Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

7 dic 2014

Podemos se consolida pese al desgaste y el PP acentúa su hundimiento Fernando Garea Madrid 3422 El PSOE encabeza la intención de voto con el 27% El PP, en caída libre,

Podemos pierde impulso tras la exposición de sus líderes y planes.

 

La exposición pública y el aterrizaje en el escenario político como partido han frenado la tendencia ascendente y sostenida desde mayo de Podemos.
 Eso no significa que se desinfle o que no mantenga sus opciones a ser la fuerza más votada en unas elecciones generales, pero sí que los ciudadanos le someten a idéntico escrutinio que al resto de partidos y eso le ocasiona los mismos altibajos tras un ascenso continuo.
Según el sondeo de Metroscopia para EL PAÍS, Podemos tendría una estimación de voto del 25%, superado por el 27% del PSOE y por encima del 20% que logra el PP. Hace un mes era el partido de Pablo Iglesias el que superaba a los dos que han gobernado en España en 26 años de democracia constitucional.

Desde aquella encuesta hasta esta, Podemos ha vivido un mes cargado de acontecimientos; desde su constitución formal en partido político a la controversia sobre el contrato de Íñigo Errejón, su número dos, en la Universidad de Málaga, incluyendo la presentación de la base de su programa económico y el repliegue mediático después de una sobreexposición.
 El propio Iglesias ha pasado de contertulio que formula críticas a líder entrevistado al que se le piden respuestas sobre asuntos concretos y se le cuestionan sus posiciones.
 Se mide en esta encuesta el grado de aceptación de sus nuevas bases programáticas, alejadas de las propuestas más radicales de las elecciones europeas.
En el momento en el que se hizo la anterior encuesta se vivía el impacto de casos notables de corrupción, como ha demostrado esta semana el espectacular incremento en más de 20 puntos del grado de preocupación de los ciudadanos sobre la corrupción, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
En términos deportivos, Podemos ya está en el terreno de juego compitiendo con el resto y, sobre todo, escrutado con lupa.
 Con el paso del tiempo, como es obvio, va teniendo más pasado y una estructura que incrementa los puntos de rozamiento con la realidad, el margen de error y la presión mediática.
El futuro lo conserva porque mantiene la tendencia a disputar la hegemonía política a PSOE y PP, consolidando su capacidad para hacer saltar por los aires lo que se conoce como bipartidismo.
 De hecho, en voto directo, es decir, sin cocina ni ponderación de ningún tipo de dato previo, Podemos sigue estando por delante, con el 18%, aunque en el anterior sondeo tuvo el 22,2%, en plena ebullición política a su favor.
Para conocer su evolución y la consolidación de sus posibilidades es preciso aún esperar la tendencia de futuras encuestas.
Su líder no ha tenido un buen mes como flamante secretario general, según el sondeo, que refleja un descenso de su imagen que se corresponde con hechos relevantes como su ausencia de las televisiones tras una mala actuación en una entrevista con Ana Pastor en La Sexta.
Pese a ello, es el líder político mejor valorado de todos, o en términos más precisos, el líder menos negativamente evaluado: del saldo positivo de noviembre (+ 1 punto) pasa a uno negativo de -17 puntos (con un 51% de desaprobación frente a un 34% de aprobación).
En el análisis de las tendencias globales, el PSOE resiste gracias a una mayor movilización de sus electores.
 El partido de Pedro Sánchez ha subido en fidelidad de voto del 35% al 49%, es decir, que ha logrado recuperar una parte del electorado que le abandonó antes.
 De hecho, en las generales de hace tres años, los socialistas tuvieron el 28,7% en voto válido y ahora la estimación es del 27,7%. No es el mejor dato de Sánchez, pero sí es superior al mes anterior y le permite mantener opciones de ser el más votado.
La estrategia de la dirección del PSOE es, precisamente, la de intentar recuperar los posibles votantes que le dieron la espalda en favor de la abstención y de Podemos
. Confían en que el escrutinio a Podemos provocará la vuelta de esos electores que apoyan ahora a Iglesias, que cifran en un tercio.
El objetivo del PSOE son las elecciones municipales y autonómicas de mayo, en las que parte de un resultado tan pésimo en 2011 que cualquier avance podrá considerarse como un éxito
. Aquellos comicios fueron los más desastrosos para los socialistas y no es probable que pueda bajar más aún.
 Recuperar el gobierno de una comunidad o alguna capital de provincia puede considerarse como una victoria en el PSOE, lastrado, además, por la fragmentación del voto de la izquierda en nuevas candidaturas.
El panorama que dibuja la encuesta reparte casi de forma similar en tres partidos las posibilidades de ganar las elecciones. El PP, con un 20%, es el que más bajo está y presenta una trayectoria hacia la caída libre.
 El partido de Mariano Rajoy paga como ninguno el malestar ciudadano y, especialmente, el clima de corrupción.
 Está a más de 14 puntos de su voto en las generales de hace tres años, con tendencia a pasar de la mayoría absoluta a ser la tercera fuerza.
 Es el partido que más acusa el descrédito político y la desmovilización de los electores, que se traduce en una elevada abstención.
 El porcentaje de votantes del PP que dicen ahora que no votarán solo es compensado por el de ciudadanos que nunca iban a las urnas y ahora apoyarían a Podemos si mantiene esa movilización durante un año.
Ese dato tan negativo en este momento es, paradójicamente, la única fuente de esperanza del PP, porque no son votantes que se le hayan ido a otras opciones, sino que prefieren quedarse en casa. Convencerles o insuflarles el miedo por una eventual victoria de Podemos es su forma de recuperar ese terreno perdido.
 Rajoy había basado su éxito en la reforma fiscal y en la mejora de la economía, pero no hay noticia de ese efecto. Para que fuera así, deberían hacerse visibles tres factores: que la recuperación fuera real, que los ciudadanos la perciban y que, además, la atribuyan al mérito del Gobierno.
 Hoy por hoy esa percepción y esas tres condiciones no se transmiten en la encuesta, porque se mantiene el pesimismo ciudadano y porque pesan más otros factores, como el descrédito político.
 Los días en los que se recogían los datos de la encuesta se produjo la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, precisamente, por su vinculación a la red corrupta Gürtel.
 Y no parece percibirse el discurso de regeneración que intentó hacer en el Congreso al día siguiente el presidente del Gobierno.
No ayuda nada la imagen gastada de Rajoy. Ocho de cada 10 españoles desaprueban su gestión —el 79%— y solo un 19% le da un aprobado.
 Eso quiere decir que el disgusto o malestar de los votantes del PP con su líder es notable, lo que cuestiona su credibilidad y capacidad para convencer a esos electores para que salgan de la abstención decidida y acudan a las urnas. Soraya Sáenz de Santamaría mantiene también una valoración muy negativa, por debajo del resto de líderes.
 Por encima de todos ellos sigue en valoración positiva el Rey. En menos de tres años al frente de un Gobierno con mayoría absoluta y con un poder institucional que nunca antes había tenido nadie en democracia, Rajoy es ahora el líder político con peor valoración.
Hay una ligera recuperación de IU y UPyD, a falta de confirmación en los próximos meses. Alberto Garzón, futuro líder previsiblemente de IU, parte con una valoración positiva solo superada por Iglesias, aunque se le conoce mucho menos.

6 dic 2014

Madonna: eterno regreso a la provocación........................................... Xavi Sancho...

A los 56 años, la reina del pop ofrece una nueva imagen de sí misma con unas fotos en las que muestra sus pechos.Tras tres décadas de carrera, pretende continuar con su particular revolución sexual.

 

Madonna para la colección primavera/verano 2015 de Versace. / Versace

¿Qué le queda por hacer a una mujer que lleva provocando desde principios de los años ochenta del pasado siglo? ¿Cómo puede cuestionar el status quo del mundo del pop en el año 2014 una señora que ha salido en pantalla derramando cera sobre el miembro viril de Willem Dafoe, una señora que editó un documental que versaba sobre humanos que se metían en su cama y un libro titulado Sex,una señora que escribió una canción sobre el aborto en 1986 y que puso un Jesucristo negro del que se enamoraba en un videoclip? Pues con algo tan simple como aparecer mostrando los pezones en lo que parece el año internacional del trasero.
Mientras una diva pequeña como Jennifer Lopez va al gimnasio y trata de recuperar su puesto en el trono mundial del mejor culo, una diva grande, como Madonna, da la vuelta al paradigma morfológico y reclama su centralidad, algo que ya logró de la mano del diseñador Jean Paul Gaultier hace más de una década con los sujetadores en forma de cono, cuya reformulación en tiempos recientes ha dado tantas alegrías mediáticas a otras estrellas como Lady Gaga o Katy Perry.
Tal vez puede parecer un movimiento casi infantil, sobre todo ahora cuando ya nada parece que pueda escandalizar, y si lo hace, el escándalo dura lo que el sistema tarda en asimilarlo, embotellarlo y venderlo.
 Ahí están esas célebres imágenes de Madonna, que ya han dado varias vueltas al mundo, en las que, a sus 56 años, sale mostrando sus pechos para la revista Interview, pero también esas otras instantáneas que se han filtrado y en las que aparece la diva sin pasar por la chapa y pintura del Photoshop
. Para sorpresa de muchos, la autora de Ray of Light es una mujer de 56 años que casi parece tenerlos, no ese ser sobrenatural que ella y muchos de sus seguidores llevan armando durante más de una década con el tan fútil como innecesario afán por ignorar el paso del tiempo.
Madonna para la revista Interview. / Versace
Para Chris Márquez, presidente del club de fans de Madonna desde 1987 (el Photoshop se lanzó en enero de 1990), director de dareStar, revista en castellano consagrada a la diva y fundador de la web Divinamadonna, estas fotos “ponen en evidencia el edadismo [la discriminación de una persona por su edad] contra el que siempre ha luchado Madonna. Las mujeres adultas no solo sufren sexismo, sino edadismo”.
Y añade: “A partir de cierta edad, a una mujer no se le permite ser aventurera, no se le permite ser sexual. Eso es espantoso. Mucha gente cuando ve una foto de una mujer de más de 50 mostrando los pechos dice: ‘¡Oh, eso es patético!, ¿se cree que tiene 20 años?, que deje de actuar así’
. Madonna con estas fotos tan solo nos dice: ¿A quién le importa? ¿Y qué pasa si lo hago? Quiero decir: ¿hay alguna regla? ¿se supone que deberías morirte a los 40? Esta es una de las mil razones por la que la amamos. Sus convicciones las lleva hasta el final”.
Hablar de convenciones cuando se trata de un producto de la industria pop puede sonar exagerado, pero ahora, como en la frase que promocionaba la secuela del filme Los indestructibles (el título encaja de forma casi mágica), parece que Madonna ha vuelto, y esta vez es personal.
La Ciccone ha despachado más de 300 millones de discos desde que arrancara su carera
. Es la cuarta artista que más ha vendido en la historia y la mujer que más álbumes ha colocado en Estados Unidos (65,5 millones). En los últimos 25 años, 9,7 millones de seres humanos de toda orientación sexual, clase social e inquietudes vitales han acudido a sus conciertos. Su última gira recaudó más de 300 millones de dólares (242 millones de euros), cifra que ayudó a colocarla en 2013 como la artista musical más rica del planeta, según Forbes, con unos beneficios de 125 millones.
Madonna, en su viaje a Malaui del pasado mes de noviembre. / AFP
Pero Madonna es voraz. Va a lanzar un nuevo disco y es la nueva imagen de Versace para esta próxima temporada de primavera/verano. En las imágenes que han salido esta semana, aparece saturada de Photoshop, pero logra que este recurso, en vez de convertirse en una trampa estética para parecer más joven y lozana, se presente como una forma de jugar con la memoria colectiva sobre la imagen que de ella se conserva. Parece tramposo. Lo es. ¿Funciona? Eso parece. Así que Madonna vuelve otra vez como lo ha hecho ya mil veces, y lo ha logrado siempre sin parecer jamás que antes de volver se había ido.
“Ella es mucho más que una cantante. Creo que esto, además de hablar de ella como plataforma multimedia, productiva y digital muy exitosa e inteligente, habla también de un público que comprende que algo pasa con Madonna: vivimos tiempos de transformación y convergencia, y ella es un gran exponente de todo esto”, explica Gabriela Pedranti, coordinadora del BA (Hons) Fashion Marketing and Communication en el IED Barcelona
. “A lo mejor, nos vemos reflejados en sus imágenes de los últimos 30 años. Hace poco escuché una frase divertida, que representa esto: ‘Si el mundo estallara pero quedaran Los Simpson, los extraterrestres entenderían la historia occidental de los últimos 30 años’. Yo creo que entenderían mucho de esos años si también quedaran registros de las distintas épocas de Madonna”.
¿Y qué aspecto parece que tendrá esta nueva época de la diva? Los lanzamientos de esta mujer no son meros acontecimientos musicales y comerciales, sino ejercicios que marcaron el camino a seguir y, más tarde, trabajos de certificación del estado de las cosas. Es decir, una suerte de debate sobre el estado de la nación pop.
Madonna en Interview. / Interview
Con Confessions on a Dance Floor incluso inició un revival, el de la música disco. Cuando aún no se sabía que los revivals iban a definir la primera década del siglo XXI. De momento, ha trascendido que ha estado trabajando con el productor y DJ Avicii, quien parece el encargado de incrustarla en la escena de la EDM —esa suerte de música electrónica que se define más por las botellas de champán que se consumen en los clubes que por sus aportaciones al devenir de la música—. También ha enrolado a Diplo, el hombre que con más talento y osadía ha fagocitado las raíces africanas y caribeñas hasta trasladarlas a las pistas de baile y a las listas de lo mejor del año de los medios occidentales, ya sea produciendo discos de MIA o al frente de Major Lazer. “Normalmente, no siento la necesidad de escribir éxitos, pero con un artista de este calibre te ves obligado a ir más allá de tus propios límites, de superarte”, ha declarado este último, actual pareja de Katy Perry.
“Ella simplemente es la diva. Es la reina del pop. Fue la primera. Todas beben de sus fuentes y todas la adoran. La mayoría de cantantes actuales no esconden su admiración. No hay ninguna pupila que se precie que no haya rendido homenaje a la maestra”, comenta Chris Márquez, el presidente de su club de fans. Y en sus palabras se explicita algo realmente fascinante: el pop nació como una celebración del ahora, se desarrolló en una época en la que a los 25 años ya se era mayor para descifrar sus códigos, que evolucionaban de forma supersónica con el único fin de reclutar adolescentes con la misma velocidad con la que se descartaban a quienes parecían mayores.
A diferencia del rock, donde la gerontocracia impone su autenticidad y su canon, y con eso espera perpetuarse, el pop es un poco hoy y bastante mañana. No necesita luchar contra el tiempo, porque el tiempo es suyo. Así que en un esquema como este ninguna de las estrellas que podrían competir con Madonna en 2014 o cuestionar a la diva, con el afán de apropiarse del momento, se equivoca. Todos la quieren. Pero ella se quiere más.

Dime qué odias de tu vida y te diré qué Pinterest necesitas: 50 cuentas para seguir ahora mismo



Antes teníamos los recortes de revista que colgábamos en corchos y ahora tenemos Pinterest, una red social que nos permite encontrar imágenes o vídeos (pins) y ordenarlos en cómodos tableros temáticos.
¿Y para qué sirve guardar todas estas cosas (aparte de para agudizar nuestro ya preocupante Síndrome de Diógenes Digital)? Pues para hacernos soñar con una vida más bonita, más luminosa, más sana, más handmade y básicamente mejor que la que tenemos.
Así que, si decides entrar en la secta del pineo, lo primero que debes pensar es qué parte de tu vida odias para que Pinterest se encargue de inspirarte una solución. Con eso claro, estarás preparado para sumergirte en una espiral de pins de la que probablemente no salgas nunca.
SPOILER: Jamás aplicarás nada de lo que veas en Pinterest a tu vida. Y, es más, todo eso solo te servirá para frustrarte más por pura comparación. Pero, eh, ¡nadie dijo que procrastinar fuera fácil!







SPOILER: Jamás aplicarás nada de lo que veas en Pinterest a tu vida. Y, es más, todo eso solo te servirá para frustrarte más por pura comparación. Pero, eh, ¡nadie dijo que procrastinar fuera fácil!
- Tienes poco dinero y mucho tiempo libre. Los DIY son la madre del cordero de Pinterest. Si no está aquí es que simplemente no se puede hacer.
1. Kate Lilley. Manualidades llenas de color y aptas para los más torpes.
2. Heidi | Hands Occupied. Tutoriales ordenados por temáticas desde Halloween hasta la Vuelta al cole.
3. Handmade Charlotte. Para padres divertidos con hijos inquietos.
4. Alícia Roselló Gené. Proyectos y mucha inspiración para los crafty más modernos.
5. DMC España. Trucos e ideas para amantes del hilo y la lana gorda.
Aquí estoy, pensando en una vida más bonita, más luminosa, más sana, más handmade y eso

La realidad asalta la ficción............................................................. Berna González Harbour

Ilustración de Fernando Vicente.

No nos llamaremos a engaño. Que la realidad es la materia prima más sustanciosa de la ficción es una verdad probada desde que la sabiduría popular tomó forma de Sancho Panza, por ejemplo, o el Essex, el ballenero hundido por un cachalote en 1820, se transformó en el Pequod en el tintero mágico de Melville. O para qué saltarnos siglos, milenios. Que Zeus raptara a Europa para traerla a Creta se explicaba por razones de belleza y de carácter (él era así), pero que con ella y sus hermanos llegara el alfabeto y nuevas ideas de Oriente no era sino la realidad escondida bajo la deslumbrante explicación mitológica.
También Madame Bovary, Oliver Twist o Anna Karenina nacieron para encarnar a personas que sufrían en zonas vitales donde habita la miseria o la imposibilidad del amor, fuera geográficamente en Francia, Inglaterra o la Rusia imperial. La lista podría no tener fin.
Es decir: siempre ha ocurrido.Pero algunas de las novelas más sugerentes que estos días se encuentran en las librerías están marcadas por un asalto firme y serio de la realidad a los teclados. La realidad ha agarrado a la ficción por la pechera y le ha sacudido unos guantazos que no le han dejado KO, no, sino que, por el contrario, la han espabilado. La novela no solo no ha muerto, como predijeron muchos, sino que se renueva y revive con una fortaleza inusitada. Y más herramientas. "La realidad siempre ha sido el carburante de la ficción, todo parte de ella", sostiene Javier Cercas (Ibahernando, Cáceres, 1962), que ha logrado con éxito elegir un fragmento de la historia y darle un sitio en la literatura. Llevarlo del periódico a la librería.

"Lo que ocurre ahora son muchas cosas a la vez: estamos rompiendo determinadas barreras. La historia de la novela es la historia de cómo el género va apropiándose de todo lo que encuentra a su alrededor —la historia, la poesía, el ensayo y el periodismo— y al hacerlo se transforma". Tras convertir en novelas clave la supervivencia del falangista Rafael Sánchez Mazas y el golpe del 23-F (Soldados de Salamina y Anatomía de un instante), Cercas ha elegido a Enric Marco, el hombre que se hizo héroe simulando ser víctima del nazismo, para recrear el engaño en su nueva obra, El impostor (Literatura Random House). El autor sitúa en un plano la novela del siglo XIX, que funcionó de forma eficaz para contar historias, pero que "casi ha monopolizado en los dos últimos siglos nuestra idea de novela" —"no sé si dará más de sí", dice—; y en otro plano el modelo previo, "más libre, más plural, cervantino, que concibe la novela como un gran banquete". Ahora, asegura, no se trata de regresar al pasado, sino de "avanzar, de aprovechar toda la experiencia histórica combinando la geometría y el rigor del modelo flaubertiano con la libertad, la flexibilidad y la pluralidad genérica del modelo cervantino. Ese es mi ideal". En ese gran banquete de la novela, dice, se trata de aprovechar el fastuoso abanico de posibilidades y de hacerlo con libertad. Y piensa en Coetzee, en Knausgård y en Carrère. Volveremos a ello.
De momento, es Antonio Muñoz Molina quien discrepa de las generalizaciones y de una visión de la novela del siglo XIX como "previsible y canónica". "En el siglo XIX y desde entonces hay una experimentación increíble en la novela, desde Balzac a Flaubert, este cambia constantemente en sus propias novelas. Miremos a Conrad, o James Joyce a Tolstói o Dostoievski. La realidad se ha contado siempre en la novela. El Lazarillo se presenta como autobiografía o ahí tenemos a Robinson Crusoe. Pero la novela siempre ha jugado con parecerse a la realidad o con introducir elementos de la realidad. En el Quijote aparece el bandolero que atemoriza Cataluña. Forma parte del panel de atracciones que tiene el arte de la novela: mezclar ficción con realidad".
"La idea de verosimilitud de la novela tradicional ha caducado. Y se sustituye por la veracidad
Carlos Pardo
Muñoz Molina (Úbeda, 1956) se ha apuntado con fuerza a la tentación y además lo ha hecho por vía doble: incorpora la realidad propia y la ajena. El autor ha novelado la huida del asesino de Martin Luther King y lo ha combinado con la propia exploración de sus inicios como escritor, como padre, como marido fallido y como enamorado. El resultado: Como la sombra que se va (Seix Barral). Y cita a Carrère —"demostró las posibilidades novelescas de lo real", a Chaves Nogales con su Juan Belmonte, a Tolstói introduciendo a Napoleón en su obra o a Pérez Galdós con sus Episodios Nacionales. "Lo que hacemos Cercas o yo tiene continuidad con elementos que han estado en la literatura, la interrelación ficción y no ficción ha estado siempre". "Toda novedad es solo olvido", dice Cercas evocando a Borges. "La novedad hay que buscarla en la tradición".
Lo han hecho muchos grandes, sí, recuerda Jorge Herralde, editor de Anagrama y por tanto orgulloso defensor de ese Emmanuel Carrère que redibuja y mantiene transitable el camino que antes abrieron otros. "En los sesenta y setenta, en plena ebullición del Nuevo Periodismo, Norman Mailer (La canción del verdugo, Los ejércitos de la noche) y Truman Capote (A sangre fría) popularizaron la novela de no ficción y estos años hay un renovado interés por esta aproximación narrativa. Anatomía de un instante de Cercas es uno de los ejemplos más brillantes". Herralde cita los casos de Carrère, Deville, Lola Lafon, que enlaza la vida de la famosa gimnasta Nadia Comaneci con el régimen de Ceaucescu en La pequeña comunista que no sonreía nunca, y a Jean Echenoz, que asociaba en Correr el destino del atleta Zátopek con el aplastamiento de la Primavera de Praga a cargo de los tanques rusos. "Y son ejemplos de cómo la no ficción, la intrusión de la realidad, trabajada literariamente con el talento requerido, ha vigorizado, a veces espectacularmente, la trayectoria de destacadísimos escritores", concluye el editor.
Enric Marco, personaje de 'El impostor', la última novela de Javier Cercas.
"Toda buena novela quiere sonar a verdad", defiende también Juan Cerezo, editor de Tusquets. "Y saturados de ficción, o de los trucos de cierta ficción, muchos novelistas recurren a la crónica, la autobiografía, a la documentación para incrementar la eficacia de la verosimilitud. La autoficción, que fue motivo de exploración metaliteraria en tantas novelas, se ha ido convirtiendo en autoconfesión como estrategia necesaria de credibilidad. El narrador testigo es ahora narrador personaje y muchas veces objeto de autoanálisis en paralelo y confundido con la historia que quiere contar, sin ocultar su punto de vista o su implicación emocional en lo que cuenta". Así lo han hecho Luis Landero en El balcón de invierno, Pérez Andújar en Paseos con mi madre o, ahora, Gonzalo Celorio en El metal y la escoria, una historia personal de emigración a México que pronto llegará a España y que se ha convertido en una de las novedades más comentadas estos días en la Feria del Libro de Guadalajara.
Muñoz Molina y Cercas son los abanderados más destacados de la temporada, pero en la misma harina amasan sus novedades Ignacio Vidal-Folch, que vuelve al encanto y las fracturas que se produjeron en la Europa del Este tras la caída del comunismo, o Carlos Pardo, que ha ensayado un desnudo integral del desvencijamiento de su familia al estilo de Knausgård combinado con la alegórica ruta a pie de Juan Sebastian Bach hacia su destino.
"Sí hay una evolución", sostiene Carlos Pardo (Madrid, 1975). "La idea de verosimilitud de la novela tradicional ha caducado. Y se sustituye por la veracidad. Se busca el efecto de realidad. Y esa sustitución de lo verosímil por lo veraz ha venido para quedarse". El autor de El viaje a pie de Johann Sebastian (Periférica) tiene como referencias de esta nueva forma de escribir a Coetzee y Naipaul. "Cuando fracasan las sociedades cerradas, la comunidad, empieza la biografía, y empieza la pregunta por la realidad y la identidad", defiende. "Ese género que se estabiliza en el siglo XIX es propio de sociedades cerradas. En las sociedades abiertas como las actuales, en que las herramientas de la ficción se las han llevado las campañas políticas, los falsificadores de nuestro tiempo, lo que le queda a la novela es plantearse qué es verdad y no verdad, cómo se construye la verdad y cómo la ficción sirve para dar sentido a la realidad".
Los periódicos y la televisión han superado a la novela, hay una crónica novelística detrás del sumario de Bárcenas
Naipaul, por ejemplo, pasa de escribir novelas a autobiografías, o crónicas o libros periodísticos cuando "le caduca la forma de la novela". Carlos Pardo recuerda referencias básicas de todas las épocas y países, desde Stendhal a Flaubert o a Paul Léautaud o a André Gide, pero cree que ha sido una tendencia especialmente infravalorada en España. "Ha sido un género postergado para el canon español, que ha sido pacato y timorato. Las crónicas de Azorín eran obras maestras, pero él y otros han sido vistos como escritores que no eran buenos novelistas. Si hubieran sido alemanes sus obras habrían sido consideradas buenas novelas".
Muñoz Molina viaja en tres planos temporales mientras bucea en su pasado y el del asesino, y Carlos Pardo parece utilizar el tiempo no exactamente como forma de ordenar, sino como excusa para desbrozar las frustraciones. "Vivimos la dictadura de lo actual y lo anacrónico te obliga a pensar históricamente. Acudir a ese viaje de Bach me dio la oportunidad de dar una vuelta a ese juego de espejos que es la literatura".
Ignacio Vidal-Folch (Barcelona, 1956) viaja del presente a la revolución del Este en busca de una verdad que explique lo que les pasa y nos pasa, y coloca la ejecución de Nicolae y Elena Ceaucescu, portentos de la tiranía desenmascarada, como plato estrella de una película cuya repetición los ha convertido en una especie de nuevos iconos pop al estilo de Micky y Minnie Mouse. Su novela Pronto seremos felices (Destino) explora a esas personas que no son noticia, pero que la sufren.
"La realidad es una proyección del deseo y necesitamos la fantasía para completar la historia. Mi punto de vista con mis herramientas hace una realidad y si la contara otro desde su punto de vista resultaría otra", sostiene Vidal-Folch. "Excepto el quién mató a quién o la verdad indiscutible de una guerra, el resto está sustentado en el ensueño, la fantasía, la duda".
Elena y Nicolae Ceaucescu, personajes de Ignacio Vidal-Folch.
La diferencia con el pasado, afirma, es que tenemos mucha más información y la capacidad para fantasear está más controlada. "Hay libertades que tenían en el siglo XIX que no tenemos en el XXI, pero a cambio tenemos más caudal de información, de verdad científica".
Ese caudal de información recopilada muy visible en El impostor de Cercas, por ejemplo, es una de las claves que ayudan a explicar esta tendencia acelerada de novelar noticias, realidades y que despierta las preguntas sobre la distancia entre la crónica y la ficción. ¿Era Anatomía de un instante o es El impostor una crónica o novela? ¿Qué convierte en novela entonces un relato que a simple vista podría ser una crónica?
Muñoz Molina escribe en los pliegues más íntimos de su novela: "La literatura se hace con lo que existe y con lo que no existe". Y Cercas escribe dentro de la suya: "La realidad mata, la ficción salva".
Y ambos tienen claros los límites.
"Que algo se convierta en novela no depende de que sus elementos sean reales o no, sino de la construcción que lo convierte en novela, de un discurso narrativo autónomo al mezclar la experiencia del asesino con la mía", sostiene el autor de Úbeda. "La frontera entre narración y crónica es muy exacta, es la misma que entre ficción y no ficción: la libertad. Si hiciera un reportaje hay libertades que no podría tomarme. La novela te da libertad de usar la realidad como tú quieres y una sola gota de ficción la convierte en ficción. En periodismo la única libertad es solo organizar los hechos de una manera, y es escasa. Cuando tú haces un texto histórico o de no ficción no tienes libertad, mientras la novela te da el grado de libertad que quieras. Responde a necesidades distintas".
Cercas, que imprime un ritmo vertiginoso, muy periodístico, a su novela, también tiene clara la línea: "Lo que distingue a la literatura es la ambición formal —la certeza de que a través de la forma se puede acceder a una verdad a la que no se puede acceder de ninguna otra manera— y un género se distingue de otro por las preguntas que se hacen y las respuestas que se dan. La pregunta que yo me hago ante el 23-F no es la pregunta de un ensayista o un historiador, sino la de un novelista: ¿por qué se queda sentado Adolfo Suárez en su escaño mientras las balas zumban a su alrededor? Lo mismo pasa con la pregunta que me hago ante el caso de Marco o el fusilamiento de Sánchez Mazas. Y en todos estos casos la respuesta también es novelesca: no hay respuesta, es decir, no hay una respuesta clara, nítida, taxativa, sino poliédrica, ambigua y contradictoria, como la propia realidad. Hay infinidad de respuestas y cada lector puede sacar la suya. La novela es una pregunta cuya respuesta solo la tiene el lector".
En un ensayo, sostiene Cercas, tienes que concluir; en un artículo, también. Y cuando a Umberto Eco le preguntan por qué se pone a escribir novelas a los 50 responde: "Para no concluir".
El profesor José-Carlos Mainer aseguró que la novela del siglo XIX se midió con el afán totalizador de la ciencia. La del XX, con la filosofía. Y la del XXI parece medirse con la información. "El relato de hoy sale de caza, se remueve inquieto en los límites de la imaginación y merodea, a falta de otras presas, en las páginas de los periódicos" (EL PAÍS, 30 junio de 2011). Y eso incluye los viejos periódicos y búsquedas en pasados próximos como los de Almudena Grandes o Ignacio Martínez de Pisón. O en los más recientes, como Manuel Vicent, que prepara una novela sobre el Rey a partir del ralentizado retrato de Antonio López (Alfaguara). O la mexicana Guadalupe Nettel que en un solo instante ancla la ambiciosa nave que había echado a volar, Después del invierno (Anagrama), en el atentado de la maratón de Boston. En su caso es un momento solo, casi un suspiro, pero el artefacto toma tierra y ayuda al lector a regresar. El horror siempre pudo ser mayor.
Toda buena novela quiere sonar a verdad
Juan Cerezo, editor de Tusquets
"Lo cierto es que ahora estamos bombardeados por más información que nunca. ¿Da la novela respuesta a esto? Puede ser, no lo sé", concluye Cercas. "Los periódicos y la televisión han superado a la novela, hay una crónica novelística detrás del sumario de Bárcenas o del ingreso de Pantoja en la cárcel, y al consumidor de noticias le gusta, lo devora, y piensa para qué voy a leer una novela si los periódicos ya me divierten", sostiene Pardo.
El debate sobre ficción y no ficción dura tanto como la literatura y quizá, como dijo Günter Grass: "Este asunto es un sinsentido. Tal vez les resulte útil a los libreros para clasificar los libros por género. Siempre he imaginado una suerte de comité de libreros reuniéndose para decidir cuáles deben ser ficción y cuáles no. ¡Diría que lo que hacen los libreros es ficción!".
Quién sabe. Tal vez todo esto, incluida la anunciada muerte de la novela, también es ficción. Y la única verdad sea, en palabras de Cercas, que: "Si la novela está muerta —cosa que se dice casi desde que está viva—, la culpa es nuestra por no aprovechar todas las posibilidades que abrió Cervantes, que nos dio un género en el que cabe todo. Esa fue su genialidad".