Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

23 jul 2014

El vals macabro del archiduque y su asesino.....................................................................Jacinto Antón

Las vidas paralelas de Francisco Fernando y Gavrilo Princip hasta su sangrienta cita en Sarajevo.

El archiduque Francisco Fernando, en el centro, en una cacería de elefantes en Ceilán.

No se habían encontrado nunca hasta el día que uno mató al otro.
 El adulto (50 años) portaba un estrafalario gorro Stulphut con plumas de buitre teñidas de verde y el joven (19) una más práctica pistola semiautomática Browning de 9mm.
 Sus vidas eran tan distintas que parecían habitantes de diferentes planetas y nada parecía predisponerles a convertirse en la insólita pareja que iba a abrir uno de los bailes más macabros de la Historia. Gavrilo Princip, un humilde, pobrísimo estudiante serbobosnio, frustrado poeta, tirador novel, y Francisco Fernando, el archiduque heredero del imperio austrohúngaro y uno de los hombres más ricos del mundo, cazador experimentado y famoso por su puntería, coincidieron unos fulgurantes y sangrientos segundos aquel soleado domingo 28 de junio de 1914 en Sarajevo para volver a separarse para siempre.
 No hubo más oportunidad: el archiduque resultó muerto a raíz de aquello –con un balazo afortunadísimo (no para él) que le destrozó la yugular- y el debutante (y mayúsculamente exitoso) terrorista fue a dar con sus huesos en prisión, de la que ya no salió vivo
. Todos sabemos lo que pasó en el momento que nuestros dos personajes se encontraron, acaso entrecruzando un instante dramático sus miradas, quién sabe si atisbando con la omnisciencia de los momentos críticos una visión apocalíptica de acero hirviendo y estrépito ensordecedor sobre un paisaje devastado de barro y trincheras, pero, ¿de dónde venían?, ¿cómo habían sido sus respectivas existencias hasta entonces?
 Es fascinante trazar las vidas paralelas de ambos hasta su estrepitosa intersección, sabiendo, mientras las reseguimos, de qué manera brutal se iban a topar esos dos individuos a los que el destino convirtió en mecha de la I Guerra Mundial.
Mi interés por Francisco Fernando, más allá de una natural inclinación general por los militares aristócratas austrohúngaros y el haber contemplado su guerrera ensangrentada (en el museo militar de Viena), despertó especialmente al descubrir una foto suya disfrazado de momia.
 Efectivamente, durante una estancia en Egipto en 1896 el archiduque se retrató asomando la cara por la abertura de un sarcófago de pega para los turistas de entonces
. Una inscripción sobre la fotografía lo identificaba como “Amenhoteph XXIII, faraón de Egipto” (en realidad solo hubo cuatro Amenhoteph). Se le ve muy metido en el papel, aunque desentonan sus célebres bigotes.
Reaccionario, clerical (Princip era ateo) y despótico, Francisco Fernando (Graz, 1863-Sarajevo, 1914, claro), sobrino del emperador Francisco José y su heredero desde 1889, era un típico producto de la Casa de los Habsburgo, esa dinastía dedicada en buena medida desde hacía tiempo a survive in greatness, como decía el ilustre A. J. P. Taylor, aunque el archiduque, puro k. und k. (real e imperial) en tantas cosas –ya era teniente a los 12 años-, tenía sus particularidades
. Era un apasionado de las rosas (un mes antes de su muerte estaba en un show floral en Chelsea), un alma fascinada por las ciencias naturales, buen conocedor de las aves, un irredento viajero deseoso de experiencias nuevas y quién lo hubiera dicho, ¡un excelente autor de literatura de viajes!, como permite descubrir la entretenidísima lectura de su diario del gran tour que realizó en 1892-1893, de Trieste a Japón, y que le llevó a lugares tan exóticos como Ceilán, Nepal, Java, Sarawak, Nueva Guinea o las Islas Solomon
. Hombre lleno de curiosidad anota la interesante visión en un museo de Calcuta del pie de un niño indio recuperado del estómago de un cocodrilo.
Francisco Fernando viajaba, eso sí, in style, y en esa ocasión lo hizo en uno de los más modernos buques de guerra de la flota imperial, el crucero SMS Kaiserin Elisabeth, de cuatro mil toneladas y con una tripulación de 450 oficiales y marineros (el barco fue hundido luego por aviación naval en el primer año de la guerra cerca de Quingdao, China).
 En el viaje, el archiduque, que pretendía viajar de incógnito –como “conde de Hohenberg”- , pese a su nutrido séquito y el crucero, navegó por el estrecho de Malaca, anduvo por las selvas entre cingaleses, malayos y papúes, visitó largamente la India británica donde cazó tigres en compañía de maharajás, rajás y nababs (le regalaron dos cachorros de un año que desgraciadamente para él no llevaba aquel día en Sarajevo), presenció sacrificios en el templo de Kali en Calcuta, admiró el Kangchenjunga, elogió (noblesse oblige) a los Ulanos de Madrás y tras alancear jabalíes a caballo con ellos en Gwalior los oficiales del Raj le cantaron “he is a jolly good fellow”.
 Visto así parece que Gavrilo haya matado a KIpling. En fin, tampoco podía imaginar el anarquista Lucheni que su víctima, la emperatriz Sissi (tía de Francisco Fernando), reencarnaría en Romy Schneider.
Mientras Princip cuidaba ovejas, Francisco Fernando cazaba elefantes
En lo más antipático, que era mucho, caracterizaba al archiduque, además de su lógico militarismo y su propensión a la cólera, una obsesión por la caza rayana en lo patológico.
Su castillo de Konopiste en Bohemia –muy parecido por cierto al de la familia Almásy en Bernstein y en el que tenía ducha y un moderno retrete con taza- es un despropósito en su exhibición de trofeos que cubren literalmente salas y pasillos. Puedes ver ahí solo una parte de los 300.000 animales que abatió -antes de que lo abatieran a él-, pero la colección, especialmente surtida en cérvidos, incluye osos, urogallos, flamencos, cigüeñas, y hasta un bisonte. Francisco Fernando, el Nemrod austrohúngaro, cazó elefantes (regia manía) en Ceilán -en una ocasión dos a la vez-, aves del paraíso en la isla Vari Vari, canguros en Australia…
 Otros detalles discutibles de su personalidad eran su antidarwinismo y que detestaba a los húngaros -lo que es un problema si eres heredero de la doble corona-, hasta el punto de abroncar a los jinetes del 9º regimiento de húsares, del que era comandante, por hablar su lengua.
Francisco Fernando fue nombrado heredero en 1889 tras la muerte de su primo Rodolfo en el turbio episodio de Mayerling y la renuncia de su padre a la línea de sucesión.
 Tampoco había ya mucho más dónde elegir.
La relación con el emperador, su tío, era tormentosa.
 El archiduque tenía sus propias ideas sobre la política imperial, entre ellas rebajar la influencia húngara y apoyar la monarquía concediendo más prerrogativas a los eslavos
 En 1913 adquirió el cargo de Generalinspektor de las fuerzas armadas austrohúngaras.
 En junio de 1914 se encontraba supervisando unas maniobras cuando, imprudentemente, decidió visitar Sarajevo…
En el extremo opuesto de la suerte en la vida –al menos hasta que se encontraron- el serbio Gavrilo Princip (Obljaj, 1894-Terezin, 1918), nació en un miserable villorrio bosnio, no viajó más allá de Belgrado, y desde luego de haber visto un ave del paraíso se la hubiera comido.
Gavrilo Princip, preso.
Apenas se habían librado de los turcos, los compatriotas de Princip se encontraron ocupados por los austro-húngaros que posteriormente se anexionaron Bosnia y Herzegovina pretextando una labor civilizadora y modernizadora.
 El chico de asombrados ojos azules y constitución endeble, bautizado con el nombre del arcángel Gabriel, creció entre las leyendas patrióticas serbias y un anhelo indefinible de grandeza mientras ayudaba con las gallinas o en el campo o vigilaba las ovejas
. Adoraba la lectura y los libros y aseguraba que un día se oiría hablar de él. Uh, qué daño hace todo eso.
 La vida del joven cambió cuando lo enviaron a estudiar Comercio a Sarajevo.
 En un libro indispensable para entender a Princip y de qué manera encaja en la cruenta historia de los Balcanes (The Trigger, 2014), Tim Butcher, corresponsal de la guerra de Bosnia, sigue materialmente sus pasos en un recorrido apasionante que incluye desde las matanzas de Srebrenica hasta un concierto de la banda Franz Ferdinand en Banja Luka, pasando por las aventuras de Fitzroy Maclean luchando contra los nazis con los partisanos de Tito y el hallazgo de las notas escolares de Gavrilo: un batiburrillo sensacional. Butcher le describe buscando instintivamente su destino, en Sarajevo y luego, en 1912, en Belgrado, como después lo haría en Viena otro joven desheredado y despechado, Adolf Hitler.
Princip, que paradójicamente estuvo a punto de ser reclutado como cadete austrohúngaro, fue descuidando progresivamente sus estudios para sumergirse entre el lumpen en el que pululaban revolucionarios, anarquistas e irredentistas serbios y radicalizarse, con la inestimable ayuda de la lectura de Bakunin, Kropotkin, Marx y Dostoyevsky –aunque también era un apasionado de Alejandro Dumas y Walter Scott, que no dejan de impulsarte a vivir aventuras-.
 La rabia contra la ocupación colonial austrohúngara de Bosnia creció en él hasta hacerle unirse a uno de los grupos de jóvenes aspirantes a terroristas manipulados discretamente por los servicios secretos serbios. Butcher recalca que Princip no fue un extremista serbio del tipo racista que años después daría lugar a la limpieza étnica, sino que en su idea nacionalista anti austrohúngara entraba la liberación de todos los eslavos del sur independientemente de que fueran cristianos, ortodoxos o musulmanes.
Así que sería más bien un precursor de Yugoslavia.
En la vida tan distinta de Gavrilo y Francisco Fernando sorprende encontrar el nexo común, además de la tuberculosis que ambos sufrieron –y que mató a Princip en la cárcel, tras dejarle manco-, del amor romántico.
El joven serbobosnio de naturaleza solitaria se enamoró al menos una vez que sepamos de una chica a la que no llegó siquiera a besar limitándose a regalarle un libro de Oscar Wilde
. El archiduque se jugó toda su posición para casarse con la mujer de su vida, la condesa Sofía Chotek, cuya cuna la hacía inadecuada para un matrimonio de la casa imperial. Francisco Fernando se negó a considerar cualquier otra posibilidad aunque su furioso tío se lo exigía e incluso le presionaron por cuenta de este el zar, el káiser y el papa, que ya es trío para chafarte la boda. Finalmente, a regañadientes, el emperador accedió pero con la condición de que el matrimonio fuera morganático y los hijos no tuvieran derechos de sucesión al trono
. Sofía sufrió innumerables humillaciones y de hecho no podía siquiera viajar en el mismo coche que su marido. En Sarajevo le hicieron una excepción.
Cuando Princip la hirió de muerte con su segunda bala, sin querer alcanzarla a ella, según el chico, el agonizante archiduque se mostró desolado y sus últimas palabras –a excepción de un no muy acertado “no es nada” referente a su propia herida- fueron para ella (“Sofi, Sofi, no te mueras, vive por nuestros hijos”).
Princip, que había evolucionado hasta convertirse en potencial asesino, y su grupo decidieron matar a una figura del régimen de ocupación austrohúngaro y entonces se enteraron de la visita del archiduque a Sarajevo.
Tras hacerse con pistolas y granadas –suministradas por gente de la organización ultranacionalista serbia Mano Negra en conexión con los servicios secretos serbios-, cruzaron el Drina y el domingo que iba a ser sangriento los encontró, un total de seis, apostados a lo largo del recorrido de la comitiva del archiduque, la avenida de los asesinos.
Lo que pasó es bien sabido: un terrorista se arrugó, otro falló –la granada explotó en el suelo tras rebotar en el coche o ser desviada en un acto reflejo por el archiduque-, la visita imperial inexplicablemente continuó, y finalmente Princip se dio de bruces con el automóvil Gräf & Stift literalmente frente a él
. Ahí les dejamos, a Francisco Fernando y al estudiante poeta reciclado en asesino, encontrándose cuando el reloj marca las 10:45 a. m. y las dos vidas confluyen para marcar con pólvora y sangre el espíritu de nuestro tiempo.

 

Las Mejores están en Las Islas Canarias..

Chapuzón salvaje: las mejores piscinas naturales en España

Por: Isidoro Merino
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Llegó el calor.  Es hora de mojarse.

Gulpiyuri P García Panoramio2
1 Gulpiyuri.  Llanes,  Asturias
El agua del Cantábrico se filtra entre la roca caliza para crear una laguna salada rodeada de prados. El mar está cerca, pero no se ve. Un paraje  extraño y mágico. / P. García / Panoramio

Bañistas en el charcos de las Viejas, en Garachico (Tenerife) Juerguen Richter
2 El Caletón. Garachico, Tenerife
Las piscinas de El Caletón se adaptan a las formas que dejó la lava solidificada tras la erupción del volcán de Trevejo (conocido también como Arenas Negras),  que  arrasó el puerto de Garachico en 1706./Juerguen Richter   

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3 La Fajana. La Palma, Canarias
Como colofón a un día de senderismo, un chapuzón en La Fajana, piscinas ubicadas en la base de los acantilados de barlovento, en la isla de La Palma, mientras el sol se hunde en el mar más allá de la punta de la Gaviota. / Turismo de La Palma

Garganta de los infiernos turismo del jerte
4 Garganta de los Infiernos.  Valle del Jerte, Cáceres 
Trece piscinas naturales –pilones o marmitas de gigantes--   grabadas por el agua sobre el granito en las estribaciones de la sierra de Gredos. / Turismo del Jerte
  
Charco azul alberto garcía escapada rural
5 Charco Azul. El Hierro, Canarias
En el golfo de la Frontera, una concavidad rocosa forma una piscina natural y diáfana, alimentada por las mareas, a la que se desciende por una empinada escalera de piedra. / Alberto García / Escapada Rural

La charca verde Wikiloc
6 La Charca Verde. La Pedriza, Madrid
Un remanso de agua turquesa en el laberinto rocoso de la Pedriza, en la vertiente madrileña de la sierra de Guadarrama. Toca caminar. / Wikiloc

Clala Bramant  fotografianocturnaemporda.blogspot
7 Cala Bramant. Llançà, Girona  
En uno de los entrantes del Cap de Ras se esconde la cala de los Enamorados, un playita con forma de nido adonde acuden las parejas para acurrucarse como pajarillos o nadar a la luz de la luna. / Eduard Marqués
    
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Las  Chorreras. Enguídanos,  Cuenca
Cerca del yacimiento cretácico de Las Hoyas (Cuenca),  en el paraje  conocido como Las Chorreras,   el río Cabriel salva un desnivel de 120 metros mientras se retuerce por un laberinto gargantas, cascadas, pozas y  cuevas de tintes antediluvianos./ J. S. Valero / Wikimedia

Termas ourense2
9 Termas de Ourense
A orillas del río Miño, aguas abajo del Ponte do Milenio,  se suceden durante cuatro kilómetros las pozas y termas de A Chavasqueira, Muiño das Veigas, Outariz y Burgas de Canedo, aguas termales (manan a temperaturas superiores a los 60º) empleadas desde tiempos de los romanos.  Hay spa privados de estilo japonés en A Chavasqueira  y en Outariz,  y rústicas piscinas de granito, de hasta 200 metros cuadrados, donde uno puede pasar gratuitamente en remojo el tiempo que le plazca. / Termas de Ourense

  Fuentes del Algar
10 Fuentes del Algar. Callosa d’en Sarrià, Alicante
A 15 kilómetros de Benidorm, en Callosa d’en Sarrià, se encuentran las fuentes del Algar, un paraje natural con caídas de agua, tolls (piscinas) azulados y playas de agua dulce donde se puede tomar un baño fresquito y kárstico. / Fuentes del Algar

22 jul 2014

El piano de ‘Casablanca’, a subasta......................................... Irene Crespo

El instrumento será la estrella de una subasta que incluye el guion o fotos firmadas por el reparto.

Como me gustaría poder llevarme ese piano cueste lo que cueste....

 

Un fotograma de 'Casablanca' (1942), el clásico de Michael Curtiz.

You must remember this, a kiss is just a kiss…” tocaba Sam una y otra vez en el Rick’s Café en Casablanca a petición de Ilsa (Ingrid Bergman). “Tócala, Sam”, le decía ella, una y otra vez.
 Y la melodía que salía de la voz de Sam y aquel piano rosado volvían a enamorarla.
 72 años después de que Dooley Wilson tocara aquella canción en la película de Michael Curtiz, el mítico piano saldrá a subasta el próximo otoño (el 24 de noviembre) en la casa Bonhams en Nueva York.
There’s no place like Hollywood (No hay un lugar como Hollywood) es el nombre de la subasta cinéfila en la que el piano será la pieza central de un gran lote de memorabilia de la película, donado por un coleccionista privado, que incluye desde las puertas interiores y exteriores del café de Rick (Humphrey Bogart) a fotos firmadas por el reparto, las notas de prensa originales, un último borrador del guion o los pasaportes y visados creados para la huida de Ilsa y Victor Laszlo (Paul Henreid).
 “Es una de las colecciones de memorabilia de cine más significativa que aún estaba en manos privadas”, asegura Catherine Williamson, directora de Entertainment Memorabilia en Bonhams.
Póster de 'Casablanca', el mítico film de Michael Curtiz que subasta su memorabilia.
La casa de subastas se ha asociado por segunda vez con el canal de cine clásico TCM para organizar la que consideran una venta “inolvidable e histórica” por la popularidad que aún conserva el filme de Humphrey Bogart de 1942.
 “Casablanca es una de las películas de guerra más queridas de Hollywood y uno de los títulos más prestigiosos de nuestra colección”, dice Dennis Adamovic, vicepresidente senior de TCM.
 Por eso, esperan que el piano de Sam llegue a venderse por más de siete cifras, superando el casi medio millón de euros que alcanzó en 2012 en una subasta el segundo piano usado para las escenas de flashback en Paris, cuando Rick e Ilsa se enamoraron.
El actor de La reina de África parece que es un éxito asegurado aún hoy.
 Otra popular película de Humphrey Bogart, El halcón maltés (1941), tiene hasta ahora el récord de venta de un objeto de cine.
 El otoño pasado, cuando Bonhams y TCM se asociaron por primera vez para la subasta What Dreams are made of (De lo que están hechos los sueños), la figura del halcón que aparecía en el filme de John Huston alcanzó los tres millones de euros (cuatro millones de dólares).
 Aquel día también se vendió el coche que presenció la mítica escena de despedida de Casablanca, un Buick Phaeton de 1940 por el que alguien pagó más de 300.000 euros.
En la subasta del próximo otoño, There’s no place like Hollywood, además del lote de objetos de Casablanca se pondrán a la venta recuerdos de películas que harán las delicias de cinéfilos.
 Como el vestido que usó Rita Hayworth mientras cantaba Amado Mío en Gilda (1946), un retrato de Rodolfo Valentino como el Halcón negro pintado por Federico Armando Beltrán Massés en 1925; una pieza de vestuario que usó Jena Russell en El forajido (1943); el vestuario de Barbra Streisand en Vuelve a mi lado (1970), en Tal como éramos (1973) y en Yentl (1983); el delantal que llevó Judy Garland en El mago de Oz (1939) o las pruebas de capa que hizo el diseñador Adrian para los monos voladores.
Entre tanto fetiche, el piano en el que Dooley Wilson tocaba As Time Goes By será otra vez la estrella. Aunque ya no esté dentro del café de Rick, el piano color salmón aún está en perfecto estado y puede tocar la canción tantas veces como se la pidan.
 Fue utilizado por última vez en un concierto de 2006 en el Hollywood Bowl de Los Ángeles que celebraba la banda sonora nominada al Oscar que compuso Max Steiner para Casablanca.
  Y aquel “You must remember this…” volverá a sonar este otoño cuando alguien (que no pueda evitar el chiste) le grite
“Cómpralo otra vez, Sam”.

Cenas de un millón de euros................................................................................ Esperanza Codina

Eva Longoria inaugura el verano en Marbella con su gala solidaria a la que seguirá la de Antonio Banderas con el Starlite de fondo.

La actriz estadounidense Eva Longoria, en Marbella. / EFE

La gente guapa de Marbella ha sacado ya los brillos del armario.
 La ciudad está lista para las citas estivales que la sitúan como uno de los puntos de encuentro del ocio exclusivo
. La primera se celebró el pasado fin de semana.
 Fue la Global Gift Gala, el evento solidario que promueve Eva Longoria. Luego será el turno del Starlite Festival y, por tercer año consecutivo, la cena benéfica que apadrina Antonio Banderas, la velada más demandada del verano.
Longoria permanece fiel a Marbella tras su separación filantrópica de Banderas (la última vez que organizaron una fiesta juntos fue en 2011). En esta ocasión la fundación de la actriz que lleva su nombre ha compartido los fondos recaudados con distintas asociaciones locales y con que promueve Bertín Osborne, que ejerció de maestro de ceremonias
. La gala celebrada en el mítico hotel Gran Meliá Don Pepe— que este año celebra su 50 aniversario— reunió a Luis Medina, Amelia Bono y su marido el músico Manuel Martos, la modelo y ex miss España Lorena Bernal, el ex tenista Manolo Santana, la actriz Patsy Palmer, la blogera Gloria Morales y la cantante Thallia Storm, entre otros
. La música la puso Navajita Plateá.
Pero es mañana cuando se abre el Starlite Festival con The Beach Boys.
“Nuestro cartel está formado por grandes figuras, nombres que no precisan mayor aclaración”, comenta Sandra García-Sanjuán, fundadora, presidenta y directora creativa del evento.
Se han programado una veintena de conciertos y actividades vinculadas al cine, la moda, el arte y la gastronomía durante un mes.
Pero si hay un atractivo especial que despierta el máximo interés mediático es el Starlite 2014, la gala benéfica que tiene como anfitrión a Antonio Banderas.
 Será el 9 de agosto y el malagueño podrá soplar las velas de su 54 cumpleaños a partir de la medianoche rodeado de estrellas y de centenares de personas dispuestas a rascarse el bolsillo por una buena causa y por darse un baño de glamur
. El morbo está servido además este año por ver quién acompañará al actor tras su reciente divorcio de Melanie Griffith. Banderassuele darlo todo en esta cita.
 El año pasado subastó su reloj por 15.000 euros. El foco se pone en los detalles frívolos pero la esencia es la recaudación de fondos y Banderas se esmera en eso
. En las cuatro galas anteriores se han recogido 1,33 millones que han ayudado a más de 100.000 familias a través de 11 fundaciones.
 La organización aún no ha desvelado qué rostros conocidos servirán este año de reclamo mediático. El precio del cubierto ronda los 1.000 euros y la cena estará a cargo del reputado chef Andoni Luis Aduriz, fichado por el Healthouse Las Dunas.
La cena de Banderas sirve de paréntesis para las actuaciones programadas en el Starlite Festival
. El encargado de clausurar la temporada musical será Alejandro Sanz (23 de agosto), que ofrecerá en Marbella su único concierto en España. Igual que Ricky Martin (25 de julio) y Julio Iglesias (13 de agosto), que desde hace años veranea con su familia en su casa de la localidad vecina de Ojén. En el cartel de esta edición hay artistas tan conocidos como Albert Hammond, Pet Shop Boys, Alejandro Fernández y Kool & The Gang. 5
A los famosos se les busca por todos lados. “Te puedes encontrar sentado a tu lado al premio Nobel Mario Vargas Llosa (es fiel a Marbella desde hace lustros); en un palco a Isabel Preysler; a Eva González tomando una copa; y a Valeria Mazza cenando en familia", explica García-Sanjuán para ilustrar el tirón del Starlite.
La cantera de Nagüeles, escenario del festival, no deja indiferente. “Es como estar en la Luna”, dijo el rebelde Jamie Cullum cuando vio el año pasado el lugar.
El proyecto Starlite funciona en Marbella pero hay conversaciones con delegaciones de Rusia, México y Emiratos Árabes para organizar festivales similares.