Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

23 jul 2014

Las Mejores están en Las Islas Canarias..

Chapuzón salvaje: las mejores piscinas naturales en España

Por: Isidoro Merino
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Llegó el calor.  Es hora de mojarse.

Gulpiyuri P García Panoramio2
1 Gulpiyuri.  Llanes,  Asturias
El agua del Cantábrico se filtra entre la roca caliza para crear una laguna salada rodeada de prados. El mar está cerca, pero no se ve. Un paraje  extraño y mágico. / P. García / Panoramio

Bañistas en el charcos de las Viejas, en Garachico (Tenerife) Juerguen Richter
2 El Caletón. Garachico, Tenerife
Las piscinas de El Caletón se adaptan a las formas que dejó la lava solidificada tras la erupción del volcán de Trevejo (conocido también como Arenas Negras),  que  arrasó el puerto de Garachico en 1706./Juerguen Richter   

Piscinas-de-la-Fajana
3 La Fajana. La Palma, Canarias
Como colofón a un día de senderismo, un chapuzón en La Fajana, piscinas ubicadas en la base de los acantilados de barlovento, en la isla de La Palma, mientras el sol se hunde en el mar más allá de la punta de la Gaviota. / Turismo de La Palma

Garganta de los infiernos turismo del jerte
4 Garganta de los Infiernos.  Valle del Jerte, Cáceres 
Trece piscinas naturales –pilones o marmitas de gigantes--   grabadas por el agua sobre el granito en las estribaciones de la sierra de Gredos. / Turismo del Jerte
  
Charco azul alberto garcía escapada rural
5 Charco Azul. El Hierro, Canarias
En el golfo de la Frontera, una concavidad rocosa forma una piscina natural y diáfana, alimentada por las mareas, a la que se desciende por una empinada escalera de piedra. / Alberto García / Escapada Rural

La charca verde Wikiloc
6 La Charca Verde. La Pedriza, Madrid
Un remanso de agua turquesa en el laberinto rocoso de la Pedriza, en la vertiente madrileña de la sierra de Guadarrama. Toca caminar. / Wikiloc

Clala Bramant  fotografianocturnaemporda.blogspot
7 Cala Bramant. Llançà, Girona  
En uno de los entrantes del Cap de Ras se esconde la cala de los Enamorados, un playita con forma de nido adonde acuden las parejas para acurrucarse como pajarillos o nadar a la luz de la luna. / Eduard Marqués
    
Enguídanos._Las_Chorreras_de_Arriba_(El_Orón)._Lago,_Cueva_y_Gran_Cascada j s valero
Las  Chorreras. Enguídanos,  Cuenca
Cerca del yacimiento cretácico de Las Hoyas (Cuenca),  en el paraje  conocido como Las Chorreras,   el río Cabriel salva un desnivel de 120 metros mientras se retuerce por un laberinto gargantas, cascadas, pozas y  cuevas de tintes antediluvianos./ J. S. Valero / Wikimedia

Termas ourense2
9 Termas de Ourense
A orillas del río Miño, aguas abajo del Ponte do Milenio,  se suceden durante cuatro kilómetros las pozas y termas de A Chavasqueira, Muiño das Veigas, Outariz y Burgas de Canedo, aguas termales (manan a temperaturas superiores a los 60º) empleadas desde tiempos de los romanos.  Hay spa privados de estilo japonés en A Chavasqueira  y en Outariz,  y rústicas piscinas de granito, de hasta 200 metros cuadrados, donde uno puede pasar gratuitamente en remojo el tiempo que le plazca. / Termas de Ourense

  Fuentes del Algar
10 Fuentes del Algar. Callosa d’en Sarrià, Alicante
A 15 kilómetros de Benidorm, en Callosa d’en Sarrià, se encuentran las fuentes del Algar, un paraje natural con caídas de agua, tolls (piscinas) azulados y playas de agua dulce donde se puede tomar un baño fresquito y kárstico. / Fuentes del Algar

22 jul 2014

El piano de ‘Casablanca’, a subasta......................................... Irene Crespo

El instrumento será la estrella de una subasta que incluye el guion o fotos firmadas por el reparto.

Como me gustaría poder llevarme ese piano cueste lo que cueste....

 

Un fotograma de 'Casablanca' (1942), el clásico de Michael Curtiz.

You must remember this, a kiss is just a kiss…” tocaba Sam una y otra vez en el Rick’s Café en Casablanca a petición de Ilsa (Ingrid Bergman). “Tócala, Sam”, le decía ella, una y otra vez.
 Y la melodía que salía de la voz de Sam y aquel piano rosado volvían a enamorarla.
 72 años después de que Dooley Wilson tocara aquella canción en la película de Michael Curtiz, el mítico piano saldrá a subasta el próximo otoño (el 24 de noviembre) en la casa Bonhams en Nueva York.
There’s no place like Hollywood (No hay un lugar como Hollywood) es el nombre de la subasta cinéfila en la que el piano será la pieza central de un gran lote de memorabilia de la película, donado por un coleccionista privado, que incluye desde las puertas interiores y exteriores del café de Rick (Humphrey Bogart) a fotos firmadas por el reparto, las notas de prensa originales, un último borrador del guion o los pasaportes y visados creados para la huida de Ilsa y Victor Laszlo (Paul Henreid).
 “Es una de las colecciones de memorabilia de cine más significativa que aún estaba en manos privadas”, asegura Catherine Williamson, directora de Entertainment Memorabilia en Bonhams.
Póster de 'Casablanca', el mítico film de Michael Curtiz que subasta su memorabilia.
La casa de subastas se ha asociado por segunda vez con el canal de cine clásico TCM para organizar la que consideran una venta “inolvidable e histórica” por la popularidad que aún conserva el filme de Humphrey Bogart de 1942.
 “Casablanca es una de las películas de guerra más queridas de Hollywood y uno de los títulos más prestigiosos de nuestra colección”, dice Dennis Adamovic, vicepresidente senior de TCM.
 Por eso, esperan que el piano de Sam llegue a venderse por más de siete cifras, superando el casi medio millón de euros que alcanzó en 2012 en una subasta el segundo piano usado para las escenas de flashback en Paris, cuando Rick e Ilsa se enamoraron.
El actor de La reina de África parece que es un éxito asegurado aún hoy.
 Otra popular película de Humphrey Bogart, El halcón maltés (1941), tiene hasta ahora el récord de venta de un objeto de cine.
 El otoño pasado, cuando Bonhams y TCM se asociaron por primera vez para la subasta What Dreams are made of (De lo que están hechos los sueños), la figura del halcón que aparecía en el filme de John Huston alcanzó los tres millones de euros (cuatro millones de dólares).
 Aquel día también se vendió el coche que presenció la mítica escena de despedida de Casablanca, un Buick Phaeton de 1940 por el que alguien pagó más de 300.000 euros.
En la subasta del próximo otoño, There’s no place like Hollywood, además del lote de objetos de Casablanca se pondrán a la venta recuerdos de películas que harán las delicias de cinéfilos.
 Como el vestido que usó Rita Hayworth mientras cantaba Amado Mío en Gilda (1946), un retrato de Rodolfo Valentino como el Halcón negro pintado por Federico Armando Beltrán Massés en 1925; una pieza de vestuario que usó Jena Russell en El forajido (1943); el vestuario de Barbra Streisand en Vuelve a mi lado (1970), en Tal como éramos (1973) y en Yentl (1983); el delantal que llevó Judy Garland en El mago de Oz (1939) o las pruebas de capa que hizo el diseñador Adrian para los monos voladores.
Entre tanto fetiche, el piano en el que Dooley Wilson tocaba As Time Goes By será otra vez la estrella. Aunque ya no esté dentro del café de Rick, el piano color salmón aún está en perfecto estado y puede tocar la canción tantas veces como se la pidan.
 Fue utilizado por última vez en un concierto de 2006 en el Hollywood Bowl de Los Ángeles que celebraba la banda sonora nominada al Oscar que compuso Max Steiner para Casablanca.
  Y aquel “You must remember this…” volverá a sonar este otoño cuando alguien (que no pueda evitar el chiste) le grite
“Cómpralo otra vez, Sam”.

Cenas de un millón de euros................................................................................ Esperanza Codina

Eva Longoria inaugura el verano en Marbella con su gala solidaria a la que seguirá la de Antonio Banderas con el Starlite de fondo.

La actriz estadounidense Eva Longoria, en Marbella. / EFE

La gente guapa de Marbella ha sacado ya los brillos del armario.
 La ciudad está lista para las citas estivales que la sitúan como uno de los puntos de encuentro del ocio exclusivo
. La primera se celebró el pasado fin de semana.
 Fue la Global Gift Gala, el evento solidario que promueve Eva Longoria. Luego será el turno del Starlite Festival y, por tercer año consecutivo, la cena benéfica que apadrina Antonio Banderas, la velada más demandada del verano.
Longoria permanece fiel a Marbella tras su separación filantrópica de Banderas (la última vez que organizaron una fiesta juntos fue en 2011). En esta ocasión la fundación de la actriz que lleva su nombre ha compartido los fondos recaudados con distintas asociaciones locales y con que promueve Bertín Osborne, que ejerció de maestro de ceremonias
. La gala celebrada en el mítico hotel Gran Meliá Don Pepe— que este año celebra su 50 aniversario— reunió a Luis Medina, Amelia Bono y su marido el músico Manuel Martos, la modelo y ex miss España Lorena Bernal, el ex tenista Manolo Santana, la actriz Patsy Palmer, la blogera Gloria Morales y la cantante Thallia Storm, entre otros
. La música la puso Navajita Plateá.
Pero es mañana cuando se abre el Starlite Festival con The Beach Boys.
“Nuestro cartel está formado por grandes figuras, nombres que no precisan mayor aclaración”, comenta Sandra García-Sanjuán, fundadora, presidenta y directora creativa del evento.
Se han programado una veintena de conciertos y actividades vinculadas al cine, la moda, el arte y la gastronomía durante un mes.
Pero si hay un atractivo especial que despierta el máximo interés mediático es el Starlite 2014, la gala benéfica que tiene como anfitrión a Antonio Banderas.
 Será el 9 de agosto y el malagueño podrá soplar las velas de su 54 cumpleaños a partir de la medianoche rodeado de estrellas y de centenares de personas dispuestas a rascarse el bolsillo por una buena causa y por darse un baño de glamur
. El morbo está servido además este año por ver quién acompañará al actor tras su reciente divorcio de Melanie Griffith. Banderassuele darlo todo en esta cita.
 El año pasado subastó su reloj por 15.000 euros. El foco se pone en los detalles frívolos pero la esencia es la recaudación de fondos y Banderas se esmera en eso
. En las cuatro galas anteriores se han recogido 1,33 millones que han ayudado a más de 100.000 familias a través de 11 fundaciones.
 La organización aún no ha desvelado qué rostros conocidos servirán este año de reclamo mediático. El precio del cubierto ronda los 1.000 euros y la cena estará a cargo del reputado chef Andoni Luis Aduriz, fichado por el Healthouse Las Dunas.
La cena de Banderas sirve de paréntesis para las actuaciones programadas en el Starlite Festival
. El encargado de clausurar la temporada musical será Alejandro Sanz (23 de agosto), que ofrecerá en Marbella su único concierto en España. Igual que Ricky Martin (25 de julio) y Julio Iglesias (13 de agosto), que desde hace años veranea con su familia en su casa de la localidad vecina de Ojén. En el cartel de esta edición hay artistas tan conocidos como Albert Hammond, Pet Shop Boys, Alejandro Fernández y Kool & The Gang. 5
A los famosos se les busca por todos lados. “Te puedes encontrar sentado a tu lado al premio Nobel Mario Vargas Llosa (es fiel a Marbella desde hace lustros); en un palco a Isabel Preysler; a Eva González tomando una copa; y a Valeria Mazza cenando en familia", explica García-Sanjuán para ilustrar el tirón del Starlite.
La cantera de Nagüeles, escenario del festival, no deja indiferente. “Es como estar en la Luna”, dijo el rebelde Jamie Cullum cuando vio el año pasado el lugar.
El proyecto Starlite funciona en Marbella pero hay conversaciones con delegaciones de Rusia, México y Emiratos Árabes para organizar festivales similares.

 

“A veces encuentro a las mujeres muy superiores a los hombres”...................................................... Álex Vicente

Yasmina Reza ha sido acusada de misántropa y misógina. Pero ella se considera, sencillamente, una persona libre.

Reza, en París. / Pascal Victor

A Yasmina Reza, el teatro le sigue pareciendo un lugar profundamente misterioso.
 “¿Por qué nos interesamos por otros personajes y sus vivencias sobre el escenario, cuando podríamos fijarnos en lo que nosotros vivimos a diario?
 ¿Por qué necesitamos esa ficción?”, se pregunta en el café de un lujoso hotel de Saint-Germain, meca de la intelectualidad parisiense, a dos pasos de su domicilio.
 En esta nublada mañana de verano, Reza no encuentra respuesta a su pregunta, aunque siga indagando en ella en cada una de sus obras.
 La reflexión aparece en medio de una conversación apasionada –y, a ratos, también tensa–, durante la que la autora se acabará mostrando generosa a su pesar. Reza dispone de un verbo lúcido, pero también punzante, que no duda en desenfundar cuando la ocasión lo requiere
. En especial, para protegerse de cualquier intromisión.
 No le gusta sobreexponer su persona y se dice refractaria a los discursos grandilocuentes.
 Y, como tal, es alérgica a las entrevistas, que dice vivir como un auténtico martirio. “Si las acepto es solo para poder existir en este mundo. Si no, entre 500 libros, el mío pasaría desapercibido”, reconoce.
En 1987, Reza escribió Conversaciones después de un entierro, la primera de una larga serie de obras que, bajo la apariencia inofensiva de la comedia burguesa y el teatro de bulevar, abordan asuntos dignos de la más elevada metafísica.
Sus personajes compran cuadros abstractos por el estatus social que estos confieren –Arte, traducida a 35 lenguas, la convirtió en la dramaturga contemporánea más representada en el mundo– y llevan a sus hijos al museo para “paliar el déficit escolar en la materia” –como los protagonistas de Un dios salvaje–, pero después no dudan en masacrarse los unos a los otros en la intimidad de sus comedores. Para Reza, la civilización es solo un delgadísimo barniz que desaparece cada vez que se presenta el más mínimo conflicto.
 Sus obsesiones reaparecen concentradas en una nueva novela, Felices los felices (Anagrama lo publicará en septiembre), donde destapa las alegrías y miserias cotidianas de 18 personajes atrapados entre la dificultad de vivir, el hastío de amar y el pánico a morir.
Su libro empieza con una frase de Borges: “Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor”. ¿Qué le gustaba en esta cita? Es una afirmación interesante, porque insinúa que quienes prescinden del amor también logran ser felices
. Siempre he tenido esa misma intuición: asociar felicidad y amor es una auténtica estupidez.
 La cita encaja bien con lo que cuento en este libro, lleno de personajes en plena búsqueda sentimental, pero todos ellos infelices sin excepción
. Amor y felicidad no son nociones colindantes, pese a lo que aseguran los cuentos de hadas.
 Intentar realizarse por vía del amor es una imposición social que vuelve desdichada a mucha gente.
El libro, como el resto de su obra, contiene un enorme recelo respecto a la pareja, e incluso hacia todo tipo de vínculo afectivo. No, eso último es demasiado.
 No puedo decir que esté de acuerdo.
 Lo que sí es cierto es que no creo en la pareja
. Me parece una estructura solitaria y encerrada en sí misma.
 La pareja es una construcción extraña, básicamente porque no funciona.
 Claro, hay personas que, a base de insistir por todos los medios, logran hacerlas funcionar.
 Pero, para mí, se trata de una creación artificial.
¿Qué alternativa propone? ¡No propongo nada!
 El amor a secas, tal vez
. El amor que no sigue un camino predeterminado
. Vivir junto a tu pareja no es una necesidad.
 Hacerlo todo en pareja no es una necesidad. Tener amigos comunes, tampoco
. El proyecto doméstico no es una necesidad, incluso cuando hay hijos de por medio.
 La pareja, tal y como se entiende hoy, no me interesa, lo que no significa que no haya participado en ella
. He vivido mucho más tiempo en pareja que sin pareja, aunque nunca haya creído en ella.
Se la tilda a menudo de misántropa. ¿Qué hay de cierto? No lo soy en absoluto. Siento piedad y cariño por mis personajes.
 Yo misma me encuentro en cada uno de ellos.
No sé de dónde surge ese malentendido. Decir que soy cínica o misántropa es hacer una lectura pésima de mi obra.
Pascal Victor
No negará que hay crueldad humana en sus textos… Claro, pero no soy yo quien la ejerce, sino los propios personajes
. No pretendo compararme con él, pero sería como decir que Dostoievski es un autor misántropo solo porque sabe describir la misantropía.
 Lo que hago es mostrar a los personajes tal como son.
 Es decir, mostrarme a mí misma tal como soy.
En su crítica de la novela, ‘Libération’ la acusó incluso de misoginia. Decía que los hombres salían mejor parados que las mujeres. ¿Misógina yo? Es completamente falso.
 El resto de críticos del planeta entendieron que este libro era claramente profemenino.
¿Y también feminista? No. Eso implicaría un aspecto militante en el que no me reconozco. Pero sí tengo simpatía por las mujeres. En ocasiones, las encuentro muy superiores a los hombres.
De hecho, sus personajes masculinos también salen mal parados. Los describe como hombrecillos que desearían vivir como Ivanhoe, pero se encuentran haciendo cola en el supermercado para comprar queso ‘gruyère’. Sí, pero no me haga extraer conclusiones sociológicas sobre la masculinidad.
 Un personaje nunca tiene valor universal.
Yo solo soy una entomóloga. No puedo interpretar lo que escribo, como siempre me piden que haga en las entrevistas.
No es ningún secreto que las aborrece… Es que me parecen un ejercicio absurdo.
 En toda entrevista me suelen citar algo que he escrito y luego me piden que haga un discurso general al respecto. ¿Qué interés tendrá eso? Mi opinión cuenta lo mismo que la de la vecina de enfrente.
 Me parece estúpido abordar una entrevista así, con perdón
. Para mí, toda entrevista es un suplicio y una catástrofe.
Usted iba para actriz. ¿Cómo se convirtió en dramaturga? Cuando estudiaba en la universidad [cursó Sociología y Teatro en Nanterre, donde se originó el movimiento estudiantil del Mayo del 68], participé en una puesta en escena.
 Un profesor me dijo que tenía talento y me incitó a seguir.
Actué en algunas obras hasta los 22 o 23 años, pero siempre supe que no sería mi profesión. Entendí que era un oficio que siempre me haría infeliz.
 Ser actor implica mantenerte a la espera de que alguien te llame y obligarte a agradar a todo el mundo cada cinco minutos.
 Me parecía imposible vivir así. Decidí cambiar de ruta.
Un poco por orgullo, pero sobre todo por la convicción profunda de que tenía otras cosas que ofrecer. Además, por mi físico, solo me proponían papeles de gitanas y criadas, de árabes y judías…
¿Se sintió rechazada? Cuando hice las pruebas para el conservatorio, los miembros del jurado me encontraron interesante, pero no creyeron que encajara en ninguna categoría.
 No sabían qué hacer conmigo, tal vez porque tenía una personalidad demasiado moderna
. Diez años más tarde, el teatro cambió completamente y se abrió a la diversidad, pero entonces todo era muy estricto y tradicional.
 Durante mucho tiempo viví ese rechazo como una gran injusticia.
¿Diría que fue un reflejo xenófobo por su parte? No lo creo. En todo caso, no fue así como lo interpreté entonces.
 Piense que el teatro funcionaba con categorías fijas y esquemáticas: el galán, la chica inocente, la criada… Era imposible que un negro entrara en el conservatorio, porque a nadie se le pasaba por la cabeza que pudiera interpretar a Ricardo III o El enfermo imaginario. Francia todavía era una sociedad chapada a la antigua.
Uno de los personajes del libro, Marguerite Blot, se dedica a hablar con los muertos. ¿Sería esa la mayor variante de la nostalgia? Sin duda
. A mí también me da por hacerlo. En especial, con mi padre. Con mi madre lo hago menos, porque falleció hace solo un par de años. Además, cuando estaban vivos, ya hablaba más con él que con ella.

Perfil

Eric Robert (CORBIS)
(París, 1959) es una de las voces más destacadas del teatro mundial
. El éxito y el reconocimiento le llegaron siendo treintañera, con la publicación de Arte
. Antes de convertirse en escritora coqueteó con la interpretación, campo que abandonó para no ser encasillada en personajes de “criadas y gitanas”.
Hija de una familia de inmigrantes de origen judío, sus obras destacan por la precisión áspera con la que retrata a la burguesía.
Ha recibido los premios más prestigiosos de teatro (el Molière y el Tony, entre otros), pero también ha escrito novelas y libros de no ficción, entre los que destaca El alba la tarde o la noche, un relato sobre Nicolas Sarkozy, a quien siguió durante un año de campaña presidencial.
¿Qué le enseñaron sus padres, un ruso de origen iraní y una judía húngara exiliados en París? Si debo elegir una sola cosa, diría que me enseñaron a ser libre
. No sé si fue gracias a ellos o a su pesar, pero se lo agradezco.
 Es una cualidad que hoy no abunda. Cuando miro alrededor, diría que vivimos en un mundo lleno de gente asustada, preocupada y miedosa.
 Mis padres eran totalmente distintos
. Fueron personas originales, extranjeras y un poco locas.
No tenían nada que ver con el clásico burgués francés.
 Yo venía de otro lugar, lo que te da la libertad de no pertenecer a ningún sitio
. Esa ha sido una constante en mi vida: nunca he querido pertenecer a ningún grupo, ni siquiera al establishment de la literatura francesa.
¿Por qué le dan miedo los grupos? Cuando uno se dedica a una actividad artística es necesario vivir en soledad. Para describir lo que ves, debes observar a distancia.
 Debes mantenerte un poco al margen para poder escapar de cualquier situación, cuando la ocasión lo requiera.
 Tal vez esto responda a su pregunta sobre la misantropía.
 No pertenecer a ningún club me ha creado, tal vez, algunos enemigos.
Es hija de violinista y creció en un ambiente parisiense e intelectual. ¿Habría llegado donde ha llegado si su padre hubiera sido carnicero en Clermont-Ferrand? No cabe duda de que no escribiría igual, porque los autores escribimos con nuestro ADN.
 Es decir, a partir de lo que sucede en nuestra infancia, que es el zócalo del edificio.
 Uno no se hace escritor con lo que ha vivido en la adolescencia, sino mucho antes. Si fuera hija de un carnicero de provincias, habría visto otro mundo y habría escuchado otras palabras, así que escribiría necesariamente de otra manera.
Pero, por el resto, todo el mundo puede acceder a lo que he vivido yo.
 Al principio tampoco lo tuve nada fácil.
“Soy francesa porque escribo en francés”, ha dicho. ¿La patria es la lengua en la que se escribe? Es que, en mi caso, no tengo ninguna otra patria.
Me he tenido que agarrar a la lengua, que por otra parte es una patria considerable
. En cualquier caso, mucho más que poseer tres cerezos en alguna parte. En las cuestiones de identidad, la lengua cuenta mucho más que el territorio.
Tras el éxito internacional de ‘Arte’, le propusieron marcharse a Los Ángeles y escribir para las ‘majors’. ¿Por qué se negó? Precisamente, porque esa no era mi lengua.
 Me proponían cosas que me resultaban totalmente ajenas.
Tenía la sensación de que podía perder mi libertad.
¿Tuvo que aprender a decir que no? No, a mí ese no siempre me ha salido natural [risas]. Para mí, lo difícil siempre ha sido decir sí.
Dijo que no a Hollywood, pero también a la cadena HBO, que le propuso escribir una serie, e incluso a Sean Connery, quien quiso convertir ‘Arte’ en película. Pero le cedí los derechos para el teatro
. Fue él quien la montó en Londres…
En cambio, dijo que sí a Roman Polanski cuando quiso dirigir una adaptación de ‘Un dios salvaje’. Polanski es un viejo amigo
. Hace 25 años, montamos juntos una adaptación teatral de La metamorfosis, de Kafka.
 La película está bien y es agradable, aunque diría que no nos representa ni a él ni a mí.
A usted, seguro que no. La película de Polanski es una sátira, cuando su obra, pese a las risas, iba muy en serio.
Tiene razón. Eso es lo que le reprocharía yo.
 Sus personajes son prototipos, cuando los míos no lo eran.
 Cambiar el final también fue idea suya. Polanski quería que los niños fueran felices, al margen de las disputas de los adultos.
Yo no comparto esa idea.
 Los niños no viven protegidos en un mundo maravilloso, separados de odiosos adultos.
 Todos formamos parte de lo mismo.