Manjón, UGT y CCOO reivindican en Atocha "el fin del hostigamiento a las víctimas" por las "mentiras" sobre los atentados.
Pilar Manjón
ha llegado esta mañana a Atocha directa desde facultad de la
Universidad Complutense a la que se dirigía en tren su hijo Daniel, de
20 años, cuando perdió la vida en los atentados del 11-M. Antes, había
acudido a la misa solemne en la catedral de La Almudena,
un esfuerzo para mostrar la "unidad" de todas las víctimas, pese a que
le hubiera gustado más- y así lo pidió su asociación- que hubiese sido
un acto laico
. Sobre la homilía de Rouco Varela, que ha atribuido la matanza a "oscuros objetivos de poder", no ha querido pronunciarse. Sí ha agradecido que fueran invitados representantes de otras confesiones religiosas, como la musulmana, que compartían muchos de los fallecidos del 11 de marzo.
Una vez en Atocha, la tercera parada de un recorrido de memoria que hoy la llevará también a Téllez, Santa Eugenia y El Pozo, arropada por la Unión de Actores, Comisiones Obreras y UGT, Manjón ha participado en el que confía sea el último aniversario del 11-M con teorías la conspiración machacando a las víctimas
. Y el primero en que todas las asociaciones han estado unidas. "Hay que hacer hincapié en la unión. Hoy nos acompaña Joaquín Vidal, presidente de la federación autonómica de víctimas del terrorismo. Qué mejor muestra de unidad que tener una víctima de ETA con nosotros en el escenario" -Vidal resultó herido en un atentado de la banda en 1991-, ha destacado.
Manjón ha leído parte de su intervención del 15 de diciembre de 2004 en la comisión de investigación de los atentados, en la que se presentó como "la voz de los ausentes" y de los heridos, "molestos testigos vivientes del horror" que hoy siguen padeciendo secuelas.
La presidenta de la asociación mayoritaria de víctimas del 11-M, la madre de Daniel, ha agradecido que la plaza de Atocha estuviera llena de gente. "Os agradezco de corazón que no os hayáis bajado de los trenes".
Jaime Cedrún, secretario de CC OO en Madrid, ha recordado el daño que las teorías de la conspiración habían hecho a las víctimas. "Después del horror habéis tenido que sufrir otro horror: Las amenazas, los insultos de poderes políticos y mediáticos.
Pero este 11-M tiene que ser distinto. Tiene que ser el 11-M en que termine el hostigamiento a las víctimas. El de la unidad. Tiene que ser el día a partir del cual todas las víctimas reciban el mismo trato y no haya de primera y de segunda", ha dicho. "La verdad ya se conoce. No viene a cuento seguir con las teorías conspirativas.
Quiero pedirle desde aquí al presidente madrileño que deje de hacer el ridículo comentándolas".
En la misma línea, José Ricardo Martínez, secretario de UGT Madrid, ha denunciado: "Nos repugna ver a responsables políticos hablando de dudas. ¿Dudas sobre qué? ¿Dudan de la justicia? No dudan, mienten".
Durante el acto se han lanzado al aire 191 globos blancos, tantos como víctimas murieron en los atentados. Después, políticos de distintos partidos, como Tomás Gómez y Cayo Lara, entre otros, han leído uno a uno los nombres, edad y nacionalidad de las víctimas
. La más joven, un bebé de siete meses que murió en los brazos de su padre, también fallecido en los trenes. Y muchos inmigrantes.
Un 34% de los fallecidos y heridos el 11 de marzo eran rumanos, ecuatorianos, marroquíes, colombianos, peruanos... que habían venido a España buscando una vida mejor y la perdieron en el peor atentado terrorista del país al que llegaron llenos de planes.
. Sobre la homilía de Rouco Varela, que ha atribuido la matanza a "oscuros objetivos de poder", no ha querido pronunciarse. Sí ha agradecido que fueran invitados representantes de otras confesiones religiosas, como la musulmana, que compartían muchos de los fallecidos del 11 de marzo.
Una vez en Atocha, la tercera parada de un recorrido de memoria que hoy la llevará también a Téllez, Santa Eugenia y El Pozo, arropada por la Unión de Actores, Comisiones Obreras y UGT, Manjón ha participado en el que confía sea el último aniversario del 11-M con teorías la conspiración machacando a las víctimas
. Y el primero en que todas las asociaciones han estado unidas. "Hay que hacer hincapié en la unión. Hoy nos acompaña Joaquín Vidal, presidente de la federación autonómica de víctimas del terrorismo. Qué mejor muestra de unidad que tener una víctima de ETA con nosotros en el escenario" -Vidal resultó herido en un atentado de la banda en 1991-, ha destacado.
Manjón ha leído parte de su intervención del 15 de diciembre de 2004 en la comisión de investigación de los atentados, en la que se presentó como "la voz de los ausentes" y de los heridos, "molestos testigos vivientes del horror" que hoy siguen padeciendo secuelas.
La presidenta de la asociación mayoritaria de víctimas del 11-M, la madre de Daniel, ha agradecido que la plaza de Atocha estuviera llena de gente. "Os agradezco de corazón que no os hayáis bajado de los trenes".
Jaime Cedrún, secretario de CC OO en Madrid, ha recordado el daño que las teorías de la conspiración habían hecho a las víctimas. "Después del horror habéis tenido que sufrir otro horror: Las amenazas, los insultos de poderes políticos y mediáticos.
Pero este 11-M tiene que ser distinto. Tiene que ser el 11-M en que termine el hostigamiento a las víctimas. El de la unidad. Tiene que ser el día a partir del cual todas las víctimas reciban el mismo trato y no haya de primera y de segunda", ha dicho. "La verdad ya se conoce. No viene a cuento seguir con las teorías conspirativas.
Quiero pedirle desde aquí al presidente madrileño que deje de hacer el ridículo comentándolas".
En la misma línea, José Ricardo Martínez, secretario de UGT Madrid, ha denunciado: "Nos repugna ver a responsables políticos hablando de dudas. ¿Dudas sobre qué? ¿Dudan de la justicia? No dudan, mienten".
Durante el acto se han lanzado al aire 191 globos blancos, tantos como víctimas murieron en los atentados. Después, políticos de distintos partidos, como Tomás Gómez y Cayo Lara, entre otros, han leído uno a uno los nombres, edad y nacionalidad de las víctimas
. La más joven, un bebé de siete meses que murió en los brazos de su padre, también fallecido en los trenes. Y muchos inmigrantes.
Un 34% de los fallecidos y heridos el 11 de marzo eran rumanos, ecuatorianos, marroquíes, colombianos, peruanos... que habían venido a España buscando una vida mejor y la perdieron en el peor atentado terrorista del país al que llegaron llenos de planes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario