Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

3 ago 2014

El mirador de las sirenas............................................................................ Natalí Faxas


Arrecife de las sirenas, en Cabo de Gata-Níjar, con el faro al fondo. / Rosa Isabel Vazquez
La espectacularidad no es quizá la mejor cualidad de la playa Las Salinas, en Cabo de Gata–Níjar. Su arena oscura y la ausencia de sombra la aleja de las imágenes paradisiacas de las playas del Caribe. Pero el panorama cambia una vez se encuentra el mirador de Las Sirenas; un lugar privilegiado para observar los acantilados y cómo el colorido de las sombrillas se extiende kilómetros y kilómetros, por la costa, hasta llegar a Almería.
Lo más impresionante que se aprecia desde allí son las vistas del arrecife y de la cala de Las Sirenas, que deben su nombre probablemente a la presencia de las focas monjes que los pescadores confundían con ninfas marinas.
 Estos mamíferos habitaron la zona hasta mediados del siglo XX; el único rastro que existe de ellos hoy en día es un mural en el mirador.
Atardecer en el Mirador de las Sirenas. / David Santiago
Desde Las Sirenas, el azul del mar es más claro y de tonos turquesas y se puede distinguir su fondo, catalogado como reserva marina. En lo alto se observa el faro de Cabo de Gata, el punto más al sureste de España
. Esta edificación, ubicada en la cima del morrón con el mismo nombre, se construyó en 1863.
 El faro actualmente está cerrado, pero durante años sirvió para advertir a los marineros dónde estaba la peligrosa laja del cabo: un elevado rocoso, tan peligroso como las sirenas y capaz de causar naufragios.
Las fotografías desde el mirador se han encargado de inmortalizar este panorama al extremo de convertirlo en una vista distintiva del parque natural sobre el que se asienta.
 Como se trata de una zona acantilada, no son pocos los visitantes que se encaraman a alguna roca o barandilla para mejorar y personalizar su foto.
 Pero hay que tener cuidado: un resbalón puede resultar peligroso.
Algunos lugareños aseguran que el mayor encanto del parque natural no está a la vista desde el mirador, sino en el fondo de las aguas que lo rodean.
 Ese ecosistema marino cuenta con extensas praderas de la planta acuática Posidonia oceánica, amenazada y protegida
. Los que quieran verlas, pueden lanzarse mar adentro. Igual acaban encontrando sirenas.

¿Quién paga esta ópera?.............................................................................. Daniel Verdú / Ferran Bono


Una trabajadora del Metropolitan Opera de Nueva York retira unas cajas ante la amenaza de un cierre patronal. / CARLO ALLEGRI (REUTERS)

En plena sinfonía de créditos ilimitados y burbuja inmobiliaria todo sonaba perfectamente afinado. Pero, como tantos otros proyectos nacidos en el esplendor económico español, el Palau de les Arts de Valencia —una ópera que a golpe de talonario logró colocarse entre las grandes de Europa muy poco después de su inauguración en 2005— está hoy al borde del abismo
. En una situación igual de peligrosa se encuentran muchos otros teatros de ópera dentro y fuera de España
. Algunos, como la New York City Opera, ya han cerrado
. Otros están amenazados de quiebra total, como la Ópera de Roma, fundada en 1880
. Y el Metropolitan de Nueva York se enfrenta a un inminente cierre patronal por un desacuerdo con los sindicatos.
 Todos buscan un nuevo modelo de financiación para ser viables después de la gran tormenta económica.
El proyecto del Palau fue un empeño de la Generalitat valenciana, que gastó 478 millones de euros en el rutilante y hoy ruinoso edificio de Santiago Calatrava: el trencadís de la fachada se tuvo que arrancar tras un desprendimiento y el arquitecto y las contructoras serán demandadas por no poder garantizar que la reparación del recubrimiento cerámico durará 10 años.
La Generalitat lleva además otros 169 millones invertidos en su funcionamiento.
 La subvención del gobierno autonómico sigue siendo la principal, pero insuficiente, fuente de ingresos del Palau, ya que con la crisis, los patrocinios desaparecieron y la venta de entradas cayó.
La excelente propuesta artística del Palau contó en su momento con dos variables que ya no existen: una economía esplendorosa en el momento de su inauguración en 2005 y un presidente de la Generalitat (Francisco Camps) entregado al proyecto
. Con la chequera en la mano y la experiencia y buen gusto de Helga Schmidt, su intendente, los prestigiosos directores Lorin Maazel —que cobró 4,5 millones de euros en tres años— y Zubin Mehta —2,5 millones por el mismo periodo— lograron crear una magnífica orquesta, para muchos la mejor de España.
La calidad de las producciones llegó a cotas de excelencia con montajes como El anillo del Nibelungo de La Fura dels Baus en 2008 / 2009
. Incluso en plena crisis la música no dejó de sonar: la temporada pasada, el Palau fue capaz de llevar a cabo fantásticas producciones como el Otello que dirigió en el foso Zubin Mehta.
 Hoy, el equipo técnico está a punto de desfallecer.
La intendente, Helga Schmidt, ya ha comunicado su intención de abandonar el Palau la próxima temporada.
Y sobre la orquesta pende la amenaza de más deserciones entre sus intérpretes.
El Palau busca patrocinios sin éxito: este año consiguió solo 200.000 euros
A pesar de la caída de su presupuesto total (de 43 millones de euros en 2008 a los alrededor de 20 millones de 2014), el Palau sigue siendo el teatro de ópera con un porcentaje más alto de financiación pública, el 64% del total, que procede casi exclusivamente de la Generalitat.
 El Liceo de Barcelona cuenta con alrededor de un 45% de subvenciones, la Maestranza de Sevilla con un 58% y el Teatro Real de Madrid con un 25%.
La pregunta es recurrente en tiempos de crisis: si se cierran camas de hospital, ¿por qué debe pagarse con dinero público el costoso telón de las óperas?
 La queja podría parecer populista, pero plantea una cuestión de fondo
. En plenos recortes en educación y sanidad, aquella máxima de que la ópera no puede ser rentable ya no parece aceptable.
 Como en otras instituciones culturales españolas, el modelo de financiación tradicional ya no sirve. Nadie cree que las grandes subvenciones vayan a volver.
Y los patrocinios privados no terminarán de llegar sin una ley de mecenazgo que el PP se comprometió a aprobar en esta legislatura pero que aún no está ni en fase de anteproyecto. Entonces, ¿cómo debe pagarse la ópera?
Hoy existen tres grandes modelos de financiación en el mundo: el de Centroeuropa, extremadamente subvencionado; el de EE UU, basado en el mecenazgo y en un taquilla potente, facilitada por los grandes aforos de sus recintos y por una programación más popular; y el mixto, sustentado por un equilibrio entre taquilla, mecenazgo y subvención.
En el modelo centroeuropeo las subvenciones públicas suponen entre el 80 y el 90% del presupuesto total; el resto procede de la taquilla
. Este sistema, apoyado en los pilares de una gran tradición operística (Alemania, por ejemplo, tiene al año 7.230 representaciones frente a las 531 de España), permite mantener precios bajos y una programación artística arriesgada.
Esta había sido la apuesta hasta ahora del Palau de les Arts. Al igual que Alemania tiene importantes teatros de ópera en sus principales ciudades, Valencia quiso el suyo.
 Pero solo logró dinero público de la Generalitat. El Gobierno central no entró a sufragar el nuevo teatro.
 Cuando el Ejecutivo valenciano se quedó sin fondos, nadie salió al rescate del Palau.
Hoy, la aportación estatal es solo de 426.000 euros al año.
Si se cierran camas de hospital, ¿debe pagarse con dinero público la ópera?
Dos de los grandes baluartes del Palau, el director de orquesta Zubin Mehta y el tenor español Plácido Domingo, han puesto el grito en el cielo en los últimos meses reclamando al Gobierno central que financie el teatro al igual que hace con otros coliseos: el Real recibe 8,7 millones al año, el Liceo 6,7 millones y la Maestranza 1,4.
 El Ministerio de Cultura estudia la posibilidad de entrar en su patronato, pero solo si se les informa con detalle de la “estrategia de viabilidad”, explican fuentes del Instituto Nacional de Artes Escénicas.
 Y esta estrategia pasará, necesariamente, por hallar fondos más allá de las subvenciones.
Ese es, precisamente, el camino que sigue el modelo de financiación estadounidense, basado en el mecenazgo
. En EE UU las contribuciones privadas oscilan entre el 50% y el 60% , la taquilla supone un 35% del presupuesto y el resto se obtiene gracias a eventos especiales.
 El Metropolitan, por ejemplo, puede llegar a tener 150 millones de euros solo en patrocinios. Algo impensable hoy en España debido a la escasa cultura de mecenazgo y la inexistencia de una regulación fiscal que lo favorezca
. Además, esta vía requiere concesiones más populistas en la programación para no perder la batalla en la taquilla, que ha bajado en todas las óperas españolas.
Finalmente, el modelo mixto, empleado por algunos teatros como el Covent Garden, la Ópera de París o la de Múnich.
 Podría ser una solución para los teatros españoles, pero, de nuevo, sin una ley de mecenazgo sigue siendo complicado atraer a los patrocinadores privados.
El Teatro Real de Madrid ha sufrido la transformación más radical de los teatros europeos en los últimos años. Desde 2009 se ha volcado en el capítulo de patrocinios y ha pasado de los 5,5 millones de euros de entonces a 11,6 de 2014.
De este modo ha creado un modelo de financiación que en el teatro madrileño denominan 30/30/30, en el que mecenazgo, subvenciones y taquilla tienen prácticamente el mismo peso (además de un 10% por ingresos atípicos de alquiler de espacios y otros eventos).
Su director general, Ignacio García-Belenguer, sostiene que el enorme esfuerzo dedicado al departamento de patrocinios y la internacionalización de la marca del Real, gracias a la programación de los últimos años diseñada por Gerard Mortier, han ayudado mucho.
 Pese a todo, cree García-Belenguer, el volumen de subvención no puede ser inferior al 30%.
 Ese es el límite para asegurar la viabilidad de una ópera que quiera mantener una programación equilibrada.
En tiempos de escasez, la vanguardia, la innovación artística y las composiciones modernas (sobre las que hay que pagar un 10% de derechos de autor) son las principales perjudicadas.
 Tanto el Palau de les Arts como el Liceo (donde la ocupación ha caído del 80%), ya han empezado a hacer concesiones al teatro musical con Los Miserables para acercarse a un público más amplio. También ofrecen visitas guiadas y empiezan a buscar a los espectadores en la calle con oficinas de venta de entradas en plenas Ramblas.
En el Liceo las subvenciones públicas han pasado de 28,9 millones en 2007 a 18,6 millones en 2013/2014 y los patrocinios, de casi 7 millones a 5,7 (el 17% del total presupuestario).
 Como explica un portavoz del coliseo catalán, “ahora hay que incrementar todos los capítulos por igual porque desde el inicio de la crisis ha habido disminución en todos ellos”. “Hay que apostar por nuevas modalidades.
 No pensamos en un porcentaje ideal, pero tenemos claro que los teatros hemos de ser capaces de generar recursos con iniciativa privada”, explican desde el Liceo que se ha sometido a un plan de ajuste despidiendo a 29 de los 349 empleados que había en plantilla.
En el Palau de les Arts también buscan patrocinios privados, por ahora sin demasiado éxito. Ese ingreso por el que todos suspiran, se ha desplomado: este año han conseguido solo alrededor de 200.000 euros, según su administrador Francisco Potenciano, de los 1,5 millones que esperaban. El año que más fondos se lograron por este concepto fue 2008, con 4,8 millones. El Palau llegó a tener 31 contribuyentes, entre “benefactores, espónsores y patronos”.
 Ahora son solo siete.
 La crisis económica se llevó a buena parte de las firmas, muchas de ellas vinculadas a la construcción
. También se dejó notar la implosión de las cajas valencianas que colaboraban, Bancaja y CAM, y la salida de Iberdrola y Telefónica.
El objetivo fundamental para sostener el Palau pasa por “recuperar la confianza e implicar al tejido empresarial”, así como lograr que la Diputación de Valencia entre en el patronato aportando fondos y que el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Valencia aumenten sus asignaciones, añade el administrador
. A ello se suma un plan para sacar mayor rendimiento a un edificio de 44.000 metros cuadrados, vigilados por 130 cámaras, cuyo coste de explotación (mantenimiento, limpieza, seguridad… ) se eleva a siete millones de euros al año
. De momento, se han rebajado los alquileres de sus cuatro salas de teatro y de otros 32 espacios ofertados para intentar incrementar su ocupación.

16 casas maravillosamente integradas en la naturaleza, ¿con cuál te quedarías?


16 casas maravillosamente integradas en la naturaleza, ¿con cuál te quedarías?


Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea!

Fotos: fazercasa

Una de las cosas que más nos gustaría de nuestro hogar sería que estuviera en armonía perfecta con el Medio Ambiente.
Tanto desde el punto de vista logístico y de aprovisionamiento –energía obtenida a través de placas solares, mejor aprovechamiento de la luz natural para iluminar, materiales inteligentes para generar o mantener la temperatura deseada…- como desde la perspectiva más puramente estética.
Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea!
Hoy nos vamos a dar el lujazo de presenciar algunas obras maestras de la arquitectura más integradora. Sueños de arquitecto, sí. Pero también de albañil, de cristalero, de carpintero… porque os aseguramos que, como profesionales de las reparaciones, no hay nada más satisfactorio que optimizar una residencia para convertir una casa en un auténtico hogar.
Por cierto, si os diesen a elegir… ¿con cuál os quedaríais?
Yo siempre con La casa de la Cascada fue una revolución integrando arquitectura con Naturaleza.

Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea! Los profesionales de las reparaciones de averías en el hogar de Reparalia también son grandes amantes de la arquitectura integradora. ¡Mira esta selección de casas que se llevan bien con la naturaleza que las rodea!

2 ago 2014

“Si las élites no reaccionan, las cosas se pondrán muy feas”.......................................Milagros Pérez Oliva


Nancy Fraser en una foto cedida por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).

Nancy Fraser es ese tipo de mujer que parece avanzar en la edad sin inmutarse, acumulando sabiduría
. A caballo entre la serenidad reflexiva y la pasión intelectual, analiza las crisis del presente, su complejidad, con un foco de largo alcance.
 Sus trabajos en el campo de la filosofía política se han centrado en los problemas de la justicia social.
 En su libro Escalas de justicia (Herder, 2008) aborda las tres dimensiones que considera esenciales, todas ellas definidas por palabras que empiezan por r: los problemas de redistribución de la riqueza en el plano económico; los de reconocimiento en el ámbito de los derechos individuales y colectivos, y los problemas de representación, en el ámbito político. Fraser, estadounidense de 67 años, ha vivido y analizado el paso del capitalismo de Estado organizado, del que surgió el modelo social europeo que ha propiciado las mayores cotas de justicia social, al capitalismo neoliberal, que ha minado el Estado de bienestar y nos ha llevado a la grave crisis de 2008.
 Ahora está convencida de vivir a las puertas de otra transición. ¿Hacia dónde?
 En cualquier caso, los problemas que hay que afrontar, los procesos que condicionan la vida de la gente, desbordan por completo el marco westfaliano.
 Son transfronterizos, globales.

Cuatro ideas

  • ¿Un libro? Buying Time: The Delayed Crisis of Democratic Capitalism, de Wolfgang Streeck. El autor combina un análisis brillante con la llama de la justa indignación.
  • ¿Una cita? “Si la oposición constructiva es imposible, quienes no se conformen con dedicar su vida a pagar las deudas contraídas por otros no tienen otra salida que la opción destructiva” (Buying Time).
  • ¿Una voz que debería ser escuchada? Todas las que componen el 99% de la humanidad. Y amortiguar una: la de los mercados financieros.
  • ¿Una idea o medida concreta para un mundo mejor? Una tasa global sobre las emisiones de CO2; la Tobin, sobre las transacciones financieras; y más reformas que subordinen el poder privado a los poderes públicos.
Nancy Frasser alerta sobre las consecuencias del aumento de las desigualdades y sobre la obsolescencia de las formas actuales de participación política. Considera urgente encontrar nuevos mecanismos para la toma democrática de decisiones.
También a escala trasnacional. De ello hablamos, aprovechando una visita a Barcelona, invitada por el Centro de Cultura Contemporánea.
Pregunta. La crisis que se inició en 2008 ha trastocado muchas cosas y aún no parece que quiera irse. ¿Cómo cree que influirá a largo plazo?
Respuesta. Esta crisis tiene muchas dimensiones.
 Estalló en 2008 como una crisis financiera y rápidamente derivó en una crisis económica general, pero no quedó ahí.
 Al tener que endeudarse los Gobiernos para hacer frente a sus consecuencias, pronto se convirtió en una crisis de la deuda soberana, y como la respuesta a esta situación fue la política de austeridad, ha terminado provocando una grave crisis social.
Y todo ello sobre otra crisis de fondo, de la que se habla poco pero que continúa agravándose, que es la ecológica.
 El resultado ha sido un gran sufrimiento para la población.
 La precariedad se ha instalado como horizonte de futuro y, claro, eso está derivando en una crisis política de imprevisibles consecuencias.
P. ¿Qué tipo de crisis política?
R. La severidad del sufrimiento social y la falta de respuesta han llevado a los ciudadanos a pensar que sus Gobiernos trabajan para los bancos y los inversores, en lugar de trabajar para la gente. La legitimidad de los Gobiernos, de toda la estructura política, ha quedado muy dañada, tanto en el ámbito nacional como en el europeo, y también globalmente.
Se ponen en cuestión aspectos fundamentales del sistema político, y también del económico. La ciudadanía percibe que no tiene instituciones o canales a los que puedan dirigir sus quejas, sus reclamaciones, sus propuestas.
 Es un momento muy difícil, muy parecido al que se vivió en los años treinta del siglo pasado.
P. Las desigualdades ya crecían antes, pero la crisis las ha exacerbado
. Algunos se sorprenden de que, con el paro que hay y el rápido empobrecimiento de amplias capas de la población, no se haya producido un estallido social. ¿Cómo cree que evolucionará el sistema a partir de ahora?
“La falta de respuesta a la crisis ha llevado a pensar que los Gobiernos trabajan para los bancos en lugar de para la gente”
R. Hay diferentes posibilidades
. Una es que las élites políticas, hasta ahora pasivas, tomen conciencia del problema, se pongan en marcha y acuerden introducir ciertas reformas en el control de las instituciones financieras para prevenir una situación como la que se produjo en 2008 por falta de regulación.
 En este caso, el sistema seguirá cojeando más o menos como está, la desigualdad seguirá aumentando y aspectos fundamentales, como la crisis ecológica, seguirán sin abordarse. El segundo escenario es que las élites políticas no reaccionen y la situación continúe deteriorándose.
En ese caso las cosas pueden ponerse muy feas.
 Podemos ver un planeta gravemente dañado, desgarrado por guerras y conflictos por el agua, el petróleo o las tierras cultivables; escasearán recursos fundamentales y el deterioro social llevará a un deterioro ético; será un mundo lleno de tensiones en el que predominará la mentalidad del “sálvese quien pueda”.
P. Algo de eso ya se está empezando a ver. ¿Sería el triunfo del individualismo egoísta, de la sociedad de cazadores de la que habla Zygmunt Bauman?
R. Sí, algo así. Pero hay una tercera posibilidad, y es que los movimientos sociales, organizados en sociedad civil, fuercen a las élites políticas a cambiar, a revisar las estructuras, desde la forma de los partidos a los mecanismos de participación.
 Y que ello permita crear nuevas formas de participación que propicien cambios sociales profundos. Cambios a mejor, que hagan evolucionar el actual capitalismo financiero de corte neoliberal a una forma de capitalismo más igualitarista y, por tanto, más estable.
P. En su descripción, este último parece el menos costoso.
R. Sí, pero aún cabe un cuarto escenario, muy distinto: el de que se desencadenen grandes cambios revolucionarios que nos lleven más allá del capitalismo, aunque este es muy poco probable. En cualquier caso, la gran cuestión que subyace en el trasfondo de las crisis que vivimos es la forma que vaya a adoptar el capitalismo.
P. En las últimas décadas hemos asistido al afianzamiento del sector financiero como motor de todo el sistema.
Esta forma de capitalismo, que crece con la globalización, tiene un componente especulativo estructural, intrínseco al modelo. ¿Cree que aceptará reglas y restricciones?
R. Es difícil, pero ha habido otros periodos en los que el propio sistema ha sabido encontrar formas de cambiar.
 Por ejemplo, en los años treinta del siglo pasado, tras la gran recesión de 1929, supo articular una nueva forma de capitalismo más regulado, que ha perdurado muchos años
. Precisamente la ruptura de esas reglas por la hegemonía de las teorías neoliberales es lo que nos ha llevado a la actual situación.
P. Pero entonces las empresas tenían unos propietarios interesados en llegar a compromisos con las fuerzas sociales para asegurar la estabilidad del sistema.
Querían legar las empresas a sus hijos. Ahora, las sociedades pertenecen a miles de propietarios dispersos y con escasa capacidad de decisión.
 La gestión está en manos de unos ejecutivos que ya no tienen ni los mismos vínculos ni las mismas motivaciones.
R. Todo eso hace que sea más difícil imaginar que pueda surgir un impulso reformador desde el interior del propio sistema. Pero también hemos escuchado algunas voces individuales muy influyentes, como las de Warren Buffett, George Soros o Bill Gates, gente con cierta visión que piensa diferente
. Sin embargo, lo que puede forzar al mundo de los negocios a reaccionar y aceptar cambios es la militancia organizada desde la base de la sociedad
. En los años treinta, el capital tenía mucho miedo de las revoluciones sociales.
 Había sindicatos poderosos…
“La idea de que los movimientos sociales puedan tener un pie en la política y otro en la sociedad civil es muy interesante”
P. Pero el miedo a la revolución también llevó a buena parte del poder económico a los brazos del fascismo.
R. Sí, esa posibilidad también está ahora sobre el escenario
. Lo hemos visto en las elecciones al Parlamento Europeo: formas de fascismo o neofascismo.
P. En España, Grecia o Portugal, los países más castigados por la crisis, se han producido huelgas generales y amplias protestas contra la política de austeridad que han sido ignoradas.
 ¿No le parece peligroso que, en ciertos círculos radicales, pueda prosperar la idea de que a lo único a lo que el poder parece sensible sea la violencia?
R. Coincido en la crítica que se hace a la completa falta de responsabilidad de los poderes públicos, que solo parecen responder a las presiones de los mercados y los inversores.
 Pero la tentación de la violencia es muy preocupante y espero que los movimientos sociales no evolucionen en esa dirección, porque sería un desastre
. La única vía para cambiar realmente las cosas es la organización pacífica de la gente.
 Si hay violencia, la gente les dará la espalda, no les seguirá por esa vía.
P. Las encuestas reflejan la crisis de los partidos tradicionales. ¿Qué tipo de organización permitiría superar el descrédito de su forma de intermediar?
R. En este periodo en el que la actividad política toma la forma de movimientos sociales, vemos una creciente distancia entre el cuerpo electoral y los representantes de los partidos políticos.
 Pero recientemente, a causa de la severidad de la crisis, hemos visto también la emergencia de fuerzas políticas como Syriza en Grecia, o el fenómeno Podemos en España, organizaciones de nuevo cuño que aspiran a llegar a las instituciones sin renunciar a sus formas de representación de base.
 La idea de que los movimientos sociales puedan tener un pie en el sistema político y otro en la sociedad civil me resulta muy interesante.
P. ¿Y es compatible?
R. Sí, creo que sí, que se puede intentar
. Veremos cómo evoluciona.