Tras años de disputas y juicios, la legendaria pareja de cantantes reaparece en el Festival de Sanremo.
Existe un ritual pagano y colectivo que los italianos celebran en
esta época del año
. Algunos lo cumplen con pudor intelectual, otros lo celebran con alegría costumbrista, pero casi todos acaban siguiendo el Festival de la Canción de Sanremo.
La 65º edición de la más célebre competición musical italiana comenzó este martes, y uno de cada dos italianos que encendieron el televisor sintonizó con el Teatro Ariston, en el pequeño pueblo costeño de Liguria.
La gala tuvo un claro momento clave, que llegó cuando Al Bano y Romina Power subieron juntos al mítico escenario. El histórico dueto de la canción popular había vuelto.
Tras la desaparición de su hija Ylenia hace dos décadas, su posterior divorcio y después de casi un cuarto de siglo separados en los escenarios, el matrimonio artístico más célebre de Italia volvía a Sanremo para celebrar “las paces hechas”, según dijo el propio cantante.
Nada mejor para la ocasión que cantar juntos su antiguo himno de dicha y amor, el famoso tema Felicità
. Y durante su actuación todo fueron gestos de complicidad: un guiño cariñoso de él a su exesposa, una sonrisa de ella mientras él emitía un agudo.
Al final de la actuación el presentador Carlo Conti les pidió que se dieran la mano e incluso un beso. Al Bano se acercó a Romina, vestida de blanco, y se limitó a lanzar un beso al vacío.
“No me lo has dado de verdad”, protestó afable ella.
"Es que soy muy reservado", se justificó él, añadiendo con ironía:
"Cada vez que le daba un beso nacía un hijo".
Romina (1951), que tras divorciarse de Albano Carrisi (1943) no tuvo alguna relación que haya trascendido a los medios, aprovechó la ocasión y los 12 millones de espectadores para lanzar piropos a su histórica pareja artística y de vida
: “Él es el único cantante que con el paso de los años más le aumenta su voz. Espero que no pasen otros 24 años para volver a cantar juntos, porque entonces yo no sería ya capaz”
. Hace unos días había confesado a la revista del corazón Chi: “Mi voz junto a la de Al Bano saca a relucir una energía y una sintonía que funciona a nivel de vibraciones”.
Él, en cambio, empleó otros argumentos. “Hasta ahora ella me hacía cantar en un tribunal”, lanzó refiriéndose al juicio por el divorcio.
. Algunos lo cumplen con pudor intelectual, otros lo celebran con alegría costumbrista, pero casi todos acaban siguiendo el Festival de la Canción de Sanremo.
La 65º edición de la más célebre competición musical italiana comenzó este martes, y uno de cada dos italianos que encendieron el televisor sintonizó con el Teatro Ariston, en el pequeño pueblo costeño de Liguria.
La gala tuvo un claro momento clave, que llegó cuando Al Bano y Romina Power subieron juntos al mítico escenario. El histórico dueto de la canción popular había vuelto.
Tras la desaparición de su hija Ylenia hace dos décadas, su posterior divorcio y después de casi un cuarto de siglo separados en los escenarios, el matrimonio artístico más célebre de Italia volvía a Sanremo para celebrar “las paces hechas”, según dijo el propio cantante.
Nada mejor para la ocasión que cantar juntos su antiguo himno de dicha y amor, el famoso tema Felicità
. Y durante su actuación todo fueron gestos de complicidad: un guiño cariñoso de él a su exesposa, una sonrisa de ella mientras él emitía un agudo.
Al final de la actuación el presentador Carlo Conti les pidió que se dieran la mano e incluso un beso. Al Bano se acercó a Romina, vestida de blanco, y se limitó a lanzar un beso al vacío.
“No me lo has dado de verdad”, protestó afable ella.
"Es que soy muy reservado", se justificó él, añadiendo con ironía:
"Cada vez que le daba un beso nacía un hijo".
Romina (1951), que tras divorciarse de Albano Carrisi (1943) no tuvo alguna relación que haya trascendido a los medios, aprovechó la ocasión y los 12 millones de espectadores para lanzar piropos a su histórica pareja artística y de vida
: “Él es el único cantante que con el paso de los años más le aumenta su voz. Espero que no pasen otros 24 años para volver a cantar juntos, porque entonces yo no sería ya capaz”
. Hace unos días había confesado a la revista del corazón Chi: “Mi voz junto a la de Al Bano saca a relucir una energía y una sintonía que funciona a nivel de vibraciones”.
Él, en cambio, empleó otros argumentos. “Hasta ahora ella me hacía cantar en un tribunal”, lanzó refiriéndose al juicio por el divorcio.