13 oct 2015
La madre de Asunta acumuló el fármaco que no tomaba en prisión...................................... S. R. Pontevedra
El director del penal donde Rosario Porto está internada explica que se le cursó un parte disciplinario, tras descubrirse en un cacheo que no ingería el medicamento prescrito.
Los últimos testigos del juicio por el supuesto asesinato de la niña Asunta Basterra Porto
desfilan este martes por la sala de vistas y darán paso, el miércoles, a
los primeros peritos, de una lista de casi 60 que empezarán a dar sus
explicaciones al jurado popular hasta el próximo 21 de octubre.
El director del centro penitenciario de Teixeiro (A Coruña), donde cumplen prisión preventiva Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres de la menor, ha asegurado esta mañana que la madre "acumulaba" en la cárcel el medicamento que "tenía prescrito"
. El director del penal ha explicado que se le cursó un parte disciplinario a Porto al descubrir, en un cacheo, que ocultaba el fármaco que no tomaba, a pesar de que lo tenía recetado.
Lo que ha salido a la luz este martes a través de los primeros testigos no aclara nada sobre los acontecimientos del sábado, 21 de septiembre de 2013, cuando la niña compostelana de 12 años fue sedada con Orfidal y después asfixiada, según el juez instructor, por sus padres adoptivos.
El director del penal, Carlos García, ha explicado que los dos presos fueron incluidos, nada más llegar hace dos años, en el protocolo de prevención de suicidios.
Aunque después se les retiró, se tomó la precaución de mantenerles la figura del interno de acompañamiento —que consiste en tener un recluso vigilante durante las 24 horas— para evitar cualquier intento de autolesión.
A pesar de todas las precauciones tomadas, "durante un cacheo practicado en su celda", según el director de Teixeiro, a Porto "se le cursó un parte disciplinario al descubrirse que no estaba tomando el medicamento que tenía prescrito a diario y que, en su lugar, lo acumulaba".
Cuando a la madre de Asunta, que sufre depresión y de joven —según su psiquiatra— intentó "autoeliminarse", se le preguntó por qué guardaba esa cantidad de fármaco, alegó que "era para devolver a los servicios médicos".
El director de la cárcel también ha explicado que las veces que ha mantenido reuniones con Porto la encontró "hundida", "en un llanto continuo" y que, "por unas circunstancias o por otras", la presa siempre "ha reiterado en las conversaciones a su hija". "
He notado que quería hablar de su hija, de lo que compartían, de los proyectos que tenía para la niña... de algún viaje", ha dicho Carlos García.
Otro de los testigos de esta mañana ha sido el propietario de una ferretería del centro de Santiago que, según ha dicho, en varias ocasiones acudió a los domicilios familiares (el piso de Rosario Porto y el de los abuelos maternos de Asunta, ya fallecidos, que estaba siendo reformado para la acusada y su hija) a cambiar cerraduras.
Este profesional ha sembrado nuevas dudas cuando ha asegurado, con los apuntes de su negocio en la mano, que el cerrojo del piso de la calle Doutor Teixeiro, donde residían Porto y Asunta, fue cambiado el 9 de enero de 2013, no después del misterioso suceso del 5 de julio en el que supuestamente un extraño penetró en la vivienda e intentó estrangular a la niña, según la versión de la madre.
Hasta ahora, a lo largo de este juicio, que ya cumple su décima jornada en la sala, se había oído la versión de que el cambio de cerradura se produjo, precisamente, tras ese asalto nocturno que nunca ha sido aclarado.
Tanto Asunta en vida como su madre aseguraron que ese suceso fue real, que un hombre no muy alto, vestido de negro y con guantes de látex, entró en la vivienda y atacó a la menor, dos meses y medio antes de su muerte.
Rosario Porto, no obstante, nunca llegó a denunciar ante la policía este caso.
Pero dijo que, tras los hechos, mandó cambiar la cerradura
. Ahora, sin embargo, el dueño de la ferretería a la que solía acudir esta familia no corrobora esa fecha. Habla, en cambio, del 9 de enero, justo después de la separación de los padres de Asunta dos días después de que él, en vísperas de Reyes, descubriera que su esposa le era infiel.
El testigo ha relatado, además, que aquel día, cuando el cerrajero llegó al domicilio de Doutor Teixeiro, se sorprendió de que la clienta quisiese cambiar la cerradura cuando el mecanismo estaba "perfecto".
Le preguntó el motivo a Porto y esta le contó que "le habían entrado en el piso y se habían querido llevar a la niña". La ahora acusada por la muerte de su hija también le dijo que "había mucha gente que tenía llaves de la casa".
A última hora de la mañana está previsto que presten testimonio por videoconferencia los dos hermanos de Alfonso Basterra, que previsiblemente darán explicaciones acerca de la extraña aparición del ordenador portátil del acusado tres meses después del primer registro en su piso.
El miércoles será el turno de los peritos. Porto y Basterra, ahora divorciados, adoptaron a Asunta cuando tenía 12 meses de vida.
En esta vista oral han declarado que ellos no pusieron fin a la existencia de la pequeña, que falleció con 12 años.
El director del centro penitenciario de Teixeiro (A Coruña), donde cumplen prisión preventiva Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres de la menor, ha asegurado esta mañana que la madre "acumulaba" en la cárcel el medicamento que "tenía prescrito"
. El director del penal ha explicado que se le cursó un parte disciplinario a Porto al descubrir, en un cacheo, que ocultaba el fármaco que no tomaba, a pesar de que lo tenía recetado.
Lo que ha salido a la luz este martes a través de los primeros testigos no aclara nada sobre los acontecimientos del sábado, 21 de septiembre de 2013, cuando la niña compostelana de 12 años fue sedada con Orfidal y después asfixiada, según el juez instructor, por sus padres adoptivos.
El director del penal, Carlos García, ha explicado que los dos presos fueron incluidos, nada más llegar hace dos años, en el protocolo de prevención de suicidios.
Aunque después se les retiró, se tomó la precaución de mantenerles la figura del interno de acompañamiento —que consiste en tener un recluso vigilante durante las 24 horas— para evitar cualquier intento de autolesión.
A pesar de todas las precauciones tomadas, "durante un cacheo practicado en su celda", según el director de Teixeiro, a Porto "se le cursó un parte disciplinario al descubrirse que no estaba tomando el medicamento que tenía prescrito a diario y que, en su lugar, lo acumulaba".
Cuando a la madre de Asunta, que sufre depresión y de joven —según su psiquiatra— intentó "autoeliminarse", se le preguntó por qué guardaba esa cantidad de fármaco, alegó que "era para devolver a los servicios médicos".
El director de la cárcel también ha explicado que las veces que ha mantenido reuniones con Porto la encontró "hundida", "en un llanto continuo" y que, "por unas circunstancias o por otras", la presa siempre "ha reiterado en las conversaciones a su hija". "
He notado que quería hablar de su hija, de lo que compartían, de los proyectos que tenía para la niña... de algún viaje", ha dicho Carlos García.
Otro de los testigos de esta mañana ha sido el propietario de una ferretería del centro de Santiago que, según ha dicho, en varias ocasiones acudió a los domicilios familiares (el piso de Rosario Porto y el de los abuelos maternos de Asunta, ya fallecidos, que estaba siendo reformado para la acusada y su hija) a cambiar cerraduras.
Este profesional ha sembrado nuevas dudas cuando ha asegurado, con los apuntes de su negocio en la mano, que el cerrojo del piso de la calle Doutor Teixeiro, donde residían Porto y Asunta, fue cambiado el 9 de enero de 2013, no después del misterioso suceso del 5 de julio en el que supuestamente un extraño penetró en la vivienda e intentó estrangular a la niña, según la versión de la madre.
Hasta ahora, a lo largo de este juicio, que ya cumple su décima jornada en la sala, se había oído la versión de que el cambio de cerradura se produjo, precisamente, tras ese asalto nocturno que nunca ha sido aclarado.
Tanto Asunta en vida como su madre aseguraron que ese suceso fue real, que un hombre no muy alto, vestido de negro y con guantes de látex, entró en la vivienda y atacó a la menor, dos meses y medio antes de su muerte.
Rosario Porto, no obstante, nunca llegó a denunciar ante la policía este caso.
Pero dijo que, tras los hechos, mandó cambiar la cerradura
. Ahora, sin embargo, el dueño de la ferretería a la que solía acudir esta familia no corrobora esa fecha. Habla, en cambio, del 9 de enero, justo después de la separación de los padres de Asunta dos días después de que él, en vísperas de Reyes, descubriera que su esposa le era infiel.
El testigo ha relatado, además, que aquel día, cuando el cerrajero llegó al domicilio de Doutor Teixeiro, se sorprendió de que la clienta quisiese cambiar la cerradura cuando el mecanismo estaba "perfecto".
Le preguntó el motivo a Porto y esta le contó que "le habían entrado en el piso y se habían querido llevar a la niña". La ahora acusada por la muerte de su hija también le dijo que "había mucha gente que tenía llaves de la casa".
A última hora de la mañana está previsto que presten testimonio por videoconferencia los dos hermanos de Alfonso Basterra, que previsiblemente darán explicaciones acerca de la extraña aparición del ordenador portátil del acusado tres meses después del primer registro en su piso.
El miércoles será el turno de los peritos. Porto y Basterra, ahora divorciados, adoptaron a Asunta cuando tenía 12 meses de vida.
En esta vista oral han declarado que ellos no pusieron fin a la existencia de la pequeña, que falleció con 12 años.
Leonardo DiCaprio llevará al cine el escándalo de Volkswagen
El actor, junto con Paramount, ha comprado los derechos de un libro sobre la polémica automovilística.
El gigante Paramount y la productora de Leonardo DiCaprio, Appian Way, han comprado los derechos de un libro sobre el escándalo del fraude de las emisiones contaminantes
del Grupo Volkswagen para llevarlo a la gran pantalla
. El ejemplar aún no ha salido a la venta, pero sí se sabe que lo está escribiendo el reportero del New York Times Jack Ewing y que todavía no tiene título, aunque ya se ha presentado como una investigación sobre uno de los fraudes más grandes de la historia.
El fabricante de automóviles alemán reconoció en septiembre haber instalado un programa informático que manipulaba los datos de emisión para superar los controles técnicos en 11 millones de coches diésel de todo el mundo.
El escándalo provocó en pocos días la dimisión de su presidente, Martin Winterkorn, investigado ahora por la fiscalía alemana.
Leonardo DiCaprio, muy sensible con el medio ambiente, tiene una fundación que lucha contra el calentamiento global y no es la primera vez que trata de concienciar sobre el asunto a través del cine. En 2007 el actor, de 40 años, produjo The 11th Hour, un documental sobre el estado del planeta tierra hoy en día. Además, este verano recaudó 35 millones de euros con su fundación para preservar los últimos lugares salvajes del planeta.
También los estudios de Hollywood han mostrado mucho interés en contar escándalos empresariales. Por ejemplo,
Lionsgate estrenará el próximo año la cinta Deepwater Horizon, basada en el desastre medioambiental provocado por el hundimiento, en 2010, de la plataforma petrolífera de BP homónima.
. El ejemplar aún no ha salido a la venta, pero sí se sabe que lo está escribiendo el reportero del New York Times Jack Ewing y que todavía no tiene título, aunque ya se ha presentado como una investigación sobre uno de los fraudes más grandes de la historia.
El fabricante de automóviles alemán reconoció en septiembre haber instalado un programa informático que manipulaba los datos de emisión para superar los controles técnicos en 11 millones de coches diésel de todo el mundo.
El escándalo provocó en pocos días la dimisión de su presidente, Martin Winterkorn, investigado ahora por la fiscalía alemana.
Leonardo DiCaprio, muy sensible con el medio ambiente, tiene una fundación que lucha contra el calentamiento global y no es la primera vez que trata de concienciar sobre el asunto a través del cine. En 2007 el actor, de 40 años, produjo The 11th Hour, un documental sobre el estado del planeta tierra hoy en día. Además, este verano recaudó 35 millones de euros con su fundación para preservar los últimos lugares salvajes del planeta.
También los estudios de Hollywood han mostrado mucho interés en contar escándalos empresariales. Por ejemplo,
Lionsgate estrenará el próximo año la cinta Deepwater Horizon, basada en el desastre medioambiental provocado por el hundimiento, en 2010, de la plataforma petrolífera de BP homónima.
12 oct 2015
El hombre que lleva la moda de cabeza................................................................ Carles Gámez
Philip Treacy ha revolucionado el diseño de complementos. Un libro repasa su trayectoria junto a los grandes nombres e iconos de la moda.
El nombre de Philip Treacy
(Ballinasloe, Irlanda, 1967) encendió todas las alarmas informativas
cuando la princesa Beatriz, la nieta de Isabel II, acudió a la boda del
príncipe Guillermo y Kate Middleton exhibiendo un llamativo sombrero del diseñador irlandés
que a punto estuvo de robar el protagonismo a los protagonistas del
enlace real.
Para entonces Philip Treacy ya había dado muestras de sus artes creativas a la hora de coronar las más variadas cabezas del mundo de la moda y el espectáculo, de Lady Gaga, una de sus fans más devotas, a los sombreros de la saga cinematográfica Harry Potter, la incombustible Grace Jones o una personalidad como Daphne Guinness, quien le encargó uno de sus trabajos más insólitos: ¡Un sombrero sembrado de brillantes!
No hay que olvidar, según sus propias palabras, que “un sombrero puede cambiar completamente la personalidad del que lo lleva, darle la confianza y personalidad, desde el principio de la humanidad los seres humanos han buscado ornamentos para su cabeza, está en su naturaleza la necesidad de vestir cada parte de su cuerpo”.
Coordinado por la periodista Marion Hume, Philip Treacy. Hat Designer (Rizzoli,2015) repasa la trayectoria del diseñador, sus trabajos para creadores como Valentino, Karl Lagerfeld y Chanel, Ralph Lauren, Armani, Givenchy, junto con fotógrafos como Irving Penn, Bruce Weber o Nick Knight, o sus almas gemelas, la redactora de moda Isabella Blow y Alexander McQueen, con él colaboraría estrechamente hasta su desaparición en 2010.
Con sus más de 25 años de ejercicio profesional desde una total libertad creativa, el libro guía a través de la obra de un artista cuya única regla estilística es la absoluta falta de funcionalidad en aras de la fantasía más extrema.
“Desde el glamour más intenso o la provocación más impactante, el sombrero siempre ha suscitado reacciones muy fuertes”, señala Treacy a propósito del complemento de moda.
Vanguardia plástica y tradición británica se dan la mano en las cabezas diseñadas por Treacy.
“Uno lleva un sombrero en primer lugar para ser uno mismo, para sentirse bien y único. Todo el mundo quiere algo personal.
Hoy, cuando las marcas de lujo son como los McDonald's, tenemos una en cada esquina, no hay mayor lujo que el poseer algo único, solo para nosotros”.
En el libro recuerda sus inicios como estudiante en el Royal College of Art de Londres.
“Mis compañeros de estudios pensaban que diseñar sombreros era una cosa para señoras mayores, sin embargo para mí es algo muy sexy”.
Para entonces Philip Treacy ya había dado muestras de sus artes creativas a la hora de coronar las más variadas cabezas del mundo de la moda y el espectáculo, de Lady Gaga, una de sus fans más devotas, a los sombreros de la saga cinematográfica Harry Potter, la incombustible Grace Jones o una personalidad como Daphne Guinness, quien le encargó uno de sus trabajos más insólitos: ¡Un sombrero sembrado de brillantes!
No hay que olvidar, según sus propias palabras, que “un sombrero puede cambiar completamente la personalidad del que lo lleva, darle la confianza y personalidad, desde el principio de la humanidad los seres humanos han buscado ornamentos para su cabeza, está en su naturaleza la necesidad de vestir cada parte de su cuerpo”.
Coordinado por la periodista Marion Hume, Philip Treacy. Hat Designer (Rizzoli,2015) repasa la trayectoria del diseñador, sus trabajos para creadores como Valentino, Karl Lagerfeld y Chanel, Ralph Lauren, Armani, Givenchy, junto con fotógrafos como Irving Penn, Bruce Weber o Nick Knight, o sus almas gemelas, la redactora de moda Isabella Blow y Alexander McQueen, con él colaboraría estrechamente hasta su desaparición en 2010.
Con sus más de 25 años de ejercicio profesional desde una total libertad creativa, el libro guía a través de la obra de un artista cuya única regla estilística es la absoluta falta de funcionalidad en aras de la fantasía más extrema.
“Desde el glamour más intenso o la provocación más impactante, el sombrero siempre ha suscitado reacciones muy fuertes”, señala Treacy a propósito del complemento de moda.
Vanguardia plástica y tradición británica se dan la mano en las cabezas diseñadas por Treacy.
“Uno lleva un sombrero en primer lugar para ser uno mismo, para sentirse bien y único. Todo el mundo quiere algo personal.
Hoy, cuando las marcas de lujo son como los McDonald's, tenemos una en cada esquina, no hay mayor lujo que el poseer algo único, solo para nosotros”.
En el libro recuerda sus inicios como estudiante en el Royal College of Art de Londres.
“Mis compañeros de estudios pensaban que diseñar sombreros era una cosa para señoras mayores, sin embargo para mí es algo muy sexy”.
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