soy muy amiga de Enrique [Iglesias] porque vivía en Marbella cuando ellos veraneaban allí. Empecé a vestir a Tamara [Falcó] y a Isabel le gustó mi trabajo", aclara la estilista, que escribe un blog en ¡Hola! Entre sus clientas también están Margarita Vargas, María Colonques, Carmen Jordá o Paloma Cuevas.
A Reyes, que estudió Diseño de moda y estilismo en Los Ángeles (EE UU), no le sorprende que Preysler siga teniendo tanto tirón a sus 64 años.
 "Cualquiera que la haya visto en persona lo puede entender. Es una mujer fascinante que atrapa a la gente y no me extraña lo más mínimo que tenga esta ascendencia
. Que además va in crescendo".

Beneficiarios

Han sido beneficiarios del efecto Preysler tanto firmas internacionales, como Gucci —"le puse una blusa blanca para un posado en ¡Hola! y en la tienda me dijeron que al día siguiente todo el mundo llamaba pidiendo la camisa de la Preysler"— como pequeñas marcas que consiguieron captar su atención.
 La joyería Coolook le hizo llegar unos pendientes de plata y cuarzo que la viuda de Miguel Boyer se puso en una cena con Vargas Llosa en Lisboa y desde entonces son su mayor éxito.
De momento, sus hijas Tamara y Ana no tienen el mismo poder prescriptor, aunque hace unos días fue muy comentado el vestido de Naeem Khan que lució Ana Boyer en la cena que la embajada estadounidense ofreció a Anna Wintour.
"No sé por qué se destacó tanto su precio [más de 5.000 euros], esos vestidos se prestan y luego se devuelven", comenta.
Este diseñador es uno de sus preferidos junto a otros libaneses como Reem Acra y Elie Saab, todos caracterizados por los brillos y las lentejuelas. También suele trabajar con Oscar de la Renta y con el español Jorge Vázquez.
A Reyes, que sigue el trabajo de estilistas de Hollywood como Micaela Erlanger —pilotó el ascenso de Lupita Nyong’o—, le gustaría trabajar más con actrices españolas como Blanca Suárez, a la que vistió en una ocasión, pero admite que el mercado está ahora muy segmentado:
 "Ana Antic viste a las mujeres de los futbolistas, Freddy Alonso [el más solicitado en los Goya] a las actrices y yo a la alta sociedad".