Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

18 nov 2014

Cuando Marilyn Monroe leía a Lorca y Alberti................................................. Benjamín Prado

La mítica actriz tenía un gusto exquisito por la literatura. En su biblioteca, catalogada por Christie's, hay más de 400 volúmenes de primer nivel.

Marilyn Monroe, en su casa. / Philippe Halsman

¿En qué se parecía Marilyn Monroe a Norma Jean? Es una pregunta que siempre girará alrededor del mito.
¿Qué tenía dentro de la cabeza la cara más conocida de su tiempo? Entre otras cosas, muchos libros, a la vista del inventario que hizo la casa de subastas Christie’s de su biblioteca personal, en la que hay más de 400 volúmenes de primer nivel.
Parece que la mujer más deseada de todos los tiempos siempre tuvo un gusto exquisito para la literatura y que lo afiló más aún tras su matrimonio con el dramaturgo Arthur Miller.
 Hay fotos muy conocidas de la actriz, tomadas en los descansos de sus rodajes, en alguna biblioteca o incluso en su propio apartamento, en las que se la ve con obras como el Ulises de James Joyce o la poesía de Walt Whitman en las manos, los ojos clavados en sus páginas y un gesto de concentración a prueba de intrusos.
 También otra en la que hojea un catálogo de Francisco de Goya.
 Sin embargo, ésa no es la única prueba de su interés por la cultura de España, porque ahora que se ha hecho público el catálogo de sus tesoros hemos descubierto dos libros de poesía que nos atañen, los que aparecen señalados con los números 264 y 268 y que son, respectivamente, una antología de poemas de Rafael Alberti y Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca.
Conociendo a Alberti, me puedo imaginar sin hacer ningún esfuerzo que de haberlo sabido, pocas cosas le habrían hecho tanta ilusión en su vida.
La colección privada de libros de Marilyn Monroe es apta para los paladares más exigentes y nos deja claro, para empezar, que era mucho más inteligente que los que hicieron la lista, en la que incluyen a Alberti y Lorca entre los “autores latinoamericanos” y El principito, de Antoine de Saint-Exupéry –precisamente el primer regalo que ella le hizo a Joe Dimaggio–, en la sección de psicología.
 Sus tesoros bibliográficos van de clásicos como Aristóteles o Platón hasta Oscar Wilde y En el camino, de Jack Kerouac; de los maestros rusos, Dostoievski, Tolstói, Chéjov y Pushkin, y los franceses, Proust, Zola, Albert Camus, Alejandro Dumas, Stendhal y Colette, a Muerte en Venecia, de Thomas Mann, a La última tentación de Cristo, de Nikos Kazantzakis; y pasa por Edgar Allan Poe, John Steinbeck; por los versos de William Blake, Rainer Maria Rilke o D. H. Lawrence, y por el teatro de O’Neill, Tennessee Williams, Bernard Shaw y Molière, aunque en este género brilla por su ausencia, de forma extraña, el propio Arthur Miller
. Por supuesto, no faltan los novelistas contemporáneos de la intérprete, Sherwood Anderson, Scott Fitzgerald, Hemingway, William Faulkner, Thomas Wolfe, Dorothy Parker y Carson McCullers, a quien conoció junto con Isak Dinesen.
La aparición de Lorca y Alberti no hace más que agrandar la idea de que a Marilyn le interesaba España
. Ceferino Carrión, el hostelero de Santander que era amigo suyo y dueño del restaurante La Scala, donde comía la estrella a diario, es conocido por ser quien le llevó a su casa la cena el 4 de agosto de 1962, la noche en que murió
. En una conversación de hace un par de años con el periodista Sebastián Moreno, aparte de contar cómo le había presentado a Brigitte Bardot, con la que Marilyn al parecer fue encantadora, recordaba que la protagonista de La tentación vive arriba “leía mucho, hablaba a menudo de poetas españoles o de sus pintores favoritos, que eran Velázquez, Goya y Picasso”.
Si la frase “dime qué has leído y te diré quién eres” tiene algo de cierto, después de asomarnos a su biblioteca, tal vez sepamos algo más de Marylin, ese mito al que a veces uno tiene la sensación de conocer un poco menos con cada biografía suya que devora.

 

Emilio Lledó: “Soy el que se fue con una maletita de cartón a Alemania”................................ Tereixa Constenla.

El filósofo, distinguido con cuatro premios en un solo mes, bromea al recibir el Nacional de las Letras: "Puedo ir al libro Guinness”.

 

El filósofo Emilio Lledó, esta mañana en Madrid. / Samuel Sánchez

Emilio Lledó pasó la mañana hablando sobre su amor por los libros -“Han sido mi compañía. Podría reconstruir mi vida mirando esos libros”- y pensaba encerrarse unos días para escribir un artículo para agradecer el premio internacional de ensayo Pedro Henríquez Ureña, que por primera vez concede la Academia Mexicana de la Lengua y que recogerá la próxima semana.
 El jurado del Premio Nacional de las Letras le ha truncado los planes. Esta mañana decidieron otorgar su galardón al filósofo y académico, nacido en Sevilla en 1927
. Recibió la noticia en la sede de la Asociación de Editores de Madrid, que le ha concedido el 18º Premio Antonio de Sancha por su compromiso con la cultura y la literatura. “Esto quiere decir que ya estás tan viejo que están diciendo ‘vamos a despedir simpáticamente a este señor”, bromeó.
“Sabía que había estado propuesto otros años, pero no éste… Podría haber sido el que viene o el pasado”, añadía jocoso, casi abrumado por la singular coincidencia de recibir cuatro galardones en un mes (el José Luis Sampedro, de Getafe Negro; el Antonio de Sancha; el Pedro Henríquez Ureña y ahora el Nacional de las Letras). “Puedo ir al libro Guinness”.
Lo aceptará.
 Considera que los premios significan el reconocimiento a una trayectoria, “sea yo o cualquiera”, aunque no los busque ni se postule. “Han sido todos una sorpresa, y el origen de la filosofía es una sorpresa, por tanto estos premios me sorprenden y me estimulan para seguir trabajando”.
 Emilio Lledó prepara ahora un libro sobre la amistad y los afectos.
“Me gustaría poder aportar algo nuevo aunque sea pequeñísimo.
 Los afectos no tienen una gramática como la Filología, pero eso le da fuerza y libertad. Habría que pensar en una gramática de los afectos para que el amor no se convierta en odio o la amistad en enemistad”.
Hay una palabra poco usada que Lledó saborea: amistarse. “El principio de las relaciones afectivas que tengamos empieza con la relación afectiva con nosotros mismos.
 Y esto te obliga a mejorarte, luchar para mirarte en el espejo y no avergonzarte”.
Cuando Lledó se mira en el espejo, no se avergüenza.
 “Por edad hay un momento en que piensas que te quedan pocos telediarios, pero eso no me entristece para nada porque pienso que soy él mismo que con una maletita de cartón que se rompió en la frontera me fui a Alemania.
Me miro en el espejo y no me avergüenzo”.
-Y el país en el que vive, ¿le avergüenza?
“No me avergüenzo, pero no me gusta”.
 Es la primera vez que la mirada de Lledó, relajada y sonriente, se endurece. “En la dictadura teníamos la esperanza de que esto cambiaría, y ahora estamos en el territorio de aquella esperanza y muchas veces desesperanzados”
. El filósofo amante de los griegos vuelve a ellos para reivindicar la decencia como esqueleto de una sociedad sana. Le disgusta profundamente lo que ocurre en el territorio político, pero Lledó, que durante medio siglo difundió la Filosofía en institutos y facultades, es un combatiente nato.
“No debemos aceptar batallas perdidas”.

D. Emilio LLedó...........................................................Juan Cruz

“No es tolerable que el imperio de la indecencia domine en la política”.

 

A Emilio Lledó le inquieta dejar la política "en manos de oportunistas e indecentes"

El filósofo no ve más solución "que en la cultura".

 

Emilio Lledó, en su casa de Madrid. / CRISTÓBAL MANUEL

Emilio Lledó. Filósofo. Académico. Autor de Memoria de la ética. En esta conversación cuenta su estado de ánimo ante el momento que vivimos.
Pregunta. Este es un país "entristecido y luminoso", decía usted el domingo en EL PAÍS Semanal.
Respuesta. Es un país mucho más decente y luminoso por la sabiduría de la gente. Esta sabiduría tiene que ponerse en práctica
. No podemos dejar el país en manos de una política con una parte regida por oportunistas y por indecentes
. Que el imperio de la indecencia domine en la política es intolerable; ese imperio es fruto del dominio de ciertas oligarquías que piensan que lo único que hay que hacer es ganar dinero y crear ideologías aptas para que esa oligarquía siga con poder...
P. Usted cita a Machado hablando del país luminoso...
R. Sí, hablaba del país empobrecido por una clase media entontecida por la ignorancia y por el pragmatismo eclesiástico.
 Contra eso oponía esa luminosidad, la decencia popular... Eso no lo podemos corromper.
P. ¿La solución?
R. La solución no la veo más que en la cultura.
 Cultura entendida como educación en la libertad, en la verdadera sabiduría...
Me he quedado sorprendido por el anuncio de una universidad que decía que disponía de cafetería de lujo y pistas de pádel..
. Es vergonzoso que esto sea posible y que se anuncie como atractivo para los jóvenes. Esa actitud es la catástrofe para un país.Y eso se haCE por el impresentable de Werter
Poner técnicos al frente de la economía es un error, y se paga”
P. La campaña electoral ha coincidido con dos cambios de gobierno en Europa, ambos a favor de personalidades del mundo económico. ¿Cómo lo ha vivido?
R. En La República de Platón y en La política de Aristóteles se dice que la salvación de los Estados, de los pueblos y de las naciones se da a través de la decencia y de la cultura.
 Esta no es una frase antigua, vale hoy. ¿Cómo va a defender lo público alguien que solo está pensando en lo privado y en lo de sus "amigantes"? Y me gusta esa palabra, "amigantes", porque consuena con mangante.
P. Este país es como un enfermo sometido a una enorme operación descarnada. ¿Con qué ánimo lo ve usted?
R. Lo que percibo es desconcierto y dolor.
 Quizá no mucho dolor, porque nos están haciendo esta operación con anestesia.
P. ¿En qué consiste la anestesia?
R. En que lo que prima en este mundo es la economía, que hay que solucionarla y que por lo tanto hay que poner técnicos al frente de esa economía.
 Estos técnicos salvadores han sido abogados o economistas de grandes empresas puramente económicas, empresas que solo persiguen el poder económico.
 Es una equivocación. A la larga, y no a la muy larga, más bien a la corta, se paga.
P. Una de las lesiones que presenta ese cuerpo sometido a una operación quirúrgica ha sido el proyecto de Educación para la Ciudadanía.
 ¿Cómo ha visto la burla a la que se sometió esa iniciativa?
R. Propia de auténticos ignorantes y aprovechados. La Educación para la Ciudadanía es una forma de crear ciudadanos libres, pero las sectas no pueden aceptar que haya ciudadanos libres.
 Educación para la Ciudadanía, o como la llamen, provoca la educación libre y laica y es uno de los elementos fundamentales del progreso democrático.
Me preocupa una tercera guerra europea, una guerra económica”
P. La política también está gravemente lesionada. ¿Qué consecuencias tiene?
R. La consecuencia más grave es la de ir alimentando poco a poco el imperio de una dictadura, una dictadura económica.
 Confío en que ya no sea posible una dictadura militar, pero hay formas de dictadura que sin disparar tiros dominan también
. Creo profundamente que el desprecio a la política es un error garrafal porque es un desprecio interesado.
 Lo que quieren hacer es una política determinada donde nadie pueda hacer política.
P. El político sale aún peor parado que la política...
R. La política es la función esencial de la vida colectiva, y el político es algo esencial también en la dirección y en la orientación de esa vida colectiva.
Pero tiene que ser honrado y no ponerse una máscara, sino dar la cara —eso también lo dice Machado—. Dar la cara por unos ideales que ese partido debe defender de verdad. El ataque a la política, la burla no digamos, se nos clava en la cabeza como si todos los políticos fueran unos sinvergüenzas
. Y eso es un error... La política es el más arquitectónico de los saberes, decía el gran teórico clásico de la política, porque los comprende a todos... Burlarse de la política tiene algo de dictatorial, de tiránico... Muchas veces me digo, no sé si con injusticia, que estamos en una oligarquía democrática y que el franquismo ha seguido bajo distintas formas, con intereses oligárquicos.
P. ¿Dónde lo ve?
No podemos votar a los corruptos, a no ser que estemos ya corrompidos”
R. Antes de decirlo, déjeme decir que este país ha avanzado. Fíjese en Salteras, al lado de Sevilla; ahí iba yo en los años 40. El avance ha sido espectacular...
El país ha mejorado en cultura, en decencia... Creo que el franquismo está de capa caída, pero tiene todavía fuerza en ciertas manifestaciones de algunos políticos, con una ideología que coincidiría con la se mantuvo con Franco...
P. ¿En qué lo ve?
R. En la defensa de la enseñanza privada, en el descrédito de lo público, en el desprecio de la igualdad de oportunidades... ¿Dónde está la libertad si hay desigualdad?
P. ¿Y Europa no es parte de ese cuerpo enfermo?
R. Ha sido una luz, un poder intelectual... Por eso me preocupa que ahora pueda surgir una tercera guerra europea solapada, ya sin cañones, una guerra económica
. Un nuevo afán de dominio, solapado, porque eso son las guerras, lo que destruiría las posibilidades que sin duda se abren para una Europa unida...
P. Hablaba de un país entristecido y luminoso. ¿Hay una luz?
R. Creo que en nuestro país hay una sabiduría latente y emergente que me llena de optimismo, pero no podemos permitir de ninguna manera que se corrompa el político.
 No podemos votar a los corruptos a no ser, y eso sería la muerte de un país, que nosotros estemos ya tan corrompidos que no solo no los distingamos sino que queramos que el corrupto mande para engancharnos a su chaqueta. Sería catastrófico.

Mi querido Profesor


El filósofo Emilio Lledó, en el momento en que EL PAÍS le da la noticia de que es el nuevo Premio Nacional de las Letras, en la Asociación de Editores de Madrid. / samuel sánchez

Emilio Lledó (Sevilla, 1927), filósofo y miembro de la RAE, ha obtenido el Premio Nacional de las Letras Españolas que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
. El galardón, dotado con 40.000 euros, distingue el conjunto de una obra literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español, "cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual".
 El jurado premia a Lledó “por su pensamiento y dilatada obra, que armoniza la filosofía del Logos, la hermenéutica, el valor estético y ético de la palabra, la defensa de la libertad y reivindica la vocación docente".
 Igualmente el jurado ha destacado su aportación de una vía filosófica propia en la que el saber antiguo ayuda al saber presente
. Es un gran ensayista y divulgador de alto nivel, entre los temas que trata destacan la defensa de la lectura, la felicidad, el silencio, la belleza y la verdad.
A Lledó, que no tiene teléfono móvil, le dio la noticia EL PAÍS cuando daba esta mañana una rueda de prensa por la concesión del Premio Antonio de Sancha, de la Asociación de Editores de Madrid
. El escritor sevillano es autor de obras como Memoria de la ética, Filosofía y lenguaje, La memoria del logos, Elogio de la infelicidad, El silencio de la escritura (Premio Nacional de Ensayo) y El origen del diálogo y de la ética. Una introducción al pensamiento de Platón y Aristóteles.

Deletrear el mundo

Por EMILIO LLEDÓ
PALABRAS DE EMILIÓ LLEDÓ EN LA FERIA DEL LIBRO DE MADRID 2014
Me toca inaugurar este minuto de micrófono, que los organizadores de la Feria han puesto a nuestra disposición, con el hermoso título de “deletrear el mundo”.
Rodeados de las hojas de los libros, parece como si hubiera venido otra nueva primavera al Retiro. Las páginas que duermen en estas casetas, que esperan a nuestros ojos para florecer, nos enseñan, entre otras cosas, que hay dos mundos
: El de nuestro cuerpo, el de la vida, el de la naturaleza. Y además ese otro espacio, ese mundo ideal de las palabras.
En el mundo de la realidad, estamos; pero en el mundo del lenguaje, de los libros, somos
. Las silenciosas páginas que esperan a sus lectores muestran, entre otras cosas, que vivir es dialogar, entender, soñar, interpretar.
La lectura, en el surco del tiempo, nos arranca de ese originario silencio de cada existir.
Leer es oír otras voces, descubrir otras conversaciones, enriquecer la sensibilidad y la inteligencia y, de paso, sentir el susurro de la escritura como un territorio de la posibilidad, de la creatividad; de recrearnos, de volver a ser, con todas esas voces que nos hablan (y nos ayudan).
Tendríamos que dar las gracias a esos autores que nos han dejado en sus páginas el sorprendente gozo de la escritura.
 Una forma de sostener el tiempo, de poner en las palabras que nos ofrecen la esperanza, la felicidad, la libertad de pensar, (de no dejarse manejar).
Este es el inmenso regalo que está en los libros, y que en el acto de leer, de deletrear el mundo, nos abre el maravilloso don de una inagotable compañía en la que aprendemos la amistad de las palabras. Y esa otra mirada: la de los libros que, a su vez, nos miran, y que son ya un reflejo de todas las vidas que nos acompañan y que nos liberan, para siempre, de la soledad.
Emilio Lledó
Sábado, 31 de mayo
El filósofo siempre se ha interesado en las formas del lenguaje como algo esencial en el pensar y en su manera de conformar y ver el mundo.
 Además, es un ferviente agitador de la lectura y de su importancia en lo cultural y la concepción de un mejor ciudadano.
 Parte de todo esto lo expresó en la pasada Feria del Libro de Madrid, al inaugurar la sección Deletrear el mundo, en la que dijo: "En el mundo de la realidad, estamos; pero en el mundo del lenguaje, de los libros, somos. Las silenciosas páginas que esperan a sus lectores muestran, entre otras cosas, que vivir es dialogar, entender, soñar, interpretar".
En él, la filosofía clásica de Grecia, en especial Platón y Aristóteles, es analizada y traída hasta el presente para interpretar la vida contemporánea.
En un artículo de 2012 en EL PAÍS, titulado Mythos, escribe: "Lo primero fue el habla. Una necesidad de sentir la compañía de los otros, de arrancarse de la originaria soledad, de emitir sonidos que la lengua fue articulando, modulando, convirtiendo en palabra.
 A esa voz, enriquecida a lo largo del tiempo, el “filósofo”, como llamaban a Aristóteles, dijo que era un soplo, un “aire semántico”.
 No sólo un grito.
 Ese aire decía cosas, señalaba los árboles, los mares, las estrellas, alumbraba ideas que, en principio, eran “lo que se ve” y en esas “visiones”, creaba comunidad, solidaridad, amistad.
 Surgía así un universo en el que los seres humanos comenzaron a sentirse y entenderse. Los primeros textos en los que encontramos el sustantivo mito, (mythos), por ejemplo en la Ilíada, significa “palabra”, “dicho”, “conversación”.
En una entrevista a este diario, a partir de una descripción suya sobre este país, "entristecido y luminoso", dijo
: "Es un país mucho más decente y luminoso por la sabiduría de la gente
. Esta sabiduría tiene que ponerse en práctica. No podemos dejar el país en manos de una política con una parte regida por oportunistas y por indecentes
. Que el imperio de la indecencia domine en la política es intolerable; ese imperio es fruto del dominio de ciertas oligarquías que piensan que lo único que hay que hacer es ganar dinero y crear ideologías aptas para que esa oligarquía siga con poder...".
Emilio Lledó se une a una lista de premiados que incluye a los hermanos Juan y Luis Goytisolo, Pere Gimferrer, Rafael Sánchez Ferlosio, Ana María Matute, Julio Caro Baroja, Rosa Chacel, José Manuel Caballero Bonald, Carmen Martín Gaite, Francisco Ayala y José Hierro.
El jurado estuvo presidido por María Teresa Lizaranzu Perinat, Directora General de Política e Industrias Culturales y del Libro; y como vicepresidenta: Mónica Fernández Muñoz, Subdirectora General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.
 Los vocales fueron: Aurora Egido Martínez (de la Real Academia Española; Víctor Fernández Freixanes (de la Real Academia Gallega/Real Academia Galega), Javier Calzacorta Elorza (de la Real Academia de la Lengua Vasca/Euskaltzaindia), Margarita Casacuberta i Rocarols (del Instituto de Estudios Catalanes/Institut d'Estudis Catalans), Manuel Arce Lago (de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Francisca Rubio Gámez (Fanny Rubio) (de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE), Guillermo Carnero Arbat (de la Asociación Española de Críticos Literarios), María Luisa Ciriza Coscolín (de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Amelia Valcárcel (del Centro de Estudios de Género de la UNED), Marcos Giralt Torrente (a propuesta del Ministro de Educación, Cultura y Deporte); y los dos últimos autores galardonados: Luis Goytisolo Gay (2013) y Francisco Rodríguez Adrados (2912).

Todos los premiados

Luis Goytisolo, 2013. Francisco González Andrados, 2012. José Luis Sampredro, 2011. Josep María Castellet, 2010. Rafel Sánchez Ferlosio, 2009. Juan Goytisolo, 2008. Ana María Matute, 2007. Raúl Guerra Garrido, 2006. José Manuel Caballero Bonald, 2005. Félix Grande, 2004. Leopoldo de Luis, 2003. Joan Perucho, 2002. Miquel Batllori, 2001. Martí de Riquer, 2000. Francisco Brines, 1999. Pere Gimferrer, 1998. Francisco Umbral, 1997. Antonio Buero Vallejo, 1996. Manuel Vázquez Montalbán, 1995. Carmen Martín Gaite, 1994. Carlos Bousoño, 1993. José Jiménez Lozano, 1992. Miguel Delibes, 1991. José Hierro, 1990. Joan Corominos, 1989. Francisco Ayala, 1988. Rosa Chacel, 1987. Gabriel Celaya, 1986. Julio Caro Baroja, 1985. José Vicente Foix, 1984.