Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 may 2015

¿Por qué hace tanto calor?...................................................... Victoria Torres Benayas

El estío se anticipa con máximas que podrían llegar a los 42 grados el miércoles.

El verano se instala en España. / FOTO: AEMET | VÍDEO: ATLAS

No es solo que lo parezca, es que hace "un calor de julio en mayo", según confirma la portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ana Casals, que explica que va a ir a más y va a durar "por lo menos una semana".
El culpable de estas temperaturas "excepcionalmente altas" para la primavera es "una masa de aire cálido y seco de origen africano" que va a generar valores "entre siete y 15 grados más altos de lo habitual en prácticamente toda la península Ibérica".
 Así, los termómetros marcan este lunes entre 30 y 36 grados en numerosos puntos de España.
Con todo, y a pesar de lo que nos gusta la expresión, Casals advierte de que no se puede hablar de ola de calor meteorológicamente hablando, ya que harían falta tres días de calor sostenido por encima de la media, que varía según la zona del país.
 Solo se dan estas condiciones en las Islas Canarias, donde "habrá ola de calor entre el 11 y el 16 de mayo". Eso sí, en todo el país "hace muchísimo calor para esta época del año" y "se van a batir récords de temperatura porque hoy suben más, mañana un poquito más y el miércoles, todavía más".
En Sevilla, por ejemplo, "se van a achicharrar, ya que es muy posible que superen los 40 grados"
. La cota más alta en la capital andaluza del periodo de referencia actual (que es de 30 años y va de 1981 a 2010) se alcanzó el 12 de mayo de 1999 con 39,1, con lo que el miércoles, si se cumplen los pronósticos, será el día más caluroso de mayo en 30 años.
 Y no solo ocurrirá en Sevilla, sino en muchas otras capitales como Madrid.
La llegada de este verano adelantado se inició el sábado, con temperaturas que escalaron a los 30/32 grados en el sur peninsular, en la zona centro y en el valle del Ebro, mientras que el domingo estos valores se incrementaron en el valle del Guadalquivir y en el sur de Extremadura con máximas cercanas a los 35 grados.
Este lunes continúa el ascenso con más de 30 grados en 30 capitales de provincia, al que se suman el norte y las Islas Baleares, donde es probable que las temperaturas máximas alcancen los 30 grados.
 El día de más calor en la mayor parte del país será el miércoles —salvo en la Comunidad Valenciana, que será el jueves—, en el que "se pueden alcanzar los 42 grados en Sevilla y en los valles del Ebro, el Guadiana, el Guadalquivir y el Tajo".
 "Durante algunos días en puntos del norte peninsular hará mas calor que en la estación estival", avanza Casals.
A partir del miércoles, "el anticiclón dejará entrar una borrasca" por el noroeste, que traerá una bajada generalizada de temperaturas y precipitaciones.ç
 En Galicia se notará la caída a última hora del miércoles, mientras que el jueves "bajarán bastante" los termómetros en la mitad noroccidental y prácticamente en toda España salvo en el litoral mediterráneo y Baleares.

"El viernes será el día más fresco, pero aún así habrán subido tanto las temperaturas que, aunque bajen, seguirán siendo altas", alerta Casals, que precisa que, por ejemplo, se esperan 34 grados en Sevilla y Madrid el viernes.
 Donde más lo van a notar es en el norte, donde las temperaturas pueden bajar entre 10 y 12 grados, con lo que van a vivir un auténtico carrusel meteorológico con una variación de hasta 20 grados, desde picos de más de 30 grados a apenas 18
. Pero se tratará de un breve oasis de frescor, ya que el sábado "vuelven a subir las temperaturas y se van a mantener en valores por encima de los habituales toda la semana".
En cuanto a los avisos, este lunes solo hay una alerta amarilla (o riesgo, la más baja de las tres existentes) por calor en Gran Canaria, a los que se suman mañana martes el resto de las Canarias.
 Ya el miércoles, habrá 22 provincias en alerta, que Casals prevé que en algunas zonas se subirá a naranja.
 Con el ascenso de las temperaturas aumenta el índice de radiación ultravioleta y con ello el riesgo de quemaduras.
 Casals afirma que en Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén y Málaga el índice llegara a 10, lo que indica que existe un riesgo muy alto de que la exposición al sol, sin protección, resulte perjudicial para la salud.
De Las Islas Camarias poco dicen, siendoun clima Subtropical y donde más de 200º es calor y menos es frio.
Hablan de Las Canarias y mire usted Sr. Casals Las Canarias somos las mujeres que nacemos en Las Islas Canarias y nunca en las 7 que son la temperatura es la misma. Estamos llens de microclimas en cada Isla, haga usted el favor de dar una noticia meteorologica bien dada, Y le puedo decir que el calor que haga en Sevilla me importa un pit, siempre la llaman la sarten de España y en verano con la cantidad de buenas playas que tenemos en las Islas Canarias no voy a ir a Galicia donde el agua está helada , si helada de hielo, bueno todo el Cántabrico, ni voy a Extremadura dónde una vez me metí en una Caja de Ahorros toda la mañana porque había aire acondicionado.

 

Este momento es único...................................................................... Alvaro Castro

Comer, viajar, sentir… A ritmo lento y con la sensación de vivir algo excepcional, que la mayoría solo alcanza en sueños.

 

Un viajero frente al volcán de Licancabur, en el desierto de Atacama.

Una carretera sinuosa llevaba a una modesta casita con una bella localización y vistas al mar
. El comensal iba un poco a ciegas, sin saber lo que comería, pero con la sensación de saberse uno de los elegidos para disfrutar de un restaurante efímero. elBulli fue un precursor en lo que hoy se denomina turismo –en este caso gastronómico– “experiencial”
. Hoy día, los restaurantes que busca un gourmand tienen más que ver con el concepto de experiencia que con el contenido del plato, obviamente también importante
. En el caso de elBulli, la atracción partía de otros muchos ingredientes: su ubicación privilegiada (buenas panorámicas), lo limitado del servicio (poca capacidad), de su cocina (productos puntuales de esa temporada) y del restaurante en sí (abría apenas unas semanas), lo que unido a buenas dosis de creatividad culinaria convertían el momento de sentarse a su mesa en algo redondo.
El chef y empresario gastronómico Javier Bonet sabe un poco de esto.
 En su proyecto madrileño Academia de Despiece – evolución de su local Sala de Despiece–, el alumno-comensal no solo se sorprende permanentemente (no se permiten las fotos para que el efecto no se pierda), sino que además prepara sus platos mediante un “juego-clase magistral” con proyecciones. “El cliente desconoce lo que come”, confiesa Bonet, “o incluso cómo se come. Se enfrenta a un plato con elementos no reconocibles
. Esto produce emociones en tu cerebro y/o paladar al ir descubriendo y adivinando los sabores”. En otro de sus restaurantes, Muta (también en Madrid), el menú cambia y se tematiza cada poco. “El lujo aquí reside en ver cosas distintas constantemente”, dice. Lo mismo es un chiringuito brasileño que una sidrería del Norte o un restaurante balear.
 “Hoy la restauración está enfocada a generar muchas emociones. Ahora mismo cada mesa es diferente y demanda algo distinto”, explica Bonet.
Bar en el renovado hotel Alfonso XIII de Sevilla.
Juanjo López, chef de La Tasquita de Enfrente (Madrid) y No Kitchen (Sevilla), es un experto en producto.
 “El auténtico lujo es no tener todo al alcance en cualquier momento, sino cuando la naturaleza lo da”, afirma.
 “Por ejemplo, la sardina, de San Juan a la Paloma (del 24 de junio al 15 de agosto), o el espárrago en abril
. La globalización ha destrozado estos lujos, pero en mis restaurantes nos esforzamos por mantenerlos”.
 Lo inasequible geográficamente también atrae a los consumidores.
 Lo confirman en el madrileño Punto MX, donde encontrar una mesa en fin de semana exige paciencia de meses, y que se ha convertido en el viaje obligado para los expatriados mexicanos en Europa (es uno de los restaurantes “de prestigio” de este tipo de cocina en todo el continente) y en todo el mundo.
 El motivo: su exótica cocina que convierte al paladar en viajero y su estrella Michelin que atrae a los que buscan sabores a golpe de guía.
Inolvidables y “lentas”
. El modelo se repite en el mundo de los viajes.
 “Nuestros clientes buscan precisamente vivir experiencias diferentes”, explica Daniel Puertas, director general de la agencia de viajes premium Nuba.
“Nos diferencia el trato y personalizar cada actividad. Tenemos un departamento de I+D+i dedicado a la generación de nuevas ideas y detalles originales.
Innovaciones que hagan que el viaje sea muy diferente y difícil de comparar con otros. Invertimos mucho en nuevos desarrollos visitando todos los destinos que recomendamos para controlar calidades y analizar nuevas opciones, así como para descubrir otros nuevos que serán tendencia en los próximos años”
. Puede tratarse de viajar a Sri Lanka para hacer un safari en elefante para niños y vivir los escenarios de la película El puente sobre el río Kwai; descubrir una recóndita plantación de té al más puro estilo británico de la mano de su dueño y degustarlo junto a él a las cinco en punto en su terraza con vistas, o colarse en una auténtica boda cingalesa donde ser uno de los invitados de honor.
“Nuestros guías hacen que el 50% de la experiencia recaiga en sus manos”, confiesa Puertas.
 Esto es vital en actividades como la que ofrecen en el Círculo Polar Ártico, “donde nos adentramos en la tierra del oso blanco en motos de nieve.
Una ruta que nos lleva hasta un velero fondeado en mitad de un fiordo helado que hace las veces de restaurante y hotel. Probablemente de los sitios más curiosos del planeta”, relata
. O en Guatemala, al adentrarse, cuando no hay gente, en la ciudad maya de Tikal acompañados por un experto arqueólogo, después de haber almorzado en una hacienda a la que solo se accede a caballo y en la que no hay electricidad, “trasladando la sensación a épocas coloniales del siglo XVI”, relata.
En los viajes también funciona el I+D+i. Ideas, detalles y destinos originales que los haga difíciles de comparar con otros para atraer a los más exigentes
En un mundo que va rápido, el viajero de lujo busca también experiencias lentas. Virginia Gutiérrez, fundadora de Slow Travelling, explica que su exquisita selección de hoteles consiste, sobre todo, en lugares “donde abandonar el reloj y poder sumergirse en la magia del destino de forma libre y sin prejuicios.
 Viajes en los que se puede entrar en contacto con formas de vida naturales y sostenibles, disfrutar de una cocina local repleta de sabores y en los que, gracias a la calidad del servicio, a una naturaleza única y a la belleza del paisaje, solo resta confiarse al carpe diem”, dice. Como ejemplos, el Hostal Empúries, salvaguarda ecológica (es un hotel 100% green) de las ruinas del primer asentamiento grecorromano de la península Ibérica, o la propiedad Cuixmala. Situada en la costa del Pacífico de México, es la espectacular antigua mansión del multimillonario sir James Goldsmith.
“Una noche estábamos cenando y vinieron a ofrecernos la posibilidad de ayudar a las crías de las tortugas que protegen en cautiverio durante unos días para que pudieran llegar al agua. Era una noche de luna llena…
Una experiencia inolvidable”, recuerda Virginia Gutiérrez. “Ante un viajero cada vez más exigente y ávido de nuevas experiencias, estos hoteles no solo ofrecen unas instalaciones magníficas, sino que son capaces de sorprendernos con una estancia insólita, genuina y enriquecedora”, concluye.
Retorno a los grand hoteles.
 El regreso a los valores del lujo y el servicio clásicos son otros de los valores del menú de las experiencias que están en auge. El grupo hotelero americano Starwood, por ejemplo, a través de algunas de sus marcas como St. Regis o The Luxury Collection, está actualizando ese estilo sin perder la esencia y encanto de cada hotel que están renovando
. Solo en Europa (y en esta segunda marca mencionada) han invertido ya 600 millones de dólares. Entre los beneficiados se encuentran los hoteles Alfonso XIII en Sevilla y el María Cristina en San Sebastián.
“Estamos haciendo todo esto con el viajero global de élite en la cabeza”, explica Jenni Benzaquen, vicepresidenta de marcas de lujo y diseño de Starwood en Europa, África y Oriente Próximo. “Este perfil es multinacional e intergeneracional, y se mueve cómodamente por nuestro catálogo demandando servicios más personalizados, exclusivos y únicos”, explica
. Estos pueden ir desde un baño de espuma con aperitivos (mientras el mayordomo deshace el equipaje) en el hotel Imperial de Viena, clases de cocina en el Gritti Palace de Venecia, un desayuno con champán sobre los tejados de París en el Prince de Galles o una cata de puros en el Club de Fumadores del Excelsior Hotel Gallia en Milán.

“Un flechazo por la lectura” para el cartel de la Feria del Libro............................................ Manuel Morales

El ilustrador Fernando Vicente, colaborador de EL PAÍS, autor del afiche de la 74ª edición.

Cartel del dibujante e ilustrador Fernando Vicente para la Feria del Libro de Madrid.
Cartel del dibujante e ilustrador Fernando Vicente para la Feria del Libro de Madrid. / FERNADO VICENTE

"Una metáfora del amor por los libros, una explosión de alegría"
. Así define el ilustrador Fernando Vicente (Madrid, 1963) su cartel para la próxima Feria del Libro de Madrid, cuya edición número 74 comienza el 29 de mayo y se prolongará hasta el 14 de junio en el parque de El Retiro.
 El afiche muestra a una joven risueña que abraza un libro de color rojo pasión atravesado por una flecha.
 Vicente señala que su idea ha sido transmitir que "ya es hora de la alegría, que llega la Feria del Libro, algo primaveral".
Ese "flechazo" del cartel es la sensación que se tiene "cuando un libro te atrapa, cuando lees algo que seguramente te va a ayudar a madurar y crecer".
El dibujante, colaborador habitual de EL PAÍS, sobre todo con portadas para el suplemento Babelia, recibió el encargo del cartel por boca del director de la Feria del Libro, Teodoro Sacristán, en octubre del año pasado.
 Dispuso nada menos que de cinco meses para entregar su diseño, un margen amplísimo para alguien acostumbrado a trabajar con la premura que exige la prensa.
 "Teniendo tanto tiempo le das muchas vueltas, no te centras porque tienes otros encargos.
 Incluso hice un dibujo previo en el que la joven no tenía sonrisa, pero lo deseché porque con la flecha parecía que la habían herido de verdad", bromea.
El ilustrador reconoce que ha sentido alivio al comprobar que su primer cartel para la gran fiesta del libro en Madrid ha gustado en la reacción en caliente de las redes sociales:
"Estaba preocupado porque pensaba que en el mundo de la cultura habría quien podía considerar banal el cartel, por mostrar a alguien tan alegre".
Sin embargo, la opinión ha sido positiva: "
Mi mujer, que es mi community manager, la que lleva mi Facebook y la web, me dice que ha tenido muy buena repercusión". La mejor muestra de ello es que no dejan de llegarle mensajes, incluso de gente que no conoce, pidiéndole un original de la obra, "porque quieren enmarcarlo".
Con el cartel de Vicente casa el lema de esta edición de la Feria del Libro:
"El amor está en lo que tendemos / (puentes, palabras)", que son los versos iniciales de un poema de José Ángel Valente, del que se conmemora el 15º aniversario de su muerte en 2015.
La satisfacción que vive el dibujante es doble porque, anuncia, el Pabellón Central de la feria acogerá una exposición con sus últimas criaturas: las cerca de 70 ilustraciones que realizó a finales de 2014 para una reedición de Drácula, de Bram Stoker, editado por Reino de Cordelia.
La Feria del Libro de Madrid contará en esta edición con 368 casetas y 471 expositores
. Mientras se levantan los puestos,
 Vicente está "deseando" ver cómo queda su ilustración en los folletos, en las casetas de la feria pero, sobre todo, "en las bolsas" que se entregarán con cada ejemplar que se venda.

 

El lugar del cerebro que hace fracasar las dietas..................................................Daniel Mediavilla

Experimentos con ratones logran aliviar el hambre manipulando un grupo de neuronas que impulsa a ingerir comida.

 

La energía acumulada en los dulces resulta muy atractiva para el cerebro / trombone65

“Si preguntas por la calle cuál es el motivo de que una persona esté obesa, la mayoría de la gente te responderá que es porque come demasiado, y tienen razón.
Pero la pregunta importante es: ¿por qué come demasiado?”. La pregunta la planteaba Jeffrey Friedman en una entrevista con Materia.
 En 1994, este científico estadounidense había identificado la hormona que nos dice cuándo debemos comer y cuándo es momento de parar.
 Este tipo de trabajos mostraron que el peso era un rasgo regulado por genes, de un modo similar a la estatura, y que pensar en manipularlo de una manera significativa a partir de dietas puede ser algo más complicado que una cuestión de voluntad y buenos hábitos.
Millones de años de evolución nos han legado una herencia genética que busca un equilibrio entre los riesgos de morir de hambre y los inconvenientes de estar demasiado gordo para cazar o huir de los depredadores
. El centro de control de este mecanismo se encuentra en el cerebro, encargado de gestionar las señales que envía el organismo y el entorno para mantenernos con vida el mayor tiempo posible
. Uno de los mecanismos clave de ese sistema es el hambre, un acicate necesario para enfrentarse a la caza de un mamut, pero un enemigo mortal en un mundo con comida por todas partes.
Esta semana, dos equipos independientes de científicos publican dos trabajos que han tratado de desentrañar las redes de neuronas que gestionan la información y los impulsos relacionados con el alimento.

Uno de los grupos, liderado por Bradford Lowell, investigador de la Escuela de Medicina de Harvard es uno de los descubridores de las neuronas AgRP, unas células nerviosas que detectan la falta de calorías y desencadenan una serie de señales que nos hacen necesitar comida.
 Esas moléculas tienen niveles más elevados entre las personas obesas y más bajos entre las delgadas.
Ahora, en un artículo que se publica en la revista Nature Neuroscience, explican el descubrimiento de un circuito que inhibe y controla las ganas de comer.
Este mecanismo, regulado por una proteína bautizada como MC4R, podría convertirse en una diana para crear un fármaco que ayudase a controlar el apetito y la obesidad, al reducir el sufrimiento del hambre asociado a la dieta.
Una vez que identificaron las neuronas que controlaban la saciedad, situadas en el hipotálamo, la zona del cerebro que regula nuestros mecanismos básicos de supervivencia, los investigadores observaron que las señales de esta región se comunicaban con otra en la parte de atrás del cerebro conocida como núcleo lateral parabraquial.
Después, los investigadores diseñaron un experimento para identificar el modo en que se transmitían estas órdenes.
Lo hicieron a través de un sistema que, empleando ratones modificados genéticamente, permitía activar neuronas a través de láser azul que actuaba sobre un implante de fibra óptica en su cerebro.
Con ese sistema, introdujeron a ratones hambrientos en un espacio con dos cámaras, una normal y una con una luz azul que activaba el implante de los ratones modificados
. Además, utilizaron ratones sin modificar.
 Estos últimos no mostraron preferencia por ninguna de las dos habitaciones, pero los manipulados prefirieron claramente la azul, donde el láser activaba la región del cerebro relacionada con el hambre y les aliviaba la necesidad de comer.
Las neuronas del hambre se activan cuando se pierde entre el 5% y el 10% del peso corporal
Ahora, Lowell y su equipo trabajan para aplicar lo aprendido con estos experimentos a la salud humana, aunque reconoce que implantar fibra óptica en humanos puede no ser la mejor solución para la obesidad.
 “Idealmente, estas neuronas se estimularían con un fármaco.
 Ahora estamos trabajando para identificar todos los genes que expresan estas neuronas de la saciedad y esperamos que expresen algo que pueda ser empleado como una diana terapéutica”, explica Lowell a Materia.
En un trabajo que buscaba comprobar una parte relacionada de este mecanismo, Scott Sternson, investigador del Instituto Médico Howard Hughes, también analizó la función de las neuronas AgRP. Según el investigador, estos interruptores del hambre se activan cuando la pérdida de peso alcanza entre el 5% y el 10% de la masa corporal, y explicaría en parte por qué al principio una dieta puede funcionar para después acabar en fracaso debido a un apetito permanente que nos quiere devolver a lo que considera nuestro peso normal.
“Estamos estudiando diferentes formas en las que el cerebro controla el apetito”, afirma Sternson, que ha publicado su estudio en Nature.
 “Durante más de 60 años, todos los estudios neurobiológicos han sido consistentes con la idea de que el hambre hace que la comida sepa mejor, y esto es sin duda cierto
. Sin embargo, hemos identificado un grupo de neuronas diferentes que provoca el hambre por un mecanismo distinto: producen una señal que genera un sentimiento desagradable y los animales aprenden a comer, en parte, para acallar esa señal”, añade.
“Por lo tanto, estas neuronas contribuyen a los aspectos emocionales negativos de perder peso, ya sea debido a la inanición, que estas neuronas evolucionaron para prevenir, o debido a una dieta para perder peso”, concluye.
Hasta ahora, Sternson y su equipo, que como Lowell han desarrollado sus experimentos con ratones, manipulan las neuronas de la saciedad a través de virus, de una manera similar a como se insertan nuevos genes en la terapia génica.
“Esta podría ser una manera en que se podría hacer en las personas, pero también, podríamos comprender lo bastante sobre los receptores y las enzimas expresadas en las neuronas AgRP como para desarrollar fármacos que los modifiquen en el futuro”, apunta.
Los dos enfoques presentados esta semana servirían, si se pueden llevar con seguridad a humanos, para reducir la ingesta excesiva de comida y, al mismo tiempo, evitar los efectos desagradables del hambre que acompañan a la dieta y que, como explicaba Friedman, parece recordarnos que nuestro peso, como nuestra estatura, está escrito en los genes y no hay demasiado que podamos hacer para cambiarlo a largo plazo.