Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

29 may 2015

El proyecto Hildegart..................................................................... Carmen Ordoñez

La Linterna Sorda recupera ‘Aurora de sangre’, extenso reportaje de Eduardo de Guzmán sobre la truculenta historia de Aurora Rodríguez.

 

Amparo Soler Leal encarnó a Aurora Rodríguez en ‘Mi hija Hildegart’, de Fernando Fernán Gómez.
En algún momento de la madrugada del 9 de junio de 1933, en su piso de la madrileña calle de Galileo, Aurora Rodríguez le descerrajó cuatro tiros a su hija Hildegart mientras la joven –aún no había cumplido los 19– dormía.
 La historia, de por sí truculenta, supera el dramatismo si tenemos en cuenta que Hildegart había sido concebida con un propósito experimental: demostrar que una correcta selección genética unida a una educación esmerada derivarían en una evolución positiva para el ser humano.
Cuando fue sacrificada en aras de la eugenesia –o, más bien, de la locura materna–, Hildegart era una mujer excepcional: precoz desde su más tierna infancia, se licenció en Derecho con tan solo 17 años y, después, simultaneó los estudios de Medicina con los de Filosofía y Letras; había escrito ya 15 libros y numerosos artículos periodísticos; era una destacada militante anarquista y se encontraba en la vanguardia del movimiento feminista.
 Era, además, una intelectual de prestigio en los círculos médicos europeos más avanzados en materia de sexología.
 En 1930 Hildegart era sinónimo de revolución sexual.

Pasión de madre

Aurora de sangre. Vida y muerte de Hildegart es un extenso reportaje que recupera ahora La Linterna Sorda.
 El periodista Eduardo de Guzmán tuvo la oportunidad de conocer a las protagonistas y de entrevistar detenidamente a la madre en la cárcel.
 La historia fue llevada al cine por Fernando Fernán Gómez (1977) y al teatro por Fernando Arrabal (1986).
A medio camino entre el doctor Frankenstein y el mítico Pigmalión, Aurora Rodríguez sustentó toda su vida en función, más que de su hija, de su proyecto Hildegart.
 Tremenda y cruel contradicción, la de pretender educar a una criatura para que sea libre, cortándole las alas en el momento en que echa a volar.
 Porque su decisión de quitarle la vida se hizo firme cuando la hija manifestó su propósito de independizarse, de seguir su carrera en el extranjero, despegándose así de una madre absorbente y posesiva hasta lo enfermizo: su historia clínica fue desvelada en 1987 por el (anti)psiquiatra Guillermo Rendueles en El manuscrito encontrado en Ciempozuelos.

Carey Mulligan, pasiones de cine.............................................. Barbara Celis

La actriz británica, icono de directores como los hermanos Coen y Thomas Vinterberg, ha consolidado su carrera al margen de la espuma de la fama

Candidata al Oscar, feminista y meticulosa, desembarca de nuevo con papeles que rompen clichés en la gran pantalla.

La actriz Carey Mulligan. / Stevie and Mada
Hay actrices jóvenes que se abrazan al denso oleaje del éxito, donde burbujea la espuma del champán en noches indolentes que producen resaca y paparazis.
 Y luego está Carey Mulligan (Londres, 1985). Por eso entre los lectores habrá quien no reconozca su nombre, aunque sí su rostro, incluso si solo la han visto una vez: esos hoyuelos que enmarcan su sonrisa son difíciles de olvidar.
 Pero esta británica con cara de niña traviesa lleva tratando de pasar inadvertida desde que en 2009 la pe­lícula An Education, de la danesa Lone Scherfig, la catapultó a una galaxia muy extrema, la de los candidatos al Oscar, y la energía desbocada de aquel universo estrellado le asustó.
La experiencia de pasar de ser una actriz casi anónima con pequeños papeles en televisión o teatro a ser candidata al mayor premio de la industria del cine fue un terremoto para Mulligan
. Con 24 años, ¿quién no se hubiera entregado a la atención desaforada, los regalos, las cenas con famosos o, en otras palabras, a la bacanal romana que envuelve al candidato a un Oscar? “Yo lo pasé mal. No disfruté nada de las fiestas ni de la atención.
Ahora miro hacia atrás y pienso que debería haber intentado divertirme, pero es un mundo en el que no encajé. No me sentí parte de él entonces y tampoco ahora”
. Lo dice bajito, como todo lo que dice, porque ni el volumen ni el contenido de su conversación deja espacio para el descontrol: ni una palabra más fuerte que otra, ni una frase hueca o vacía como las que a menudo disparan otras actrices cuando entran en ese loop que las lleva, instigadas por una entrevista, a mirarse con lupa el ombligo y a hablar de más.
Mulligan también en eso parece diferente.
 Está en un hotel londinense, pero no está.
 Con su melena midi y su traje de chaqueta negro, serio y sobrio, cumple correcta con el guion de la promoción de la película Lejos del mundanal ruido, de Thomas Vinterberg, que se estrena el mes que viene en España, y de la que es protagonista, pero hablará lo justo para no desnudarse frente a su interlocutora.
 Eso sí sería noticia, una actriz que se desnuda en público, pero Mulligan, metafóricamente, no se quita ni el gorro ni la bufanda, aunque a medida que avanza la entrevista va dejando caer capas de cebolla.
 Hay que sentirse afortunados si hemos conseguido llegar al menos hasta el jersey. Más allá, nadie, excepto sus amigos más íntimos, está invitado a entrar.
 Y probablemente eso haya sido lo que la ha salvado de convertirse en otro esperpento de los muchos que habitan el universo de las celebridades jóvenes que dan titulares amarillos en la prensa rosa. “Me di de bruces con la popularidad a través de Keira Knightley cuando participé en Orgullo y prejuicio, en 2005
. Fue mi primera película y nos hicimos muy amigas
. Ella era ya muy conocida y vi lo duro que era tener que lidiar con los paparazis y con un montón de cosas negativas, así que me volví muy precavida.
Creo que ser famoso es muy poco atractivo.
 Obviamente todos aspiramos al éxito porque te da mejores oportunidades de trabajo, pero la mochila que acompaña todo eso es horrible”. Tajante, directa, clara.
Me di de bruces con la popularidad a través de Keira Knightley. Vi lo duro que era y me volví muy precavida. No me atrae ser famosa”
Tras aquella incursión como espectadora de la fama, la paladeó en carne propia con An Education y, aunque no ganó el Oscar (pero sí un Bafta, el Oscar británico), tenía la edad perfecta, el talento y el físico necesario para triunfar en Hollywood, así que la industria la invitó a entrar en su selecto club de actrices.
Sin embargo, no se dejó cegar por los focos ni por los flases, respiró hondo, tomó asiento, se sentó al volante de su carrera como si fuera una veterana y comenzó a ver desfilar frente a ella múltiples guiones.
 Uno tras otro fueron a la basura. Nada llegaba a sus manos que mereciera la pena o, al menos, así lo vivió ella.
Para una actriz sin formación académica, rechazada en tres escuelas de arte dramático, muchos en la industria pensaron que se pasaba de lista.
 Pero a juzgar por sus elecciones se equivocaron. No es arrogante, solo persistente. Cuando era adolescente escribió a Kenneth Branagh pidiendo consejo y después a Julian Fellowes, quien le dijo que en lugar de ser actriz se casara con un abogado.
 No le gustó la respuesta e insistió, así que la invitó a una cena de jóvenes aspirantes a actor y así conoció al director de casting que la llevó hasta Orgullo y prejuicio.
 Pasarían cuatro años hasta aquel papel de joven rebelde que abandona los estudios para seguir a un hombre más mayor en An Education y, tras participar en Brothers y Nunca me abandones, que ya había filmado antes de aquel éxito, solo la hemos vuelto a ver en seis películas, menos de una por año, y no precisamente mediocres: Wall Street, el dinero nunca duerme, de Oliver Stone; Drive, del niño prodigio Nicolas Winding Refn; Shame, del oscarizado Steve McQueen; El gran Gatsby, del mago del espectáculo Baz Luhrmann, e Inside Llewyn Davis, de los hermanos Coen. Y en ninguna de esas películas ejerce de mujer decorativa.
“Esa es la batalla más difícil de las actrices.
 Yo siempre estoy buscando papeles en los que se pueda aportar algo más que la cara bonita, quiero sustancia, historias complejas.
A mí no me interesa ver películas con mujeres que aparecen como accesorios del intérprete masculino, así que prefiero no hacerlas. No se trata de que te den o no papeles de protagonista
. El tamaño de un personaje no es importante, lo que importa es si la gente va a poder conectar con él y si tiene alguna razón para ser parte de la historia, más allá de la de embellecer la pantalla”.
Si alguien se preguntaba por qué se había prodigado tan poco aquí tiene la explicación: Mulligan rechaza los “papeles-jarrón de flores”, como ella los llama
. Sin embargo, con solo ese puñado de títulos ha conseguido entusiasmar a críticos y espectadores por igual. En Shame transformó completamente su imagen angelical para dar vida a una veinteañera conflictiva y sorprendió con su capacidad camaleónica
. En El gran Gatsby de Baz Luhrmann consiguió hacernos olvidar a Mia Farrow, que había interpretado memorablemente a Daisy Buchanan, la amante de Robert Redford en el Gatsby de 1974 con guion de Coppo­la.
“Son personajes que escogí porque tenían sentido, un recorrido propio.
 A menudo los papeles femeninos son caricaturas de la mujer, no se corresponden con nada real. Son bellas y estúpidas o bellas y superinteligentes, pero el espectador nunca sabe por qué”.
Ryan Gosling y Carey Mulligan, en 'Drive' (2011). / Album
Mulligan es consciente de que elegir es un lujo que no todas las actrices tienen.
 “Sé que tengo mucha suerte porque en este momento de mi carrera puedo renunciar a trabajar si no encuentro lo que me gusta.
 Sé que eso puede cambiar o puede llegar un día en que tenga hijos, necesite más dinero y tenga que aceptar otr
as cosas, pero de momento puedo escoger, así que solo acepto papeles que realmente me interesan”. Lo que nos lleva hasta la película que nos ha reunido en Londres.
Lejos del mundanal ruido, basado en el libro homónimo de Thomas Hardy, que se desarrolla en la Inglaterra victoriana, no parecería, a priori, un filme en el que Mulligan se interesaría (se estrenará en los próximos meses en España).
 “Las películas de época no me atraen especialmente, pero el libro de Hardy me encantó, y encima está dirigida por Thomas Vinterberg [uno de los seguidores ejemplares del Dogma de Lars von Trier]”.
 Además su personaje, Bathsheba Everdene, aunque monte a caballo con falda y tenga múltiples pretendientes (interpretados entre otros por el brillante Michael Sheen), es una mujer moderna e independiente más cercana a las del siglo XX que a las del XIX.
 Un goloso caramelo para alguien que no tiene reparos en definirse como feminista. “Claro que no. Por alguna razón el término ha adquirido connotaciones negativas, pero yo no me avergüenzo de decir que lo soy.
 Es como si lleváramos toda la vida en sociedades donde podemos expresar nuestras opiniones y hacer lo que queramos, pero para la mayoría de las mujeres del planeta no es así. Y eso no hay que olvidarlo.
 Por eso el personaje de Bathsheba es tan extraordinario.
Quiere dirigir su vida, que no la domine un hombre, imponer su voluntad… Eso en el siglo XIX no ocurría y por eso el libro de Hardy se considera uno de los primeros feministas de Inglaterra.
 Conecta más con el presente que con el pasado y espero que eso interese a las nuevas generaciones”. Lo dice sin demasiada seguridad, pero transmitiendo el deseo de todo intérprete de que los espectadores acudan al cine a ver su trabajo.
No me avergüenza decir que soy feminista. La mayoría de las mujeres del planeta no pueden hacer lo que quieren. Y eso no hay que olvidarlo”
Precisamente de las primeras reivindicaciones feministas habla otra de sus próximas películas, Sufragette, de Sarah Gavron, donde interpreta a una mujer que, desde el más absoluto desinterés político, se transforma en una militante por el derecho al voto femenino, una sufragista
. Comparte pantalla, entre otras, con Meryl Streep y Helena Bonham Carter, y dice haber aprendido mucho sobre cosas que todos deberíamos saber.
“Es un periodo histórico apasionante y la verdad es que no era consciente de cuánto habían sufrido las mujeres para llegar a votar”.

 

Un verano perfecto........................................................ Mario Suárez

La Costa Brava, Ibiza, Bali, Las Vegas, las islas Maldivas… Hay vacaciones que marcan para siempre. 

Estos son los relatos de 10 viajes inolvidables vividos por 10 personajes con mucha chispa

 

Fondo marino con corales en las islas Maldivas. / Getty Images

Un cómico en Las Vegas

Coches clásicos en la calle Fremont de Las Vegas (Estados Unidos). / Susann Kremer

Álex O’Dogherty, actor y cantante

Siempre que puede se escapa a Estados Unidos de vacaciones. En 2011 recorrió solo varios Estados visitando a amigos. Álex O’Dogherty (San Fernando, Cádiz, 1973) quería hacer ese verano un viaje nostálgico para revivir los recuerdos de su graduación en Kansas veinte años antes.
“Era el aniversario, y mis compañeros organizaron una reunión para celebrarlo, así que me fui del tirón para allá”, cuenta.
 Y, de paso, visitó también San Francisco, Los Ángeles, Las Vegas y Nueva York. “En cada ciudad buscaba clubes de comedia y me subía al escenario para hacer algún monólogo”. De ese viaje se trajo instrumentos que hoy forman parte de algunos de sus shows, incluso “una miniguitarra, réplica de la de Zakk Wylde”. A Nueva York volverá pronto, este próximo verano, “para ver teatro y estudiar un curso en la New York Film Academy
. El resto del verano será trabajo con las giras de The Hole 2 y La Bizarrería. Pero no desespera, sigue soñando con visitar las islas griegas, que le cautivaron y a las que volverá algún día.
La cala Sa Tuna Aiguafreda, en Begur, en la Costa Brava. / Gonzalo Azumendi

Luciérnagas en el Bajo Ampurdán

Guille García Hoz, diseñador e interiorista

“Descubrí la Costa Brava, el olor de los pinos, las luciérnagas, hacer carreras de caracoles y recoger tomates de la huerta”. Guille García Hoz (Madrid, 1976) todavía recuerda el verano de 1984, el que, por ahora, ha sido el mejor verano de su vida.
El diseñador e interiorista vivió esos días en una masía en Foixà con sus padres y hermanos.
 Y de recuerdo, todos ellos se trajeron “un montón de cicatrices”. No ha vuelto a visitar esa zona del Bajo Ampurdán (Gerona)
: “La verdad es que me da pánico volver y ver lo que haya podido hacer la mano del hombre desde entonces, pero algún día tendré que ir”
. Este verano tiene planificado salir de casa para visitar unos cuantos “mercadillos y brocantes, a la caza de mobiliario”, y también viajará a México —“con mi fauna de cerámica”— para terminar de grabar Decoreto, el programa que presenta en Canal Decasa. Planes laborales que terminará compaginando con momentos de placer, por ejemplo, “alargando los fines de semana”.
 Cuando por fin logre unos días de descanso, compartirá sus movimientos cada minuto en las redes sociales. “Soy un verdadero palizas, comparto muchísimo, pero es que cuando estás feliz es lo que te apetece hacer”, dice.
La torre de Tsutenkaku, en Osaka (Japón). / Simon Long

Si hoy es lunes, toca japonés

Usun Yoon, actriz y presentadora

Ocho nacionalidades distintas y un jaleo de idiomas absoluto. Ese es el resumen de lo que fue el verano de su vida, el de 2011. Usun Yoon (Sokcho, Corea del Sur, 1974) lo pasó en Japón y Corea junto a un grupo de amigos. “Nos confundíamos muy a menudo de idioma cuando estábamos agotados por el calor y la humedad. Hablábamos inglés, catalán, castellano, coreano y japonés. Y yo acabé hablándole a mi padre en todos los idiomas menos en coreano”, cuenta. Pero el viaje fue movido también por otras causas extralingüísticas:
 “Viví por primera vez en mi vida la experiencia de un terremoto. Fue en Osaka, a las seis de la mañana y con una intensidad de entre seis y siete grados en la escala de Richter. Duró poco tiempo, pero se me hizo eterno”.
 Además del susto, le queda de ese viaje una colección de figuras en miniatura —“volví con la maleta llena de ellas”— y las ganas de repetir —“¡salvo el terremoto, claro!”—. Aún no tiene planes para el próximo verano. “Lo suelo planificar después de presentar la declaración de la renta”, dice entre carcajadas. Pero recomienda sin duda viajar a su pueblo natal, Sokcho, en la costa oeste de Corea del Sur, “con un bellísimo parque nacional”.
El estudio de música Sun Studio, en Memphis (Estados Unidos). / Getty Images

Una canción para Johnny Cash

Ángel Carmona, locutor de ‘Hoy empieza todo’, de Radio3

Año 2009. Una guitarra, tres amigos y un itinerario para tocar en las tumbas de aquellos que les enseñaron a tocar y vivir la música. Nueva Orleans, el delta del Misisipi, Memphis y Nashville. Y, de remate, el Festival de Música y Arte Bonaroo. Ese fue, por ahora, el mejor verano de Ángel Carmona (Jerez de la Frontera, Cádiz, 1979), unas semanas que vivió con su hermano, su mejor amigo, una guitarra, tres sombreros y un coche. “Un viaje de flipados, que es lo que somos”, dice. “Me ayudó a estar a bien con aquellos que me enseñaron.
 Al llegar a Atlanta compramos una guitarra y fuimos tocando una canción por cada artista en sitios míticos: la estatua de Hank Williams, la de Louis Armstrong, la tumba (vacía) de Elvis, su casa natal, Sun Studio, la tumba de Johnny Cash, la de Charley Patton, vagones vacíos en el delta del Misisipi… Recorrimos las carreteras secundarias paralelas a la ruta 61 y alucinamos. ¡Tocamos con bluesman y hasta le dimos la mano a BB King!”. Tan impactante para su memoria fue este viaje, que este verano repite, y desde www.sociedadhistorica.com ya están preparando la aventura en grupo.
 “El viaje es tan increíble, que se te queda el cuerpo como si te hubieran dado un buen guitarrazo”.
Fondo marino con corales en las islas Maldivas. / Getty Images

Las islas Maldivas y el amor

David Ríos, coctelero

El que fue elegido el mejor coctelero del mundo en 2013 en la World Class de Diageo todavía guarda un diente de tiburón del mejor viaje de su vida. David Ríos (Berango, Vizcaya, 1976) viajó en 2010 con su mujer a las islas Maldivas.
 “Era nuestra luna de miel y queríamos un lugar paradisiaco y romántico. Como nos gusta el surf a los dos, pues allí nos fuimos”, cuenta. Le gustaría repetir el destino, esta vez con sus mellizos, pero su agenda de mixología le tiene ocupado hasta el mes de septiembre.
 “Llevo trabajando en verano los últimos 18 años”, dice. Eso sí, con destinos como Hong Kong, Corea, Eslovaquia, Sudáfrica, Rusia, Rumanía, República Checa, Japón, Suiza, Ecuador…Impresionante la agenda de trabajo de este experto en bebidas espirituosas, al que el estilo de vida zen le inspira cuando piensa en vacaciones:
“Recomiendo que la gente desconecte unos días de este mundo, que mire al horizonte, coja aire, lo expulse y sonría a la vida”.

¿Es viable el programa económico de Manuela Carmena?............................ Amanda Mars

Ahora Madrid quiere dar electricidad a todos los que no puedan pagarla, reestructurar la deuda municipal y parar los desahucios. ¿Es posible todo eso? Tres expertos responden.

 

Manuela Carmena
Manuela Carmena, el miércoles con los otros 19 concejales electos de su lista. / David Arenal (EFE)
Ahora Madrid, el partido de Manuel Carmena, ha incluido una batería de medidas económicas de marcado carácter social (y también controvertidas).
Entre otras propuestas, ha prometido una auditoría de la deuda pública (contemplando incluso quitas), revisar los contratos municipales para devolver al Ayuntamiento los servicios de recogida de basura, limpieza viaria o subir los impuestos a las grandes empresas
. También propone garantizar los suministros básicos (luz y agua) a todos los hogares que no puedan pagarlos y poner todos los medios y recursos municipales para la paralización de desahucios y desalojos de primera vivienda y para garantizar una alternativa habitacional.
 Los expertos analizan los pros y los contras.

José Carlos Díez: "Muchas medidas de gasto y nada de ingresos"

El economista advierte de que la mayor parte de medidas económicas del programa de Carmena afectan al gasto público y no se compensa con otras medidas que estimulen los ingresos, más allá de subir el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) -suprimido hoy en día para la mayor parte de empresas- "pero de ahí se recauda muy poco"
. "Hay más de 10 medidas de gasto, ¿cómo las van a pagar?", apunta.

Díez apoya que se revisen los contratos públicos, algo que también quiere hacer Ahora Madrid, y se reviertan dentro de la legalidad en caso de detectar que sean mejorables, pero es muy crítico con la idea de la reestructuración de la deuda pública municipal.
 "La mayor parte de la deuda está contraída con el Estado y con el Tesoro, ¿a quién van a dejar de pagar, ¿al resto de españoles?", señala.
"¿El Círculo de Podemos en Cádiz va a apoyar quizá que los contribuyentes gaditanos paguen la deuda del Ayuntamiento de Madrid", pregunta el economista.
 También critica que un ayuntamiento no tiene potestad para parar los desahucios, algo que se ha convertido en el caballo de batalla de la formación.
En general, para Díez el problema "conceptual" del programa es que "se concentra exclusivamente en la redistribución de la riqueza" pero no presta atención a las medidas "de generación de crecimiento", al contrario de lo que le ha pasado, a su juicio, al Gobierno del PP "que ha primado la generación de riqueza y no ha aprobado medidas de redistribución".
*José Carlos Díez es economista, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares y autor de La economía no da la felicidad y Hay vida después de la crisis

Antonio Quero: "Madrid tiene un verdadero problema de deuda y será útil una auditoría"

Este experto defiende la conveniencia de una auditoría, pero advierte de que hay una diferencia fundamental entre deuda nacional y municipal: la primera está compuesta en su mayoría de emisiones de títulos negociables y la municipal consiste esencialmente préstamos bancarios (el 81,3% de los 5.434 millones de deuda del ayuntamiento de Madrid son préstamos).
Eso significa que ambos tipos tienen modalidades de reestructuración muy diferentes y para el caso municipal las moratorias o quitas pueden ser contraproducentes para las arcas públicas.
 “Los préstamos bancarios están asociados a unos contratos y unas garantías muy precisas, además de encontrarse las dos partes en pie de igualdad ante los tribunales nacionales en caso de incumplimiento del contrato.
Las entidades acreedoras están mejor protegidas que los inversores en títulos de deuda.
 La negociación de moratorias o quitas en este caso puede conllevar más costes para el Ayuntamiento que beneficios”, apunta.
“La renegociación de los tipos de interés (el 59,6% de la deuda es a tipo fijo, probablemente superior a los tipos actuales del mercado, el Ayuntamiento no facilita el dato exacto) o el alargamiento de plazos es una opción, pero depende mucho de la relación entre deudor y acreedor, que en este caso será problemática si al mismo tiempo el Ayuntamiento pretende imponer medidas antidesahucios”, señala el experto financiero.
Para Quero, el Ayuntamiento de Madrid "tiene un verdadero problema de endeudamiento y será útil conocer, gracias a una auditoría, en qué condiciones se ha generado y las responsabilidades que pudieran derivarse o cómo mejorar en el futuro el control de costes".
“Pero en términos financieros sería mucho más beneficioso buscar una renegociación constructiva aprovechando el entorno de tipos históricamente bajos que plantear una batalla hostil”, recalca.
*ANTONIO QUERO es experto financiero de la Comisión Europea, coordinador de Factoría Democrática y autor de La reforma progresista del sistema financiero

Lorenzo Bernaldo de Quirós: "No es un plan inaplicable, es indeseable"

Quirós es muy crítico con el programa de Carmena, que ve como "un reflejo del Syriza griego para la capital española".
Las medidas inmobiliarias, a su juicio, "supondrían la parálisis del mercado inmobiliario, ahora que empezado a crecer, bajaría de nuevo el precio de la vivienda y llevaría a la banca a no dar crédito". "No es que sea inaplicable, es un plan indeseable", remacha.
También cree que las ayudas para la electricidad de las familias sin recursos pueden acabar suponiendo un incentivo perverso, ya que "lo que se acaba estimulando es que la gente no pague", de modo que, según sus previsiones, se dispararían este tipo de situaciones.
 "Y tampoco puedes pedirle a las empresas que renuncien a cobrar", añade.
Además,
Quirós critica que buena parte de las medidas en materia fiscal no dependen en realidad de los ayuntamientos, cuyo principal tributo bajo su gestión es el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI). "El programa en general no tiene consistencia técnica porque muchas medidas no dependen de ellos", apunta.
Es lo que, según indica, también ocurre con la propuesta de incentivar la puesta en uso de viviendas permanentemente desocupadas de la Sareb -el banco malo de capital público y privado que gestiona los activos tóxicos del ladrillo-, que "el algo que no pueden prometer, no depende de ellos".
En cuanto a la deuda del ayuntamiento, para el economista "está en un nivel muy manejable, con tipos de interés históricamente bajos", así que no ve una necesidad de renegociar los intereses, tal y como figura en la lista de medidas de Ahora Madrid, aunque sí le parece "razonable" una auditoría sobre ese pasivo.
*Lorenzo Bernaldo de Quirós es presidente de la consultora Freemarket Corporative Intelligence y autor de Por una derecha liberal (Ediciones Deusto)