Viva Ingrid!, el corto del nieto de Bergman que conquistó Venecia.........................HÉCTOR LLANOS MARTÍNEZ
Alessandro Rossellini ha presentado un corto documental realizado a
base de imágenes que la propia actriz rodó en su etapa italiana. Un
homenaje más para celebrar el centenario de la actriz.
Antes de enamorarse de Roberto Rossellini, Ingrid Bergman lo hizo de su cine. Instalada en la cima tras los recientes éxitos de Casablanca (1942) y Por quién doblan las campanas (1943), la inquietud de la actriz le llevó a fijarse en una película italiana, Roma, ciudad abierta
(1945). Estaba acostumbrada a la perfección de las producciones
estadounidenses y la veraz desnudez de esa cinta le hizo ver algo único
en ese director al que no conocía, explica de viva voz en Viva Ingrid!,
el cortometraje documental que su nieto Alessandro Rossellini acaba de
presentar en el Festival de Cine de Venecia.
Esta cinta es solo una de
las piezas de completo puzzle de homenajes en el centenario de su
nacimiento, ocurrido hace apenas dos semanas.
La intuición de Bergman le hizo presagiar que había algo importante en
esa obra –de hecho, estaba asistiendo al inicio del neorrealismo
italiano–, pero prefirió esperar hasta descubrir si aquel talento era
flor de un día.
Tras visionar Paisà, decidió escribir una
carta. “Querido señor Rossellini. He visto sus películas y las he
disfrutado mucho. Si alguna vez necesita de una actriz sueca, que habla
muy bien inglés, no ha olvidado su alemán, apenas se defiende en francés
y lo único que sabe decir en italiano es ‘ti amo’, estoy dispuesta a ir
a Italia a trabajar con usted”.
Envió el escrito a los estudios
Minerva, pero un inoportuno incendio le obligó a insistir, hasta que dio
con su objeto de deseo. Tres hijos, seis películas y cientos de
titulares críticos después, el que era el segundo matrimonio de la
intérprete se disolvía, pero ese periplo italiano queda reflejado en los
20 minutos de cortometraje.
Registraba con su propia cámara de
vídeo la fascinación que el país mediterráneo ejercía en ella y pronto
aprendió a decir en el idioma de su marido mucho más que abruptas
declaraciones de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario