Entre los arrestados hay cinco menores de edad. La víctima, un joven de 17 años, que fue hallado muerto ahogado en el río Henares a principio del pasado mes de febrero.
Agentes de la comisaría de Alcalá de Henares han detenido a ocho personas, entre ellas cinco menores de edad, por la muerte de Richard Ángel, de 17 años, que fue hallado muerto ahogado en el río Henares a principios de febrero,
según han confirmado fuentes de la investigación.
El juez mantenía hasta ayer el secreto del sumario del caso, por lo que no han trascendido muchos datos sobre la causa de la detención.
Richard Ángel, vecino de Meco, salió con unos amigos a la discoteca Decano de Alcalá de Henares para pasar con ellos la noche del sábado.
En el transcurso de la madrugada se produjo una pelea en la que los amigos le dejaron, ya que se encontraba extremadamente violento, según su versión.
El joven no regresó a su domicilio ese domingo, por lo que se inició una búsqueda por todo el río Henares en la que participaron Bomberos de la Comunidad y especialistas del Cuerpo Nacional de Policía.
El cadáver fue hallado al mediodía de un viernes por un pescador en la calle de Entrepeñas, justo 20 días después de su desaparición.
Fue rescatado por los Bomberos de la Comunidad de Madrid.
Al día siguiente la autopsia reveló que había fallecido de manera accidental.
De hecho, fuentes del caso afirmaron a EL PAÍS que la investigación se cerraba, al menos de forma temporal, al no hallar indicios evidentes de violencia por parte de terceras personas.
La policía ha detenido a ocho personas.
Cinco de ellas eran menores de edad cuando se produjo el crimen, aunque dos ya han cumplido los 18 años.
Los cinco menores pasaron ayer a la Fiscalía de Menores y los mayores han sido puestos a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares.
Cinco de los detenidos, con edades entre 15 y 20 años, están acusados de un delito de homicidio y los otros tres restantes, de encubrimiento.
La Policía Nacional ha llevado una investigación muy lenta y detallada, gracias a que desde un primer momento se pensó que se trataba de un accidente.
Sin embargo, las declaraciones de distintos intervinientes en la pelea demostró que habían dejado al joven inconsciente y que lo habían arrastrado hasta el río, donde le tiraron.
La juez ha autorizado el pinchazo de los teléfonos móviles de los supuestos autores lo que ha permitido esclarecer el caso.
Entre los arrestados hay dos mujeres.
El juez mantenía hasta ayer el secreto del sumario del caso, por lo que no han trascendido muchos datos sobre la causa de la detención.
Richard Ángel, vecino de Meco, salió con unos amigos a la discoteca Decano de Alcalá de Henares para pasar con ellos la noche del sábado.
En el transcurso de la madrugada se produjo una pelea en la que los amigos le dejaron, ya que se encontraba extremadamente violento, según su versión.
El joven no regresó a su domicilio ese domingo, por lo que se inició una búsqueda por todo el río Henares en la que participaron Bomberos de la Comunidad y especialistas del Cuerpo Nacional de Policía.
El cadáver fue hallado al mediodía de un viernes por un pescador en la calle de Entrepeñas, justo 20 días después de su desaparición.
Fue rescatado por los Bomberos de la Comunidad de Madrid.
Al día siguiente la autopsia reveló que había fallecido de manera accidental.
De hecho, fuentes del caso afirmaron a EL PAÍS que la investigación se cerraba, al menos de forma temporal, al no hallar indicios evidentes de violencia por parte de terceras personas.
La policía ha detenido a ocho personas.
Cinco de ellas eran menores de edad cuando se produjo el crimen, aunque dos ya han cumplido los 18 años.
Los cinco menores pasaron ayer a la Fiscalía de Menores y los mayores han sido puestos a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Henares.
Cinco de los detenidos, con edades entre 15 y 20 años, están acusados de un delito de homicidio y los otros tres restantes, de encubrimiento.
La Policía Nacional ha llevado una investigación muy lenta y detallada, gracias a que desde un primer momento se pensó que se trataba de un accidente.
Sin embargo, las declaraciones de distintos intervinientes en la pelea demostró que habían dejado al joven inconsciente y que lo habían arrastrado hasta el río, donde le tiraron.
La juez ha autorizado el pinchazo de los teléfonos móviles de los supuestos autores lo que ha permitido esclarecer el caso.
Entre los arrestados hay dos mujeres.