Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 ene 2015

La isla mínima’ y ‘El niño’, cara a cara en los Goya..................................... Gregorio Belinchón


De izquierda a derecha, Marián Álvarez, Kike Maíllo y Blanca Suárez, en la lectura de las nominaciones a los Goya 2015 en la Academia de cine. / Carlos Alvarez (GETTY)

La ceremonia de los Goya el próximo 7 de febrero se ha convertido en un cara a cara entre La isla mínima, de Alberto Rodríguez, y El niño, de Daniel Monzón.
 El thriller datado en la España de 1980 ha logrado 17 candidaturas (en 16 categorías porque obtienen dos en actor protagonista, con Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez) por las 16 de la visión del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.
 La lectura esta mañana de las candidaturas de los Goya no ha deparado grandes sorpresas, con otros tres títulos compitiendo en el galardón a mejor película: Loreak, Magical girl y Relatos salvajes
. Se queda fuera de la batalla por el premio más prestigioso Ocho apellidos vascos:la película española más vista de la historia ha tenido que conformarse con optar a cinco galardones.
Curiosamente otro taquillazo, Relatos salvajes, de Damián Szifron es también candidata –y además la gran favorita- a mejor película iberoamericana por su condición de coproducción argentinoespañola. La producción de El Deseo ha obtenido nueve selecciones
. Las candidaturas han sido leídas esta mañana en la Academia por el director Kike Maíllo y las actrices Marián Álvarez y Blanca Suárez.
El niño, de Monzón, ha obtenido 16 candidaturas, adelantada in extremis por La isla mínima con su doble presencia en actor protagonista. Barbara Lennie logra doblete como actriz secundaria en este thriller y como protagonista por Magical girl. Magical girl, de Carlos Vermut, ganadora en el certamen de San Sebastián de la Concha de Oro y del premio a la mejor dirección, compite en siete categorías.
 La quinta película en discordia, Loreak, solo ha obtenido esa candidatura y mejor banda sonora.
Ocho apellidos vascos, la comedia que ha roto la taquilla con más de 50 millones de euros de recaudación, ha sido elegida en cinco candidaturas.
Otro de los grandes taquillazos, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo, ha llegado hasta las seis, y es la favorita en película de animación.
Esther García, productora de El Deseo y candidata ella misma por su dirección de producción en Relatos salvajes, se mostró feliz con esa doble candidatura mejor película y mejor película iberoamericana, un hecho que solo había pasado con El secreto de sus ojos: “Nosotros vamos a por todas.
Aún así estamos muy contentos con estar en esas selecciones repletas de buenas películas”. Y confesó que en su categoría –mejor dirección de producción- personalmente quiere que gane Toni Novella por El niño. Relatos salvajes está también en la carrera de los Oscar, “labor en la que está Damián Szifron en Nueva York, en un trabajo muy duro”.
Con tres nominaciones se quedan el documental Paco de Lucía: la búsqueda, 10.000 kilómetros –la película que ganó en el certamen de Málaga- y Musarañas. El director de 10.000 kilómetros, Carlos Marques-Marcet, y su productor, Tono Folguera, defendieron en la Academia sus candidaturas (dirección novel, actor novel y actriz novel) como representantes de un nuevo cine español.
 “No debemos pensar en cómo hacer películas baratas, sino en qué necesitas para contar una historia”, aseguró su director, que no se sintió herido por obtener solo tres candidaturas cuando había entrado en la terna a los Oscar.
“Son votaciones distintas con diferentes objetivos”.
Javier Gutiérrez, ganador de la Concha de Plata a mejor actor en San Sebastián con La isla mínima, encabezaba el equipo del thriller de Alberto Rodríguez.
 No se sentía favorito: “Eso se lo paso a otros.
Y aún no me he preocupado en si se dividen los votos entre Raúl y yo.
 Nunca entendí la película sin él”.
En el galardón a Mejor película europea, la favorita, la polaca Ida, de Pawel Pawlikowsky, competirá contra La sal de la Tierra, de Win Wenders y Juliano Ribeiro Salgado; Dios mío, ¿pero qué hemos hecho?, de Philippe de Chauveron, y El abuelo que saltó por la ventana y se largó, de Felix Herngren.
En documental, Paco de Lucía: la búsqueda, de Curro Sánchez Varela –que además compite en dirección novel y montaje- se enfrenta a Edificio España, 2014. Nacido en Gaza y El último adiós de Bette Davis. En película iberoamericana, contra Relatos salvajes están La distancia más larga, Kaplan y Conducta.
Autómata, la apuesta de Antonio Banderas por la ciencia ficción, ha logrado cuatro candidaturas. No para su protagonista, que en cambio sí recibirá el Goya de Honor.
Entre las curiosidades está la primera nominación de la saga Torrente, que ha logrado colarse en mejores efectos especiales, y la presencia de Antonio de la Torre, con La isla mínima: el malagueño ha estado constantemente seleccionado en los últimos años.
A mejor dirección compiten Monzón, Rodríguez, Vermut y Szifron.
 En dirección novel están Curro Sánchez Varela; Esteban Roel y Juanfer Andrés, por Musarañas, Marques-Marcet (10.000 kilómetros) y Beatriz Sanchis (Todos están muertos).
En actor protagonista, contra Arévalo y Gutiérrez competirán Ricardo Darín (Relatos salvajes) y Luis Bermejo (Magical girl)
. A mejor actriz, junto a Lennie, están María León (Marsella), Macarena Gómez (Musarañas) y Elena Anaya (Todos están muertos), que en la Academia confesó que nada más oír su candidatura se tomó un tequila.
En los secundarios masculinos, están Eduard Fernández (El niño), Antonio de la Torre (La isla mínima), José Sacristán (Magical girl) y Karra Elejalde (Ocho apellidos vascos).
 En las actrices de reparto, contra Lennie están Goya Toledo (Marsella), Carmen Machi (Ocho apellidos vascos) y Mercedes León (La isla mínima).
En actriz revelación, se enfrentan Natalia Tena (10.000 kilómetros), Yolanda Ramos (Carmina y Amén), Ingrid García-Jonsson (Hermosa juventud, en la única candidatura de la película de Jaime Rosales) y Nerea Barros (La isla mínima).
Y en actor revelación, Dani Rovira, presentador de la gala y protagonista de Ocho apellidos vascos, compite contra Jesús Castro (El niño), Israel Elejalde (Magical girl) y David Verdaguer (10.000 kilómetros).
Se han presentado a la convocatoria 109 películas entre largos de ficción, de animación y documentales.
El récord de candidaturas aún lo mantiene Días contados, de Imanol Uribe, con 19.

Lo que realmente te quieren decir los anuncios de perfumes

Anuncios de perfumes de ayer y hoy, y el mensaje que esconden.

¿Qué se puede decir objetivamente de un perfume? ¿Que huele muy bien y que tiene una base amaderada o floral con notas de sándalo? 
 Un perfume es la nada, algo efímero e intangible, por eso lo que le rodea -el frasco, el envoltorio, la marca y, por supuesto, la publicidad- son tan importantes, porque tienen que convertir en objeto de deseo un líquido oloroso que se diferencia mínimamente de otros tantos.
La de los perfumes es la más conceptual de las publicidades posibles, capaz de llenar de cualidades externas a un producto totalmente desprovisto de ellas.
 Pero a veces, de puro subliminal y elaborado, la lectura que se extrae de esos anuncios tiene poco que ver con lo previsto por sus creadores.
Analizamos algunos de sus ejemplos más conocidos.
1. DKNY de Donna Karan
Lo que se muestra: Esther Cañadas y Mark Vandeloo se buscan, encuentran y olfatean por las calles de Nueva York.
Lo que quiere decir en realidad: los matrimonios-negocio podrán tener fecha de caducidad, pero las publicidades construidas sobre ellos seguirán vivas y coleando años después del divorcio.

Opium de Yves Saint Laurent
Lo que se muestra: Linda Evangelista, enfurecida tras haber acabado con su último bote de Opium, recorre los tugurios más sórdidos de China dispuesta a pagar lo que sea por hacerse con más reservas de perfume.
Lo que quiere decir en realidad: la heroína es un narcótico de terrible poder adictivo.

Chanel nº 5 de Chanel
Lo que se muestra:
 Una caperucita moderna vestida de satén es capaz de domar a un lobo.
Lo que quiere decir en realidad: Los coros de Danny Elfman hacen que Tim Burton reaccione como un perro de Paulov; en este caso su atención se posó en la protagonista del anuncio, Estella Warren, a la que hizo coprotagonista de su versión de “El planeta de los simios” y con la que formó pareja durante una temporada.
Egoiste de Chanel
Lo que se muestra: En una alucinante escena propia de la versión de Raphael de Doctor Jekyll y Mr Hyde, la sombra de un hombre pelea contra el hombre mismo para hacerse con su perfume.
Lo que quiere decir en realidad:
 El mundo de la alta perfumería también sabe reírse de sí mismo.
J’adore de Dior
Lo que se muestra: Carmen Kass se sumerge en una piscina de oro y emerge convertida en una botella de perfume
Lo que quiere decir en realidad: Los conglomerados de lujo mundial encuentran la inspiración hasta en los lugares más insospechados, como en los cuellos deformados de las mujeres jirafa de Tailandia.
Light Blue de Dolce & Gabbana
Lo que se muestra: Una pareja navega por el Mediterráneo
. Se dan un baño y funden en un apasionado beso antes de que una claqueta y un “corten” nos recuerden que estamos viendo un anuncio.
Lo que quiere decir en realidad: Treinta segundos son suficientes para llenar la pantalla de referencias subliminales a úteros maternos y vaginas.
 O más bien nada subliminales, con planos de la mujer entornando los ojos para contemplar con deseo la entrepierna del hombre.
The one de Dolce & Gabbana
Lo que se muestra: Una pareja del pasado se reencuentra en Nueva York para hablar de lo que les unió y les separó.
Lo que quiere decir en realidad: Se gastó tanto presupuesto en sus estrellas Scarlett Johansson, Matthew McConaughey y Martin Scorsese que alguien olvidó guardar algo para el guión. 
El diálogo “No necesitábamos nada en aquella época” “Lo necesitábamos todo en aquella época” sigue la estela del “Me gustan mis labios… son buenos para besar” de una versión anterior del anuncio.
 Trésor de Lancome
Lo que se muestra: Una pareja corre a encontrarse en un puente parisino.
 Se abrazan. Punto.
Lo que quiere decir en realidad: Kate Winslet logra convertir en una pieza de suprema emoción la más sencilla de las líneas argumentales posibles.

Chanel nº 5 de Chanel
Lo que se muestra: Un hombre evoca el tiempo en el que la estrella más famosa del mundo decidió desaparecer, se encontró casualmente con él y se enamoraron
. Con trágico final, claro.
Lo que quiere decir en realidad: Baz Luhrmann y Nicole Kidman pueden contar prácticamente la misma historia que en Moulin Rouge, pero con dos horas de duración menos.





 

6 ene 2015

Cómo leer más en 2015.................................................................Miqui Otero



La cuesta de enero se suele enfilar con agujetas.
 La resaca del 1 de enero, el no-día por antonomasia, esa jornada en la que mucha gente cena los bordes de la pizza que pidió a domicilio a mediodía, abona la vid para ese sentimiento de culpa en el que florecen los grandes propósitos.
 Durante esta primera semana del año, en definitiva, se firman cheques que no se podrán pagar. Y una de esas promesas, que uno se formula mientras pierde el tiempo revisando con una mezcla de melancolía y vergüenza las fotografías de la fiesta de Nochevieja en las redes sociales, es la de leer más.
En estas listas de propósitos, leer se sitúa (por una extraña razón que quizás anida en la culpa católica) en la misma esfera que, por ejemplo, no beber (en los fines de semana habituales esa promesa dura lo que tarda en desaparecer la resaca física, pero en Año nuevo se trata de una resaca metafísica que no se cura con paracetamol).
 También asoman la cabeza otros propósitos como perder peso, correr una maratón, dejar de fumar o ceder el asiento en el metro a nuestros mayores.
 Es decir, seré bueno porque: a) comeré acelgas hasta marzo, b) tomaré agua con gas hasta en el cumple de mi mejor amigo, c) leeré unas cuantas novelitas.
Es más, la lectura, una actividad que debería ser un placer y no una obligación, se aborda con la retórica del atletismo
. Se hacen listas de géneros que se devorarán y a qué velocidad se engullirán.
 Se dice que se leerá no menos de cincuenta páginas y que se subrayarán las frases favoritas
. De hecho, se propone como táctica para poder hacerlo el empleo de apps donde se informará al mundo de lo que se lee (hoy he leído cincuenta páginas; hoy he corrido tres quilómetros y medio; hoy no he comido carbohidratos).
La lectura, una actividad que debería ser un placer y no una obligación, se aborda con la retórica del atletismo
Para todos aquellos que se toman la lectura como una especie de fitness mental y que ven en ella un modo de aligerar la mala conciencia, el artista y escritor Austin Kleon ha confeccionado una lista de consejos para ceñirse a las promesas lectoras para 2015.
Él, por ejemplo, leyó hasta 70 títulos el año pasado, valiéndose de trucos como el salvapantallas para móvil creado por él mismo: el dibujo de una calavera con la leyenda “mejor lee un libro” (en vez de perder tres horas más huroneando en los Facebooks de vidas ajenas).
Él lo logró gracias a eso y a seguir la “Regla de las 50” de Nancy Pearls, que aprendió cuando trabajaba como librero en Cleveland y que consiste en dar una oportunidad de 50 páginas a las novelas antes de decidir si se siguen leyendo o se regalan (a ese señor del metro que intentaba leer por encima de tu hombro, por ejemplo).
Henchido de autoridad por haber alcanzado esa cifra de siete decenas de libros, estos son sus seis consejos (algunos algo dudosos) para los que se prometen leer más en Añonuevo.
1.- Lanza tu móvil al océano (o ponlo en Modo Avión).
Si esa amiga no contesta al teléfono, probablemente lo lanzó en el Mar Rojo para sumergirse en la travesía de En busca del tiempo perdido de Proust
. No esperes gran cosa de ella en las próximas semanas: son siete partes.
Cuando llegue a El tiempo recobrado, o no te querrá como amigo (la cháchara sobre fútbol o Breaking Bad le parecerá, por así decirlo, una pérdida de tiempo) o necesitará desesperadamente una copa y media farmacia de barrio.
El gesto no carece de épica y parece la típica cosa que le pide el Sensei a un karate kid de la lectura (o el Maestro Yoda a su padawan con gafas: arrójalo a ese mar con la mente).
2.- Lleva un libro encima en todo momento.
Un consejo que parece ser una verdadera navaja suiza: por un lado, el libro como complemento (los pendientes, el sombrero, la gabardina, la pipa, el libro) y por el otro, la contrarreloj (puedes ganar una página si lees en ese semáforo en rojo).
3.- Ten otro libro liso antes de acabar el que estás leyendo. Haz una pila de libros que leerás o cárgalos en el eReader.
¿Verdad que, a lo tonto, comes más en un bufet libre o en una cena de pica-pica que cuando te ponen toda la comida en un plato?
 La idea de tener la mesilla llena de títulos disparará, según Kleon, tu hambre lectora
. Leer es una tarea de Sísifo: nunca acabas de leer. Por muchos manuales de los 100 libros que debes leer antes de mudarte al otro barrio que manejes, en realidad (¡spoiler!) nunca son cien. De hecho, sentimos decir que si te gusta leer cuanto más leas menos pensarás que has leído.
4.- Si no estás disfrutando un libro, o aprendiendo mucho de él, abandónalo inmediatamente.
Kleon aquí se permite una concesión.
Parece una perogrullada, pero hay quien insiste en acabar los libros que no le gustan en un ejercicio autoflagelador propio de un nazareno lector.
 Esos libros que agonizan en la cisterna del retrete marcados con un tramo de papel higiénico varado en el mismo capítulo durante eones.
 Abandonarlos, y estamos ante quizás el consejo más juicioso de Kleon, es lo más parecido a no descartar un plato de comida que sabes que te está sentando mal.
5.- Programa una hora de lectura de no ficción al día (la hora del almuerzo o cualquier rato muerto servirán).
Aquí el perscriptor regresa a la disciplina del profesor de fitness severo.
 Parece decir que aunque estés devorando la novela de tu vida (regalada por el amor de tu vida), deberás detenerte para leer aquel ensayo sobre las Islas Galápagos durante sesenta minutos.
6.- Vete a la cama una hora antes y lee ficción (te ayudará a dormir).
La idea de la novela como Valeriana.
 La lectura para descabezar un sueñecito es antigua y tiene mucho predicamento, aunque a la gente que lee con pasión le parezca más contradictoria que echarse al coleto un termo de un litro de café pasada la medianoche.
 Si te está gustando, es probable que no te duermas hasta las mil.
7.- Publica en algún blog lo que lees y comparte lo que lees en alguna red social (así otros también te recomendarán lecturas).
El autor de esta tabla de ejercicios remata aquí con la visión definitiva de la lectura como ejercicio físico. De los creadores de publica las calorías que has quemado con esa carrerita mañanera llega: demuéstrale al mundo cuántas páginas puedes leer.
 El consejo entronca con la extraña idea de que el placer llega cuando se ha leído (y por tanto cuando se dice que se ha leído) y no cuando se está leyendo.
 Es una visión de la lectura que retrotrae a la imagen del adolescente que disfruta más explicando a sus amigotes con qué chica se ha ido a la cama que yaciendo y dándose arrumacos con ella

No me gusta este regalo: ¿qué hago ahora?..............................................Jaime Rubio Hancock

Cambiarlo, devolverlo, regalarlo a otra persona, revenderlo...

 

Todos hemos desenvuelto algún regalo y nos hemos visto obligados a forzar una sonrisa y dar las gracias mientras pensamos: "¿Esto qué es y por qué me lo da a mí? ¿Se habrá equivocado?".
  No estás solo: una encuesta de Lastminute.com llevada a cabo entre 2.000 británicos mostró que cuatro de cada diez personas se ven obligadas a fingir alegría al recibir algún regalo navideño. Y el 71% de los encuestados por el detallista online japonés Rakuten preveía ya en noviembre que no le iba a gustar alguno de los obsequios.
 ¿Qué se puede hacer ante este hecho que a pesar de ser común provoca incomodidad?
 No te quejes ni te pases tres meses soltando indirectas
. Os damos algunas indicaciones para salir del paso con amabilidad y educación:
1. Cámbialo o devuélvelo. Se puede hacer sin dejar de ser amable y educado, sobre todo si el regalador ha tenido la consideración suficiente como para incluir el ticket en el paquete
. Si no lo tienes, valora la confianza que tienes con él o ella, su sinceridad al asegurarte que “si no te gusta, puedes cambiarlo” y lo cómodo que te sientes soltando mentiras piadosas.
 Por ejemplo y en el caso de la ropa, siempre puedes aducir las típicas excusas referentes a la talla. ¿Un libro? Vaya, justo te lo prestó un amigo hace dos semanas y ya lo has leído. ¿Un reloj? Las correas te dan alergia. ¿Gafas de sol? Las patillas te hacen daño.
Cuidado también con los plazos y las políticas de devoluciones de cada tienda o marca
. Sí, hoy en día casi todo el mundo te va a dejar cambiar ese regalo sólo porque no te gusta, pero si no hay taras o defectos, nadie está obligado, excepto en el caso de las compras online, como explica la OCU.
 Además hay gente previsora que compra con mucha antelación. 
Demasiada.
 Sobre todo por culpa de las ofertas del Black Friday.

2. Regálalo a otra persona. Ya lo sé. Os estáis escandalizando. Alguno incluso se ha puesto en pie, señalando al monitor y gritando: “¡PERO CÓMO TE ATREVES A INSINUAR...! ¡No puedo ni terminar la frase”. 
Pero es relativamente habitual. El 23% de los australianos lo ha hecho alguna vez y en torno al 75% de los estadounidenses considera esta práctica “aceptable”.
Obviamente, da cierta vergüenza y por eso se ha importado a nuestro país sin traducir su nombre: “regifting”, término que debemos a Seinfeld. Así parece otra cosa.
 Pero es exactamente lo mismo.
 Hay que respetar al menos una norma básica: que regalador y regalado no se conozcan ni vayan a cruzar sus caminos jamás en la vida.
 Eso, o arriesgarte a que ambos te retiren la palabra. 
En regiftable.com recomiendan además no "re-regalar" artículos hechos a mano o que lleven tu nombre o iniciales. Ni abiertos, claro. 
Ah, y jamás expliques que es un “re-regalo”.
 Nadie va a ganar nada gracias a esa información.
¿Te parece una solución digna de un tacaño?
 No, es una idea que debe considerar toda persona preocupada por el excesivo consumismo de estas fechas, además de por su economía en esta época de crisis, y eso por no hablar de los costes medioambientales que comporta la producción de los regalos que quedan olvidados y escondidos en armarios y cajones..
 3. Dónalo. Normalmente, se dona ropa usada y no la nueva y sin estrenar, pero puede ser una salida más que digna si no puedes o no quieres cambiar el regalo.
 Además, si te pillan, siempre puedes decir que ya no lo usabas y que ahora está siendo útil.
 Hay ONG y servicios municipales que ofrecen la posibilidad de donar ropa y otros bienes, por ejemplo, en Barcelona.
 También puedes donar libros a bibliotecas.

4. Revéndelo. Es algo que hace el 14% de los encuestados por Rakuten. Cuidado, porque en España también se está llamando “regifting” a esta práctica y hemos de ser sinceros: re-regalar no es lo mismo que revender.
Esta solución se puede aplicar cuando realmente prefieras el dinero y no haya posibilidad de cambiar el artículo por algo que te pueda venir bien.
Es especialmente importante que el regalador no se entere.
Es decir, no lo vendas en Ebay o en Wallapop si quien te lo ha regalado usa Ebay o Wallapop. Porque aquí no hay excusa posible: no puedes excusarte con “me venía grande”, “mi hermana lo quería” o “lo tiene gente a quien le hace más falta que a mí”.
 Lo único que puedes decir es: "Ya sabes, el año que viene, un sobrecito y todos contentos".
Y si vender el regalo a cambio de dinero te da apuro, siempre puedes probar con el trueque, a través de páginas como Bookmooch, especializada en libros, entre otras opciones.
Es decir, no tienes por qué guardar esa chaqueta en el armario para no ponértela jamás o colocar ese jarrón en un estante donde no se vea mucho y al mismo tiempo haya muchas posibilidades de que alguien lo haga caer
. A veces no las tenemos en cuenta porque no queremos ofender a quien nos ha hecho el regalo
. Pero olvidamos que todos nos hemos equivocado con algún obsequio.
Y por mucho cariño que hayamos puesto, también preferimos que esa persona lo cambie o lo aproveche de algún otro modo antes que saber que nuestros esfuerzos sólo han servido para ocupar espacio en un rincón oscuro.
Es decir, quedarte con algo que no te guste puede ser aún más ofensivo que cambiarlo o devolverlo.