Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

16 sept 2014

Una historia de ‘Hermanos’............................................................................ Verónica Figueroa


Antonio Velázquez y María Valverde en una escena de 'Hermanos'.

“Qué cabrona es la vida”. No es la premisa, pero la frase resalta en el tráiler de la nueva miniserie de Telecinco, Hermanos.
Lo que el drama quiere mostrar es, en realidad, más ambicioso: aunar el relato de la historia de España desde los ochenta hasta hoy en seis episodios y dejar en vilo a los espectadores en el proceso. Para hacerlo han llamado a los actores Álvaro Cervantes, María Valverde y Antonio Velázquez, que interpretan a los hermanos Torres y a Virginia Rodríguez, tres amigos y vecinos, que protagonizan su propio triángulo amoroso.
La historia empieza a finales de los ochenta, cuando los chicos apenas han dejado atrás la adolescencia, y luego va saltando en el tiempo a medida que se separan y se reencuentran a lo largo de su vida.
 “En esa época parecía que la gente podía salir a comerse el mundo
. Era muy diferente a la actualidad. Ahora es difícil imaginarse que una chica de 18 años se vaya de casa a buscarse la vida”, comenta Pepa Sánchez, directora de miniseries de Mediaset, quien tuvo la idea original.
 Enseguida buscó a la productora Multipark Ficción para desarrollarla.
“Pasamos casi un año de trabajo. Cinco meses produciendo la idea, tres meses de rodaje y cuatro meses de posproducción”. Tedy Villalba es director de gestión de Multipark y una de las mentes detrás de las 7,5 horas, 110 actores y casi 50 localizaciones que suma la miniserie.
Y él trajo consigo a los directores Salvador Calvo (Niñosrobados) y Joaquín Llamas (Acusados). “Es la primera vez que tengo un elenco tan potente
. ¡Si es que hasta tenemos a Roberto Álamo, premio Goya el año pasado, como actor secundario! Eso nos permitió concentrarnos más en la fotografía, en los detalles, que en dirigir
. Todo está muy cuidado en esta serie”. Calvo realizó todos los episodios menos el tercero y el cuarto, que estuvieron al mando de Llamas.
 Y para él la serie fue una oportunidad de contar lo que él mismo, adolescente en los ochenta, vivió en su juventud.
Fue un poco más difícil, sin embargo, para Álvaro Cervantes, que da vida al hermano menor.
 Con 23 años él tuvo que interpretar a Alberto Torres desde los 18 hasta los 40 años.
 “Antonio, que hace de mi hermano mayor, tuvo que volver a los 18. Mi reto estuvo en interpretar una edad que aún no conozco”.
Él cree que la serie va a hacer historia en la televisión española, no solo por cómo cuenta una época de cambios sino por su calidad.
 “Hace un año y medio que terminamos de grabar, y hoy vuelvo a ver el tráiler y me emociono
. Eso es porque está muy bien hecho”.
Felices con el producto y con la amistad que ha surgido durante el rodaje, los tres actores principales aseguran que son como una pequeña familia.
 “Y eso no siempre pasa. A veces se forma como un Gran hermano en los rodajes pero luego se pierde el contacto”
. Valverde disfrutó especialmente la oportunidad de sentirse parte de un momento “revolucionario” al grabar
: “Ahora hay poca gente que sale a luchar. A mí me habría encantado nacer en la época de mis padres”.
Cada martes, Telecinco estrenará un episodio en su franja de prime time, mientras que Cervantes, Velázquez, Calvo y Multipark ya tienen entre manos un nuevo proyecto para la cadena: Los nuestros. Cervantes es uno de los que no puede esperar:
 “Los personajes son muy diferentes, pero cuando supimos que era el mismo equipo, pensamos: ‘¿Dónde hay que firmar?”.

15 sept 2014

De un infierno bélico a otro......................................................................... Jacinto Antón

Los líderes nazis, en general no tuvieron un gran servicio en la Gran Guerra
. El joven Himmler fue rechazado por miope. Goebbels por cojo. Bormann no llegó a ver acción.
 Las principales excepciones son Röhm, el purgado líder de las SA, que combatió con bravura como capitán y fue herido en la cara gravemente (no es que fuera feo, eran cicatrices), Rudolph Hess, que estuvo en artillería y aviación y fue herido y condecorado, y sobre todo, Hermann Goering, uno de los grandes ases de caza, con 22 derribos, jefe de la escuadrilla Richthofen y ganador también del Blue Max. Karl Doenitz, que mandó la flota de Hitler y fue condenado en Nurenberg, había sido comandante de submarino en la Primera Guerra Mundial. Su sumergible fue hundido y él hecho prisionero.
El almirante Canaris, jefe de la inteligencia militar alemana, la Abwehr, vivió muchas aventuras en la Gran Guerra, en el crucero corsario Dresden y también como capitán de U-Boot. Mención especial merece Ernst Udet, el segundo mayor as alemán tras Richthofen (62 victorias, Blue Max, etcétera) y creador con Goering de la Luftwaffe de Hitler. Udet se suicidó en extrañas circunstancias en 1941 –se pegó un tiro mientras hablaba por teléfono con su novia (y luego dicen que los hombres no somos capaces de hacer dos cosas a la vez)-; parece que tenía algunos problemillas con el Reichmarshall.
Otros personajes cuya trayectoria es interesante seguir en las dos guerras son Ernst Jünger, capaz de atravesar ambas como oficial alemán y sin dejar de leer a Ariosto; Tolkien, soldado en la primera en el 11 º de fusileros de Lancashire -véase Tolkien y la Gran Guerra, de John Garth, Minotauro 2014- y al que se quiso reclutar como criptógrafo y descodificador –para aprovechar el dominio del quenya y el sindarin élficos, supongo- en la segunda; o el conde Lászlo Almásy, el personaje real de El paciente inglés, que de húsar austrohúngaro y piloto pasó a realizar operaciones de inteligencia y comandos en el desierto líbico para el Afrika Korps como capitán y agente de la Abwehr. Nos quedamos sin saber qué hubiera hecho Lawrence de Arabia –murió en 1935- en la Segunda Guerra Mundial
. Seguramente algo interesante.
Con todo, probablemente uno de los destinos más asombrosos sea el de Martin Niemöller que de tener una larga carrera en los submarinos en la Primera Guerra Mundial –en el U-39 coincidió con Doenitz, fue comandante del UC-67 y ganó la Cruz de Hierro de Primera Clase- pasó a convertirse en pastor protestante (singular transformación que explicó en su libro Del submarino al púlpito) y en opositor al nazismo, lo que pagó con su internamiento en Sachsenhausen y Dachau.
 Es el autor de aquella famosa sentencia que empieza “Primero vinieron a por los comunistas, pero no dije nada porque yo no era comunista…”, y sigue con los sindicalistas, socialistas, judíos… Hasta concluir
 “Luego vinieron a por mí, pero para entonces ya no quedaba nadie que dijera nada”.

 
Mussolini, en el centro, con uniforme de bersaglieri en la Gran Guerra.

Un disparo más alto de un soldado francés el 24 de septiembre de 1914 al oeste de Varennes y no hubiera habido zorro del desierto: el entonces joven y audaz teniente Rommel habría recibido el balazo en la cabeza y no en el muslo.
 Su luego Némesis en los desiertos norteafricanos, el mariscal Montgomery, tampoco hubiera acudido a la cita del destino en El Alamein de no ser porque un médico en un hospital de campaña se dio cuenta de que el joven oficial al que habían dado por muerto en la batalla de Ypres el 31 de octubre de 1914, atravesado de un disparo, y estaban a punto de echar a la fosa, aún respiraba
. Un poquito más de gas en aquel ataque británico nocturno del 13 de octubre de 1918 sobre las posiciones alemanas en el río Lys y, paradójicamente (visto lo del gas), quizá no hubiera existido Auschwitz: en vez de resultar herido, el correo del regimiento List de la 6ª División Bávara de Reserva, Adolf Hitler, hubiera muerto y nunca habría desencadenado –al menos él- la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.

Viaje en busca de la belleza

Líneas aéreas Andrés Sardá

La firma de ropa interior y de baño preparó un viaje en avión hacia un concurso de belleza internacional. Muchas modelos iban vestidas de azafatas, otras de Misses (con prendas que recordaban a países y hasta continentes enteros). 

Misses del mundo

Andrés Sardá coronó de lencería y piezas de baño trajes inspirados en todas las regiones del mundo. En la imagen, la representante española de este particular concurso de belleza. 


Revisión de la hombrera

Los diseñadores de Alvarno (Arnaud Maillard y Álvaro Castejón) se estrenaron en MBFWM con una colección inspirada en Madrid y en París. En los vestidos dieron un nuevo protagonismo a la hombrera, que sale al exterior de las prendas buscando siluetas más geométricas. 


A dos bandas

La pareja de diseñadores Alvarno divide su tiempo entre Madrid y París, donde trabajan como directores creativos de la firma Azzaro. En enero presentarán su nueva colección de Alta Costura. 

¿Completos bobos?.................................................... Javier Marías

La operación empezó ya con brío antes de agosto, y prepárense para lo que ha de venir, es interesante: el Gobierno de Rajoy intentando convencer a la población de que las cosas son exactamente lo contrario de lo que ésta vive, percibe y padece a diario.
 Si el Gobierno lo consigue, habrá que aceptar que la realidad ya no cuenta y que somos peleles idiotizados, incapaces de pensar ni ver por nosotros mismos, meros rehenes de la propaganda institucional (y de los medios de comunicación afines, o más bien serviles, o temerosos en algunos casos); que las palabras falsas poseen más fuerza que las evidencias y que nos hemos convertido en seres domesticados y en completos bobos. Todo puede ser.
Algunos recordarán cómo, en la última época de Zapatero, el PP deseaba con fervor que la economía y el país fueran mal y hacía todo lo posible para que así sucediera. 
No tenía que esforzarse mucho (el país y su economía iban fatal), pero aun así puso todo el ahínco imaginable en que marcharan aún peor, para así ganar las elecciones de 2011 como las ganó, por mayoría arrasadora.
 Ahora, cuando faltan pocos meses para las municipales y autonómicas, y catorce para las generales del 2015, le toca afirmar que España está en plena recuperación (!), que es casi la nueva Alemania, e incluso que es “la tierra de las oportunidades” (!), mientras no cesa el éxodo de jóvenes titulados, y no tan jóvenes, hacia otros países porque aquí sólo les espera la cola del paro o un trabajo precario o una explotación descarada por parte de los empresarios, con las manos libres gracias a la reforma laboral de Báñez y Rajoy.
 El Gobierno recurre a datos vacuos y manipulados.
 Los desahucios están disminuyendo, dice, pero calla que eso es lo natural, por la sencilla razón de que ha habido ya tantos durante sus tres años de gobernación que, lógicamente, apenas queda ya gente por desahuciar.
 Es como si se asegura que un país en guerra está finalmente pacificado cuando uno de los dos bandos ha sido exterminado: ya no hay nadie vivo beligerante
. Otro tanto ocurre con las cifras del paro
. El Gobierno presume de que el número de desempleados “ya” no aumenta e incluso ha descendido un poco en primavera y verano, cuando mucha gente es breve y parcialmente contratada en los sectores de hostelería y turismo.
 Lo que calla es que los parados computables son menos porque: a) muchos han abandonado la búsqueda de trabajo, han desistido tras años de frustración; b) otros muchos han ido cumpliendo una edad en la que ya es seguro que nadie los contratará jamás; c) centenares de millares han emigrado al extranjero y por tanto ya no llaman a la puerta del INEM ni de nada español; d) no pocos parados de larga duración han muerto (bastantes suicidados), por lo que, obviamente, tampoco cuentan; e) otra gran porción de la población ha optado por las chapuzas en negro, ha convertido en su modus vivendi la actividad clandestina o sumergida, y por tanto no tiene el menor interés en figurar en ningún sitio oficial; f) cerca de un millón de inmigrantes de los años noventa y dos mil han regresado a sus lugares de origen o se han dispersado por Europa, también han dejado de contar.
 Si el Gobierno va eliminando a gente desesperada, a la larga, por fuerza, le queda menos gente desesperada.
 Lo increíblemente cínico es exhibir esto como un triunfo y decir que es producto de las sabias medidas dictadas por Rosell y los suyos y ejecutadas obedientemente por Báñez y Rajoy.
Cuando la recuperación llegue de verdad -si es que llega-, habrá que mirar las bajas
Cuando la recuperación llegue de verdad –si es que llega–, habrá que mirar las bajas, aunque casi nadie lo hará: una o dos generaciones echadas a perder, a las que sus años más productivos se les habrán escapado; un montón de jóvenes cualificados que no aportarán nada al país que los formó, sino al Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza u Holanda; millares de pequeñas y medianas empresas que habrán echado el cierre por falta de créditos bancarios y por el empobrecimiento general de su clientela; incontables científicos, investigadores, arquitectos, artistas, que habrán debido suspender sus tareas y actividades:
 España será de nuevo un desierto intelectual, artístico y científico, como durante el franquismo. Pero lo mejor es esto: Rajoy y Montoro (que ahora anuncian ridículas “bajadas” de impuestos tras haberlos subido a lo bestia, y que –no lo duden– los volverán a subir en cuanto hayan pasado las elecciones, si las ganan) reconocen que esa “recuperación plena” aún no la notan las familias, esto es, las personas. ¿Y quién se supone que la ha de notar si no son las personas, los ciudadanos?
 España consiste sólo en eso, en sus ciudadanos, como cualquier otro lugar.
 Ningún país es un ente abstracto, o lo es tan sólo para los grandes financieros y los bancos
. Nosotros, las personas de aquí, hemos perdido 12.000 millones de euros con el rescate público de un solo banco, Catalunya Banc.
 Esa monstruosidad de dinero equivale a lo que Rajoy ha recortado en sanidad y educación, dos esferas que el Gobierno habrá dejado devastadas cuando llegue la “recuperación”
. Con este panorama, que durará largo tiempo si no siempre, ¿cómo puede nadie atreverse a pronunciar esa palabra, y añadirle el adjetivo “plena”?
 Pues ahí la tienen, llenando la boca del Presidente y sus acólitos, y más que se la llenará de aquí al 2015.
 Ya lo he dicho: si acaban convenciendo a alguien, será que nos hemos convertido en completos e irremediables bobos. elpaissemanal@elpais.es