Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

11 mar 2014

Todo cambia...................................................................................... Boris Izaguirre

La reunión de la Reina y sus hijos en Tatoi es un capricho de abuela que ha mostrado la incómoda relación entre la Infanta y el Príncipe. La pelea es dura.

 

El exitoso ‘selfie’ de DeGeneres y los actores de Hollywood en los Oscar.

Los Beckham, esa pareja feliz y millonaria, han vuelto a ser noticia porque se han comprado Villa Casuarina, la mítica casa en South Beach (Miami) donde murió asesinado Gianni Versace en 1997. Aunque es lúgubre el pasado de esa mansión, no deberíamos detenernos más en eso.
 Lo importante es que los Beckham han vuelto a demostrar al mundo que son posibles buenas noticias. Que existe el éxito económico. Que el glamour es poderoso y que entre tantas tinieblas hay en camino una mudanza portentosa. Un cambio a mejor.
Versace fue tiroteado en las puertas de esa casa por un psicópata, Andrew Cunanan, que había entrado en una espiral de violencia y mataba sin discriminación
. Para el mundo fue un shock, y para la propiedad, una marca que la convirtió en lugar de peregrinaje; hoy todavía se detienen en esas escaleras cientos de turistas haciendo una foto que tiene morbo soleado.
Eso va a cambiar. Ahora la expectativa es ver salir a David, con shorts, corriendo hacia la arena del océano vecino
. O a Victoria rodeada de su parafernalia: bolsos, niños, escoltas, tacones y gafas. Si de verdad ha terminado la crisis, volverá el glamour.
Como ese poema de Julio Numhauser, Todo cambia. “Cambia lo superficial. Cambia también lo profundo. Todo cambia en este mundo”.
Es lo que claman en las redes sociales Madonna, Jared Leto y hasta Carlos Baute en sus mensajes sobre Ucrania y Venezuela: más cambios que soluciones.
 Un deseo global de rejuvenecer
. Como si el cambio fuera un estallido que al despejarse deja una estela por donde construir la solución. Así como nos dejamos seducir por el optimismo, asumimos que el futuro será pura improvisación. Ya lo ha dicho el bello arzobispo Georg Gänswein, ese tiarrón eclesiástico que la Vanity Fair italiana canonizó como san George Clooney del Vaticano, durante una entrevista sobre el papa Francisco: le ha resultado “difícil adaptarse a la improvisación del nuevo Pontífice, pero es una musicalidad que debemos volver a aprender”.
Elegantísima manera de sintetizar las diferencias entre los dos papas y entre Alemania y Argentina, mas allá del fútbol y la religión
. Pero también debemos asumir estas palabras de Georg como un mantra, sí, todo cambia, incluso la Iglesia y su musicalidad. Solo podemos improvisar, con el esfuerzo y con el deseo.
Habría que pensar que la Reina y sus hijos llegaron a Tatoi con algo de este espíritu, pero las fotos solo demuestran que, pese a los esfuerzos innecesarios por parecer una familia normal, son el retrato de otra cosa.
 Un capricho de abuela que ha mostrado la incómoda relación entre la Infanta y el Príncipe. La pelea es dura.
 Y eso que ella no tiene memoria, pero sus ojos, que intentan encontrar los de su hermano, parecieran decir que no se le olvidará este desplante tan público. Marie Chantal Miller, esposa del príncipe Pablo, tomó la mayoría de los retratos y en todos sale tranquila y guapa.
Claro, es la más rica de la familia: sus padres son los reyes del duty free y a ella le va muy bien vendiendo ropa carísima de bebés.
 Al contrario que sus primos políticos, es independiente. En las familias reales pasa que los miembros B están más tranquilos que los A. Y eso que los griegos evitaron que la princesa Alexia acudiera con su marido, también afectado por la gripe familiar de la imputación.
 No hay que preocuparse mucho. Igual que Cristina, lo olvidan todo en el avión de regreso a Ginebra o a Mayfair.
Con tensiones pero menos aburridos han sido los Oscar de este año. Ellen DeGeneres consiguió un selfie con reyes populares, las estrellas de Hollywood.
 Y fue genial el reparto de pizzas. DeGeneres invitó a su programa al repartidor, Edgar Martyrosian, que se ha convertido en otra buena noticia, y le entrego unos 400 dólares que sumados a los 600 que recaudó en el patio de butacas han quebrantado otro récord para esta entrega de premios.
 Una propina de mil dólares. ¡Vuelve el sueño americano! Y sus propinas. También se especula con que Lupita Nyong’o pudiera ser novia de Michael Fassbender. El summum de lo interracial, magnífica buena noticia.
 Además de amor, deberíamos pedirles reproducción inmediata, improvisada o no.
Y así como el negarle el Oscar a DiCaprio me ha sentado fatal, sospecho que quizá como nubarrón vuelven a surgir dudas que la Academia de Televisión española tampoco es del todo justa con sus premios.
 Un año más, el programa La voz no encuentra suficientes nominaciones para optar a un galardón. Es raro porque no es un mal formato, ha sido un éxito y su versión con niños arrasa en la audiencia (aunque no tanto como el desnudo de Hiba Abouk, que deberían reprogramarlo varias veces a la semana). La voz es a esta academia lo que DiCaprio a los Oscar, un rentable apestado.
 Quizá las cadenas o las productoras deberían “cuidar” más a los académicos.
 Un premio debería parecer improvisado, pero muchos sabemos que es bastante “currado”.
 Cenas, cines, fiestas, se hace de todo por conseguir un premio
. A lo mejor Telecinco podría ofrecer a los académicos o un reality sobre el premio o una participación en Supervivientes.
 Eso también sería una nueva musicalidad y también todo un cambio.

Radiografía emocional de una década

Tras el 11-M vino la crisis económica, el nacionalismo y luego el 15-M

La emoción que se ha instalado es la desconfianza, una emoción destructiva.

 

Velas en recuerdo de las víctimas de los atentados del 11-M, en 2006. / Ricardo Gutiérrez

Los cambios sociales pueden estudiarse desde perspectivas muy diferentes.
 A mí me interesa lo que en términos rimbombantes sería teorías psicogenéticas de la historia. No se pueden comprender los acontecimientos humanos sin conocer su infraestructura emocional, es decir, los deseos, las necesidades, las pasiones que adquieren vigencia social en un momento dado
. Es una tradición que comienza en Tácito, la siguieron Adam Smith, Norbert Elias, Theodore Zeldin y muchos otros. ¿Cómo ha cambiado el perfil emocional de los españoles en los últimos diez años? La salvajada del 11-M produjo un estremecimiento de espanto, solidaridad y miedo meramente coyuntural.
 La llegada al poder de Zapatero provocó un sentimiento de euforia que recogió muy bien la prensa extranjera, y que desapareció cuando llegó la crisis.
 Entonces se instaló lo que ha sido la emoción dominante durante los últimos años: el miedo económico. Los expertos en miedos sostienen que la intensidad de esta emoción depende de dos factores: la gravedad e inminencia del peligro, y el sentimiento de impotencia para enfrentarse a él.
 El sentimiento de impotencia —lo que los técnicos llaman helplessness—ha sido fomentado por los grandes partidos, al admitir que hay fuerzas incontrolables que dirigen nuestra vida económica
. En este punto, emergen los sentimientos nacionalistas, en especial, el catalán. Creo que no se ha estudiado bien el poder de esta emoción en momentos de crisis.
 Las críticas sobre su viabilidad son ineficaces porque los nacionalismos suscitan la esperanza de que las lógicas prosaicas no vencerán. Sus mensajes son anfetamínicos, y ahora, junto a las religiones, son los únicos capaces de movilizar energías comunitarias y de pedir sacrificios a la gente.
 Su fuerza —y su debilidad— proceden de que son emociones supraindividuales. Cuando los ilustrados elogiaban las pasiones comerciales —también individuales— lo hacían porque les parecían menos peligrosas que las políticas.
La crisis hacía presagiar que la emoción predominante debería ser la “indignación”, una emoción que tiene una definición precisa.
 Es el sentimiento de furia provocado por la injusticia o la humillación. El movimiento 15- M y el descomunal éxito del libro Indignaos, de Stéphane Hessel hicieron pensar que la indignación sería la emoción revolucionaria en este momento, como lo fue en otros momentos de la historia
. Fui escéptico sobre la capacidad movilizadora de esta emoción. O mejor dicho, sobre su capacidad transformadora.
 La indignación une, pero la deliberación divide y la perseverancia aburre. Además, en nuestro caso tenía que luchar contra fuerzas emocionales muy profundas: la impotencia, el hedonismo, el individualismo.
 Al final, la emoción que se ha instalado en nuestro hábitat político es la desconfianza, una emoción destructiva que se retroalimenta
. Produce efectos paradójicos porque la desconfianza no nos lleva al pensamiento crítico, que nos permitiría discernir la realidad de la tomadura de pelo, sino que nos instala en la credulidad. No fiarse de nadie supone admitir que cualquier desmán es posible y cualquier conspiración verosímil.
Esta es mi radiografía emocional de una década.
José Antonio Marina acaba de publicar Los miedos y el aprendizaje de la valentía (Ariel)

Por qué las mujeres no estamos en la cima profesional .............................................. Por: Pilar Jericó .

Por qué las mujeres no estamos en la cima profesional

Por:
Womanbussines
“Las mujeres no están alcanzando la cima de sus profesiones en ningún lugar del mundo”, según Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook.
 Sandberg está considerada como una estrella en el mundo de los negocios y ha decidido usar su influencia para luchar por los derechos laborales de la mujer, sobre todo de aquellos que deben ser respetados cuando deciden ser madres
. Y con este propósito ha publicado el libro, Lean In (y ha creado todo un movimiento), el cual pretende aportar soluciones para que las mujeres asumamos puestos de mayor responsabilidad. No olvidemos que hoy por hoy las diferencias en las carreras profesionales entre hombres y mujeres son demasiado evidentes, y cuánto más alta sea la responsabilidad de un cargo menor es la probabilidad de que sea ocupado por una mujer.
 Para atajar este problema, se creó la Ley de Igualdad en marzo de 2007, por la cual las empresas cotizadas tenían 8 años desde entonces para equilibrar la presencia femenina en los Consejos de Administración.
 Sin embargo, han pasado 7 años y en la actualidad las empresas del IBEX35 cuentan con un promedio de solo un 16.6% de mujeres en sus consejos. Desgraciadamente, estamos todavía muy lejos del 40% que la Unión Europea se marcó para el 2020.
¿Cómo se puede remediar? En un artículo anterior, mencionábamos nuestras propias dificultades a la hora de negociar salario, hacer networking o “saber vendernos” dentro de una empresa. Sheryl Sandberg recoge algunas de estas conclusiones, propone iniciativas a nivel organizativo y, sobre todo, pone énfasis en el cambio de actitudes que necesitamos tener las mujeres. 
Vamos a recordarlas y añadir otras nuevas que refuerzan dicha idea.
Hombres y mujeres, ¿iguales ante un aumento de salario?
 La respuesta es no. La directora de Operaciones de Facebook sugiere que cuando nos enfrentemos a una petición de aumento salarial debemos tener claro dos objetivos: qué queremos conseguir y cómo lo vamos a lograr.
 Todo ello se deriva de una investigación realizada por Linda Babcock y Hannah Riley Bowles, profesoras de la Universidad Carnegie Mellon de Pensilvania y de Harvard Kennedy School, respectivamente, y que arroja datos realmente desconcertantes
. En uno de sus estudios, pidieron a 402 personas que vieran un vídeo en el que una mujer había negociado su salario. Un grupo veía una versión del vídeo en la que la mujer mostraba preocupación por su relación con su jefe y decía frases como “espero que esté bien pedir esto” o “mis relaciones con la gente son muy importantes para mí”
. En la otra versión, la mujer negociaba el salario diciendo que tenía otra oferta laboral. Después de ver el vídeo, las personas tuvieron que responder a un cuestionario para detectar sus impresiones. Quienes vieron la primera versión consideraron que esa forma era más apropiada para negociar el salario que la segunda, algo que no pasaba si lo hacía un hombre. 
Además encontraron que para una mujer es más efectivo negociar un salario si nombra a un tercero, por ejemplo si dicen que su supervisor ha sido quien se lo ha sugerido, porque así la responsabilidad ya no recae sobre ella.
 Y no sólo eso, en la investigación se comprobó cómo los hombres preferían trabajar con mujeres que no habían intentado negociar una subida en el sueldo.
 Así pues, cuando una mujer muestra actitudes asertivas en la negociación salarial se puede ver penalizada tanto por hombres como por mujeres.
En otro estudio, se pidió a 119 personas que eligieran a quiénes contratarían entre un grupo de aspirantes muy cualificados
. Los aspirantes eran hombres y mujeres, algunos de ellos pidieron un aumento de sueldo, mientras otros aceptaron el que se ofrecía. El hecho de querer negociar el salario fue castigado tanto en hombres como en mujeres, teniendo menos probabilidad de ser contratados.
 Sin embargo, la cifra de mujeres penalizadas fue más del doble que la de hombres.
Las mujeres tendemos a subestimar nuestras capacidades según dicha investigación. Tanto es así, que al preguntar a personas que acababan de finalizar la carrera si al recibir una oferta de trabajo habían aceptado el sueldo que se ofrecía, encontraron que el 51% de varones pidió más dinero frente a un 12,5 % de mujeres. 
Pero lo curioso es que las mujeres candidatas a un empleo se atrevieron menos a negociar cuando sabían que lidiarían con un hombre, pero no tenían tanto problema en hacerlo si se trataba de una mujer.
La lupa con la que se mira a las mujeres es mucho más exigente y dura: Así lo demuestra un estudio de Frank Flynn, profesor de Stanford Graduate Business School, que decidió repartir entre sus alumnos un famoso caso de Harvard Business School sobre Heidi Rozen, una emprendedora de Silicon Valley que usa sus contactos para llegar a ser una inversora de capital de riesgo exitosa. Flynn dio a la mitad de la clase el caso original, mientras que la otra mitad recibió el mismo caso pero con el nombre de Howard. 
Después pidió a los alumnos sus impresiones sobre uno y el otro y lo que encontró fue que eran mucho más duros con ella. Heidi era considerada más egoísta, interesada y no querrían trabajar con ella. Sencillamente, su personalidad no les gustaba.
 Así le ocurre a Hillary Clinton, quien fue criticada en la revista Newsweek como alguien “que calcula casi todo, incluso su acento y su risa”. 
Cuando se mostró mucho más natural e incluso se emocionó en público, se desencadenó un debate sobre si sus lágrimas eran de verdad.
En definitiva, necesitamos políticas de conciliación y de diversidad en las organizaciones, pero una vez más, no olvidemos que cualquier cambio comienza por nosotras mismas tanto en el desarrollo de nuestra asertividad y por la propia valoración que hacemos a otras mujeres que alcanzan el éxito. Si comenzamos a cambiar, quizá seamos capaces de lograr mejores resultados y mayor satisfacción personal.

El último 11-M de la conspiración, el primero de la unidad

Manjón, UGT y CCOO reivindican en Atocha "el fin del hostigamiento a las víctimas" por las "mentiras" sobre los atentados.

 

De izquierda a derecha, las cuatro presidentas de víctimas del terrorismo Ángeles Domínguez, Pilar Manjón, Ángeles Pedraza y María del Mar Blanco. / ELPAÍS-LIVE!
Pilar Manjón ha llegado esta mañana a Atocha directa desde facultad de la Universidad Complutense a la que se dirigía en tren su hijo Daniel, de 20 años, cuando perdió la vida en los atentados del 11-M. Antes, había acudido a la misa solemne en la catedral de La Almudena, un esfuerzo para mostrar la "unidad" de todas las víctimas, pese a que le hubiera gustado más- y así lo pidió su asociación- que hubiese sido un acto laico
. Sobre la homilía de Rouco Varela, que ha atribuido la matanza a "oscuros objetivos de poder", no ha querido pronunciarse. Sí ha agradecido que fueran invitados representantes de otras confesiones religiosas, como la musulmana, que compartían muchos de los fallecidos del 11 de marzo.
Una vez en Atocha, la tercera parada de un recorrido de memoria que hoy la llevará también a Téllez, Santa Eugenia y El Pozo, arropada por la Unión de Actores, Comisiones Obreras y UGT, Manjón ha participado en el que confía sea el último aniversario del 11-M con teorías la conspiración machacando a las víctimas
. Y el primero en que todas las asociaciones han estado unidas. "Hay que hacer hincapié en la unión. Hoy nos acompaña Joaquín Vidal, presidente de la federación autonómica de víctimas del terrorismo. Qué mejor muestra de unidad que tener una víctima de ETA con nosotros en el escenario" -Vidal resultó herido en un atentado de la banda en 1991-, ha destacado.

Manjón ha leído parte de su intervención del 15 de diciembre de 2004 en la comisión de investigación de los atentados, en la que se presentó como "la voz de los ausentes" y de los heridos, "molestos testigos vivientes del horror" que hoy siguen padeciendo secuelas.
 La presidenta de la asociación mayoritaria de víctimas del 11-M, la madre de Daniel, ha agradecido que la plaza de Atocha estuviera llena de gente. "Os agradezco de corazón que no os hayáis bajado de los trenes".
Jaime Cedrún, secretario de CC OO en Madrid, ha recordado el daño que las teorías de la conspiración habían hecho a las víctimas. "Después del horror habéis tenido que sufrir otro horror: Las amenazas, los insultos de poderes políticos y mediáticos.
 Pero este 11-M tiene que ser distinto. Tiene que ser el 11-M en que termine el hostigamiento a las víctimas. El de la unidad. Tiene que ser el día a partir del cual todas las víctimas reciban el mismo trato y no haya de primera y de segunda", ha dicho. "La verdad ya se conoce. No viene a cuento seguir con las teorías conspirativas.
 Quiero pedirle desde aquí al presidente madrileño que deje de hacer el ridículo comentándolas".
En la misma línea, José Ricardo Martínez, secretario de UGT Madrid, ha denunciado: "Nos repugna ver a responsables políticos hablando de dudas. ¿Dudas sobre qué? ¿Dudan de la justicia? No dudan, mienten".
Durante el acto se han lanzado al aire 191 globos blancos, tantos como víctimas murieron en los atentados. Después, políticos de distintos partidos, como Tomás Gómez y Cayo Lara, entre otros, han leído uno a uno los nombres, edad y nacionalidad de las víctimas
. La más joven, un bebé de siete meses que murió en los brazos de su padre, también fallecido en los trenes. Y muchos inmigrantes.
 Un 34% de los fallecidos y heridos el 11 de marzo eran rumanos, ecuatorianos, marroquíes, colombianos, peruanos... que habían venido a España buscando una vida mejor y la perdieron en el peor atentado terrorista del país al que llegaron llenos de planes.