Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

14 jul 2014

LOS CANTOS DE AMOR


La poesía era el punto central de toda la vida intelectual de los andaluces. Durante seis siglos, por lo menos, fue cultivada con tal celo y por tan gran multitud de personas que el mero catálogo de los poetas arábigo-hispanos llenaría tomos en folio.
El don de improvisar era frecuentísimo, pues hasta el gañán que iba tras el arado hacía versos sobre cualquier asunto y también los califas y los príncipes más egregios nos han dejado algunas poesías como testimonio de su talento. Cualquier obra, que trata de los reyes grandes de Andalucía recoge también sus dotes poéticas.



La situación de las mujeres en España era más libre que en los otros pueblos mahometanos. En toda la cultura intelectual de su tiempo tomaban parte las mujeres y no es pequeño el número de aquellas que alcanzaron fama por sus trabajos científicos o disputando a los hombres la palma de la poesía. Tan alta civilización fue causa de que se les tributase en España una estimación que jamás el oriente musulmán les había tributado.





 Mientras que allí, con raras excepciones, el amor se funda sólo en la sensualidad, aquí arranca de una más profunda inclinación  de las almas y ennoblece las relaciones entre ambos sexos. A menudo el ingenio y el saber de una dama tenían poderoso atractivo para sus adoradores, como sus prendas y hechizos corporales, y una inclinación común a la poesía o a la música solía formar el lazo que ligaba dos corazones entre sí. Como testimonio de lo dicho, los cantos de amor de los árabes andalusíes manifiestan, en parte, una pasmosa profundidad de sentimientos. En los movimientos y voces del alma de estos cantares se halla una mezcla de blandos arrobos y de violentas pasiones.




Si examinamos ahora algunos cantos de amor de diversos autores, veremos la variedad de tonos que hay en ellos. Una idea que se repite a menudo en la poesía de aquella época es la de que dos amantes se ven mutuamente en sueños durante la ausencia, y así hallan algún consuelo en su aflicción.



Ibn Jafaja (1058-1138) canta:
Envuelta en el denso velo
de la tenebrosa noche,
vino en sueños a buscarme
la gacela de los bosques.

Vi el rubor que en sus mejillas
celeste púrpura pone,
besé sus negros cabellos,
que por la espalda descoge,
y el vino aromoso y puro
de nuestros dulces amores,
como en limpio, intacto cáliz,
bebí en sus labios entonces.
En perlas vertió el rocío,
que de las sedientas flores
el lindo seno entreabierto
ansiosamente recoge;
Rosas y jazmines daban
en pago ricos olores.
Mas para ti y para mí,
¡oh gacela de los montes!,
¿qué más rocío que el llanto
que de nuestros ojos corre?
El poeta Ibn Darray (958-1030) expresa el mismo pensamiento más sencillamente:
Si en los jardines que habita
me impiden ver a mi dueño,
en los jardines del sueño
nos daremos una cita.

El negocio de sentarse en primera fila.................................................................................... Carmen Mañana

La presencia de caras conocidas en los desfiles se confirma como una herramienta de 'marketing' muy rentable para marcas y celebridades.

Jennifer López y Donatella Versace. / GETTY

Los vestidos de la colección que Donatella Versace presentó en París el 6 de julio ocuparon páginas y minutos de televisión en todo el mundo.
 Casi tantos como la imagen de la cantante Jennifer López sentada en la primera fila de su desfile. Porque lo que sucede a los pies de la pasarela concita a veces más interés que lo que pasa sobre ella. Y, casi siempre, hace que se hable del evento en medios distintos de los especializados
. Una labor que las celebritis prestan cada vez menos por amistad o amor al arte (de la aguja) y cada vez más por dinero.
 Desde los 36.000 que exigiría la actriz Blake Livevly, según la publicación Fashionista.com, hasta la tarifa de 75.000 euros que maneja Beyoncé y que Rihanna cobró en 2012 por sentarse durante 20 minutos a ver pasar diseños de Chanel, tal y como recoge Business Insider.
Sean Peen y Charlize Theron. / GETTY
Que la presencia de famosos en el llamado front row constituye una herramienta de márketing fundamental para la industria de la moda no es algo nuevo.
Pero sí la velocidad a la que crece y se profesionaliza este fenómeno, como ha quedado patente en la última semana de la alta costura francesa.
 Finalizada el pasado viernes, en ella se ha medido no solo el talento estético si no también la capacidad de convocatoria de los diseñadores.
 El modista retirado Valentino Garavani llevó de la mano a la celebridad catódica Kim Kardashian, la intérprete británica Emma Watson y a la ganadora de Eurovisión Conchita Wurst al desfile de su marca. Armani Privé consiguió reunir a las actrices Kate Hudson y Chloe Moretz.
Y Dior mezcló en el museo Rodin a Bianca Jagger y Valérie Trierweiler, expareja del presidente francés François Hollande, con embajadoras de la casa como Marion Cotillard, Jennifer Lawrence y Charlize Theron, que llegó acompañada de su novio, Sean Penn.
El oscarizado Jared Leto hizo doblete y acudió a las presentaciones de Giorgio Armani y Karl Lagerfeld.
 En esta última apareció vestido con pantalones y botas de la última colección femenina de Chanel. Junto a él, presenciando el homenaje a Le Corbusier del diseñador alemán, el director Baz Luhrmann y las actrices Kristen Stewart, Dakota Johnson, y Lily Collins.
“Cuando el desfile ha sido interesante una buena primera fila solo suma valor al evento”, asegura David Cabaleiro, socio fundador de la agencia de relaciones públicas Pin Up, que gestiona este tipo de acciones en España
. En su opinión se trata de asociaciones beneficiosas en ambas direcciones: “El mercado real de la alta costura, por ejemplo, es muy limitado.
 Solo un centenar de mujeres en el mundo pueden adquirirla, y para hacer relevante esta pasarela a nivel global las caras conocidas son una buena vía.
 También ayudan a que la marca siga viva, e incluso a que rejuvenezca, porque le permiten tener una gran presencia en las redes sociales”.
 Leto, que posee 1,7 millones de seguidores en Instagram, publicó varias fotografías del antes y después del desfile de Chanel.
Entre ellas, una junto al diseñador de la casa francesa en la que se leía: “Mi amigo el legendario Karl Lagerfeld y yo bromeando, sí, bromeando”.
Karl Lagerfeld y Jared Leto. / GETTY
Muchas marcas de lujo utilizan la invitación a sus desfiles como una primera aproximación a las actrices que anhelan vestir en las alfombras rojas, especialmente en la de los Oscar, que se ha revelado como un escaparate cada vez más importante para la industria de la moda, más incluso que las propias pasarelas.
 Además, dentro de los contratos que las casas firman con sus embajadoras “comienzan a incluir, junto al rodaje de la campaña publicitaria y la participación en cierto número de fiestas o entrevistas, la aparición en sus front rows”, según apunta Cabaleiro.
Sentarse a pie de pasarela, permite a los famosos asociar su imagen a los exclusivos valores que representan estas marcas.
 “Mejora su percepción e incluso puedo aumentar su caché”, apunta el responsable de Pin Up. Aunque, para algunos artistas, la reputación no es una divisa suficientemente potente.
Ninguna marca admite que las estrellas acudan a sus desfiles, además de por admiración, porque exista un cheque de por medio.
Pero la diseñadora británica Nicole Farhi denunció en 2012 estas prácticas, que asegura detestar. “¿Qué es lo que muestran los periódicos el día después del desfile? No es la ropa, sino las celebrities a las que has pagado por acudir […]. Sé que todos me odiarán por revelar esto, pero me da igual.
 Es una abominación”, declaró la creadora a The Sunday Telegraph.
Abe Gurko, director de Abe, una agencia de relaciones públicas con sede en Nueva York, ha sido uno de los pocos que se ha atrevido a confirmar este secreto a voces.
“Una vez un representante me dijo: ‘Ella lo haría por 125.000 dólares [casi 92.000 euros]’. Yo le deseé un buen día”, contó a The Telegraph.
 El empresario también reveló que lo máximo que ha llegado a desembolsar para que un famoso acudiese a un desfile fueron 18.000 euros.
“Pagué dos billetes de avión para una estrella europea y su acompañante, el hotel, ropa, maquillaje y un chófer para tres días.
 Mereció la pena cada céntimo”.

 

Los mitos de las dietas ‘detox’............................................................... Karelia Vázquez

Los métodos para purificar nuestro cuerpo no son nuevos.Tienen en común que son muy rentables para sus creadores.

Eva Vázquez

Cada cierto tiempo la idea vuelve con fuerza. Ahora llega con la denominación detox porque en inglés todo parece más moderno o más científico
. Se supone que el organismo, una vez alcanzado un nivel de toxinas, debe resetearse, hacer borrón y cuenta nueva, y someterse a purgas más o menos extremas.
 Hoy estamos en la era de los zumos verdes, pero se ha pasado por el sirope de arce, la alcachofa, la piña y hasta la orina humana.
“Necesitamos depurarnos, pero ya tenemos órganos para eso”, dice el nutricionista Juan Revenga.
“El metabolismo humano es el rey del reciclaje, produce moléculas nocivas, pero lo normal es que las elimine”, explica el bioquímico J. M. Mulet, profesor de la Universidad de Valencia y autor del libro Comer sin miedo.
“Purificamos a través del hígado, los riñones y los pulmones”, detalla Aitor Sánchez García, dietista, nutricionista y autor del blog Mi dieta cojea
. Desintoxicar, purificar, depurar… cualquier palabra que evoque limpieza es susceptible de convertirse en el verbo de la temporada.
Estos expertos no compran la historia de las dietas de desintoxicación
. Tampoco lo hace Susana Monereo, jefa del servicio de endocrinología y nutrición del hospital Universitario de Getafe (Madrid), que apunta que “científicamente este concepto hace aguas por todas partes”.
“Funcionan por fe, porque después del exceso viene la purga, es como el Ramadán o el ayuno de Cuaresma.
 Estamos en la sociedad de lo inmediato, queremos cosas que arreglen en 20 días los excesos de un año”, añade Aitor Sánchez.

1970

El milagro del pomelo

La dieta del Gobierno
Se pone de moda la dieta del pomelo entre el movimiento hippy.
 En realidad había un excedente de esa fruta y el Departamento de Agricultura de EE UU estaba detrás de la promoción de la dieta.

1976

El cóctel de savia

Líquidos sí, sólidos no
El nutricionista Stanley Burroughs crea Master Cleanse o la dieta de la limonada o del sirope de savia, consistente en tomar sólo líquidos y ningún alimento sólido durante dos semanas.

1998

El método Moritz

Limpieza de hígado
Se publica Limpieza hepática y de la vesícula (Andreas Moritz), que propone limpiar el hígado con zumo de manzana y limón
. Unas lavativas ayudan a expulsar piedras.
En 2009, un grupo de científicos adscritos a la red Voice of Young Science publicaron los resultados de una investigación que revisó varios de los kit detox más populares del mercado
. Su teoría fue que ninguno era capaz de demostrar su potencia purificadora, ni de hacer lo que prometía
. “Nuestra conclusión es que el término detox es un mito”.
 Algo similar afirmó Choice, la organización de consumidores de Australia, después de revisar varios programas de desintoxicación:
“Una semana o dos no le salvarán de los daños de un año de comer mal, fumar o beber en exceso”.
Lo cierto es que el cuerpo teórico que sustenta las dietas de desintoxicación consuela, tranquiliza y es fácil de creer.
 Todos nos sentimos químicamente sucios, víctimas de la contaminación y expuestos a todo tipo de residuos, hormonas y contaminantes
. Y queremos hacer algo al respecto. “No tiene una base real. Ésta es la época de mayor seguridad alimentaria de la historia.
Los alimentos se contaminan principalmente de insecticidas y metales pesados, pero no es tan frecuente como se cree.
 Existen mecanismos para detectarlo y apenas hay alarmas”, asegura Mulet.
La imagen global de las dietas detox en su versión primavera-verano 2014 es la de una celebrity paseándose con un zumo verde por las calles de Londres o Nueva York.
 Un líquido que presumiblemente estará compuesto por varias verduras como el apio o las espinacas y la revalorizada col rizada (kale), así como semillas de chía o de lino.
 Todo ello mezclado con agua de coco o del grifo, según mande la receta
. Sus devotos se hacen llamar juicers.
 Su guía espiritual es Joe Cross, un australiano obeso que hizo la película Fat, sick and nearly dead (Gordo, enfermo y casi muerto; 2011), se sometió a una limpieza de zumos de 60 días y emergió convertido en el “carismático evangelizador de los zumos”, según la versión británica de Vogue
. La herramienta fundamental de la tribu es la licuadora, cuyas ventas mundiales se han disparado
. El almacén británico John Lewis reconoce un crecimiento del 60% en sus transacciones en 2013.
 Y el objeto de deseo es el modelo 280 de Norwalk, al que se le adjudica la capacidad de extraer más zumo que el promedio de los equipos del mercado con el poder de mantener intactos enzimas y nutrientes.
 El precio supera los 2.000 euros.

2005

‘The Lancet’ duda

Las piedras de Moritz
La revista The Lancet estudia las piedras del método Moritz: están compuestas de ácido oleico y limón, es decir, la mezcla de lo que se toma con la lavativa. El libro sigue vendiendo.

2009

A base de limonada

Un fenómeno viral
Anne Hathaway hace una cura detox de 48 horas con limonada antes de los Globos de Oro y la noticia con receta incluida publicada por People se hace viral.

2013

¿Bueno para quién?

El negocio de las dietas
El almacén británico John Lewis reconoce un crecimiento del 60% en sus ventas de licuadoras y las tiendas Lakeland también suben sus ventas.
La ambición de los ‘juicers’ es purificar su organismo de las “toxinas modernas”, los “nuevos tóxicos disruptores del sistema endocrino que el cuerpo no es capaz de eliminar por sí mismo”
. El resultado sería una piel radiante y una salud de hierro. ¿Cuáles podrían ser estos tóxicos inteligentes de nueva aparición, resistentes al metabolismo humano?
“Estos métodos plantean que estamos llenos de toxinas y que hay que hacer algo adicional a lo que ya realizan el hígado, los pulmones y los riñones para limpiarse.
Y eso no está probado.
Sí se sabe que se acumulan pesticidas y metales pesados en algunos alimentos.
 Por ejemplo, existe una recomendación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) de limitar el consumo de atún rojo y pez espada en las embarazadas, así como de eliminar las acelgas y espinacas de los purés de los bebés menores de un año.
 Pero estas dietas de desintoxicación hablan de otras toxinas que hay que depurar… No sé cuáles son, no las conozco
. Curioso que siempre haya que seguir una pauta o comprar un producto para conseguirlo”, señala el autor de Mi dieta cojea.
Un estudio publicado en el British Medical Bulletin reconoce que la vida moderna nos expone a toxinas provenientes de insecticidas, herbicidas o fertilizantes.
 “Pocos expertos pondrían en duda que cualquiera de ellas en grandes dosis nos enfermaría, pero eso no responde a la pregunta de si la desintoxicación es una rutina que todo el mundo debiera poner en marcha”.
 Los firmantes del estudio argumentan que incluso los médicos simpatizantes de la medicina alternativa admiten que, así como existen abundantes ensayos controlados sobre la intoxicación por fármacos o alcohol, no existe ninguno que se concentre en el impacto de estas supuestas toxinas ambientales.
 “Hoy día, el término detox es más un discurso promocional que científico”, remata el British Medical Bulletin.
Los que se someten a una desintoxicación pueden escoger entre varias opciones.
 Algunos empiezan por 5 días, otros se animan con 21, y según afirma el gurú Joe Cross, él ha visto curas de hasta 100 días.
 Se afirma que los dos primeros son los más duros.
“La idea de la compensación: para remediar el mal ya hecho me someto puntualmente a un patrón restrictivo o purgativo.
Funciona muy bien en nuestra cultura. Me limpio unos días para poder volver a la casilla de salida, es decir, a mis viejos hábitos”, explica Revenga, también autor del blog
El nutricionista de la general. “No tiene sentido compensar con otros excesos, la mayoría de estas dietas son deficitarias en algo y si se acompañan de una práctica deportiva intensa pueden ser peligrosas”, afirma Aitor Sánchez.
 “Una dieta debe ser equilibrada, cinco días a zumos o batidos no hace que elimines toxinas; si eres bajo de tensión o tienes déficit de proteínas, te puede provocar mareos.
 Al cuerpo no le gustan los cambios muy radicales”, reflexiona Mulet.

2013

Gwyneth Paltrow

Alucinaciones

Tras una limpieza a base de zumos sufrió alucinaciones: “Una desintoxicación con zumos puede dañar el metabolismo y provocar un futuro aumento de peso”.

2013

Dietox

Zumos a 120 euros
Llega a España Dietox, una terapia con seis zumos de frutas y verduras que promete “resetear tu cuerpo” y “convertirte en la mejor versión de ti”.
 El batido para un día cuesta 50 euros; para tres, 120.
¿Son o no son depuradores estos zumos?
 Según los expertos consultados, la moda de los zumos verdes es mejor que otras, pero se espera de ellos unos efectos milagrosos que nunca van a llegar.
 “Una dieta equilibrada con abundante fruta y verdura es recomendable, pero no tiene propiedades mágicas”, tercia Mulet, que aconseja desconfiar de cualquier régimen que vaya acompañado de palabras como alcalino, macrobiótico, ortomolecular o cuántico-holístico.
 “¡Demasiadas palabras!”, advierte.
“Desde el punto de vista nutricional no estoy en contra de los zumos verdes, pero no se les pueden atribuir efectos terapéuticos que no tienen”, apunta Sánchez.
Para estos expertos, el propio hecho de que a lo largo de la historia tantos alimentos o sustancias hayan sido considerados purificantes es el mejor ejemplo de que ninguno funciona.
 “Si no, ¿para qué cambiar?”, se pregunta el dietista Aitor Sánchez
. Según Mulet, detrás de la glorificación de un alimento siempre hay el excedente de una industria que patrocina y financia estos métodos depurativos.
 “En 1960, Estados Unidos se entregó a la dieta del pomelo, depurativa, purificadora.
 Los hippies la abrazaron con pasión; luego se supo que había coincidido con un excedente de producción de pomelos
. Los antisistema por excelencia fueron seducidos de un modo sencillo, con una dieta”.
 Sin ánimo de alentar teorías de la conspiración, ¿se sabe algo de cómo va la producción mundial de col rizada esta temporada?

 

Saltan las alarmas en el sector editorial español al retroceder 20 años............................................Winston Manrique Sabogal

El mercado del libro obtiene la facturación de 1994. Desciende un 11,7% respecto a 2012 y acumula una caída del 40,6% desde la crisis. Todas las áreas caen, menos la digital.

Instalaciones de Machado Grupo distribución, en Madrid. / carlos rosillo

El desbarrancadero. Este podría ser el título del balance de la industria del libro en España que ha retrocedido 20 años en sus ingresos de facturación en el mercado interno: 2.181 millones de euros (11,7 % menos respecto a 2012, es decir, que perdió 290 millones de euros en un año)
. Con la diferencia de que en 1994 el sector era mucho más pequeño y empezaba su proceso de crecimiento imparable hasta 2008, cuando alcanzó la cima: 3.185 millones de euros, y se consolidó como una de las industrias editoriales más potentes del mundo.
 Desde entonces todo ha sido cuesta abajo. Imparable. En los últimos seis años el porcentaje acumulado de descenso en la facturación alcanza el 40,6 %, lo que en términos económicos representa 1.004 millones de euros menos, es decir, la tercera parte.
 Entre todas las áreas las más afectadas en las ventas son los libros científicos técnicos y universitarios (que aumentan en el libro electrónico) y la literatura de ficción y solo el e-book sube con su andadura caracolesco
. Las exportaciones de libros volvieron a amortiguar la caída general del mercado al exportar 627 millones de euros. De esta manera el total del mercado interno y externo alcanza los 2.708 millones de euros.
El paraíso perdido. Esa ha sido la sensación vivida, en Madrid, durante la presentación del Avance de Resultados del Comercio Interior del Libro en España 2013, realizado por Xavier Mallafré, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).
 Las cifras muestran el resquebrajamiento de la industria cultural española más sólida y que aporta el 0,7 % del Producto Interior Bruto (PIB).
 Todos los números bajan. El frágil ecosistema del libro afronta una especie de fenómeno meteorológico del Niño en América que niega lluvias, solo que esta sequía comercial ha entrado en su sexto año sin visos de mejora, porque el 2014 va por el mismo camino, lo que llevaría a terminar el año con un acumulado de más del 50 %.
Una alarma que han encendido editores, libreros y distribuidores, especialmente desde hace un mes en la Feria del Libro de Madrid.

Entre los principales factores que incidieron en este descenso, según la FGEE, figuran la caída del consumo derivada de la crisis, la ausencia de políticas educativas que conciencien a la sociedad de la protección de la creación intelectual, el creciente aumento de la oferta digital, la elevada fiscalidad del libro digital gravada con un IVA del 21% frente al 4% del libro de papel y la ineficacia de la Administración a través de la Sección Segunda de la Comisión Intelectual en resolver denuncias contra las páginas web que ofrece obras en forma ilegal, la reducción de las inversiones en fondos para bibliotecas públicas, escolares y universitarias, y el descenso de la supresión de ayudas a las familias para la adquisición de libros de texto.
El francotirador paciente. El título de una de las novelas más vendidas el año pasado, de Arturo Pérez Reverte, sirve para ilustrar un sector que ya en 2013 advirtió de que “se está poniendo en juego la creación cultura
l. Arriesgando el valor intrínseco de la creación (económica y cultural) y de todos los agentes que trabajan para poner los productos a disposición de la gente”.
 Un francotirador que llegó en 2008 con la crisis económica mundial, el impulso de la reconversión del mundo hacia lo digital, la transformación del modelo de negocio editorial y los cambios de hábitos de lectura en un país que ofrece 524.213 títulos vivos
. Mientras tanto, en medio del desplome de las ventas, el Gobierno no ha parado de anunciar la recuperación económica.
Cincuenta sombras de Grey. Ni siquiera el fenómeno editorial más exitoso en los últimos dos años ha logrado mejorar las cifras generales.
 Por el contrario, todo son sombras en el mundo del libro en España, como indican una mirada rápida a través de nueve datos de 2013:
809 empresas editoriales privadas y agremiadas: -0,9 %
76.434 títulos editados (incluidos las reimpresiones): -3,5 %
246,35 millones de ejemplares publicados: -12,1 %
3.223 ejemplares de tirada media por título: -9,0 %
153,83 millones de ejemplares vendidos: -9,6 %
2.181 millones de euros en facturación: -11,7 %
11,7 % ha caído la facturación y la comercialización de los libros en todos los canales (en librerías un 14,1 %, en cadenas de librerías un 16,3 %, en hipermercados un 15,6 %, en kioscos un 21,3%, en venta telefónica un 28,3% y en Internet un 14,9%)
17,2% es el descenso en la facturación las obras de literatura, especialmente en lo concerniente a la novela, y dentro de este género la contemporánea y la policiaca; en cambio, suben la romántica y el humor.
17,5% ha sido el desplome del libro de bolsillo en la facturación. Una de las caídas más estrepitosas en los últimos cinco años ya que en este lapso se han editado 2.300 títulos menos.
El héroe discreto. La última novela de Mario Vargas Llosa sirve para describir el capítulo del libro electrónico que sigue su andadura caracolesca.
Ha aumentado en todos los frentes: un 8,7% de títulos editados (38.621), un 89,3% en digitalización de fondo (183.893 títulos), un 123,5% en la comercialización (122.280 ejemplares) y un 8,1% en la facturación (80 millones de euros).
 Entre las áreas más vendidas en este formato se mantienen los libros de texto
No universitario (29,2%), de ciencias sociales, humanidades (28,8%) y de derecho y económicas (25%). Cifras en aumento aunque apenas representa el 3,7% del total de la facturación del sector.
Infierno. Las alarmas están encendidas no solo por el desplome de las ventas y la puesta en evidencia del sector editorial, sino también porque el horizonte no augura nada bueno, como en el título de la obra de Dan Brown del año pasado y que encabeza este apartado.
 Por un lado, el flujo de ventas en los doce meses del año tiende a desaparecer y a centrarse en fechas o eventos concretos (Día del libro, Feria de Madrid y Navidad), el aumento de la piratería cuya práctica podría ascender a unos 300 millones de euros anuales (es decir, dinero que deja de ingresar el sector y por ende Hacienda), los índices de lectura generales que son del 63%, aquellos que dicen leer al menos un libro al año desciende a la mitad en lectores habituales, mientras el sector se queja de que el Gobierno sigue sin crear campañas eficaces para el fomento y promoción de la lectura acordes a un nuevo tiempo donde conviven lo analógico y lo digital, con todo lo que estos cambios de hábitos implica.
 Hasta 2008 se vendían libros, muchos libros, pero la llegada del la tormenta perfecta (crisis, jubilación del modello, irrupción digital, reconversion...), ha dejado al descubierto que en tiempo de bonanza económica vendían muchos libros pero lectores de verdad había pocos.
 Una tercera parte menos.