La fiesta de cumpleaños del empresario portugués Joao Flores el fin de semana pasado en Lisboa (Portugal) sirvió para que Isabel Preysler presentara oficialmente a su novio Mario Vargas Llosa.
Un despliegue gráfico permitido por los protagonistas y que ha dejado
de manifiesto que la relación ya no tiene vuelta atrás y que acabará en
boda, como sucedió con los anteriores maridos, el marqués de Griñón y Miguel Boyer.
Una hoja de ruta característica de Isabel Preysler, aunque la
diferencia de ahora con antes es que no habrá descendencia que rubrique
el cambio de estado legal de viuda a mujer casada.
Isabel Preysler junto a Miguel Boyer (Efe)
Y si el viaje a Lisboa representa la parte frívola, el VIII Foro Atlántico, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad que preside el nobel, será el marco intelectual para esa nueva puesta en escena donde Isabel Preysler podría formar parte de los asistentes no inscritos en los seminarios que presentará su novio. La primera conferencia será el jueves en la Casa de América. La presencia de Isabel serviría también para testar si Álvaro Vargas Llosa,
conferenciante junto al nobel, mantiene esa buena relación con su padre
como aseguran desde el entorno directo de Preysler. Ni el mejor
guionista de culebrones podría haber imaginado un desarrollo con más
tensión y morbo que estos encuentros culturales. “Ojalá no se desborde
la situación. Desde luego si acude Isabel la repercusión mediática puede
ser impredecible”, aseguran participantes de este foro en el que
participan intelectuales como Guy Sorman (Francia), Roberto Ampuero (Chile), Yoani Sánchez (Cuba), Lilian Tintori (Venezuela), Cayetana Álvarez de Toledo (España) y Maurico Rojas (Chile), entre otros especialistas.
Y si el viaje a Lisboa representa la parte frívola, el VIII Foro Atlántico, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad que preside el nobel, será el marco intelectual para esa nueva puesta en escena donde Isabel Preysler podría formar parte de los asistentes no inscritos en los seminarios que presentará su novio. La primera conferencia será el jueves en la Casa de América. La presencia de Isabel serviría también para testar si Álvaro Vargas Llosa,
conferenciante junto al nobel, mantiene esa buena relación con su padre
como aseguran desde el entorno directo de Preysler. Ni el mejor
guionista de culebrones podría haber imaginado un desarrollo con más
tensión y morbo que estos encuentros culturales. “Ojalá no se desborde
la situación. Desde luego si acude Isabel la repercusión mediática puede
ser impredecible”, aseguran participantes de este foro en el que
participan intelectuales como Guy Sorman (Francia), Roberto Ampuero (Chile), Yoani Sánchez (Cuba), Lilian Tintori (Venezuela), Cayetana Álvarez de Toledo (España) y Maurico Rojas (Chile), entre otros especialistas.
Y si el viaje a Lisboa representa la parte frívola, el VIII Foro Atlántico, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad que preside el nobel, será el marco intelectual para esa nueva puesta en escena donde Isabel Preysler podría formar parte de los asistentes no inscritos en los seminarios que presentará su novio. La primera conferencia será el jueves en la Casa de América. La presencia de Isabel serviría también para testar si Álvaro Vargas Llosa,
conferenciante junto al nobel, mantiene esa buena relación con su padre
como aseguran desde el entorno directo de Preysler. Ni el mejor
guionista de culebrones podría haber imaginado un desarrollo con más
tensión y morbo que estos encuentros culturales. “Ojalá no se desborde
la situación. Desde luego si acude Isabel la repercusión mediática puede
ser impredecible”, aseguran participantes de este foro en el que
participan intelectuales como Guy Sorman (Francia), Roberto Ampuero (Chile), Yoani Sánchez (Cuba), Lilian Tintori (Venezuela), Cayetana Álvarez de Toledo (España) y Maurico Rojas (Chile), entre otros especialistas.
Y si el viaje a Lisboa representa la parte frívola, el VIII Foro Atlántico, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad que preside el nobel, será el marco intelectual para esa nueva puesta en escena donde Isabel Preysler podría formar parte de los asistentes no inscritos en los seminarios que presentará su novio. La primera conferencia será el jueves en la Casa de América. La presencia de Isabel serviría también para testar si Álvaro Vargas Llosa,
conferenciante junto al nobel, mantiene esa buena relación con su padre
como aseguran desde el entorno directo de Preysler. Ni el mejor
guionista de culebrones podría haber imaginado un desarrollo con más
tensión y morbo que estos encuentros culturales. “Ojalá no se desborde
la situación. Desde luego si acude Isabel la repercusión mediática puede
ser impredecible”, aseguran participantes de este foro en el que
participan intelectuales como Guy Sorman (Francia), Roberto Ampuero (Chile), Yoani Sánchez (Cuba), Lilian Tintori (Venezuela), Cayetana Álvarez de Toledo (España) y Maurico Rojas (Chile), entre otros especialistas.
Y si el viaje a Lisboa representa la parte frívola, el VIII Foro Atlántico, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad que preside el nobel, será el marco intelectual para esa nueva puesta en escena donde Isabel Preysler podría formar parte de los asistentes no inscritos en los seminarios que presentará su novio. La primera conferencia será el jueves en la Casa de América. La presencia de Isabel serviría también para testar si Álvaro Vargas Llosa,
conferenciante junto al nobel, mantiene esa buena relación con su padre
como aseguran desde el entorno directo de Preysler. Ni el mejor
guionista de culebrones podría haber imaginado un desarrollo con más
tensión y morbo que estos encuentros culturales. “Ojalá no se desborde
la situación. Desde luego si acude Isabel la repercusión mediática puede
ser impredecible”, aseguran participantes de este foro en el que
participan intelectuales como Guy Sorman (Francia), Roberto Ampuero (Chile), Yoani Sánchez (Cuba), Lilian Tintori (Venezuela), Cayetana Álvarez de Toledo (España) y Maurico Rojas (Chile), entre otros especialistas. Mario Vargas Llosa, en una imagen de archivo (Efe)Previamente
a las charlas, todos los conferenciantes que participan en los
seminarios, más sus invitados y socios de la fundación, compartirán un
encuentro social, un cóctel al que estaría invitada Isabel Preysler y que seguramente no acudirá
. Durante años estas actividades culturales del nobel estaban controladas, dirigidas y supervisadas por Patricia Llosa,
que se encargaba de la agenda social, personal y profesional de su
marido.
Mañana será la primera vez en 50 años que no esté a su lado
. Sí,
en cambio, su hijo Álvaro, que forma parte del organigrama de la
fundación, por lo que acudirá al cóctel de bienvenida.
También asistirán amigos comunes del aún matrimonio que siguen expectantes ante lo que puede ser un divorcio muy complicado, con daños afectivos y económicos importantes
Quiera ella o no Vargas Llosa tiene 80 años y el divorcio es complicado, sin descendientes como ella hizo con todos sus hombres y un largo divorcio se pone a cuidar un "anciano", cosa que creo no esté en sus olanes, salvo que tenga ya otro objetivo , Veremos, ella aunque le paguen una pasta por ser cara de firmas, no estará muy boyante. Miguel Boyer era un hombre de Grandes sueldazos y ella por más que invierta en su cuerpo lo que le paguen la vida te pasa factura, claro que si solo has hecho vivir por la cara, la tienes ya como una careta de carnaval..
Nir Baram nos devuelve a los indignados con una narración acumulativa que ahonda en las complejidades del mundo.
El 15-M nació un día de mayo de 2011 con la manifestación de los
primeros indignados por la gestión política de la crisis de 2008. La novela del israelí Nir Baram
(1976) es un relato internacional que nos devuelve al ambiente de
aquellas protestas y al tiempo de la burbuja que lo precedió. Para ello,
el autor ha novelado las vidas de tres grupos de personas en otros
tantos lugares del planeta, alternando tres técnicas narrativas
diferentes.
El primer grupo se encuentra en Israel y tiene por protagonista a
Gabriel Mantsur, el protegido de un judío neoyorquino propietario de un
fondo de inversión.
El segundo núcleo lo forman los socios y empleados
de una reputada consultoría política global con base en Washington, que
sobre el papel defienden los grandes ideales de la paz y la democracia.
El tercer grupo aglutina en Londres a varios jóvenes descontentos, casi
todos nacidos en familias con graves problemas y que a duras penas
sobreviven con trabajos precarios en condiciones lamentables.
Serán
estos últimos los que enarbolen la iniciativa de convocar una huelga
mundial el 11 de noviembre de 2011, sin una reivindicación clara, pero apelando al sueño que ha tenido un tal Christopher y a la magia de los números repetidos: 11.11.2011.
En cuanto a la narración, la historia ambientada en Israel —la de
Gabriel Mantsur— nos llega a través de la clásica tercera persona,
mientras que la trama de la consultoría se relata mediante una serie de
correos electrónicos y breves de prensa. Por fin, los sucesos de los
jóvenes nos llegan por medio de un informe redactado por ellos después
de la huelga, según descubrimos al final.
De estas tres historias —que
podrían haber sido novelas independientes—, la más vigorosa e
interesante es la de la consultoría, aunque se ve perjudicada por el
lastre de las otras dos, y es que la estructura hace que el lector se
encuentre con tres compartimentos casi estancos hasta muy avanzada la
novela, a lo que hay que añadir la ausencia de una intriga poderosa al
principio.
Ello puede deberse a que el libro no empieza en medio del
conflicto, sino con la extensa biografía de uno de los personajes que, a
la postre, resulta innecesaria para la acción.
Este narrar acumulativo
obliga a repetir las reflexiones sobre el bien y el mal, el bien común,
el mal menor, las bondades del término medio y las complejidades del
mundo.
También sirve para levantar una novela realista que nos habla de los intereses creados en política y comunicación,
las finanzas y la filantropía globales, y la corrupción.
No es asunto
alegre. Ni se cuenta con humor. Pero casa bien con cierta poética
dominante según la cual la literatura tiene por fin documentar la cara
menos agradable del mundo.
Denis Johnson, autor estadounidense, nacido accidentalmente en
Múnich en 1949, llega, por fortuna, periódicamente a nuestras librerí
as.
Autor de culto, se nos presenta siempre con la mitología pertinente y
la ristra de ajos de los Hawthorne, Melville, O’Connor colgada al
cuello. En esas circunstancias, ¿qué demonios puede hacer un crítico con
la corona de laurel o la estaca de madera? ¿Con respecto a qué baremos
se puede juzgar o comparar un autor como Johnson? ¿Con respecto a su
propia obra, con entregas como Hijo de Jesús oÁrbol de humo? ¿Con la del
resto de novedades? Johnson es un trozo de escritor que hace deslizar
desde lo alto de su aislamiento su Sueño de trenes para que dé la buena
nueva al mundo. Y aquí la esperamos. Todas las veces que quiera. Por
CARLOS ZANÓN
Habrá guardaespaldas, mánagers, abogados, especialistas en pelucas y
ayudantes de todo par. Pero cuando te conviertes en la artista más
poderosa del mundo es por algo.
La cantante Katy Perry. / Jordan Strauss/Invision/AP
Solo la he visto una vez en persona, durante apenas cinco minutos,
pero intensos y muy bien amortizados (subí una foto juntas a Instagram y
lo peté como nunca).
Ese ratito que compartí en una diminuta sala junto
a Katy Perry
me resultó largo y fructífero. Es curioso: has visto durante minutos,
horas, a una persona en la tele/cine/YouTube, y luego cinco minutos cara
a cara bastan.
La Perry impresiona.
Es grande, y no solo por sus tacones —que eran
tan altos como cómodos, es lista la tía—. Entonces faltaban apenas 20
minutos para su concierto en el Palau Sant Jordi
de Barcelona, en febrero
. Pero llegó tranquila a esa salita rebosante
de fans elegidos por alguna de las marcas que ella patrocina o previo
pago de una barbaridad.
Saludó, besó, fue majísima, puso caritas para
los selfies, volvió a besar y ciao pescao.
Pudo parecer que la llevaban y la traían, que ni pinchaba ni cortaba,
que solo observaba con sus grandes ojos, muy abiertos.
Pero no.
Solo
había que mirarla.
Mandaba ella. Porque ella decide. Habrá
guardaespaldas, mánagers, abogados, especialistas en pelucas y ayudantes
de todo par.
Pero cuando te conviertes en la artista más poderosa del
mundo es por algo. Vale, no poderosa oficialmente: mejor pagada, ha dichoForbes.
Pero ¿cuándo ha logrado alguien sin poder cantar en la Superbowl,
posar para Moschino, ganar 135 millones de dólares en un año?
Tiene
tanto poder que lo festejó contándoles a sus 23 millones de instafans que se comerá su taco favorito de fast food, que solo cuesta tres dólares, para celebrarlo.
Riqueza, poder, fama, comida basura. Opio.