Miguel Boyer e Isabel Preysler
han vivido una historia de amor durante casi 30 años, los primeros de
manera clandestina.
Fue una relación que comenzó turbulentamente —ambos estaban casados— y que pronto se convirtió en una de las más sólidas del panorama social español. Boyer lo dejó todo por ella, incluso el Ministerio de Economía del gobierno de Felipe González
. Ella, a cambio, redujo al máximo sus apariciones públicas para acomodarse a la vida más discreta que él prefería. Desde que en 27 febrero de 2012 Boyer sufriera un derrame cerebral, Preysler no se ha separado de su marido. "Salgo con mis amigos, intento llevar una vida normal, pero mi prioridad es Miguel"
. En su lujosa casa de la urbanización madrileña de Puerta de Hierro han discurrido los últimos días del exministro
. Allí su familia dispuso todas las comodidades posibles para facilitar el día a día de Boyer que, aunque bastante recuperado, tenía problemas de movilidad tras su accidente cerebral.
Su muerte ha sido algo inesperado para toda la familia.
El fallecido ingresó en la mañana del lunes en la clínica Rúber al sentirse mal.
Fue en su casa donde la pareja se dejó ver por última vez hace dos años. En una exclusiva a la revista ¡Hola! el matrimonio posó y habló de la enfermedad de Boyer, que le mantuvo en coma y muy grave durante varias semanas.
"Estoy contento, muy contento. Gracias a mi mujer, me he salvado" confesaba el exministro de Economía. Y añadía: "De lunes a sábado hago rehabilitación; por la mañana, en un centro especializado, y por la tarde, en casa, y además nado en la piscina. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia mis médicos y mis amigos".
Y, además, confesaba cómo había comprobado que "la vida te puede cambiar en cuestión de segundos".
Este verano Boyer se decidió a pasar unos días de vacaciones fuera de su domicilio
. Estuvo con Isabel Preysler en casa de unos amigos en Marbella. "Han sido solo unos pocos días. Miguel por muy bien que esté donde mejor se encuentra es en casa", explicaba Preysler.
Toda la familia ha manejado con discreción la enfermedad de Boyer. "Está bien, va poco a poco", han repetido una y otra vez tanto Isabel Preysler como Ana, la única hija del actual matrimonio del exministro.
Los hijos de Isabel Preysler han estado también muy pendientes estos años del "tío Miguel" como llamaban al tercer marido de su madre
. Pero ha sido Ana, la hija del matrimonio, el gran apoyo de su padre.
La joven, de 25 años, ha heredado la inteligencia del exministro y la elegancia de su progenitora. Una de las últimas alegrías que recibió Boyer fue ver cómo su hija iniciaba su vida laboral como analista financiera y comenzaba una relación con el tenista Fernando Verdasco.
A los 36 años Isabel Preysler se casó con Miguel Boyer, entonces presidente del Banco Exterior de España, de 48 años.
Fue una ceremonia tan discreta que no asistió ninguno de sus familiares. Para ella era su tercera boda, la segunda para él
. Se celebró en los juzgados de la calle de Pradillo, en Madrid. Actuaron como testigos Margarita Vega Penichet y el abogado José María, Amusátegui.
Ella se había casado de blanco a los 20 años con Julio Iglesias; con 29 años volvió a contraer matrimonio canónico, vestida de salmón, con Carlos Falcó, marqués de Griñón. Boyer estuvo casado hasta esa fecha con la ginecóloga Elena Arnedo, con quien tenía dos hijos. Preysler aportaba al matrimonio tres hijos, Chabeli, Julio José y Enrique, de su matrimonio con Julio Iglesias, y una niña, Tamara, de su matrimonio con Carlos Falcó.
De su unión nació Ana.
Fue una relación que comenzó turbulentamente —ambos estaban casados— y que pronto se convirtió en una de las más sólidas del panorama social español. Boyer lo dejó todo por ella, incluso el Ministerio de Economía del gobierno de Felipe González
. Ella, a cambio, redujo al máximo sus apariciones públicas para acomodarse a la vida más discreta que él prefería. Desde que en 27 febrero de 2012 Boyer sufriera un derrame cerebral, Preysler no se ha separado de su marido. "Salgo con mis amigos, intento llevar una vida normal, pero mi prioridad es Miguel"
. En su lujosa casa de la urbanización madrileña de Puerta de Hierro han discurrido los últimos días del exministro
. Allí su familia dispuso todas las comodidades posibles para facilitar el día a día de Boyer que, aunque bastante recuperado, tenía problemas de movilidad tras su accidente cerebral.
Su muerte ha sido algo inesperado para toda la familia.
El fallecido ingresó en la mañana del lunes en la clínica Rúber al sentirse mal.
Fue en su casa donde la pareja se dejó ver por última vez hace dos años. En una exclusiva a la revista ¡Hola! el matrimonio posó y habló de la enfermedad de Boyer, que le mantuvo en coma y muy grave durante varias semanas.
"Estoy contento, muy contento. Gracias a mi mujer, me he salvado" confesaba el exministro de Economía. Y añadía: "De lunes a sábado hago rehabilitación; por la mañana, en un centro especializado, y por la tarde, en casa, y además nado en la piscina. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia mis médicos y mis amigos".
Y, además, confesaba cómo había comprobado que "la vida te puede cambiar en cuestión de segundos".
Este verano Boyer se decidió a pasar unos días de vacaciones fuera de su domicilio
. Estuvo con Isabel Preysler en casa de unos amigos en Marbella. "Han sido solo unos pocos días. Miguel por muy bien que esté donde mejor se encuentra es en casa", explicaba Preysler.
Toda la familia ha manejado con discreción la enfermedad de Boyer. "Está bien, va poco a poco", han repetido una y otra vez tanto Isabel Preysler como Ana, la única hija del actual matrimonio del exministro.
Los hijos de Isabel Preysler han estado también muy pendientes estos años del "tío Miguel" como llamaban al tercer marido de su madre
. Pero ha sido Ana, la hija del matrimonio, el gran apoyo de su padre.
La joven, de 25 años, ha heredado la inteligencia del exministro y la elegancia de su progenitora. Una de las últimas alegrías que recibió Boyer fue ver cómo su hija iniciaba su vida laboral como analista financiera y comenzaba una relación con el tenista Fernando Verdasco.
A los 36 años Isabel Preysler se casó con Miguel Boyer, entonces presidente del Banco Exterior de España, de 48 años.
Fue una ceremonia tan discreta que no asistió ninguno de sus familiares. Para ella era su tercera boda, la segunda para él
. Se celebró en los juzgados de la calle de Pradillo, en Madrid. Actuaron como testigos Margarita Vega Penichet y el abogado José María, Amusátegui.
Ella se había casado de blanco a los 20 años con Julio Iglesias; con 29 años volvió a contraer matrimonio canónico, vestida de salmón, con Carlos Falcó, marqués de Griñón. Boyer estuvo casado hasta esa fecha con la ginecóloga Elena Arnedo, con quien tenía dos hijos. Preysler aportaba al matrimonio tres hijos, Chabeli, Julio José y Enrique, de su matrimonio con Julio Iglesias, y una niña, Tamara, de su matrimonio con Carlos Falcó.
De su unión nació Ana.