Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

4 ene 2014

La City no ama a las mujeres

A Isabel Sitz sus jefes le dijeron que un hombre trabajaría mejor

El triunfo legal de la madrileña contra la financiera para la que trabajaba por discriminación sexual, ilustra cómo la cultura machista impera en el empresariado británico.

Isabel Sitz, por la calles de Londres. / CORDON

Machismo es una de las pocas palabras castellanas incrustadas en la lengua inglesa
. Pero hay pocos lugares en el mundo más machistas que la City de Londres
. La industria financiera es un mundo hecho por hombres, para hombres y con el machismo como seña. Eso, al menos, dice el cliché. Y lo confirman las estadísticas.
 En Reino Unido, las mujeres ganan casi un 20% menos que los hombres por hora trabajada, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística
. Ese diferencial se dispara en la industria financiera, en la que las diferencias salariales llegan al 55% y hasta el 80%.
Eso no se debe exactamente a criterios de eficacia. John Coates, en tiempos bolsista en Wall Street y ahora profesor de Cambridge especializado en investigar las finanzas desde el punto de vista de la neurociencia, cree que los hombres jóvenes, especie dominante en los mercados financieros, se dejan llevar por sus niveles de testosterona al tomar decisiones de compra y venta de valores.
 Tras monitorizar en 2009 a 17 brókeres, todos ellos varones de edades y proyecciones profesionales variadas de un despacho medio de la City, Coates y sus colegas concluyeron que sus niveles de testosterona estaban relacionados con los niveles de riesgo de las inversiones que decidieron llevar a cabo, pero no necesariamente con la calidad de esas decisiones.
 En su opinión, si en la City hubiera “más mujeres y más hombres maduros se reduciría la inestabilidad financiera”.
Pero la City no ama a las mujeres.
Una investigación publicada en 2009 por la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos británica puso de relieve que las diferencias en el pago de incentivos (los famosos bonus) en las grandes empresas financieras llegaban a ser hasta del 80%; que el 94% de las mujeres recibían bonus menores que los de los hombres; que el 63% de las mujeres cobraban menos que los hombres que hacían el mismo trabajo; que el 86% de las mujeres que habían empezado a trabajar en los 30 meses anteriores lo hicieron con un salario inicial inferior al de los hombres.
 Menos de la mitad de las empresas investigadas estaban haciendo algo para reducir el diferencial de salarios entre géneros y solo un 23% habían puesto en marcha una auditoría para analizar el problema.
¿Han cambiado las cosas desde entonces? No parece.
 Las empresas financieras siguen sin aplicar una de las recomendaciones clave de la Comisión de Igualdad: transparencia sobre el diferencial de salarios según el género de sus empleados.
Y el reciente caso de la española Isabel Sitz, que el pasado noviembre ganó una demanda contra la financiera Oppenheimer Europe Limited por discriminación sexual, ilustra hasta qué punto la cultura machista impera en la City.
Las diferencias salariales y en el pago de incentivos son de hasta el 80%
Madrileña, de 42 años, hija de alemán y de española, Isabel Sitz se marchó a Washington a los 24 años, y de allí, a Nueva York y, luego, Londres.
 Estaba en la cúspide de su carrera como bróker en la City cuando Oppenheimer compró en 2008 el Canadian Imperial Bank of Commerce (CIBC), para el que ella trabajaba. Con el aval de una lucrativa cartera de clientes forjada durante más de tres lustros, sus nuevos patrones la hicieron responsable para Europa del mercado estadounidense.
 Todo fue bien hasta que llegó un nuevo consejero delegado a Oppenheimer Europe, el italiano Massimiliano Max Lami, que se trajo como director general a Robert van den Bergh y fue fichando a una serie de brókeres de su confianza, todos varones.
 Según la versión de Isabel Sitz ante el tribunal de empleo, Lami y Van den Bergh fueron despojándola de su cartera de clientes para dársela a los colegas varones recién llegados.
Esa es una cuestión clave, porque al sueldo base de 90.000 libras (108.000 euros) de Sitz se añadían las comisiones por ventas, lo que disparaba sus ingresos a entre 300.000 y 360.000 euros.
 Sin esos clientes que ella había conseguido caían sus ingresos y su prestigio porque iba bajando peldaños en el escalafón de ventas.
Todo eso en un entorno de creciente machismo en una compañía que los propios brókeres llamaban en correos electrónicos “Bunga Bunga Securities”, en alusión a las fiestas con jóvenes prostitutas del entonces primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
 En otro momento, siempre según la versión de Isabel, Van den Bergh le dijo que iba a transferir a otro colega las cuentas de ciertos clientes irlandeses porque pensaba que un hombre haría mejor el trabajo, porque lo importante con los irlandeses es “ir al rugby y beber cerveza”.
Durante dos años, la posición de Isabel Sitz se fue degradando en lo que ella veía como una deliberada campaña para acabar con ella por ser mujer
. Llegaron entonces las noches de insomnio, la pérdida de confianza, los propósitos diarios de reconquistar el terreno perdido y encontrarse con el problema de hacer eso con solo tres clientes propios.
 En junio de 2011, Max Lami le anunció que debido a su bajo rendimiento le iban a bajar el salario: le pagarían el mínimo legal de entonces: 6,08 libras por hora (7,31 euros). Es decir, entre 15.000 y 20.000 euros al año
. Ella pidió tiempo para pensárselo y un viernes de junio les dijo que la estaban discriminando por ser mujer. El lunes estaba despedida.
Les denunció por discriminación sexual y en noviembre ganó el caso en primera instancia
.Ahora falta saber como Sitz es recompensada. Para el tribunal laboral, los dos puntos clave fueron que Oppenheimer Europe mintió al decir que había investigado adecuadamente su denuncia de discriminación sexual y, sobre todo, que la compañía no le ofreció a un colega varón el mismo castigo de reducir su salario básico al mínimo legal, sino que le amenazó con un recorte, pero no tan drástico.
Los jueces vieron ahí la semilla de la discriminación. A Isabel Sitz le estaban haciendo la vida imposible por ser mujer.
 Y la City no ama a las mujeres.

 

Los expresos de ETA se suman a la política

Me tendría que alegrar que no exista una banda terrorista en mi pais, tendría que tener esperanza para los que vivieron sembrando la muerte de forma criminal.....pero....no sé.....no me lo acabo de creer.
Ahora se integrarán en un tipo de vida que para muchos hace 40 años no sabían que existiera, al mercado laboral? con el Paro que hay? ¿dónde se reinsertan, ¿Trabajando en una ONG? y lo digo de verdad, porque son asesinos psicopatas de la vida, matan o mataban con una facilidad irritante, Tomás y Valiente estaba en su despacho, sus víctimas no iban armadas, ni sé que les molestaba.
Matando, asesinando, amenazando, y ahora en la calle? que van hacer? Formar otroo partido político para los Vascos?No es nada facil creerlos, hicieron la masacre en Hipercor, vi lo que hicieron, gente que compraba temprano lo que fuera, yo iba a entrar para comprar un Billete de avión, pero no entré, pensé a la vuelta. Y si hubiera entrado?, nadie a estas alturas lloraria por mi, casi al año la policía los tiene cercados, y los pueden detener, pero avisando a los vecinos, una amiga mia vivia frente a ellos, ya ves cosas de la vida, y el caso de que esta gente no es normal es que compraban en dónde habían asesinado, tenían bolsas de esos almacenes, se supone que aquella nefasta noche cenarían en una buena zona y capaces de haber hecho la compra y limpiado su casa antes de ir a poner la bomba.
¿Me tengo que creer que esos van a dejar de ser lo que fueron?.


Reunión de exreclusos de ETA en Durango, con Kubati, que ha sido el encargado de leer el manifiesto, en primer plano. / CLAUDIO ÁLVAREZ

Los 63 presos de ETA excarcelados por la derogación de la doctrina Parot ratificaron este sábado en Durango (Bizkaia), en una exhibición de unidad con los 527 compañeros de terror que siguen en las cárceles españolas y francesas, que apoyan sin fisuras y sin críticas su último manifiesto y se suman a la renuncia de los encarcelados a utilizar en el futuro medios violentos, además de asumir la legalidad penitenciaria.
En el escenario del Kafe Antzokia de la localidad vizcaína, el antiguo matadero de la ciudad, los excarcelados avanzaron en la estrategia de acumular fuerzas en torno a los presos, el verdadero motor ahora de ETA, con más miembros dentro que fuera de las cárceles —apenas si quedan medio centenar de terroristas escondidos—, pero sin cruzar la línea de condenar la violencia, pedir perdón o exigir a ETA el desarme y su disolución, como sí ha hecho la izquierda abertzale.
 El portavoz de Sortu, Pernando Barrena, dijo el 30 de diciembre pasado que el desarme de ETA es “fundamental para el proceso de paz”.
Pues no me lo creo....

Desahuciada y presa de la burocracia

Una viguesa con dos hijas menores y sin ingresos relata su odisea para buscar ayuda

No tiene ingresos para pagar el piso en el que vive.

Analía Melón, en la vivienda que tiene que abandonar / LALO R. VILLAR

Como desde hace unos 10 años casi todo lo que podía salir mal le ha salido fatal, Analía Melón no se lo acaba de creer
. Desde que una malformación congénita de su hija pequeña le hizo perder el contacto con el mundo laboral, todo fue empeorando al ritmo que marcaba la crisis: perdió el trabajo, perdió a su madre, se separó y su exmarido se volatilizó, y con él la pensión para sus dos hijas, de 10 y 15 años.
 Quizás por eso celebra con una mueca de escepticismo la palabra del alcalde de Vigo, Abel Caballero, que ayer se comprometió a facilitarle un piso que evite el destino de la familia se encuentre debajo de un cartón.
Hija de un vecino de Teis pero nacida en Argentina, Analía lleva en Vigo desde los 18.
 Al principio todo fue sobre ruedas, sobre todo si se compara la España de los noventa con la Argentina del momento
. Tanto es así que incluso cuando el país se comenzaba a sumergir en la penuria, todo le parecía poca cosa a una pareja que conoció una de las peores miserias de Latinoamérica
. Él trabajaba de carpintero y ella sumó más de 10 años de servicios como auxiliar en una clínica.
 Desde que tuvo que descuidar el trabajo para atender a su hija ya nada volvió a ser lo mismo.
Y la situación se agravó cuando perdió a su madre, cuya pensión era uno de sus principales sustentos. “Se me fue complicando la vida”, relata.
 Pero su historia no revienta hasta marzo de 2013, cuando, de un día para otro, el que fue su pareja durante casi 30 años pone un océano de por medio, dejando a su mujer y a sus dos hijas casi sin ingresos y con una deuda con la dueña del piso en el que aún vive, en la calle Pizarro de Vigo, de casi 4.000 euros.
 Desde entonces, la cantidad no ha dejado de engordar
. La arrendadora, a la que debe ya más de 7.300, no ha recurrido a la justicia.
El suyo será un desahucio pactado. “Ella no quiere ocasionarme más problemas, no ha pedido una orden de desahucio, pero yo le he dado mi palabra de que nos vamos y nos vamos”.
El problema es a dónde.
 Y ahí empiezan los líos administrativos, políticos y hasta mediáticos. “Me siento utilizada por unos periódicos que atacan o defienden al alcalde utilizando mi caso”, lamenta.
 Y también “por los políticos que solo quieren hacer daño a políticos de otros partidos”. “La Xunta le echa la culpa al Ayuntamiento y el Ayuntamiento echa balones al tejado de la Xunta”, acusa Analía. Del Gobierno gallego espera una Risga, la renta de integración social, “de tramitación interminable”. Y en la casa consistorial ha encontrado “burocracia administrativa” e “informaciones contradictorias” sobre las posibilidades de ayudas.
 Como el alcalde ya había apuntado su disposición a involucrarse en su caso, la Plataforma de Afectados por las Hipotecas convocó una concentración ayer delante del Ayuntamiento de Vigo
. El concejal de Participación Ciudadana, Santos Héctor, se prestó a recibirla. Y finalmente fue Abel Caballero quien hizo entrar en su despacho a la afectada, a la portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, Carla Pérez, y a los fotógrafos de prensa.
 Le ofreció dos posibilidades: un piso en el barrio de Navia para afectados por desahucios, aunque el suyo no lo sea en sentido estricto, u otro en el Calvario para víctimas de violencia de género
. Ahora le toca esperar.
De momento ha esquivado la amenaza inicial de pasar las navidades sin techo, a pesar de que el 30 de diciembre vencía el plazo convenido para dejar el piso de Pizarro
. La propietaria del piso le ha dado 10 días más, un horizonte que parece corto para que el Ayuntamiento resuelva la oferta de un piso de los que dispone.
 Pero a pesar de todos los reveses que le ha dado la vida, Analía sigue creyendo en los milagros. Incluso el que hoy día en España se presenta como el mayor de todos ellos: “Busco trabajo, cualquier trabajo”.

 

@LetiziaEnfurecida.......................................Luz Sánchez-Mellado

No me creo que Letizia no tenga un Twitter falso para oler lo que se cuece extramuros y vocear a los cuatro vientos la quina que debe de tragar cada vez que se muerde la lengua.

La princesa Letizia. / J. M. SERRANO ARCE (WIREIMAGE)

Llamadme ludópata, pero me apuesto mi próxima tableta a que Letizia está en Twitter.
 Y lo que está en juego no es ningún cacharro de esos que empiezan con una i minúscula y luego, entre fundas, teclas y chorradas inteligentes, acaban con un agujero mayúsculo en tu cuenta corriente.
 No, es más que eso
. Hablo de los músculos que voy a echar con el Abdominizer que me ha aparecido bajo equis estratos de bolsos de los chinos y bolsas de Zara tras limpiar el maletero del coche.
 No sabes qué cucada, el Abdominino ese. Lo debí de comprar el siglo pasado en la teletienda pensando que no pedía de comer y, efectivamente, la que se lo ha comido todo ha sido mi menda, mientras el Abdoetcétera seguía ahí, calladito y con el tique puesto: 4.999 pesetas, exactamente, para que luego digan que el euro no impuso el redondeo
. Así que ya no tengo excusa de horarios, matrículas ni estilismos de gimnasio
. Me he puesto a mi Abderramán de cubreasiento del Kia y, a pocas flexiones que haga en los semáforos, malo ha de ser que de aquí al 40 de mayo no se me ponga el torso como al maromo del anuncio de Invictus.
Pero te decía que me juego el tipo a que la heredera tuitea, aunque solo sea para desfogarse.
 Si las porteras somos cotillas, perdón, curiosas, las reporteras, ni te cuento.
 Y no me creo que la mejor periodista de su generación, como la definió de soltera Alfredo Ce-Ce-O-O Urdaci, entonces jefe de informativos de TVE —un bolchevique al lado de Julio Somoano, todo hay que decirlo—, no tenga un fake para oler lo que se cuece extramuros y vocear a los cuatro vientos la quina que debe de tragar cada vez que se muerde la lengua.
 Porque, yo que ella, estaría que trina con los últimos acontecimientos.
Y no hablo de Nóos ni otras minucias familiares, sino de lo que realmente importa.
Tú imagínate que vas un día al Decathlon del barrio a por los Reyes de Oriente de tus crías, que los de España ya los tienen en casa, con la cara lavada, unas ojeras de lémur y el primer bolsazo de Hugo Boss que pillas en tu show-room, y van los de Diez Minutos y te sacan en portada hecha unos zorros.
 Pues o te agarras un mosqueo calibre Belén Esteban, o no tienes sangre en las venas, ni roja ni azul ni verde, te llames Letizia Ortiz o Lydia Lozano.
Dicen los analistas áulicos que eso es una campaña de La Zarzuela para quitarle su fama de estirada y bajarla a la tierra.
 No se lo creen ni ellos.
 Primero, porque estirada no sé si será, pero que lo está es evidente.
 Y segundo, porque a ninguna mujer de este planeta le gusta que la saquen sin maquear ni en las radiografías. Así que imagino que la consorte debe de estar de enfurecida para arriba, teniendo en cuenta, además, que a la semana siguiente, o sea esta, va Su Majestad su suegro y hace un posado para la cover de ¡Hola! hecho un chaval, con un estilismo casual-royal que ya quisiera el conde Lecquio y más Photoshop que Isabel Preysler, Cari Lapique y Nati Abascal juntas.
 Así que, Letizia, princesa, si aún no ha abierto cuenta en el gallinero, está tardando.
 Motivos, sobran. Y espérate tú que al juez Castro no le dé por querer pasar a la historia e impute a Su Alteza Real su cuñada Cristina justo después del día de, ejem, Reyes.