"Cuando Denham llegó a Nueva York se dio cuenta de que poseía poderes
extraordinarios: caminaba por la calle y la gente lo miraba y lo
admiraba.
Lo invitaban a bares, fiestas y espectáculos de Broadway, y hasta le propusieron viajes a Europa.
Sin venir a cuento se convirtió en el centro de todas las miradas", cuenta Vanderbilt en el libro. El escritor Glenway Wescott, una estrella en los años 30 gracias a su libro Las abuelas, fue su primer amor –más bien cliente–. Fouts se dejaba querer y se dejaba llevar. Juntos viajaron por el viejo continente y asistieron a decenas de fiestas.
En Londres, en un evento en Tredegar House, conocieron al príncipe Pablo de Grecia, abuelo de Felipe VI, que vivía exiliado en el país junto a su hermano Jorge.
"Al poco tiempo Pablo invitó a Denham a un crucero por el Mediterráneo", explica Vanderbilt en el libro. Los brazos del futuro monarca, quien reinaría en Grecia entre 1947 y 1964, pronto fueron sustituidos por los del coleccionista de arte Peter Watson, gran amor del diseñador y fotógrafo de moda británico Cecil Beaton.
Watson mimó a Fouts como nadie. Visitaron París, Cannes y Niza; más tarde pasearían por Sankt Moritz, Milán y Roma.
Con solo 21 años Fouts ya era un adicto a fumar opio.
Los continuos cambios de humor que aquello le provocaba dieron la puntilla a su relación con Watson.
"No compartíamos ninguna inquietud intelectual y, pese a que solo nos separaban seis años, me convertí en una especie de padre que lo único que hacía era dar dinero a Denham", cita Vanderbilt a Watson.
Tras numerosas peleas y malentendidos –momentos que, según cuenta el libro, Fouts aprovechaba para escaparse y visitar a Pablo de Grecia en el hotel Grande Bretagne de Atenas–, la pareja rompió su unión.
Pese a la separación, Watson siguió ayudando a Fouts en su lucha contra sus adicciones. Paralelamente Pablo de Grecia contrajo matrimonio con la princesa alemana Federica de Hannover y fue padre de tres hijos. Fouts prosiguió su camino y buscó refugio en el novelista británico Christopher Isherwood, quien se inspiró en él para un personaje del libro Down there on a visit. "El prostituto más caro del siglo XX", como dijo en una ocasión Isherwood, era también "el tipo más guapo del mundo", según Capote
. Sus últimos días, antes de morir a los 34 años, discurrieron a caballo entre Europa y Estados Unidos. Alternó con lo mejor y lo peor y acabó sucumbiendo a todos los excesos
. Un ataque al corazón fulminó en Roma el poderoso magnetismo de un hombre que, como dijo Capote, "si se hubiera acostado con Hitler habría podido salvar al mundo de la Segunda Guerra Mundial".
Lo invitaban a bares, fiestas y espectáculos de Broadway, y hasta le propusieron viajes a Europa.
Sin venir a cuento se convirtió en el centro de todas las miradas", cuenta Vanderbilt en el libro. El escritor Glenway Wescott, una estrella en los años 30 gracias a su libro Las abuelas, fue su primer amor –más bien cliente–. Fouts se dejaba querer y se dejaba llevar. Juntos viajaron por el viejo continente y asistieron a decenas de fiestas.
En Londres, en un evento en Tredegar House, conocieron al príncipe Pablo de Grecia, abuelo de Felipe VI, que vivía exiliado en el país junto a su hermano Jorge.
"Al poco tiempo Pablo invitó a Denham a un crucero por el Mediterráneo", explica Vanderbilt en el libro. Los brazos del futuro monarca, quien reinaría en Grecia entre 1947 y 1964, pronto fueron sustituidos por los del coleccionista de arte Peter Watson, gran amor del diseñador y fotógrafo de moda británico Cecil Beaton.
Watson mimó a Fouts como nadie. Visitaron París, Cannes y Niza; más tarde pasearían por Sankt Moritz, Milán y Roma.
Los continuos cambios de humor que aquello le provocaba dieron la puntilla a su relación con Watson.
"No compartíamos ninguna inquietud intelectual y, pese a que solo nos separaban seis años, me convertí en una especie de padre que lo único que hacía era dar dinero a Denham", cita Vanderbilt a Watson.
Tras numerosas peleas y malentendidos –momentos que, según cuenta el libro, Fouts aprovechaba para escaparse y visitar a Pablo de Grecia en el hotel Grande Bretagne de Atenas–, la pareja rompió su unión.
Pese a la separación, Watson siguió ayudando a Fouts en su lucha contra sus adicciones. Paralelamente Pablo de Grecia contrajo matrimonio con la princesa alemana Federica de Hannover y fue padre de tres hijos. Fouts prosiguió su camino y buscó refugio en el novelista británico Christopher Isherwood, quien se inspiró en él para un personaje del libro Down there on a visit. "El prostituto más caro del siglo XX", como dijo en una ocasión Isherwood, era también "el tipo más guapo del mundo", según Capote
. Sus últimos días, antes de morir a los 34 años, discurrieron a caballo entre Europa y Estados Unidos. Alternó con lo mejor y lo peor y acabó sucumbiendo a todos los excesos
. Un ataque al corazón fulminó en Roma el poderoso magnetismo de un hombre que, como dijo Capote, "si se hubiera acostado con Hitler habría podido salvar al mundo de la Segunda Guerra Mundial".