Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

10 feb 2014

No te saltes los títulos de crédito


Cabecera
Solo se dispone de unos segundos para introducir al espectador en el mundo y la ambientación de la serie que está a punto de ver
. Es uno de los objetivos de las cabeceras, los títulos de crédito iniciales, aquellas breves piezas que marcan el carácter de la serie y que sirven de presentación, de seña de identidad. Unos segundos que algunos espectadores pueden estar tentados de pasar acelerando el reproductor o no prestar atención a la pantalla, pero que en algunos casos es más que recomendable ver enteros. Incluso disfrutarlos en bucle.
Además de las archiconocidas (muchas de ellas ya comentadas en este blog anteriormente) cabeceras de Dexter, The Wire, True Blood, Juego de tronos, Boardwalk Empire The Pacific, Mad Men o Los Soprano, hoy proponemos que no te saltes estos títulos de crédito:
Cuando comentamos aquí hace unos días nuestras primeras impresiones sobre True Detective, una de las cosas que destacamos fue su cabecera.
 Esta hipnótica creación fue producida por Elastic y diseñada por el estudio australiano Antibody. En la web Art of title, el director creativo explica cómo partieron de fotografías y retratos fragmentados para representar la división interior de los personajes, así como la importancia de la ambientación y los paisajes de Louisiana, también centrales en la serie.
La superposición de imágenes produce el resultado que vemos en la cabecera
. El diseño encaja con la canción Far From Any Road, de The Handsome Family, que ya había sido elegida previamente por el equipo de producción de la serie.

Cabeceras que te introducen directamente en la atmósfera de la serie que vas a ver a continuación también encontramos en series europeas
. La sueco-danesa Bron/Broen se vale de imágenes de las dos ciudades, Copenhague y Malmö, que une el puente Oresund y donde arranca la primera temporada de la serie. Y de fondo, la canción Hollow talk, de Choir of young believers.

En la francesa Les Revenants, son los escoceses Mogwai los encargados de la banda sonora de la serie y de poner música a la inquietante cabecera. Hungry Face es el tema que suena mientras que las imágenes muestran algunos de los personajes y de los lugares más icónicos de la ficción, que se sitúa en un pueblo entre las montañas francesas.

Ya es un clásico citar la cabecera de Carnivàle cuando se habla de grandes secuencias inciales
. La serie de HBO tenía como fondo la lucha entre el bien y el mal, algo que también se refleja en los títulos de crédito con los que arrancaba cada capítulo, que combina las cartas del tarot y escenas de la época de la Gran Depresión para trasladarnos al ambiente y la época en la que se ubica la ficción. Angus Wall es el responsable de este opening y también es el nombre detrás de las cabeceras de Deadwood o Juego de tronos.

Nos quedamos en HBO para otras dos cabeceras que nunca nos cansamos de ver.
 La recientemente terminada Treme (en España la última temporada arrancará en TNT el 16 de marzo) comienza cada capítulo a ritmo de Treme Song, de John Boutté.
Aunque mantienen la misma canción, en cada una de las cuatro temporadas las imágenes que se muestran en la apertura de la serie son diferentes y van evolucionando acompañando el paso del tiempo en la ficción. Estos eran los títulos de crédito de las temporadas dos y tres:


Otra de la cabecera cambiante temporada tras temporada es la de American Horror Story. Con cada entrega, cambian los personajes, cambia la historia y cambia la intro, aunque con el mismo tema musical, compuesto por Ceasar Davila.
 Desde la primera temporada, la cabecera de esta serie ha dado que hablar. De hecho, la primera vez que la vimos, algunos no teníamos muy claro si esas escalofriantes imágenes eran parte del capítulo. Eso sí, en este caso es normal que quieras saltarte los títulos de crédito. Estos eran los de la primera temporada:

En Orange is the new black, una de las responsables de que veamos siempre la cabecera es la canción de Regina Spektor You've Got Time. Pero también esos primerísimos planos de mujeres, auténticas expresidiarias.
 La idea era reflejar que la serie no solo iba a contar la historia de la protagonista, sino también la de sus otras compañeras de prisión.

Juro no decir nunca la verdad.......................... Javier Marías

El PP se inició en el engaño y la mentira –al menos de manera flagrante– en 2003.

Recuerdo haberle oído decir a mi padre –y además lo contó en sus memorias, Una vida presente– que, siendo aún bastante niño, se hizo el firme propósito de no mentir jamás.
 Le parecía algo tan indigno y tan sucio que se lo prohibió, pese a que los niños suelen estar muy necesitados de mentir
. Presumía de haber cumplido la palabra que a sí mismo se había dado, lo cual veo improbable a lo largo de los noventa y un años que vivió, pero no soy quién para llevarle la contraria, ni lo sería nadie, claro está.
 De lo que no dudo es de la seriedad de su objetivo infantil, y por tanto estoy seguro de que, si mintió en ocasiones, debió hacerlo à contrecœur, violentándose y a sabiendas de que eso era impropio de él. Debió evitarlo lo más que pudo, en todo caso. Si uno se convence de antemano de que quiere o no quiere hacer algo, le costará más contravenirse, y hasta puede que el arraigo de su intención acabe impidiéndole apartarse de ella en cualesquiera tiempo y lugar.
¿Qué sucede en el supuesto contrario?
 Es decir, ¿en el de alguien que se traza como modelo de conducta mentir y engañar?
 En principio no parece fácil hacerse semejante propósito, y sin embargo da la impresión de que hay individuos tan acostumbrados al embuste que les resulta imposible incurrir en la verdad, ni siquiera como excepción.
 Todavía más llamativo es que existan colectivos entregados al engaño sistemático y perpetuo, como si no imaginaran otro modo de relación
. Tales colectivos los encontramos sobre todo en el mundo de la política, en el que un empeño como el de mi padre sería impensable, inhabilitaría al que lo tuviera para entrar en él
. De hecho se da por descontado que todos los políticos mienten y engañan, y que no les queda más remedio.
 En consecuencia, se les presupone y acepta un alto grado de falsedad: va en el oficio. Pero en España tenemos desde hace años un caso malévolo, precisamente el del partido que nos gobierna en la actualidad.
Hay un redactor de El País cuyas crónicas no suelo perderme, Carlos E. Cué
. Es el encargado, infiero, de indagar e informar sobre las interioridades de dicha formación. A menudo se ve obligado a callar los nombres de quienes se confían a él: “Dice un dirigente …”, “Opina un veterano diputado …”, son las fórmulas habituales.
 Su crónica del pasado 6 de enero no tenía desperdicio.
 Si damos su contenido por cierto, el PP, con su proyecto de ley del aborto, que muchos consideran inoportuno, contraproducente y erróneo, está tratando de halagar al núcleo de sus votantes de extremísima derecha radical (dado que Rajoy y sus ministros ya son de extrema derecha cuasirradical), a fin de que se movilice y acuda a las urnas en las elecciones europeas de mayo, comicios en los que se produce siempre una elevadísima abstención.
Pero lo más probable es que, una vez conseguidos esos votos de los ultracatólicos y nostálgicos de Franco, la mencionada ley sufra modificaciones, se suavice y renuncie a prohibir la interrupción del embarazo cuando hay grave malformación del feto.
 Es decir, se estaría engañando a esos votantes extremistas para que estén contentos hasta la fecha de las europeas, y después no importaría enojarlos.
 Daría lo mismo que se sintieran defraudados, porque su voto útil ya estaría depositado en las urnas y no tendría vuelta atrás. Según Cué, “un miembro de la cúpula” le ha reconocido
: “Está claro que esta ley se ha hecho para gustar a una parte poco relevante de nuestro electorado
. El resultado de las europeas nos mostrará si esa estrategia acertó”.
Hay individuos tan acostumbrados al embuste que les resulta imposible incurrir en la verdad
El PP se inició en el engaño y la mentira –al menos de manera flagrante– en 2003, con sus probadas falacias sobre Sadam Husein y la Guerra de Irak.
 A partir de ahí ya vivió en eso, con la apoteosis de las falsedades sobre los atentados del 11-M, que le costaron el gobierno en 2004. Lejos de aprender la lección y enmendarse, parece un partido que se hubiera hecho el propósito contrario al de mi padre:
“Vamos a mentir siempre, incluso a los más nuestros”. Algo enfermizo.
Uno entiende que el último programa electoral de Rajoy consistiera en un cúmulo de embustes. “Crearemos empleo; no tocaremos las pensiones; no subiremos los impuestos; habrá sanidad y educación públicas al alcance de todos; mi niña cursi gozará de libertades y derechos, vivirá en un país siempre mejor, etc”.
Bien, con todo eso se pretendía convencer –y se convenció: mayoría absoluta– a los indecisos, a los crédulos, a los ingenuos y al electorado “de centro”; al que vota según las circunstancias, al que no es muy militante, a la gente normal.
Uno no aprueba, pero entiende que a esos se los procure engañar.
 Lo que ya no le entra en la cabeza es que se intente lo mismo con los adeptos, con los fieles y fervorosos, con los incondicionales. “Vamos a camelar a estos con leyes franquistas y represivas para que cierren filas en mayo y nos voten en las europeas, y luego les vendremos con las rebajas y la decepción; si se enfadan, ya se nos ocurrirá más adelante otra trampa, andamos sobrados de ellas”. Sólo se concibe tal actitud en quienes están tan instalados en la mentira que en verdad no saben relacionarse de otra forma con nadie, ni siquiera con ellos mismos
. Como si, al revés que mi padre de niño, hubieran desarrollado tal aversión a la verdad que se hubieran hecho el juramento demente de no decir ni una jamás, así los aspen.
elpaissemanal@elpais.es

 

La gala menos vista desde 2009

3,5 millones de espectadores siguieron la ceremonia que presentó Manel Fuentes. La ceremonia fue líder de audiencia en su franja de emisión.

Manel Fuentes, durante la gala / Carlos Alvarez (Getty Images)

La ceremonia de entrega de los Premios Goya, presentada por Manel Fuentes, reunió ante la televisión este domingo a 3.567.000 espectadores, el 19,8% de la cuota de pantalla, lo que la convierte en la gala menos vista desde 2009 por número de espectadores y desde 2008 por cuota de pantalla, según datos de Kantar Media.
La gala, emitida en La 1 de TVE, fue líder en su franja de emisión.
 Un total de 11.956.000 espectadores vieron en algún momento la ceremonia, según ha informado la cadena pública.
 El programa especial previo de 'Corazón', que contó todos los detalles de la alfombra roja, reunió por su parte a 1.528.000 espectadores.
La gala es la séptima más vista desde 1994 por número de espectadores, superada por la de los últimos cuatro años, la de 2005 y la de 1999
. En el parámetro de cuota de pantalla –que mide el porcentaje de personas que vieron la gala respecto al número total de espectadores que en ese momento estaban viendo la televisión– los premios de este año quedan peor, en el puesto 16 del ránking.
En estos últimos 20 años de historia de premios Goya, la gala más vista por número de espectadores fue la de 2010, con 4.656.000 espectadores (26,4%) de la cuota de pantalla.
Fueron los primeros Goya que se emitían sin anuncios, debido a la nueva ley de Financiación de RTVE. Tras esa gala se sitúa la de 2011, con 4.340.000 espectadores (25,4%); la de 2012, con 4.156.000 (23,3%); la de 2013, con 3.917.000 (22,2%); y la de 1999 con 3.688.000 (33,5%).
Las cintas Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, y Las brujas de Zugarramurdi, de Alex de la Iglesia, han sido las grandes triunfadoras de los Premios Goya 2014, con seis y ocho galardones, respectivamente.
La película de Trueba se ha alzado con los premios principales, Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actor, Mejor Guion Original y Mejor Actor, así como los de Mejor Canción Original y Mejor Actriz Revelación.
 Además, con ella Javier Cámara ha conseguido su primer Goya, después de seis nominaciones, lo mismo que le ha ocurrido a David Trueba.

 

Aguirre: "La gala de los Goya se ha transformado en una gala contra el PP"............¿Por quéserá Aguirre?



Esperanza Aguirre, en enero de 2014 / Álvaro García
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, considera "muy respetable" que el ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, no haya acudido a la gala de entrega de los Premios Goya, dando por sentado que iba a ser "abucheado". En una entrevista a la Cadena Cope, afirmó que la gala de los Goya "se ha transformado en una gala contra el PP" y, a modo de prueba, añadió que en los ocho años de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero no vio abucheos a ningún ministro.
Aguirre recordó que ella también dejó de acudir a los premios Max de Teatro después de una edición en la que fue abucheada cuando era la titular de Cultura.
 "Ir a que te abucheen no me parece que sea necesario, ni que sea bueno para el Gobierno ni para el Ministerio de Cultura", dijo.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid ha defendido que "lo que va en el sueldo" no es recibir abucheos sino "hacer todo lo posible para que mejoren la calidad del cine, del teatro y de la literatura". Además, ha opinado además que ese Ministerio, que es también de Educación, tiene que "poner el acento" en profesionales "más oscuros" que los actores de cine, como los científicos que investigan contra el cáncer o los grandes físicos.
 Los actores, subrayó, no son "lo más importante que tiene que atender José Ignacio Wert".
En otro momento de la entrevista, Aguirre ha aludido a los elogios que recibió en la gala su sucesor en la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Preguntada si ese aplauso es bueno para el presidente regional, se ha mostrado convencida de que sí. González fue elogiado en su discurso por el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, por pedir públicamente una rebaja del IVA cultural, situado en el 21 por ciento, una de las principales reclamaciones del sector.
Los Ministros del PP son unos cobaRDES, hacen lo que les da la gana pero siempre con policía de carga a quién protesta.