Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

5 ene 2015

Demasiadas campanadas.................................................................. Boris Izaguirre

En vez de las 12 de rigor, los que las siguieron por Canal Sur solo pudieron contar cinco. Otro recorte excesivo. 2015 será para ellos un año de cinco meses.

Anne Igartiburu y Ramón García, durante las campanada en TVE.

Demostrando su don para lo impredecible, el 2014 se despidió sin grandes novedades pero aprovechando el último minuto para generar un pequeño escándalo más, como nos había acostumbrado durante todas sus semanas.
 Quizás fue una estrategia para prepararnos para lo que viene en el 2015, el año de los grandes juicios.
 A la familia Pujol. A los del caso Bankia y los de Gurtel, aparte de la Infanta y su esposo, el 2015 les tiene reservados asientos de primera fila en los juzgados.
Con dudoso juicio, en Nochevieja mi marido y yo decidimos invitar a un grupo de amigos que se atrevieran a correr el riesgo de compartir nuestra comida y de toparse con alguien con quien no te encuentres cómodo para recibir el año.
Afortunadamente, tanto la cena como los invitados funcionaron a la perfección.
 Parecía que el único temor de la noche era atreverse a preguntar en qué cadena veríamos las campanadas de fin de año.
 “En la Primera, como siempre”, repliqué. “En la Sexta” dijo alguien más joven, “que la Pedroche es más sexy”.
 Pero pertenecemos a una generación que, sabiendo disfrutar de la transparencia más descarada, ha crecido bajo el lema silente de que todas las tradiciones importantes se ven a través de la televisión publica, por la Primera.
 Y volvimos a ver y a oír las campanadas asumiendo que es preferible recibir el año nuevo con Igartiburu que con otra animadora.
Unos señalaron que el vestido rojo de Anne era un Lorenzo Caprile inspirado en el que vistió la reina Letizia en su primera aparición publica como futura princesa, hace ya diez años y 120 campanadas. El pelo de Igartiburu recordó un poco a la Daryl Hannah de Blade Runner y resultó evidente que el comentario demostraba que los presentes rondábamos la cincuentena.
 A todos los invitados les puso los pelos de punta la capa que acampanaba a Ramón García, menos a mí, que siempre me han gustado los superhéroes y he querido llevar una
. Además, encuentro francamente acertado como buen showman que mantenga esta costumbre. Oye, en la tele todos tenemos un truco al que nos aferramos siempre
. El truco de García es su capa y listo
. Eso sí, yo añadiría unas ráfagas de ventilador. Por primera vez, me tomé las uvas con orden y con prisa, aceptando que toda esa complicación de los cuartos y las campanadas ha pasado a formar parte de nuestro contradictorio ADN.
 Nadie más en el planeta se las ingenia tanto para cargar de símbolos y dilaciones el fin del año. Es como si deseáramos que algo apocalíptico interrumpa la celebración. Y al final, ese algo acaba sucediendo.
 Y este año el desastre lo vivieron los andaluces: en Almería, la tierra donde nació Bisbal y se celebra el primer milenio del reino de Taifas, las campanadas emitidas en directo para la televisión de Andalucía fueron interrumpidas dos veces por anuncios publicitarios.
En vez de 12 campanadas, los que las siguieron por Canal Sur solo pudieron contar cinco. Otro recorte excesivo.
Para los telespectadores andaluces el 2015 será pues un año de cinco meses, es decir de ahora hasta las elecciones municipales
. Como era de esperar, el director de emisiones de Canal Sur dimitió el primer día de enero dejando como herencia el eco de unas confusas explicaciones.
El ya exdirectivo explicó que la continuidad puede hacerse de forma manual o programada, en este caso no funciono ninguna de las dos y los espectadores de Canal Sur se quedaron con las uvas atragantadas.
Es más, sobraron uvas.
Y sobran tantas campanadas en tantas cadenas.
 En cada pueblo, en cada tele, las 12 campanadas al final solo generan ruido y confusión. Incluso sordera oyendo campanadas, sin saber de dónde vienen, ni para qué sirven, sumidos en una percepción excesiva de campanas. Como en un concierto de Mike Oldfield.
La verdadera campanada de la semana ha sido conocer que el señor Blesa y los suyos se quedaron con 14 millones de Bankia, esta vez en sobresueldos.
 En el sumario los llaman “percepciones excesivas” y en el PP lo consideran una desvergüenza. Mientras tanto, nos preocupa que el gobierno de Dilma Rouseff esté dolido con España por la escasísima representación oficial en su toma de posesión. Rouseff asumió por segunda vez la presidencia del gigante latinoamericano y privilegiado destino de las inversiones españolas, el primer día del año, con el vicepresidente de Estados Unidos y los presidentes de las repúblicas latinoamericanas presente
s. Por España, nuestro embajador en Brasilia.
Fuentes diplomáticas atribuyen que la tardanza en la organización de la toma de posesión de Roussef motivó esa mínima representación española.
 Al parecer, cuando al fin se pusieron de acuerdo en Brasilia de cómo serían los actos, en Madrid ya se habían programado las vacaciones navideñas.
 A ver como se lo explican a Dilma. Podrían argumentar que están preparando el viaje de Rajoy a Andorra, que ahora juega un papel clave pues su relajado régimen fiscal permitió a la familia Pujol y a otros ocultar millones.
Sostienen que ese tema no estará sobre la mesa pero seguramente si que estará en su tejado
. Como una campana.

 

Gente mala y fea................................................................... Rosa Montero

Quizá la mayoría de los individuos prefieran ser buenos, pero lo primero que escogen es no meterse en líos.

 

Yo suelo escribir bastante sobre la buena gente.
Y no sólo escribo: pienso a menudo en ella. Cuando aprieta la zozobra, cuando abrir un periódico te araña el corazón, cuando te enteras de alguno de los horrores que suceden por el mundo, como la reciente matanza de niños cometida por los talibanes, consuela recordar que hay muchísimos individuos maravillosos que nunca salen en las noticias y a quienes no prestamos atención
. Pero existen, de eso no tengo duda. Vivo en la certidumbre de que la mayoría de los humanos son razonablemente buenos.
Sin embargo, hoy me han entrado ganas de hablar de los malos.
 Y no de los completos monstruos, de los psicópatas, de los criminales, de los fanáticos; no hablo de la perversión monumental y sin paliativos de los talibanes, o de los que queman vivas a sus mujeres, o de los que ordenan torturar salvajemente a un preso, o de quienes, como Blasco, exconseller de Cooperación y Solidaridad de la Generalitat Valenciana, roban el dinero donado con generosa urgencia por los ciudadanos para socorrer a los damnificados del terremoto de Haití (esa también es una manera de matar)
. No. Me refiero a los malos insidiosos y mezquinos, a los malos mediocres pero feroces en su cobarde medianía.
 Y me temo que ese tipo de gente abunda más que el malvado monumental.
Un día llegué a casa de una amiga y encontré que su puerta había sido manchada con violentos brochazos de pintura verde chillón
. Vive en una casa antigua del centro de Madrid, un edificio popular, con muchos vecinos, añosos y supuestamente afables en su mayoría.
 Pues bien: la presidenta de la comunidad, una mujer todavía joven, había mandado un escrito protestando por una nimiedad contra uno de los vecinos, con la intención de recoger firmas en su contra.
 Mi amiga, que no tenía nada que reprocharle a ese hombre, no firmó
. Al día siguiente, todas las puertas de quienes se abstuvieron, que fueron unos cuantos, aparecieron marcadas con ese color verde vómito, como las puertas de los egipcios de la Biblia.
 En fin, hace falta ser muy vándalo, muy descerebrado y muy cobarde para actuar así. Y, además, hace falta ser malo.
Las comunidades de propietarios parecen fomentar estas furias locas, esta animosidad estúpida y dañina
Las comunidades de propietarios parecen fomentar estas furias locas, esta animosidad estúpida y dañina: no es el único caso que conozco de batallas campales entre vecinos.
 Y suceden cosas aún peores; de hecho, este artículo se me ocurrió tras leer un acongojante comentario que dejó en mi Facebook Gema Martínez González, a raíz de un texto mío de EL PAÍS en el que hablaba de los muchos ancianos discapacitados que no pueden salir de sus casas porque viven en pisos altos sin ascensor.
 Gema escribió: “Yo soy enfermera y voy a sus casas, les llamamos ancianos confinados porque podrían salir a la calle si tuvieran ascensor, pero quedan encerrados en sus pisos; y en mi barrio se da otra circunstancia, hay portales en los que la comunidad pone el ascensor con llave y el que no paga (porque no tiene dinero para hacerlo) no tiene llave, yo he ido a hacer visitas a un anciano y el vecino, al saber al piso que iba, ¡no me ha dejado subir con su llave!”
. No me digan que no es el más perfecto y desnudo ejemplo de la crueldad imbécil: una comunidad entera coaligada para impedir que un pobre viejo pueda pisar la calle.
 Es decir, condenándolo a una cadena perpetua hasta la muerte, sin juicio, sin defensa y sin apelación. En verdad repugnante.
Me pregunto si todos esos vecinos serán igual de malos, o si habrá uno o dos energúmenos en la escalera empeñados en prohibirle el ascensor al anciano y los demás se limitarán a seguir la corriente dominante; y no por miedo a represalias concretas, sino por pereza y cobardía moral. Porque, pensándolo bien, ahora se me ocurre que la mayor parte de la gente quizá no sea buena, sino amorfa, volátil cual pluma en tormenta.
 Y que, por egoísmo y debilidad, se adapta a lo que haya.
 Quizá incluso la mayoría de los individuos prefirieran ser buenos; pero lo primero que escogen es no meterse en líos, sin saber que ése es el mayor lío posible, el error fatal que arruinará sus vidas, como explicó tan bien Martin Niemöller en su celebérrimo poema:
“Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista (ni socialdemócrata, ni sindicalista, ni judío…).
 Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”.
 Por eso es tan importante el clima ético de un país, por eso son tan importantes los líderes de opinión, los modelos sociales, el ejemplo de los dirigentes, la moral pública: para fomentar la rectitud en el corazón de los tibios y minimizar la aparición de la gente mala, tonta y fea.
@BrunaHusky
www.facebook.com/escritorarosamontero
www.rosa-montero.com

Antes y ahora: Cómo han cambiado los juguetes de tu infancia........................................Jaime Rubio Hancoc

La nostalgia es una herramienta de ventas eficaz en los juguetes.
 Muchas de las dudas que padres y madres sienten cuando vagan con sus hijos por una juguetería se desvanecen al ver una marca conocida y un juguete con el que pasaron horas de niños.
 No tiene nada de raro: asociamos estas marcas con momentos de juego y, por tanto, con muy buenos recuerdos.
Y por eso es muy habitual que los fabricantes de juguetes conserven o recuperen productos clásicos. No se trata sólo de que siempre hayan funcionado bien, sino también de la importancia de recordarle a los padres unas horas estupendas.
¿Acaso no quieres que tu hijo se divierta y aprenda tanto como tú en su día? Es más, ¿no echas de menos esos ratos?
1. Las Barriguitas de Famosa nacieron en 1969 como muñecas de pierna curva, es decir, imitando a un bebé y sin poder ponerse de pie. Vivieron su época dorada en los 80 y en los 90 se dejaron de fabricar durante unos años.
La juguetera las relanzó con un diseño renovado, ya en 2007.
 Y con piernas rectas.

2. Los Transformers salieron a la venta en 1984 de la mano de Hasbro y viven desde 2007 muy buenos años gracias a las películas de Michael Bay.
Los nuevos robots que se lanzaron para las pasadas Navidades, siguiendo la estela de la cuarta película de la saga (La era de la extinción) presentaban un diseño renovado, nuevos dinobots y además se transformaban con un sólo movimiento.
Así ha cambiado el protagonista de la saga, Optimus Prime.

4. La primera versión de Magia Borrás es de 1933, inspirado en sets de juego que se vendían en Francia y Alemania.
 La caja ha ido cambiando de diseño, incluyendo además accesorios como un DVD explicativo, pero mantiene su elemento identificador desde hace décadas: la varita negra y blanca.
Barbie, de Mattel nació en 1959.
 A pesar de las polémicas sobre su sexismo y sus medidas irreales, y de la pérdida de protagonismo frente a otras muñecas (antes, las Bratz de MGA Entertainment y actualmente, las Monster High, también de Mattel), Barbie sigue siendo uno de los juguetes más vendidos y reconocibles, a pesar de que su diseño también ha ido cambiando con los años.
las medidas de figuras y accesorios se mantienen, con el objetivo, precisamente, de que los niños puedan combinar sus juguetes de ahora con los que guardan sus padres en el altillo como recuerdo de su infancia.

Claves de la nueva Ley de Propiedad Intelectual

Un repaso a los cambios que introduce la reforma del PP que entra hoy lunes en vigor.

 

Una internauta se descarga de forma irregular contenidos protegidos por derecho de autor de una página de Internet. / CLAUDIO ÁLVAREZ

La reforma de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) ya es realidad.
 Han sido años de debates y críticas tras los que el Partido Popular ha aprovechado su mayoría absoluta en el Parlamento para sacar adelante en solitario la normativa, el texto entra ahora en vigor. La reforma, eso sí, es parcial, hasta el punto de que establece un plazo de un año para que el Ejecutivo apruebe otra modificación, más profunda y completa, de la ley
. Aun así, y pese a que algunas de las novedades entrarán en vigor paulatinamente a lo largo del año, la nueva LPI contiene cambios de cierto calado que han provocado consecuencias incluso antes de ser aplicables. Estas son las principales modificaciones:
Google News no habla español
La novedad quizás más polémica de la ley es la introducción de la llamada tasa Google o canon Aede (por ser una reivindicación histórica de la Asociación de Editores de Diarios Españoles): se trata de una compensación que los agregadores de noticias, como Google News o Menéame, tienen que pagar a partir de ahora a los editores por publicar "fragmentos no significativos" de sus artículos.
 La ley establece que el cobro es un "derecho irrenunciable", de ahí que a Google solo se le ocurriera una alternativa para evitar pagar: ha dejado de incluir noticias de medios españoles en Google News. La satisfacción de Aede se ha transformado en preocupación por la posible pérdida de visitas, así que ha pedido "la intervención de las autoridades españolas y comunitarias para proteger de manera eficaz los derechos de los ciudadanos y de las empresas".
El bolsillo de los piratas

La nueva LPI aumenta hasta los 600.000 euros las sanciones máximas para las webs que vulneren los derechos de propiedad intelectual
 El texto amplía la lucha contra la piratería a las páginas de enlaces (las que facilitan el acceso a otras webs que alojan el contenido no autorizado) así como a los intermediarios, anunciantes o servicios de pago on line que colaboren con estas webs, todos amenazados con las mismas multas.
 Aparte de la propia conducta infractora, la ley considera responsable a "quien coopere con la misma, conociéndola o contando con indicios razonables para conocerla; y quien, teniendo un interés económico directo en los resultados de la conducta infractora, cuente con una capacidad de control [sobre ella]". Entre los susceptibles de ser sancionados, el texto excluye explícitamente a los buscadores.
Debido a la llegada de esta reforma, la célebre página Series.ly, una red social con fichas y críticas de series que los usuarios aprovechaban para encontrar enlaces a contenidos piratas, ha decidido retirar previamente todos los millones de links sobre los que no pudiera garantizar que respetaran el copyright.
El nuevo canon se paga entre todos
Hace años que el canon digital fue enterrado.
Para sustituirlo la LPI recoge la introducción, activa desde 2012, de la compensación por copia privada con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, la pagamos entre todos. La ley acota el concepto de copia privada y ha reducido la recaudación para las entidades de gestión de los 115 millones hasta los 5 que cobraron el año pasado.
 Este vínculo del nuevo sistema con los Presupuestos Generales del Estado no convence al Tribunal Supremo, que preguntó al Tribunal de Justicia de la UE si la medida es coherente con las normativas europeas.
Tras el 'caso SGAE'
En 2011, la entrada de la Guardia Civil en la sede de la SGAE y la detención del entonces presidente de la entidad, Eduardo Teddy Bautista, por un supuesto escándalo de desviación de fondos, destrozaron la imagen de las entidades de gestión, ya de por sí por los suelos.
 Para evitar un déjà-vu, la LPI aumenta el control y las obligaciones de transparencia para estos organismos.
 También introduce un catálogo de infracciones de "leves" a "muy graves", que pueden suponer una multa de hasta 800.000 euros (o del 2% de la recaudación del año anterior) para la entidad que incumpla la ley.
Otras tarifas, una sola ventanilla
La ley insta a las entidades de gestión a aprobar unas nuevas tarifas, "adecuadas" a lo establecido por la reforma. Televisiones, radios, hoteles y demás usuarios de los derechos de propiedad intelectual tachan de "abusivos" desde hace años los precios impuestos por las entidades
. La reforma establece un plazo de seis meses para aprobar las nuevas tarifas, desde el momento en que entre en vigor "la orden del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que apruebe la metodología para la determinación de dichas tarifas". El texto también impone a las entidades la creación de aquí a cinco meses de una ventanilla única para la facturación y el pago por parte de los usuarios. En el caso de que los organismos no lleguen a un acuerdo, la Sección Primera de la Comisión de Propiedad Intelectual (el organismo administrativo creado por la ley Sinde) se ocupará de solucionar el problema.
La cita y los campus virtuales
También polémico aunque menos conocido es otro aspecto de la LPI: la obligación para las universidades de pagar a CEDRO (la entidad de gestión de los libros) por usar manuales y textos universitarios en los campus virtuales.
 El derecho, como en el caso del canon AEDE, es irrenunciable: es decir, incluso si el propio autor del manual quisiera ponerlo a disposición libremente, estaría obligado a ser remunerado.