Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

15 jul 2014

DIOSES Y MONSTRUOS.......................... Diez años sin el rey.................................................. Carlos Boyero

El cine, la magia y la interpretación siempre echarán de menos al cautivador Marlon Brando.

Maria Schneider y Marlon Brando, en una escena de 'El último tango en París', de Bertolucci.

Hay actores que al iniciar su carrera pueden resultar nada veraces y que con el tiempo logran desprender credibilidad y arte.
 Y no sabemos si esa gratificante evolución fue posible gracias al esforzado aprendizaje de un oficio o a que las experiencias que fueron acumulando en su vida forjaron su capacidad para expresar una amplia galería de sensaciones.
 Probablemente hay grandes actores que han nacido en posesión del arte de interpretar y otros que van haciéndose a lo largo del tiempo
. Hay algunos que siempre parecen ser ellos y otros a los que es difícil reconocer de un papel a otro. De los primeros creemos que son una y otra vez su propio personaje, que aunque interpreten guiones escritos por otras personas y den vida a seres distintos, cuando les filma la cámara hablan, se mueven, gesticulan, se expresan, piensan y sienten exactamente igual que en su vida real.
 A los segundos, que gozan de mucho prestigio, les denominamos camaleones por su vocación y su habilidad para cambiar de piel encarnando a los seres más dispares
. Hay actores que crean moda y su estilo es imitado consciente o inconscientemente por sucesivas generaciones de intérpretes, mientras que otros son principio y fin de raza, su personalidad nace y muere con ellos, no serán modelo de nadie.
Los actores que más amo en el cine estadounidense, los que constituyen un género en sí mismos, los que te ponen inevitablemente de su parte aunque alguna vez los directores les hayan colocado en la piel del villano, los que justificarían con su presencia pagar la entrada aunque la película fuera olvidable son John Wayne, Cary Grant, Robert Mitchum, Humphrey Bogart, James Stewart, Henry Fonda, gente así, todos ellos muertos.
 A ninguno me lo imagino matriculándose en la carrera de actor, rezando en el altar del método y poniéndole velas a Stanislavski, buceando en su subconsciente para crear sus personajes, graduándose en expresión corporal.
 O si fuera así, es algo que nunca percibes al verlos en la pantalla.
 No necesitan ser intensos, ni demostrarnos en cada plano que su vida interior es apabullante, ni sobreactuar, ni recurrir a gestos mimosos, coquetos o excéntricos para reclamar continuamente la complicidad y el amor incondicional del espectador.
Abundan en su irregular carrera los ejercicios de autocomplacencia y la desidia hacia el arte del que se sabía superdotado
La anterior especie corre peligro de extinción
. No encuentro personalidades a la altura de las suyas en el cine actual
. Tampoco quedan muchos camaleones geniales, esos actores todoterreno y siempre veraces.
 Algunos de los más ilustres, debido a que su físico nunca podría acceder al estrellato, tuvieron que conformarse con ejercer casi siempre de secundarios de lujo
. Para entendernos, el modelo antiguo sería el extraordinario Walter Brennan. Su glorioso sucesor en el cine de los últimos veinte años realizado en Estados Unidos se llamaba Philip Seymour Hoffman, alguien que jamás perdió el estado de gracia ante la cámara.
 No le ocurrió lo mismo con su vida.
 Se le fue hace poco y de forma especialmente salvaje, con una jeringa clavada en el brazo.
Y te preguntas si queda algún auténtico rey entre los actores actuales, alguien con un poderío expresivo tan natural como inigualable.
 Hay superdotados como los ya setentones Robert de Niro y Al Pacino que tuvieron épocas grandiosas y creaciones memorables
. Pero llevan demasiados años descuidando sus carreras, repitiéndose de forma grotesca, pareciendo caricaturas de sí mismos, haciendo películas discretas, mediocres o lamentables.
 Lo último que interpretaron a la altura de su genio fue una obra maestra titulada Heat.
Y eso ocurrió hace veinte años. Sean Penn y Johnny Depp son actores muy buenos, pero la memoria debe de hacer esfuerzos para recordar interpretaciones suyas destinadas al clasicismo.
De acuerdo, es muy difícil sufrir con tanto arte como lo hacía Penn en Mystic river y en 21 gramos o componer con tanta gracia, pasión y tragicomedia al peor director de la historia del cine como lo hacía Depp en la maravillosa Ed Wood.
 Pero hace demasiado tiempo que no han vuelto a pisar esas cumbres. Aunque tenga mérito encarnar a Jack Sparrow de la forma que lo hace Johnny Depp en esa serie tan idiota como multimillonaria de los piratas caribeños, es dudoso que su creación vaya a servir como el ejemplo que más influyó para que muchos chavales jóvenes intentaran ser actores.
 Y todo el mundo estará de acuerdo en que George Clooney es un galán como los mejores de antes, además de una persona inteligente y con sentido del humor.
 Admitiendo el fulgor de todas estas estrellas, sigo sin reconocer en ninguna de ellas el rasgo distintivo de los auténticos dioses.
Pero tengo claro que se cumplen 10 años de la muerte de un actor que fue el último rey del cine, trono no heredado ni anhelado, sino al que accedió con naturalidad en nombre de su proteica fuerza histriónica, su seducción de todo tipo de espectadores al verle y escucharle en la pantalla, su magnetismo, su sensualidad, su poder de convicción y de conmoción al transmitir una gama variada y torrencial de sentimientos, la coordinación mágica de sus ojos, sus manos, su boca, su voz, sus silencios y los movimientos de su cuerpo para que todo en él desprenda hipnotismo, diversos momentos en algunas de sus interpretaciones en los que plasma las emociones de forma impresionante y veraz.
 Ese señor se llamaba Marlon Brando. Capote hizo un reportaje memorable sobre su persona (aunque Brando lógicamente quisiera matar al enano perverso al que contó presuntas confidencias que este después publicó) que tituló El duque en sus dominios.
 Se quedó corto con el título aristocrático que le otorgaba su mordacidad.
 Brando no era un duque. Fue el rey desde el principio.
Y con su desaparición se acabó la monarquía.
Ver y escuchar a ese fascinante Brando es una experiencia que la retina y el oído van a guardar a perpetuidad
Brando podía ser narcisista e irritante hasta provocar la náusea de cualquier mirón con un mínimo de sentido crítico.
 Abundan en su irregular carrera los ejercicios de autocomplacencia y la desidia hacia el trabajo o el arte para el que se sabía superdotado
. Disponiendo de ilimitada capacidad de elección para protagonizar historias interesantes, guiones con carne y alma, se apuntó demasiadas veces a lo fácil y a lo previsible que le proporcionaría fortuna inmediata, fue un desganado mercenario en bastantes causas mediocres, cuesta mucho recordar algún papel suyo con un poco de interés en sus últimos 25 años de carrera.
 Y, sin embargo, su aparición en cualquier película mantuvo las expectativas de gran acontecimiento hasta el final.
 Nadie quería perderse una actuación del gran mago.
Por si acaso, por si decidía sentirse generoso y regalarnos unas gotas de sus esencias.
¿Y cómo puede alguien tan vago disponer de tanto crédito? Cualquier espectador con sensibilidad y capacidad de admiración podrá entender las razones de ese eterno prestigio si observa a este actor genial en unas cuantas películas, en momentos que están más allá del elogio.
Acosando a Vivien Leigh en Un tranvía llamado deseo, pidiéndole a su esposa en la noche de bodas que le enseñe a leer en Viva Zapata, manipulando a la plebe con su discurso después del asesinato de César en Julio César, quejándose con tono bíblico a su gansteril hermano mayor de la explotación y el fracaso al que le condenó en La ley del silencio, machacado después de una paliza salvaje e intentando proteger a Redford y que se cumpla la ley en La jauría humana, formando con propósitos maquiavélicos al futuro revolucionario negro en Queimada, su actuación durante la boda de su hija en El Padrino, el monólogo ante el cadáver de su suicida mujer en El último tango en París, su reflexión sobre el poder absoluto y el horror existencial en Apocalypse now, son secuencias que demuestran con impacto inolvidable el arte de uno de los actores más originales, poderosos, cautivadores y emocionantes que jamás han existido.
 Ver y escuchar a ese fascinante Brando es una experiencia que la retina y el oído van a guardar a perpetuidad.
 El cine, la interpretación y la magia siempre le echarán de menos.

 

14 jul 2014

LOS CANTOS DE AMOR


La poesía era el punto central de toda la vida intelectual de los andaluces. Durante seis siglos, por lo menos, fue cultivada con tal celo y por tan gran multitud de personas que el mero catálogo de los poetas arábigo-hispanos llenaría tomos en folio.
El don de improvisar era frecuentísimo, pues hasta el gañán que iba tras el arado hacía versos sobre cualquier asunto y también los califas y los príncipes más egregios nos han dejado algunas poesías como testimonio de su talento. Cualquier obra, que trata de los reyes grandes de Andalucía recoge también sus dotes poéticas.



La situación de las mujeres en España era más libre que en los otros pueblos mahometanos. En toda la cultura intelectual de su tiempo tomaban parte las mujeres y no es pequeño el número de aquellas que alcanzaron fama por sus trabajos científicos o disputando a los hombres la palma de la poesía. Tan alta civilización fue causa de que se les tributase en España una estimación que jamás el oriente musulmán les había tributado.





 Mientras que allí, con raras excepciones, el amor se funda sólo en la sensualidad, aquí arranca de una más profunda inclinación  de las almas y ennoblece las relaciones entre ambos sexos. A menudo el ingenio y el saber de una dama tenían poderoso atractivo para sus adoradores, como sus prendas y hechizos corporales, y una inclinación común a la poesía o a la música solía formar el lazo que ligaba dos corazones entre sí. Como testimonio de lo dicho, los cantos de amor de los árabes andalusíes manifiestan, en parte, una pasmosa profundidad de sentimientos. En los movimientos y voces del alma de estos cantares se halla una mezcla de blandos arrobos y de violentas pasiones.




Si examinamos ahora algunos cantos de amor de diversos autores, veremos la variedad de tonos que hay en ellos. Una idea que se repite a menudo en la poesía de aquella época es la de que dos amantes se ven mutuamente en sueños durante la ausencia, y así hallan algún consuelo en su aflicción.



Ibn Jafaja (1058-1138) canta:
Envuelta en el denso velo
de la tenebrosa noche,
vino en sueños a buscarme
la gacela de los bosques.

Vi el rubor que en sus mejillas
celeste púrpura pone,
besé sus negros cabellos,
que por la espalda descoge,
y el vino aromoso y puro
de nuestros dulces amores,
como en limpio, intacto cáliz,
bebí en sus labios entonces.
En perlas vertió el rocío,
que de las sedientas flores
el lindo seno entreabierto
ansiosamente recoge;
Rosas y jazmines daban
en pago ricos olores.
Mas para ti y para mí,
¡oh gacela de los montes!,
¿qué más rocío que el llanto
que de nuestros ojos corre?
El poeta Ibn Darray (958-1030) expresa el mismo pensamiento más sencillamente:
Si en los jardines que habita
me impiden ver a mi dueño,
en los jardines del sueño
nos daremos una cita.

El negocio de sentarse en primera fila.................................................................................... Carmen Mañana

La presencia de caras conocidas en los desfiles se confirma como una herramienta de 'marketing' muy rentable para marcas y celebridades.

Jennifer López y Donatella Versace. / GETTY

Los vestidos de la colección que Donatella Versace presentó en París el 6 de julio ocuparon páginas y minutos de televisión en todo el mundo.
 Casi tantos como la imagen de la cantante Jennifer López sentada en la primera fila de su desfile. Porque lo que sucede a los pies de la pasarela concita a veces más interés que lo que pasa sobre ella. Y, casi siempre, hace que se hable del evento en medios distintos de los especializados
. Una labor que las celebritis prestan cada vez menos por amistad o amor al arte (de la aguja) y cada vez más por dinero.
 Desde los 36.000 que exigiría la actriz Blake Livevly, según la publicación Fashionista.com, hasta la tarifa de 75.000 euros que maneja Beyoncé y que Rihanna cobró en 2012 por sentarse durante 20 minutos a ver pasar diseños de Chanel, tal y como recoge Business Insider.
Sean Peen y Charlize Theron. / GETTY
Que la presencia de famosos en el llamado front row constituye una herramienta de márketing fundamental para la industria de la moda no es algo nuevo.
Pero sí la velocidad a la que crece y se profesionaliza este fenómeno, como ha quedado patente en la última semana de la alta costura francesa.
 Finalizada el pasado viernes, en ella se ha medido no solo el talento estético si no también la capacidad de convocatoria de los diseñadores.
 El modista retirado Valentino Garavani llevó de la mano a la celebridad catódica Kim Kardashian, la intérprete británica Emma Watson y a la ganadora de Eurovisión Conchita Wurst al desfile de su marca. Armani Privé consiguió reunir a las actrices Kate Hudson y Chloe Moretz.
Y Dior mezcló en el museo Rodin a Bianca Jagger y Valérie Trierweiler, expareja del presidente francés François Hollande, con embajadoras de la casa como Marion Cotillard, Jennifer Lawrence y Charlize Theron, que llegó acompañada de su novio, Sean Penn.
El oscarizado Jared Leto hizo doblete y acudió a las presentaciones de Giorgio Armani y Karl Lagerfeld.
 En esta última apareció vestido con pantalones y botas de la última colección femenina de Chanel. Junto a él, presenciando el homenaje a Le Corbusier del diseñador alemán, el director Baz Luhrmann y las actrices Kristen Stewart, Dakota Johnson, y Lily Collins.
“Cuando el desfile ha sido interesante una buena primera fila solo suma valor al evento”, asegura David Cabaleiro, socio fundador de la agencia de relaciones públicas Pin Up, que gestiona este tipo de acciones en España
. En su opinión se trata de asociaciones beneficiosas en ambas direcciones: “El mercado real de la alta costura, por ejemplo, es muy limitado.
 Solo un centenar de mujeres en el mundo pueden adquirirla, y para hacer relevante esta pasarela a nivel global las caras conocidas son una buena vía.
 También ayudan a que la marca siga viva, e incluso a que rejuvenezca, porque le permiten tener una gran presencia en las redes sociales”.
 Leto, que posee 1,7 millones de seguidores en Instagram, publicó varias fotografías del antes y después del desfile de Chanel.
Entre ellas, una junto al diseñador de la casa francesa en la que se leía: “Mi amigo el legendario Karl Lagerfeld y yo bromeando, sí, bromeando”.
Karl Lagerfeld y Jared Leto. / GETTY
Muchas marcas de lujo utilizan la invitación a sus desfiles como una primera aproximación a las actrices que anhelan vestir en las alfombras rojas, especialmente en la de los Oscar, que se ha revelado como un escaparate cada vez más importante para la industria de la moda, más incluso que las propias pasarelas.
 Además, dentro de los contratos que las casas firman con sus embajadoras “comienzan a incluir, junto al rodaje de la campaña publicitaria y la participación en cierto número de fiestas o entrevistas, la aparición en sus front rows”, según apunta Cabaleiro.
Sentarse a pie de pasarela, permite a los famosos asociar su imagen a los exclusivos valores que representan estas marcas.
 “Mejora su percepción e incluso puedo aumentar su caché”, apunta el responsable de Pin Up. Aunque, para algunos artistas, la reputación no es una divisa suficientemente potente.
Ninguna marca admite que las estrellas acudan a sus desfiles, además de por admiración, porque exista un cheque de por medio.
Pero la diseñadora británica Nicole Farhi denunció en 2012 estas prácticas, que asegura detestar. “¿Qué es lo que muestran los periódicos el día después del desfile? No es la ropa, sino las celebrities a las que has pagado por acudir […]. Sé que todos me odiarán por revelar esto, pero me da igual.
 Es una abominación”, declaró la creadora a The Sunday Telegraph.
Abe Gurko, director de Abe, una agencia de relaciones públicas con sede en Nueva York, ha sido uno de los pocos que se ha atrevido a confirmar este secreto a voces.
“Una vez un representante me dijo: ‘Ella lo haría por 125.000 dólares [casi 92.000 euros]’. Yo le deseé un buen día”, contó a The Telegraph.
 El empresario también reveló que lo máximo que ha llegado a desembolsar para que un famoso acudiese a un desfile fueron 18.000 euros.
“Pagué dos billetes de avión para una estrella europea y su acompañante, el hotel, ropa, maquillaje y un chófer para tres días.
 Mereció la pena cada céntimo”.

 

Los mitos de las dietas ‘detox’............................................................... Karelia Vázquez

Los métodos para purificar nuestro cuerpo no son nuevos.Tienen en común que son muy rentables para sus creadores.

Eva Vázquez

Cada cierto tiempo la idea vuelve con fuerza. Ahora llega con la denominación detox porque en inglés todo parece más moderno o más científico
. Se supone que el organismo, una vez alcanzado un nivel de toxinas, debe resetearse, hacer borrón y cuenta nueva, y someterse a purgas más o menos extremas.
 Hoy estamos en la era de los zumos verdes, pero se ha pasado por el sirope de arce, la alcachofa, la piña y hasta la orina humana.
“Necesitamos depurarnos, pero ya tenemos órganos para eso”, dice el nutricionista Juan Revenga.
“El metabolismo humano es el rey del reciclaje, produce moléculas nocivas, pero lo normal es que las elimine”, explica el bioquímico J. M. Mulet, profesor de la Universidad de Valencia y autor del libro Comer sin miedo.
“Purificamos a través del hígado, los riñones y los pulmones”, detalla Aitor Sánchez García, dietista, nutricionista y autor del blog Mi dieta cojea
. Desintoxicar, purificar, depurar… cualquier palabra que evoque limpieza es susceptible de convertirse en el verbo de la temporada.
Estos expertos no compran la historia de las dietas de desintoxicación
. Tampoco lo hace Susana Monereo, jefa del servicio de endocrinología y nutrición del hospital Universitario de Getafe (Madrid), que apunta que “científicamente este concepto hace aguas por todas partes”.
“Funcionan por fe, porque después del exceso viene la purga, es como el Ramadán o el ayuno de Cuaresma.
 Estamos en la sociedad de lo inmediato, queremos cosas que arreglen en 20 días los excesos de un año”, añade Aitor Sánchez.

1970

El milagro del pomelo

La dieta del Gobierno
Se pone de moda la dieta del pomelo entre el movimiento hippy.
 En realidad había un excedente de esa fruta y el Departamento de Agricultura de EE UU estaba detrás de la promoción de la dieta.

1976

El cóctel de savia

Líquidos sí, sólidos no
El nutricionista Stanley Burroughs crea Master Cleanse o la dieta de la limonada o del sirope de savia, consistente en tomar sólo líquidos y ningún alimento sólido durante dos semanas.

1998

El método Moritz

Limpieza de hígado
Se publica Limpieza hepática y de la vesícula (Andreas Moritz), que propone limpiar el hígado con zumo de manzana y limón
. Unas lavativas ayudan a expulsar piedras.
En 2009, un grupo de científicos adscritos a la red Voice of Young Science publicaron los resultados de una investigación que revisó varios de los kit detox más populares del mercado
. Su teoría fue que ninguno era capaz de demostrar su potencia purificadora, ni de hacer lo que prometía
. “Nuestra conclusión es que el término detox es un mito”.
 Algo similar afirmó Choice, la organización de consumidores de Australia, después de revisar varios programas de desintoxicación:
“Una semana o dos no le salvarán de los daños de un año de comer mal, fumar o beber en exceso”.
Lo cierto es que el cuerpo teórico que sustenta las dietas de desintoxicación consuela, tranquiliza y es fácil de creer.
 Todos nos sentimos químicamente sucios, víctimas de la contaminación y expuestos a todo tipo de residuos, hormonas y contaminantes
. Y queremos hacer algo al respecto. “No tiene una base real. Ésta es la época de mayor seguridad alimentaria de la historia.
Los alimentos se contaminan principalmente de insecticidas y metales pesados, pero no es tan frecuente como se cree.
 Existen mecanismos para detectarlo y apenas hay alarmas”, asegura Mulet.
La imagen global de las dietas detox en su versión primavera-verano 2014 es la de una celebrity paseándose con un zumo verde por las calles de Londres o Nueva York.
 Un líquido que presumiblemente estará compuesto por varias verduras como el apio o las espinacas y la revalorizada col rizada (kale), así como semillas de chía o de lino.
 Todo ello mezclado con agua de coco o del grifo, según mande la receta
. Sus devotos se hacen llamar juicers.
 Su guía espiritual es Joe Cross, un australiano obeso que hizo la película Fat, sick and nearly dead (Gordo, enfermo y casi muerto; 2011), se sometió a una limpieza de zumos de 60 días y emergió convertido en el “carismático evangelizador de los zumos”, según la versión británica de Vogue
. La herramienta fundamental de la tribu es la licuadora, cuyas ventas mundiales se han disparado
. El almacén británico John Lewis reconoce un crecimiento del 60% en sus transacciones en 2013.
 Y el objeto de deseo es el modelo 280 de Norwalk, al que se le adjudica la capacidad de extraer más zumo que el promedio de los equipos del mercado con el poder de mantener intactos enzimas y nutrientes.
 El precio supera los 2.000 euros.

2005

‘The Lancet’ duda

Las piedras de Moritz
La revista The Lancet estudia las piedras del método Moritz: están compuestas de ácido oleico y limón, es decir, la mezcla de lo que se toma con la lavativa. El libro sigue vendiendo.

2009

A base de limonada

Un fenómeno viral
Anne Hathaway hace una cura detox de 48 horas con limonada antes de los Globos de Oro y la noticia con receta incluida publicada por People se hace viral.

2013

¿Bueno para quién?

El negocio de las dietas
El almacén británico John Lewis reconoce un crecimiento del 60% en sus ventas de licuadoras y las tiendas Lakeland también suben sus ventas.
La ambición de los ‘juicers’ es purificar su organismo de las “toxinas modernas”, los “nuevos tóxicos disruptores del sistema endocrino que el cuerpo no es capaz de eliminar por sí mismo”
. El resultado sería una piel radiante y una salud de hierro. ¿Cuáles podrían ser estos tóxicos inteligentes de nueva aparición, resistentes al metabolismo humano?
“Estos métodos plantean que estamos llenos de toxinas y que hay que hacer algo adicional a lo que ya realizan el hígado, los pulmones y los riñones para limpiarse.
Y eso no está probado.
Sí se sabe que se acumulan pesticidas y metales pesados en algunos alimentos.
 Por ejemplo, existe una recomendación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) de limitar el consumo de atún rojo y pez espada en las embarazadas, así como de eliminar las acelgas y espinacas de los purés de los bebés menores de un año.
 Pero estas dietas de desintoxicación hablan de otras toxinas que hay que depurar… No sé cuáles son, no las conozco
. Curioso que siempre haya que seguir una pauta o comprar un producto para conseguirlo”, señala el autor de Mi dieta cojea.
Un estudio publicado en el British Medical Bulletin reconoce que la vida moderna nos expone a toxinas provenientes de insecticidas, herbicidas o fertilizantes.
 “Pocos expertos pondrían en duda que cualquiera de ellas en grandes dosis nos enfermaría, pero eso no responde a la pregunta de si la desintoxicación es una rutina que todo el mundo debiera poner en marcha”.
 Los firmantes del estudio argumentan que incluso los médicos simpatizantes de la medicina alternativa admiten que, así como existen abundantes ensayos controlados sobre la intoxicación por fármacos o alcohol, no existe ninguno que se concentre en el impacto de estas supuestas toxinas ambientales.
 “Hoy día, el término detox es más un discurso promocional que científico”, remata el British Medical Bulletin.
Los que se someten a una desintoxicación pueden escoger entre varias opciones.
 Algunos empiezan por 5 días, otros se animan con 21, y según afirma el gurú Joe Cross, él ha visto curas de hasta 100 días.
 Se afirma que los dos primeros son los más duros.
“La idea de la compensación: para remediar el mal ya hecho me someto puntualmente a un patrón restrictivo o purgativo.
Funciona muy bien en nuestra cultura. Me limpio unos días para poder volver a la casilla de salida, es decir, a mis viejos hábitos”, explica Revenga, también autor del blog
El nutricionista de la general. “No tiene sentido compensar con otros excesos, la mayoría de estas dietas son deficitarias en algo y si se acompañan de una práctica deportiva intensa pueden ser peligrosas”, afirma Aitor Sánchez.
 “Una dieta debe ser equilibrada, cinco días a zumos o batidos no hace que elimines toxinas; si eres bajo de tensión o tienes déficit de proteínas, te puede provocar mareos.
 Al cuerpo no le gustan los cambios muy radicales”, reflexiona Mulet.

2013

Gwyneth Paltrow

Alucinaciones

Tras una limpieza a base de zumos sufrió alucinaciones: “Una desintoxicación con zumos puede dañar el metabolismo y provocar un futuro aumento de peso”.

2013

Dietox

Zumos a 120 euros
Llega a España Dietox, una terapia con seis zumos de frutas y verduras que promete “resetear tu cuerpo” y “convertirte en la mejor versión de ti”.
 El batido para un día cuesta 50 euros; para tres, 120.
¿Son o no son depuradores estos zumos?
 Según los expertos consultados, la moda de los zumos verdes es mejor que otras, pero se espera de ellos unos efectos milagrosos que nunca van a llegar.
 “Una dieta equilibrada con abundante fruta y verdura es recomendable, pero no tiene propiedades mágicas”, tercia Mulet, que aconseja desconfiar de cualquier régimen que vaya acompañado de palabras como alcalino, macrobiótico, ortomolecular o cuántico-holístico.
 “¡Demasiadas palabras!”, advierte.
“Desde el punto de vista nutricional no estoy en contra de los zumos verdes, pero no se les pueden atribuir efectos terapéuticos que no tienen”, apunta Sánchez.
Para estos expertos, el propio hecho de que a lo largo de la historia tantos alimentos o sustancias hayan sido considerados purificantes es el mejor ejemplo de que ninguno funciona.
 “Si no, ¿para qué cambiar?”, se pregunta el dietista Aitor Sánchez
. Según Mulet, detrás de la glorificación de un alimento siempre hay el excedente de una industria que patrocina y financia estos métodos depurativos.
 “En 1960, Estados Unidos se entregó a la dieta del pomelo, depurativa, purificadora.
 Los hippies la abrazaron con pasión; luego se supo que había coincidido con un excedente de producción de pomelos
. Los antisistema por excelencia fueron seducidos de un modo sencillo, con una dieta”.
 Sin ánimo de alentar teorías de la conspiración, ¿se sabe algo de cómo va la producción mundial de col rizada esta temporada?