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La pareja será la gran atracción de la gala de apertura de una nueva tienda de Porcelanosa
El próximo 9 de
septiembre, la ciudad de Nueva York se convertirá en un autentico
escaparate de famosos a propósito de una tienda de Porcelanosa en el
centro de Manhattan, concretamente en la esquina de la Quinta
Avenida con Broadway.
La alfombra roja promete ser todo un espectáculo, y
de ahí que la firma de azulejos con sede en Castellón prepare el que
será el chupinazo social de la temporada, y la vuelta a los focos de su musa por excelencia, Isabel Preysler, que irá acompañada por el premio Nobel Mario Vargas Llosa.
Sin duda, la llegada de la pareja más buscada por la prensa
del corazón, tanto en España como en Perú, promete acaparar todos los
flashes, aunque los neoyorquinos se volcarán seguramente en los actores Richard Gere y Sarah Jessica Parker,
que pondrán la nota internacional al evento (con permiso del Nobel).
Pero no serán los únicos.
Cerca de 700 invitados podrán codearse con los
vip contratados, y me consta que hay todo tipo de presiones hacia los
responsables de la firma para conseguir una invitación.
El aforo es limitado, y entre los famosos que también acudirán a Manhattan se encuentran desde la modelo rusa Irina Shayk
–posiblemente en compañía de su actual pareja, Bradley Cooper– hasta
Alfonso Diez, el duque viudo de Alba, que mantiene una excelente
relación con la familia Colonques desde su boda con Cayetana Alba.
Otros invitados
También se espera ese día a Ana Boyer Preysler y a Fernando Verdasco,
aunque todo dependerá de cómo quede clasificado el tenista en el US
Open, que ya ha empezado en Nueva York.
Otro habitual que también podría
acudir es el torero Cayetano Rivera, después de anunciar su boda con
Eva González, que se celebrará en noviembre, y como siempre fue su
deseo, en Mairena del Alcor, localidad natal de la novia.
Fija en la cita será también la modelo Nieves Alvarez, que ha pasado su primer verano como mujer separada,
pero lo ha hecho junto a su ex marido y sus hijos en una playa
italiana, ya que la relación es lo suficientemente cordial como para
intentar hacer los cambios mas fáciles a sus tres hijos.
Irá con su
buena amiga Nuria González, y ambas serán a buen seguro un apoyo
fundamental para una Isabel Preysler que sigue siendo la gran anfitriona
de una fiesta que, com es habitual, tendrá su correspondiente exclusiva
en su revista de cabecera.
Feliz junto a Vargas Llosa y deseosa de que su noviazgo se estabilice en lo que a repercusión mediática se refiere, Isabel se dispone a vivir su gran rentrée del brazo del hombre que le ha devuelto la alegría,
y por el que ha vuelto a colocarse en primera linea de fuego.
Eso sí,
convencidos del paso que han dado, intentan vivir lo más tranquilos que
pueden un noviazgo que la familia del Nobel sigue sin poder digerir.