Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

20 nov 2014

El adiós del presunto asesino................................................. Juan Mari Gastaca

Jon Erkurdia dejó escrita esta referencia a las 17.34 horas de este miércoles en su perfil de Facebook.

Jon Ezkurdia era una "persona encantadora" entre sus amistades, aunque quienes le han tratado en aspectos comerciales siempre repararon en su "soberbia" con unas "reacciones hurañas" que casi nadie advertía en el trato diario, de martes a sábado, en su local de 'La gallinita ciega', abierto hace seis años después de que decidiera abandonar su dedicación al teatro.
Esta doble personalidad se ha mantenido hasta el día fatal en el que se ha conocido su detención como presunto asesinato de su pareja, el actor vasco Koldo Losada, con quien estaba en trámites de separación después de una larga vida de casi dos décadas juntos y casados desde hace poco más de dos años.
Ezkurdia decidió salir este miércoles con unas amigas para divertirse
. Nada especial en su comportamiento.
 Su local permanecía cerrado ante la incredulidad, no obstante, de muchos de sus clientes, pero sus compañeras entendieron lógico el rato de ocio que les proponía por algunos bares de la zona del Ensanche bilbaíno.
Entre consumición y consumición, Ezkurdia se mostró extraño en su comportamiento
. De hecho, sus acompañantes se lo hicieron saber.
 Pero les respondió que estaba asustado porque el médico le había diagnosticado un cáncer y le quedaban pocos meses de vida
. Fue una melancólica despedida.
 Por eso, sus amigas quisieron animarle y horas después se dirigieron hacia el domicilio que compartía con Losada, en el número 16 de la calle Lersundi, también en pleno centro
. Fue premonitorio porque permitió descubrir por casualidad el crimen.
Ezkurdia dijo a sus amigas que le habían diagnosticado un cáncer
Cerca del portal de la vivienda de la pareja, las amigas se toparon con Jon Ezkurdia en evidente estado de embriaguez y que estaba siendo atendido por una ambulancia.
 Fue entonces cuando las mujeres subieron a la vivienda y localizaron al actor Koldo Losada, muerto en el pasillo y con signos de violencia
. La víctima estaba tendida boca abajo sobre un gran charco de sangre y con una toalla anudada a la cabeza.
Horas antes, Jon Ezkurdia se había refugiado en su perfil de Facebook para despedirse.
 Se retrató en una fotografía a modo de payaso, vestido con una camiseta interior sin mangas, con los ojos pintados de negro y la boca, de rojo.
 Y acompañó un texto: "la gallina ciega comenzó sin ruido y así se va. Gracias por todo lo que nos habéis regalado".
Eran las 17.34 horas del miércoles 19 de noviembre.
Fuentes de la investigación relacionan directamente este último mensaje de Ezkurdia en Facebook con la comisión del crimen de su compañero.
 No obstante, la Ertzaintza remite las conclusiones de las pruebas periciales a la decisión judicial.

Cuando Cayetana de Alba vestía de Balenciaga y posaba para Vogue................................Susana Molina


Duquesa de Alba
La Duquesa de Alba posa con un diseño de Balenciaga para la revista Vogue América en enero de1941.
Foto: Cecil Beaton. Condé Nast


Cualquier tiempo pasado fue mejor. O al menos es el dicho que, en materia de estilo, podríamos aplicarle a la Duquesa de Alba.
 Hubo un tiempo en el que Cayetana era una de las mujeres mejor vestidas de España y la fotografiaban los mejores
. Buscando en los archivos lo primero que nos sorprende es una imagen para la edición estadounidense de la revista Vogue en 1948, donde la que la duquesa viste una elegante creación de Cristóbal Balenciaga compuesta por vestido New Look de cuerpo de encaje y falda plisada combinado con una torera.
La instantánea fue tomada por el fotógrafo Cecil Beaton, uno de los grandes retratistas de Condé Nast y autor de algunas de las imágenes más icónicas de Marily Monroe o Audrey Hepburn.
 Un año antes, Life había encargado a Scherschel el reportaje de su primera boda.
 En 1959 sería el mismísimo Avedon quien la retrataría bailando flamenco para Harper's Bazaar (la imagen ilustra la portada de una de sus biografías).
Años más tarde, en 1962, la duquesa vuelve a posar para la biblia de la moda, en esta ocasión es el prestigioso Henry Clarke el responsable de inmortalizarla en el Palacio de Liria con piezas de Elio Berhanyer: un vestido de noche de gasa y un abrigo de tafetán de efecto acolchado.
 Aparece como una mujer sofisticada... del mismo modo que ya hizo su madre, vestida con las exclusivas creaciones de Coco Chanel en 1930 y que también posó para la revista.


Duqesa de Alba 
 
Duqesa de Alba
  Pero pasó el tiempo y Cayetana, cada vez más, se convirtió en una amante de los volantes, los encajes los estampados en colores vivos, los complementos estridentes, las mantilla y las medias de rejilla. Incluso volvió a posar para Vogue, esta vez en su edición española, en mayo de 2010.
Pero su afán por seguir siendo, como ella se define, una mujer cosmopolita y adelantada a su época, ya había derivado en el gusto por combinaciones imposibles ancladas en la estética regional. Embajadora de la moda española durante toda su vida (aunque en su segunda boda encargó su vestido al modisto italiano André Lang), su traje de boda ha sido obra de sus amigos Victorio & Lucchino.
* Este artículo fue publicado originalmente el 5 de octubre de 2011.

Asesinado el actor Koldo Losada en Bilbao y detenida su pareja

Asesinado el actor Koldo Losada en Bilbao y detenida su pareja.

 

Koldo Losada en una fotografía de la página web de su representante.

El cuerpo sin vida del actor vasco Koldo Losada, de 54 años, ha sido hallado en la noche del miércoles en su domicilio en Bilbao con un fuerte golpe en la cabeza.
 La Ertzaintza ha detenido horas después a su expareja sentimental, un varón de también 54 años, como principal sospechoso del crimen.
 La víctima había nacido en la localidad vizcaína de Getxo y como actor trabajó en series tan conocidas como Amar en tiempos revueltos, Cuéntame, Águila Roja, Los hombres de Paco, Aída o Gran Reserva.
El cuerpo fue hallado en la noche por un conocido suyo, que se acercó a su domicilio en Bilbao.
 Le alertó el extraño comportamiento que mostró su expareja horas antes.
La Ertzaintza halló el cadáver en el suelo del pasillo.
En un contenedor de basura próximo a la vivienda se localizó el cadáver del perro que tenía la pareja, así como diversos objetos presumiblemente relacionados con los hechos.
Vecinos del fallecido han relatado que la pareja se estaba separando y el presunto autor del crimen estuvo este miércoles sacando cuadros de la vivienda.
Vecinos del fallecido han relatado que la pareja se estaba separando
El arrestado, también de 54 años y que convivía con la víctima, se encuentra en dependencias de la Ertzaintza a la espera de ser puesto a disposición judicial.
El fallecido intervino en una larga lista de series, entre las que también se encuentran, Bea, Policías, El Secreto del Puente Viejo o la serie en euskera emitida por ETB-1 Goenkale.

Ha muerto una desconocida............................................ Ana R. Cañil

En el otoño-invierno de 2010, la duquesa de Alba decidió poner en orden sus recuerdos.

Nicolás Aznárez.

“No me consta que durante el bautizo del príncipe Felipe, la reina Ena [Victoria Eugenia], mi madrina, dijera a Franco aquello de ‘General; ahora ya tiene tres Borbones para elegir’, pero le voy a contar una cosa que no he dicho hasta ahora.
Cuando salimos del bautizo del príncipe, yo la tuve que esperar, porque ella se quedó mucho tiempo hablando con Franco en un salón, a solas
. Cuando subió al coche y arrancamos hacía Liria, me dijo: ‘Será Juanito’.
 Se refería a que sería don Juan Carlos, su nieto, el elegido por Franco para restaurar la Monarquía y no don Juan, su hijo”.
En la salita privada del palacio de Liria se produjo un silencio.
 Quienes la escuchábamos, la miramos perplejas.
 Una mano paró el magnetofón que grababa los recuerdos de Cayetana Stuart y Silva.
 “Pero ese detalle es importante ¿por qué no lo ha contado antes?”. “Bueno”, respondió la duquesa, encogiéndose de hombros, “era una confidencia de la reina Ena, la abuela de don Juan Carlos I y mi madrina.
 Y la verdad es que tampoco nadie me lo ha preguntado”.
Era el otoño-invierno de 2010 y la duquesa de Alba había recuperado su energía tras levantarse de la silla de ruedas, que la tuvo atada durante muchos meses.
 Peleaba en todos los frentes para casarse por tercera vez.
 En ese contexto, decidió que ya era el momento de poner en orden sus recuerdos, a los que no quiso llamar memorias.
 La duquesa llevaba un riguroso orden de todo, absolutamente todo, lo que se publicaba sobre ella desde hacía décadas y décadas
. Lo encuadernaba en tomos rojos, azules y los últimos, en verde.

“La noche en que nací, aquí, en Liria, mi padre estaba cenando con Marañón, Ortega y Gasset y Ramón Pérez de Ayala
. Un doctor, un filósofo y un escritor
. Cuando Marañón le dijo que era una niña y que todo estaba en orden, se fumó un puro e invitó a todos a brandy.
 Era la 1.45 de la mañana y dijo que no le importaba que fuera una chica
. Lo importante es que estuviera bien.
 Yo no había nacido cuando mi padre trajo a España a Keynes, pero sí me acuerdo de Howard Carter, otro gran amigo de él, que descubrió la tumba de Tutankamón”
. Churchill, que era primo de su padre, la impresionaba mucho cuando iba a cenar a la Embajada de España en Londres, donde el duque de Alba ejerció de embajador de Franco:
“Tenía un vozarrón y un carisma tan impresionante que todo el mundo se callaba en cuanto abría la boca.
 Durante los bombardeos de Londres, en la II Guerra Mundial, me felicitaba por lo valiente que era y por no tener miedo”.
De ahí desplazaba sus recuerdos a EE UU, para hablar de los hijos de Joseph y Rose Kennedy, entre los que se encontraba el futuro presidente de los EE UU:
 “Entonces ninguno de nosotros podía imaginar que muchos años después, ya muerto John Kennedy, su mujer Jackie y yo nos hicieramos amigas.
 En Dueñas tengo un cuadro que pintó en los días que estuvo conmigo
. Tonteó con Joaquín Garrigues.
 Eran dos viudos magníficos. Hubieran hecho una buena pareja, pero no cuajó”.
Pese a tanto glamour, la vida british que le trató de imponer su padre no funcionó con ella. La historia volvió a echarle una mano cuando Franco y Jacobo Stuart se pelearon (“Mi padre comprendió que el general no tenía intención de restaurar la Monarquía y dejó la embajada de Londres”)
. Y regresó al sol de Sevilla, los toros y los toreros, para acabar en boda con un tipo serio, del gusto de su adorado padre, Luis Martínez de Irujo.
Cayetana de Alba desgranaba recuerdos, unas veces en Liria, otras en Dueñas y siempre hablaba con normalidad, como si lo habitual fuese organizar el primer desfile de Dior en España en Liria, en aquel Madrid gris y triste de los años sesenta.
 O dejar mudo a su hijo Carlos, el mayor, cuando se encontró a Audrey Hepburn desayunando en el comedor del palacio madrileño, por donde desfilaron desde Charlton Heston hasta Sofía Loren. “Era normal, pero más importante para mí resultaba aún que viniera mi gran amigo, Arthur Rubinstein”.
La muerte de Irujo, jefe de la casa real de la reina Victoria Eugenia, fue un golpe que abrió lo que los Alba conocen como El interregno, el periodo hasta su boda con Jesús Aguirre, excura, progresista, amigo de los socialistas, “culto, divertido, inteligente y que estudió con Ratzinger”.
No había suficientes palabras en la boca de Cayetana para poner en valor a Aguirre.
Se abrió otro mundo para ella, volvieron los intelectuales y escritores a pasear por Liria, como en los tiempos de juventud de su padre, sin importar los colores o las ideas.
Hasta que se aburrió. “He levantado Liria. Es mi obra y he preservado el patrimonio de esta casa, que comenzó a fraguarse hace 600 años
. He cumplido con el legado, el encargo que me dejo mi padre; no soy una intelectual, pero amo la música, la pintura, la lectura. Todas las artes.
 Sólo he fracasado en el canto, aunque lo intenté de muy pequeña”.
Tres cosas torturaban los últimos años de la 18ª duquesa de Alba: no haber sido buena madre, “aunque he hecho lo que sabía o podía”; saber si Dios la perdonaría sus pecados, aunque tenía una bula papal de Pio XII guardada en su mesilla; y no estar segura de que su legado, la Casa de Alba, sobrevivirá con sus hijos.
Ana R. Cañil es periodista. Redactó los dos tomos de recuerdos de la duquesa de Alba