En la película
Pan (Viaje a Nunca Jamás), Nunca Jamás es un
mundo poblado de indios nativos americanos, de sirenas y, por supuesto,
niño perdidos como Peter Pan
. Es un mundo dominado por un pirata,
Barbanegra, al que da vida
Hugh Jackman;
y en el que sus habitantes intentan levantarse contra su tiranía.
Una
de esas rebeldes es Tiger Lily, el mítico personaje de la obra de J.M.
Barrie y retratado en la película de Disney de 1953 como una india
americana.
Sin embargo, para esta nueva versión que se estrena este
viernes, el director Joe Wright no eligió a una actriz india americana
sino a Rooney Mara.
Días después del anuncio del fichaje de
Rooney Mara, se inició
una petición en la Red,
que hoy tiene casi 95.000 firmas, solicitando a Hollywood que "deje de
escoger actores blancos para personajes originalmente escritos para
gente de otras razas". "La elección de esta actriz es particularmente
vergonzosa tratándose de una película para niños", continúa la protesta.
"Decir a los niños que los modelos a seguir deben ser todos blancos es
inaceptable".
Tanto Joe Wright como
Rooney Mara
se han disculpado sobre la elección y entienden las reacciones, pero
piden paciencia para ver el resultado de la película en el que el
personaje de Tiger Lily cobra fuerza y protagonismo.
"Estoy convencido
de que será el personaje favorito de las niñas", dice Wright. "Porque
las empodera".
El caso de Rooney Mara es sólo el último de una larga lista de
personajes de otras razas interpretados por actores blancos
. Hace solo
unos meses, Emma Stone tuvo que pedir disculpas también por encarnar en
Aloha, la película de Cameron Crowe, a una piloto descrita en la historia como mitad asiática y mitad hawaiana.
Ridley Scott recibió críticas por no contar con actores de origen árabe en su película
Éxodo, llena de personajes egipcios.
Y en 2013, Johnny Depp interpretó en
El llanero solitario a Tonto, otro personaje que debía haber ido a parar a un actor indio nativo como en la serie original.
"No tiene sentido que salgas a la calle en una ciudad como Nueva York
y veas tanta gente de diferentes razas y después en las películas esa
realidad no esté representada", dice André Holland, actor afroamericano
protagonista de la serie
The Knick, que cree, como muchos, que se algo se ha avanzado, aunque algo más en la industria de la televisión.
Ya no es como era en los viejos tiempos de Hollywood, cuando Laurence
Olivier se pintó la cara de negro para interpretar a Othello.
O cuando
Mickey Rooney representó un estereotipo de japonés gritón con dientes
falsos y maquillaje en
Desayuno con diamantes.
Pero según asociaciones como Media Action Network for Asian Americans (MANAA), si aún hay casos como el de
Pan y Rooney Mara es síntoma de que no se ha hecho lo suficiente.
Una de las razones en la que los estudios se excusan es la taquilla
.
Insisten en que actores asiáticos o negros no tienen el mismo tirón ni
dentro de EE UU ni fuera. Pero la excusa se desmonta con casos como el
de
Will Smith
o Denzel Washington.
Y el hecho de que China sea ahora el mayor mercado
después de EE UU les obliga a incluir actores asiáticos.
La solución,
según dice asociaciones como MANAA, estaría en "lograr el equilibrio
entre encontrar al mejor actor para el papel y estar seguro de que la
diversidad esté representada adecuadamente en la pantalla".