Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 sept 2015

Isabel y Mario

La «reina de corazones» y el Premio Nobel de Literatura posan juntos y conceden su primera entrevista a la revista «¡Hola!»

¡
La pareja del año ha decidido romper su silencio. Y, ¿dónde mejor que en casa? Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa posan juntos y conceden su primera entrevista a la revista «¡Hola!», publicación de cabecera de la «reina de corazones».
 Al cumplir tres meses de noviazgo oficial (aunque fuentes de su entorno aseguran que estarían saliendo desde febrero), la «socialite» filipina y el literato peruano hablan por primera vez de su historia de amor en una exclusiva que promete regalar muchos titulares.
«Estamos muy seguros de lo que hemos hecho», es uno de esos grandes titulares de la entrevista, que se realizó la semana pasada en Nueva York. Preysler y Vargas Llosa viajaron hasta la Gran Manzana para inaugurar y promocionar la primera tienda de una conocida firma de azulejos en Estados Unidos y aprovecharon el «skyline» neoyorquino como atrezo para la puesta en escena de este romance de novela.
«Es verdad que nos hemos hecho inseparables, y no queremos perder ni un minuto...», es otra de las declaraciones explosivas hechas por la pareja de moda durante la entrevista que «¡Hola!» publica este miércoles. 
Toda una declaración de intenciones por parte de Preysler y Vargas, que llevan semanas guardando silencio entre fuertes rumores de planes de boda.
 Sin duda las palabras de Isabel y Mario no pasarán desapercibidas y no dejarán a nadie indiferente. Mucho menos a la familia del Nobel, que ya ha dejado muy claro que la relación del escritor casado y la viuda de Miguel Boyer «ha nacido de una infidelidad».

Viva Ingrid!, el corto del nieto de Bergman que conquistó Venecia.........................HÉCTOR LLANOS MARTÍNEZ

Alessandro Rossellini ha presentado un corto documental realizado a base de imágenes que la propia actriz rodó en su etapa italiana. Un homenaje más para celebrar el centenario de la actriz.

ingrid bergman 
 

 Antes de enamorarse de Roberto Rossellini, Ingrid Bergman lo hizo de su cine. Instalada en la cima tras los recientes éxitos de Casablanca (1942) y Por quién doblan las campanas (1943), la inquietud de la actriz le llevó a fijarse en una película italiana, Roma, ciudad abierta (1945). Estaba acostumbrada a la perfección de las producciones estadounidenses y la veraz desnudez de esa cinta le hizo ver algo único en ese director al que no conocía, explica de viva voz en Viva Ingrid!, el cortometraje documental que su nieto Alessandro Rossellini acaba de presentar en el Festival de Cine de Venecia.

 Esta cinta es solo una de las piezas de completo puzzle de homenajes en el centenario de su nacimiento, ocurrido hace apenas dos semanas.

La intuición de Bergman le hizo presagiar que había algo importante en esa obra –de hecho, estaba asistiendo al inicio del neorrealismo italiano–, pero prefirió esperar hasta descubrir si aquel talento era flor de un día. 

Tras visionar Paisà, decidió escribir una carta. “Querido señor Rossellini. He visto sus películas y las he disfrutado mucho. Si alguna vez necesita de una actriz sueca, que habla muy bien inglés, no ha olvidado su alemán, apenas se defiende en francés y lo único que sabe decir en italiano es ‘ti amo’, estoy dispuesta a ir a Italia a trabajar con usted”.

 Envió el escrito a los estudios Minerva, pero un inoportuno incendio le obligó a insistir, hasta que dio con su objeto de deseo. Tres hijos, seis películas y cientos de titulares críticos después, el que era el segundo matrimonio de la intérprete se disolvía, pero ese periplo italiano queda reflejado en los 20 minutos de cortometraje. 

 Registraba con su propia cámara de vídeo la fascinación que el país mediterráneo ejercía en ella y pronto aprendió a decir en el idioma de su marido mucho más que abruptas declaraciones de amor.

Habla la madrastra de lady Di................................................................ Patricia Tubella

"Diana acababa en mi sofá contándome sus penas", cuenta la condesa Spencer.

 

Raine McCorquodale paseando en el 2000 por una calle londinense. / cordon press

Seguir trabajando de pleno a los 85 años ya dice mucho de la aristócrata inglesa Raine McCorquoadale, que llegó a maridar hasta con tres condes, casada en primeras nupcias con el conde de Dartmouth, en segundas con el padre de Diana (el conde Spencer) y en terceras con el francés Jean-François de Chambrun.
 Pero si se añade que fue la madrastra de Diana de Gales, la historia adquiere unos tintes especialmente interesantes para el ámbito mediático.
 Sobre todo cuando la que fue condesa Spencer acaba de revelar, en una entrevista inédita, que su empleador de los últimos lustros ha sido el grupo Harrods, hasta hace poco propiedad de Mohamed Al Fayed, el padre de la última pareja de lady Di, Dodi Al Fayed, que pereció junto a la princesa en un accidente automovilístico en París en 1997.
En contra de la versión que, a resultas de la investigación oficial de aquel suceso, dibujaba a Dodi Al Fayed como un mero juguete de Diana sin mayor trascendencia en su vida, la madrastra de Diana quiso retratar entonces ante el juez la imagen de una pareja “profunda y felizmente enamorada”. Aquella declaración suscitó muchos interrogantes, porque las relaciones entre ambas mujeres habían distado mucho en el pasado de ser fluidas y, mucho menos, de proclives haberse contado confidencias.
Pero en su entrevista de esta semana con la revista británica The Gentlewoman la aristócrata, nacida como Raine McCorquoadale, confirma que “las dos acabamos por convertirnos en buenas amigas. Diana era una persona adorable que sufría una enorme presión y que acababa en mi sofá para contarme sus problemas...”.
Lady di y Dodi Al Fayed, en una imagen de 1997. / cordon press
La dama que acaparó tantas portadas antipáticas como madrastra de Diana, pero también algunas mucho más amables como hija de la exitosa autora de novelas rosas Barbara Cartland, no entiende de conflictos de intereses derivados de su actual empleo por Harrods International y Harrods States, agentes en la gestión de las más lujosas propiedades en Londres.
 Lo dijo y lo sostiene: Diana estaba enamorada de Dodi, y punto.
 El septuagenario Mohamed Al Fayed, padre del novio de la princesa inglesa y millonario de origen egipcio que nuca logró la nacionalidad británica, a pesar de su preeminencia en el mundo empresarial, acabó vendiendo su participación en Harrods a un holding de la familia real de Qatar, pero bajo la condición de que esos grandes almacenes inaugurados en 1840 mantendrían una suerte de tradiciones
. Y una de ellas acabó resultando en mantener el puesto de una aristócrata de nombre de pila Rane, que en su día se estrenó en el tumulto de las ofertas de Harrods al cargo de la sección que vendía los apreciados y caros jerseys de cachemira.
 La condesa se ocupa hoy de la cartera de lujo del grupo pero, pesar de su proverbial discreción, no ha podido evitar poner su granito en la historia nunca del todo relatada de los últimos días de Diana. Su hijastra adorada y añorada por el pueblo británico y, a la postre, su confidente.

Amenábar da miedo en San Sebastián.................................................................... Rocío García

El director español inaugura hoy el certamen con su nueva película, ‘Regresión’, una historia de terror rodada en inglés y protagonizada por Emma Watson y Ethan Hawke.

El miedo se instala en las calles de San Sebastián
. El misterio y el suspense merodean por las butacas del Kursaal.
 Los fantasmas que nos atenazan, los caminos que uno se ve obligado a recorrer en solitario frente a amenazas, intangibles o reales, se dan cita hoy en la ciudad de la mano de Alejandro Amenábar, que inaugura a lo grande con su nueva película, Regresión, la 63ª edición del único festival de cine de categoría A en España.
El corte de la cinta inaugural encierra todos los ingredientes necesarios para una cita de estas características: un director español de alta proyección internacional al frente de una gran producción rodada en inglés y con un reparto estelar encabezado por Ethan Hawke y Emma Watson.
 ¿Todos los ingredientes...? Casi todos: ni Watson ni Hawke, víctimas de los consabidos problemas de agenda, estarán hoy en San Sebastián para el inicio de las festividades, en un festival que apuesta claramente por el cine en español (de España y Latinoamérica), con una programación que presenta, en sus distintas secciones, más de 200 títulos.
Regresión, que abre la sección oficial aunque fuera de competición, supone no solo la vuelta al suspense de Alejandro Amenábar, sino también su debut en el festival más importante de España.
El director de cintas como Tesis, Mar adentro o Los otros</CF> pisará por primera vez la alfombra roja de San Sebastián.
 Puede decirse sin temor a equivocarse que Amenábar es muy poco festivalero
. Lo reconoce él mismo, aunque se confiesa reconfortado.
 Ha estado en los más importantes certámenes cinematográficos del mundo —su anterior película, Ágora, fue seleccionada en Cannes y la primera, Tesis, se presentó en Berlín— pero nunca lo había hecho en San Sebastián.
“Debutar en este festival con una película como Regresión es una muy buena manera de arrancar la carrera de este título”, aseguraba orgulloso el director en un encuentro reciente en Madrid
. Con su sexta película, tercera rodada en inglés, recién casado y con 43 años, Amenábar vuelve al género del suspense y lo hace con una película basada en un fenómeno real ocurrido en la América más profunda en los años noventa.
 Sectas satánicas, trastornos de personalidad, memoria reprimida... todo cabe en Regresión, un relato que busca entrar y perforar en la mente de los personajes.
Alejandro Amenábar ha seguido la senda de Tesis, su deslumbrante debut en el mundo del largometraje, hace ya 20 años, y de Los otros, la película que le puso en el firmamento internacional. El director reconoce que echaba de menos el género de terror, aunque él prefiera utilizar el término suspense.
 “Me gusta pasar miedo delante de una pantalla.
 Hay algo muy primario en todo ello
. En la seguridad de la butaca, sí me gusta pasar miedo
. Quizás también responde a que yo siempre he sido muy miedoso.
 Las películas de terror alimentaban esos miedos, pero ha sido cuando me he enfrentado a ellas como director cuando me he liberado de esos miedos infantiles a la oscuridad, los fantasmas o la muerte. Regresión no es una película de miedo, sino sobre el miedo, sobre cómo, a veces, el miedo nos atenaza y nos pone un velo delante que nos impide pensar y ver la realidad con claridad, de ir a la raíz del problema.
Quería mostrar lo fácil que es propagar el miedo y entrar en una especie de paranoia colectiva.
 Y ese es el miedo en estado puro”.
Ha perdido ingenuidad, lo reconoce, y por eso ha cambiado su aproximación al género.
 No ya solo como director, sino también como espectador.
 “Hemos perdido la capacidad de sorprendernos. Cada día es más difícil encontrar la sorpresa, pero lo que no ha cambiado es mi entusiasmo y disfrute.
 Todas mis películas las he hecho con la fuerza y la convicción de que esa era la historia que quería contar”.
Quien ve cumplido todo un sueño con esta inauguración del festival de la mano de Regresión es José Luis Rebordinos, el director de Zinemaldia, que con esta edición cumple su cuarto año al frente del certamen.
 Desde las primeras reuniones preparatorias del festival, allá por el mes de abril, el título de Amenábar era para él algo así como el vellocino de oro. “¿Quién no querría tener a Amenábar en su festival?”, repite de manera constante Rebordinos.

Muchos intereses

El proceso ha sido lento y complicado
. Muchos intereses, muchas voces y negociaciones agotadoras complicaron el camino, hasta el punto de que el equipo del festival tenía ya preparadas otras posibilidades por si las moscas.
“Es una película grande que no necesita el recorrido de un festival y estuvimos esperando a la decisión final de sus responsables sobre lo que querían hacer con ella.
 No nos hubiera importado incluso que también se presentara antes en Toronto, pero obviamente para nosotros es mucho más importante que la première mundial tenga lugar aquí, en San Sebastián.
 Fue una muy agradable sorpresa.
 Con la apuesta que tenemos este año de cine español, inaugurar con Amenábar no podía ser mejor. Yo he intentado varias veces que Alejandro viniera de jurado al festival y no lo he conseguido”, explica el principal responsable del certamen.
Hoy, José Luis Rebordinos, viejo integrante del comité de selección del Festival de Cine y antiguo responsable de la también donostiarra Semana de Cine Fantástico y de Terror, respira aliviado y agradecido por esta apuesta:
 “Esta es una película que no necesita festivales y que aporta más al Zinemaldia de lo que puede obtener aquí”.