Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

13 feb 2015

Amor a gran distancia en la era de Internet

Amor a gran distancia en la era de Internet.

Natalia Tena y David Verdaguer en un fotograma de la película.

“Tú no quieres estar conmigo, quieres que yo esté contigo”
. El resultado es el mismo, dirán algunos, pero cuando el océano se interpone, el matiz cobra importancia
. Ella se encuentra probablemente con la última oportunidad de cumplir su sueño como fotógrafa, solo que esa posibilidad está en Los Ángeles
. Él, enfrascado en unas oposiciones, está encantado con su vida en Barcelona.
 El filme 10.000 km profundiza en la montaña rusa que es mantener una relación a distancia.
 EL PAÍS ofrece este domingo la película con la que Carlos Marques-Marcet recibió en la última edición de los Premios Goya el galardón como mejor director novel.
Un correo electrónico recibido en domingo altera la vida de Alexandra y Sergi, una joven pareja que pasa de hacer planes para tener un bebé a vivir en dos continentes diferentes con un horizonte de, al menos, un año.
 Con el ordenador como único medio para seguir con su historia. Natalia Tena y David Verdaguer encarnan a estos dos personajes que se encuentran ante el reto de poner en suspenso sus proyectos de futuro y vivir su amor en la era de Internet
. Las peleas, las bromas, las cenas de aniversario a través de una pantalla, los llantos y las risas.
 Todo forma parte del universo de esta pareja que durante 12 meses se ve obligada a separarse.
Primero triunfó en el festival SXSW de Austin (Texas), donde sus dos protagonistas recibieron los premios a mejor interpretación, y después arrasó en el de Málaga con cinco galardones, entre ellos la Biznaga de Oro a mejor película (además del de mejor dirección, el de la crítica, guion novel y actriz para Natalia Tena).
Con un presupuesto inferior a 500.000 euros, los dos actores llevan el peso de la trama, en la que hay elementos autobiográficos del director, ya que él mismo vivió en Los Ángeles para estudiar cine durante cinco años
. En su discurso de agradecimiento al recibir el Goya, Marques-Marcet alabó a la que él considera una nueva generación de cineastas “que están saliendo con propuestas arriesgadas” y de la que él representa un buen ejemplo.
Esta historia de amor a distancia forma parte de la colección Goya 2015 que EL PAÍS ofrece cada domingo por 9,95 euros y que se compone de las películas que han triunfado en el último año y que fueron protagonistas en la última gala de los Premios Goya. La lista se completa con El niño, la primera entrega, el pasado domingo; la película ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, Magical Girl; el relato de una exreina de la Movida madrileña que se narra en Todos están muertos, el documental que a punto estuvo de no ver la luz, Edificio España, y Loreak, la historia que se esconde tras un ramo de flores.

 

Una identidad reseteada....................................................................Jordi Costa

El filme despliega, a partir de la novela homónima de S. J. Watson, un ingenioso mecanismo narrativo.

Nicole Kidman y Colin Firth en un fotograma de 'No confies en nadie'.

Con un pie en esos thrillers psicoanalíticos que hicieron fortuna en el Hollywood de los años cuarenta —dando dos obras tan remarcables como Recuerda (1945), de Alfred Hitchcock y Secreto tras la puerta (1947), de Fritz Lang— y otro en esas contemporáneas modulaciones del género que han convertido la identidad y la memoria en campo de batalla —con el Memento (2000), de Christopher Nolan, y la inagotable Mulholland Drive (2001), de David Lynch, como difíciles marcas a batir—, No confíes en nadie despliega, a partir de la novela homónima de S. J. Watson, un ingenioso mecanismo narrativo.

NO CONFÍES EN NADIE

Dirección: Rowan Joffe.
Intérpretes: Nicole Kidman, Colin Firth, Mark Strong, Anne-Marie Duff, Ben Crompton, Adam Levy, Dean-Charles Chapman, Flynn McArthur, Chris Cowlin.
Género: thriller.
Gran Bretaña-Francia-Suecia, 2014.
Duración: 92 minutos.
Su protagonista, Christine —una Nicole Kidman a la que este papel sienta como guante de seda—, se despierta cada mañana con la memoria reseteada: sus únicos asideros para reconstruir su identidad durante las próximas veinticuatro horas son un marido atento, comprensivo y afectuoso (Colin Firth) y el psiquiatra (Mark Strong) que la llama todas las mañanas, en ausencia del primero, para recordarle que, desde hace tiempo, ella misma está registrando en vídeo un diario personal como instrumento para acelerar ese cotidiano proceso de reconstrucción.
Dos presencias masculinas que no están en contacto entre sí y, en medio, una mujer vulnerable a las posibles manipulaciones que pueden venir por ambas partes.
 La premisa es impecable y, en su segundo largometraje como director tras esa adaptación de Graham Greene no estrenada en España —Brighton Rock (2010)—, el guionista Rowan Joffe consigue, durante la mayor parte de la película, explotarla con buena mano y sentido del estilo.
 La fluidez con que la percepción de Christine modula sospechas, miedos y culpabilidades se convierte en buena forma cinematográfica
. Lamentablemente, la resolución de la trama deja unos agujeros de lógica por los que podría discurrir un tren de alta velocidad.
 Quizá esas inconsistencias estén ya en la novela original.

 

La forzada ‘felicitá’ de Romina y Al Bano.................................................. Lucia Magi

Tras años de disputas y juicios, la legendaria pareja de cantantes reaparece en el Festival de Sanremo.

 

Albano y Romina Power, en Sanremo / CLAUDIO ONORATI (EFE)

Existe un ritual pagano y colectivo que los italianos celebran en esta época del año
. Algunos lo cumplen con pudor intelectual, otros lo celebran con alegría costumbrista, pero casi todos acaban siguiendo el Festival de la Canción de Sanremo.
 La 65º edición de la más célebre competición musical italiana comenzó este martes, y uno de cada dos italianos que encendieron el televisor sintonizó con el Teatro Ariston, en el pequeño pueblo costeño de Liguria.
La gala tuvo un claro momento clave, que llegó cuando Al Bano y Romina Power subieron juntos al mítico escenario. El histórico dueto de la canción popular había vuelto.
Tras la desaparición de su hija Ylenia hace dos décadas, su posterior divorcio y después de casi un cuarto de siglo separados en los escenarios, el matrimonio artístico más célebre de Italia volvía a Sanremo para celebrar “las paces hechas”, según dijo el propio cantante.
 Nada mejor para la ocasión que cantar juntos su antiguo himno de dicha y amor, el famoso tema Felicità
. Y durante su actuación todo fueron gestos de complicidad: un guiño cariñoso de él a su exesposa, una sonrisa de ella mientras él emitía un agudo.
 Al final de la actuación el presentador Carlo Conti les pidió que se dieran la mano e incluso un beso. Al Bano se acercó a Romina, vestida de blanco, y se limitó a lanzar un beso al vacío.
“No me lo has dado de verdad”, protestó afable ella.
 "Es que soy muy reservado", se justificó él, añadiendo con ironía:
"Cada vez que le daba un beso nacía un hijo".
Albano y Romina Power, juntos en el escenario. / CLAUDIO ONORATI (EFE)
Romina (1951), que tras divorciarse de Albano Carrisi (1943) no tuvo alguna relación que haya trascendido a los medios, aprovechó la ocasión y los 12 millones de espectadores para lanzar piropos a su histórica pareja artística y de vida
: “Él es el único cantante que con el paso de los años más le aumenta su voz. Espero que no pasen otros 24 años para volver a cantar juntos, porque entonces yo no sería ya capaz”
. Hace unos días había confesado a la revista del corazón Chi: “Mi voz junto a la de Al Bano saca a relucir una energía y una sintonía que funciona a nivel de vibraciones”.
 Él, en cambio, empleó otros argumentos. “Hasta ahora ella me hacía cantar en un tribunal”, lanzó refiriéndose al juicio por el divorcio.

San Valentín de cine: “Si te enamoras de un casado, no te pongas rímel”

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 El Apartamento (Billy Wilder, 1960)

Shirley McLaine: "Si te enamoras de un casado, no te pongas rímel". // Esta y otras inolvidables (y punzantes) citas se podían escuchar en la comedia satírica de Billy Wilder donde mostraba la cara más amarga del American way of life entre jefes, subordinados serviles y chicas ascensoristas destinadas a ser corazones solitarios. 


 
 

 Dos en la carretera (Stanley Donen, 1967)

Audrey Hepburn: "No parecen muy felices". Albert Finney: "¿Por qué iban a estarlo? Acaban de casarse". // Pocas comedias han retratado con una mirada más afilada y al mismo tiempo sensible las conjugaciones del amor y el desamor como partes indivisibles. Audrey Hepburn y Albert Finney recorrían las diversas estancias del amor y otras soledades. Y la música de Henry Mancini hacia el resto. 
 
. El expreso de Shangai (Josef Von Sternberg, 1932)
Clive Brooke: "Me gustaría que pudieras decirme que no ha habido otros hombres". Marlene Dietrich: "Me gustaría poder hacerlo. Pero cinco años en China son mucho tiempo". // El dúo Josef Von Sternberg y Marlene Dietrich dejaron algunas de las sentencias más divertidas y delirantes del Hollywood de los años treinta.
 Contemplar a Marlene Dietrich envuelta en una fantasía de plumas diseñada por Travis Banton y a bordo de un expreso por la China sigue siendo uno de los más momentos más fantásticos que nos ha proporcionado la historia del cine. 
 
Lo que el viento se llevo (Victor Fleming, 1939)
Vivien Leight: "Rhett, si tú te vas, ¿qué será de mí?". Clark Gable: "Sinceramente, querida, me importa un bledo". // Aunque Vivien Leight en su papel de Scarlett O’Hara acabó llevándose el gato al agua y merendándose al resto de los protagonistas de la pelicula, Clark Gable tuvo el placer de dejarle algunas de las frases más humillantes a la orgullosa dama sureña como venganza cinematográfica.
 
Jules y Jim (François Truffaut, 1961)
Jeanne Moreau: "Usted no ha conocido a muchas mujeres, yo por mi parte, he conocido a muchos hombres, haciendo un promedio quizás podamos formar una pareja honesta".
 // Cuando realizó 'Jules y Jim', François Truffaut estaba enamorado de Jeanne Moreau y el resultado final, como no podia ser de otro modo, recogió parte de esta historia de amor.
 Toda la pelicula está traspasada por la fuerza y el encanto de la actriz que ilumina cada una de las secuencias en las que aparece. 
Ese verano del amor donde las bicicletas recorren el camino de la felicidad a las puertas de la Gran Guerra.

 
Desayuno con diamantes (Blake Edwards, 1961)
-Audrey Hepburn: "Si tuvieras dinero, me casaría contigo al instante. ¿Harías lo mismo?". George Peppard: "Al instante". -Audrey Hepburn: "Por suerte ninguno de los dos es rico". Georges Peppard: "Sí". // Aunque Blake Edwards y el guionista George Axelrod traicionaron el texto de Truman Capote, la pelicula ha quedado como una de las grandes cumbres de la comedia romántica y sofisticada. 
La elección de Audrey Hepburn para el papel de Holly Golightly abriría un nuevo modelo femenino en la pantalla.
 Antes de 'Desayuno con diamantes' las heroínas se repartían entre mojigatas y putas. Con la señorita Golightly aparecía la heroína moderna. 

 
El cartero siempre llama dos veces (Tay Garnett, 1946)
- "Robarle la esposa a un hombre, eso no es nada, pero robarle su coche eso es hurto".
 // Gracias al cine negro y los escritores que hicieron sus armas literarias en el género conservamos algunos de los mejores diálogos y frases cinematográficas. John Garfield y Lana Turner componían la pareja de amantes y destino fatal en un luminoso blanco y negro. 

 
La gata sobre el tejado de zinc (Richard Brooks, 1958)
Elizabeth Taylor: "Tú no sabes lo que significa el amor. Para ti, es solo otra palabra de cuatro letras". // A Elizabeth Taylor, la “gata” Maggie en combinación, le tocó en suerte decir en voz en alta y en la pantalla las palabras de Tennessee Williams y compuso uno de sus papeles más celebrados luchando por su derecho al amor y a la felicidad. 
Frente a ella, un Paul Newman, Brick, arrastrando su impotencia en pijama, muletas y dudas sexuales. 

 
Atrapa un ladrón (Alfred Hitchcock, 1955)
Grace Kelly: "Qué prefiere, ¿muslo o pechuga?”. // El director Alfred Hitchcock fue todo un maestro a la hora de visualizar los juegos del amor y sus malentendidos
. Grace Kelly, toda una señorita de la buena sociedad de Filadelfia, era la única que podía decir frases tan equívocas -sin perder su compostura- a su oponente masculino, aquí el actor Cary Grant.
 
Closer (Mike Nichols, 2004)
Natalie Portman: "Mentir es lo más divertido que una chica puede hacer sin quitarse la ropa. Pero es mejor si te la quitas". // El amor y el sexo en los tiempos de Internet y cuatro personajes debatiéndose entre pasiones nada constructivas y encuentros sexuales nada afortunados.
 Natalie Portman ponía de relieve su sex-appeal –peluca incluida- cuestionado desde su aparición como reina galáctica. 
 
El diario de Bridget Jones. Sobreviviré (Beeban Kidron, 2004)
Renée Zellweger: "Mantengo una relación muy intensa con dos hombres a la vez, uno se llama chocolate y el otro pistacho".
 Una señorita tan pragmática y tan de tocar pies a tierra como Bridget Jones en cuestiones de amor (y sexo) nos ha proporcionado algunas de las mejores sentencias de la nueva heroína cinematográfica del siglo XXI.