Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

16 nov 2013

José Fernando lo canta todo

El hijo adoptivo del diestro José Ortega Cano y y Rocío Jurado está en la cárcel por dar una paliza y robar un coche tras vivir muy deprisa. Tenía antecedentes: una denuncia por hurto y tres por tenencia y consumo de drogas.

José Fernando Ortega, hijo de Ortega Cano y Rocío Jurado. / EUROPA PRESS

El niño que Rocío Jurado adoptó con seis años es ya un hombre.
 Si viviera, la gran artista estaría sufriendo un calvario. Porque José Fernando Ortega Mohedano, que el 17 de junio cumplió 20 años, lleva un 2013 que sin duda ha llenado de sufrimiento a su padre, el torero José Ortega Cano.
 El joven está desde la medianoche del jueves en la prisión de Sevilla I por pegarle una paliza a un hombre en la puerta de un prostíbulo y robarle su Audi 3, un coche al que le metió fuego después de estrellarlo. Cuando lo interrogaron, José Fernando lo confesó todo, para sorpresa de los guardias civiles que ya sabían de sus andanzas.
 Desde abril ha acumulado tres denuncias por tenencia y consumo de drogas y otra por el hurto de un teléfono móvil en un coche en Castilleja de la Cuesta (Sevilla).
 Nada en comparación con lo que pasó la madrugada del 2 de noviembre. Mal asunto.
La peor noche de José Fernando Ortega comienza a las seis de la mañana del 2 de noviembre. La Guardia Civil de Castilleja acude a la gasolinera Europa 1 a atender a un hombre, herido y perjudicado por algún consumo.
 José V. A., de 29 años, que tenía herida la palma de la mano izquierda y golpes en el cuello, les cuenta que cuatro chavales que llegaron en un coche blanco al aparcamiento de El Rey 2000 (un prostíbulo mitad de carretera, mitad de polígono, pintado de color rosa, tirando a vino) le habían golpeado sin venir a cuento y le habían desvalijado
. Al día siguiente, ya sereno, la víctima precisa en su declaración escrita que entre los cuatro asaltantes que le zurraron y quitaron las tarjetas de crédito, dos móviles, las llaves de su casa y de su coche (y el coche claro) estaba “el hijo de Ortega Cano”.
Los guardias fueron a El Rey 2000 (que en su página web proclama: “El mejor lugar para satisfacer sus deseos”). El encargado les contó que dentro no había habido trifulca alguna y que, sin duda, entre los asaltantes estaba “el hijo de Ortega Cano”, al que ya conocían por sus visitas al local y porque en la zona es bien conocido
. La Yerbabuena, la finca que fue propiedad de Ortega Cano, está en Castilblanco de los Arroyos, a media hora de coche del club.
El día 4 apareció el coche en Almadén de la Plata
. Irreconocible: sin placas de matrícula y achicharrado. La víctima, sin embargo, lo reconoció porque en el maletero estaban, casi intactas, sus dos raquetas de pádel.
 Mal asunto. Los guardias del puesto de Castilleja fueron a por el chaval a Castilblanco
. La cosa empezó mal. El joven llevaba encima tres papelinas de cocaína y 500 euros.
 Según fuentes del instituto armado, reconoció todo.
 Él pegó, él robó, él condujo el coche robado (sin carné), él lo estrelló y él le pegó fuego.
 Él y dos de sus colegas de Castilblanco, Isaac F. C, de 23 años, y Francisco S. C., de 19.
 Los dos han sido definidos por las fuentes como “chorizos de pueblo”, tirando a lo que en Sevilla se define como canis.
 Los dos tenían ya problemas con la justicia.
 Debían de presentarse cada 15 días en un juzgado.
 Mal asunto. Falta un tercero implicado en la paliza.
José Fernando fue conducido al Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla.
 La titular, María Antonia García, ya conocía el historial del hijo de Ortega Cano, que el 14 de septiembre fue denunciado por el robo de un móvil y que la Guardia Civil lo había pillado y denunciado el 27 y 29 de abril y el 21 de mayo por tenencia y consumo público de drogas (cocaína y porros) en Burguillos, Sevilla y Camas, respectivamente. José Fernando, que rechazó inicialmente tener abogado, no fue exactamente ejemplar ante la juez. Incluso parecía estar perjudicado, según algunas fuentes.
Otras precisan que estuvo “vacilón” en su declaración.
 Los guardias civiles consultados en Sevilla lo explicaron así: “Lo que pasa es que al niño le falta una marea [un hervor, madurez]“.
La juez García ha sido contundente: José Fernando, Isaac y Francisco ya han pasado una noche en prisión, adonde los ha mandado por robo con violencia, robo de uso de vehículo a motor, daños intencionados, reyerta mutuamente consentida, un delito de lesiones y otro contra la seguridad vial.
Al niño que Ortega Cano y Rocío Jurado adoptaron con seis años, le pueden caer de dos a siete años de prisión.
 Mal asunto, sobre todo para un padre y, más aún, para el torero, a quien hace siete meses lo condenaron a dos años de cárcel por matar, el 28 de mayo de 2011, a Carlos Parra en un accidente de tráfico en una de las carreteras que merodeaba su hijo.
Mal asunto.

 

Cría pijos................Luz Sánchez-Mellado

Porque no coinciden mucho por Sotheby’s, que si no Tita Cervera e Isabel Pantoja podían pasar sus buenos ratos hablando de los niños.

Chabelita. / JUAN ALONSO (CORDON)

A veces, cuando estoy en modo encefalograma plano en un atasco, antes de coger el sueño, o sentadita donde yo te diga esperando a que se obre el milagro, me asalta una duda metafísica: ¿qué estará haciendo ahora mismo el Papa Emérito? Sí, mujer, Joseph Ratzinger, Benedicto XVI para los siglos.
 Ese sumo pontífice con pinta de abuela de Caperucita que sacó del armario todos los tocados de sus ancestros para no coger frío en la tonsura y, de paso, ir conjuntado de arriba abajo mientras condenaba a todos los gais del globo menos a los de su lobby interno.
 Sí, tonta: ese santo varón al que se cargaron los cuervos que había criado a sus pechos, como a todo patrón desde que Judas vendió a Cristo.
 Que sí, pesada, el que se retiró del mundanal ruido con su secretario, Georg Gänswein, el obispo más macizo desde el pájaro espino, así también dejo yo el curro y me entierro en vida.
Pues bien, ignoro cómo mata el tiempo Su Ex Santidad Benedicto enclaustrado con su apóstol y las cuatro seglares que les arrullan.
 Pero lo que hay que reconocerle es que no da un ruido ni sermonea a su heredero, el Papaflauta Francisco, pese a que apuesto a que opina que el porteño le ha salido más rana que Urdangarin a la Corona. Un tipo discreto, el Papa Jubilata.
 Lo suyo ha sido desaparecer del mapa, y no lo de los expresidentes Aznar y González, que no paran de dar la brasa, enmendarles la plana y cuestionar el liderazgo de sus delfines Rajoy y Rubalcaba.
Pues eso, que iba yo el jueves en modo piloto automático por la M-40, reflexionando sobre la problemática de las relaciones paterno filiales, cuando salta la radio con que han detenido a José Fernando, el hijo adoptivo de Ortega Cano, por agredir y robarle el coche a un pollo a la salida de un prostíbulo.
 Lo vi cristalino: cría pijos en cautividad, y te saldrán canis o chonis dependiendo del género.
 Una jaula es una jaula, se llame Vaticano, Yerbabuena, Cantora o Villa Favorita.
Y la cabra tira al monte por mucho lazo que le pongan desde la cuna.
Acuérdense de Carmen Thyssen ex-Cervera y su idolatrado hijo Borja Ídem.
 Pobre Tita: toda la vida educando al niño entre caravaggios y pisarros vestidito de capitán de yate, para que se le cruzara un día una tal Blanca Cuesta con unos shorts a ras de pelvis y torciera el rumbo de esa lumbrera para los restos
. Desde entonces, la baronesa no levanta cabeza, y Borja solo pisa el museo para intentar levantarle la herencia en vida.
Porque no coinciden mucho por Sotheby’s, que si no Tita e Isabel Pantoja podían pasar sus buenos ratos hablando de los niños porque, con todo respeto para la copla, el circo y las personas de talla baja, a la tonadillera también le crecen los enanos.
 Primero fue Kiko, el primogénito, ese cráneo privilegiado vilipendiado por una legión de lagartonas que solo le valoran por su físico y su apellido.
 Y ahora, la benjamina, Chabelita, la de los ojitos pixelados hasta que nos enteramos a la vez de que cumplía 18 añitos y cinco meses de embarazo de un ni-ni jerezano.
Dicen las revistas que es un plan de la niña para cambiar el yugo materno por el yugo que yo te diga.
 Yo ni entro ni salgo. Lo que te digo es que mi tesis no entiende de sexos, razas ni clases.
Y si no, mira a Froilán petándolo en Joy Eslava.
Y mira que mala suerte la de La Pantoja eso de dientes dientes le viene muy bien a Chabelita que siendo adoptada es fea como una noche de Truenos.....¿Qué tendrá la Pantoja a parte de estar condenada por lo que hizo con Julian Muñoz? Es un claro ejemplo para sus hijos.

 

Ana, más Boyer que Preysler

Es hija de un ex ministro de Economía y una reina del corazón

Su relación con Verdasco ha puesto bajo los focos a una joven que eligió el camino paterno, sin renunciar a los beneficios del materno.

Ana Boyer, tras su graduación el pasado mes de junio. / GETTY

Sacó su nuevo iPhone 5 S del bolso y consultó la aplicación de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). Estaba a bordo de un Land Rover participando, en Tenerife, en una prueba con fines solidarios.
El partido que despertaba su interés se jugaba a muchos kilómetros, en el estadio O2 de Londres
. Era la final de dobles de la Copa de Maestros que disputaban Fernando Verdasco y Jesús Marrero.
 Los españoles ganaron el título tras un igualado juego a Mike y Bob Bryan, y en el coche, Ana Boyer casi saltó de alegría.
 El tenis ha sido siempre su deporte favorito, pero más aún lo es desde que sale con Verdasco.
 A sus 24 años, la única hija en común de Miguel Boyer e Isabel Preysler acapara portadas por esta relación, aunque, desde que nació, su vida ha estado en un escaparate que, hasta ahora, ha evitado todo lo posible, a diferencia de sus hermanos de madre.
Mientras Chabeli se fotografía con sus dos hijos en remunerados reportajes de revistas, Julio José busca una salida profesional en la música, Enrique triunfa por medio mundo con sus discos y Tamara combina su vida mediática con su fervor religioso, la hermana pequeña de la popular saga se prepara para comenzar su vida profesional. Ana se ha pasado los últimos seis años estudiando.
 “Sí, soy la más empollona de la casa. Bueno, en realidad soy la única, porque mis hermanos han escogido otros caminos”, cuenta por teléfono desde Tenerife
. “Por eso ahora me he tomado un tiempo de vacaciones para descansar y viajar”.
La hija de Miguel Boyer, para satisfacción del exministro de Economía del Gobierno socialista de Felipe González, tiene dos títulos universitarios —el de Derecho y el de Administración y Dirección de Empresas en ICADE— y un prometedor futuro por delante
. En diciembre comenzará a trabajar. “Me interesa el mundo de la consultoría estratégica. Trabajaré en un banco de inversión y haré una rotación en varias empresas, pero no quiero dar nombres porque no les gusta”.
 Ana ha llevado con discreción su carrera profesional, de la que ahora desvela algunos datos.
 “Estudié un curso en San Diego [EE UU], lo que en Europa sería un Erasmus; luego estuve un verano en Nueva York como becaria del Banco Santander”, recuerda. También hizo prácticas en São Paulo (Brasil), para lo que tuvo que hacer un curso intensivo de portugués, lengua que habla bastante bien, aunque es el inglés el idioma que domina a la perfección, ya que en su casa se usa tanto como el castellano.
Ana es la única hermana que sigue viviendo en el domicilio familiar de la exclusiva urbanización madrileña de Puerta de Hierro
. No tiene prisa por independizarse y menos aún cuando su padre se encuentra convaleciente del accidente cerebral que sufrió hace dos años.
 El hogar de los Boyer-Preysler se ha adaptado para que el exministro continúe allí su rehabilitación. “Está mucho mejor, pero es un proceso lento”, cuenta su hija
. Con su madre pasó muchas horas en el hospital cuando la vida de Boyer estuvo en peligro.
 “Fue en esa época cuando dejé un poco de lado los estudios”, explica.
 Ahora es Isabel Preysler quien sigue más de cerca la evolución de la salud de su marido, a quien solo abandona para asistir a su trabajo como imagen de marcas de lujo por el que obtiene importantes cheques.
“La crisis nos afecta a todos en mayor o menos medida”, dice Ana. “Estamos en un momento muy complicado, pero creo que las cosas van mejorando poco a poco”.
Le preocupa el paro juvenil, que ella no sufre, pero sí sus compañeros. “En ICADE hay una bolsa de trabajo muy buena y casi todos ya tenemos empleo, pero mis amigas del colegio sí están teniendo problemas. Nuestra generación lo va a pasar muy mal”.
Ella, además de tener ocupación como consultora estratégica, cuenta con la baza de poder ganar dinero en actos públicos.
 Hasta hace algunos años, Ana se resistía a aparecer en las fiestas y en las revistas que veneran a su madre, pero finalmente cayó en la tentación. “Hace tiempo que hago algunas cosas de este tipo, siempre las mismas”, cuenta. “Y seguiré haciéndolas mientras pueda”
. Es la parte Preysler de su vida. “De pequeña era igual físicamente a mi padre, y también en la forma de ser. Ahora creo que me voy pareciendo más a mi madre”
. Y es que Ana tiene mucho de Boyer, pero también posee parte del glamour que desde hace décadas exhibe su madre y que le ha convertido en la reina del corazón.
De su mano ha pasado a formar parte del clan Porcelanosa, ese grupo de famosos que acompañan a los reyes de la baldosa allá por donde haya una tienda que inaugurar o una fiesta a la que acudir.
Fernando Verdasco, con Jesús Marrero dibujan un corazón con la mano a Ana Boyer.
Ana, cuentan sus amigos, es algo tímida, pero muy sociable, quizá porque ha pasado muchas horas subida a unos tacones en salones con gente mucho mayor y muy variopinta. Pero la cualidad que más destacan de ella es su sensatez.
“Los hermanos, a pesar de ser de padres distintos, se adoran.
 Ella es quien aporta la opinión cabal cuando están juntos”, explica uno de estos amigos.
La nota discordante en su voluntad de discreción es su relación con Fernando Verdasco, conocido tanto por su juego en la pista como por sus conquistas fuera de ella. “Sé la fama de ligón que tiene”, reconoce. “Estamos muy ilusionados, estamos conociéndonos”.
 La pareja fue descubierta hace algo más de un mes, aunque estaban juntos desde antes del verano. Los pillaron jugando al tenis en un club de Boadilla (Madrid). Desde entonces, en la casa de los Boyer-Preysler hay más coches de paparazis que de costumbre.
 “Estoy habituada a la prensa desde que nací. No me preocupa. Supongo que esto pasará”, confiesa resignada.
Los fotógrafos han seguido sus pasos por los torneos de Estocolmo, París y Londres, a los que ha acudido para ver jugar a su novio. Verdasco, lejos de ocultarse, hace exhibición de sus sentimientos
. En la semifinal de dobles de Londres se dirigió a la grada y dibujó un corazón con sus manos hacia el lugar donde se encontraba su chica.
 En unas semanas, Verdasco se marchará a jugar a Catar y Dubái. La pareja estará un mes alejada. Ana sabe que será un momento clave en su relación.
Él estará jugando al tenis, y ella, sentada en un despacho comenzando su trabajo como consultora estratégica. Parece que, de momento, en su vida impera más el carácter Boyer que el Preysler.

 

15 nov 2013

De maltratador en maltratador

El maltrato provoca anulación de la autoestima, depresión, dependencia emocional. / S. B. (Corbis)

A Eva la puñalada definitiva se la asestaron la madrugada del martes
. Fue sobre las 4.30 cuando A. C. G, de 51 años, acudió a la comisaría de Torremolinos (Málaga) para confesar que acababa de matar a su pareja.
 Él fue el autor del último golpe, el que convirtió a Eva, de 36 años, en la víctima mortal número 44 de violencia de género en España este año
. Pero ni él fue el primer agresor de Eva, ni ella la primera víctima de A. C. G
. Los dos llevaban años atrapados en la red de la violencia de género. Eva como víctima en, al menos, dos relaciones anteriores; y él como agresor con dos parejas previas.
¿Qué ha fallado para que una víctima reincidente muera a manos de un verdugo experimentado?
 Al contrario que la mayoría de víctimas mortales de violencia de género, Eva había dado el paso de denunciar a los hombres que la maltrataban.
 Lo había hecho tres veces y en dos de ellas, en 2004 y 2011, obtuvo una orden de protección.
El crimen que esta semana le causó la muerte está bajo secreto de sumario, pero fuentes del caso indican que la relación que mantenía la pareja era reciente.
Aun así, a Eva le había dado tiempo de sufrir, al menos, una paliza que la llevó a acudir a un centro de salud desde donde el personal sanitario redactó un parte de lesiones para trasladarlo al juzgado
. Según fuentes del caso, la policía la convenció para que presentara una denuncia, pero la mujer no siguió con el proceso ni pidió medidas de protección.
Fuente: Ministerio de Sanidad. / EL PAÍS
La renuncia a seguir con la denuncia por parte de una víctima con antecedentes de haber sufrido violencia ya de por sí debería haber encendido las alertas, advierten los expertos.
 “Las propias familias e incluso los jueces a veces ven contradictorio que ponga una denuncia y luego la retire. Pero hay que insistir en que no solo no es contradictorio, sino que es un dato más que nos puede hacer sospechar que una mujer está siendo víctima de violencia”, advierte Susana Martínez, presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos.
Tras la retirada de una denuncia suele haber una mujer que se siente sola en su lucha por defenderse del agresor, que no tiene el apoyo de su entorno y que tampoco ha recibido ayuda psicológica.
“Nosotros tenemos que trabajar para que la víctima tenga el apoyo suficiente para no retirar la denuncia”, explica Susana Martínez, que, no obstante, alerta de que la denuncia “ni acaba ni soluciona” el problema de la violencia de género
. Eso lo comprobó Eva, que había denunciado a dos parejas anteriores, obtuvo órdenes de protección, se alejó de ellos y, aun así, se convirtió en víctima de nuevos agresores.
Eva obtuvo órdenes de protección de dos parejas, pero murió víctima de otra
“Cuando una mujer cae en distintas relaciones de maltrato es porque no se la ha fortalecido lo suficiente”, señala la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, Inmaculada Montalbán, que recuerda que el maltrato, además de las heridas físicas, deja importantes secuelas psicológicas: anulación de la autoestima, depresión, dependencia emocional. “Si la mujer no se recupera con apoyo social, familiar y psicológico es proclive a caer de nuevo en esta rueda”, señala Montalbán.
En los registros del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) no consta que Eva hubiera usado nunca sus servicios, a pesar de que el punto de coordinación que desde 2009 gestiona la Consejería andaluza de Justicia avisa de forma automática al IAM y al Servicio de Asistencia a Víctimas de Andalucía (SAVA) cada vez que un juez dicta una orden de protección.
Tras esa alerta, ambos servicios contactan con la víctima para ofrecer una “atención integral” a la mujer, señala Encarnación Aguilar, directora general de Violencia de Género y Asistencia a Víctimas de la Junta de Andalucía.
Las secuelas de la violencia les hacen más vulnerables
Desde 2009, hasta el punto de coordinación andaluz han llegado 12.512 órdenes de protección y, a partir de ellas, se ha atendido a 7.111 víctimas. Al margen de que una mujer pueda haber obtenido más de una orden, los datos revelan que son muchas las mujeres que no llegan a recibir este apoyo. “Estamos obligados a ofertar estos recursos de forma inmediata. Pero la mujer tiene la libertad de decir si los quiere recibir o no”, afirma la directora general.
La presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos considera que, cuando una mujer desiste de recibir estos apoyos, habría que plantearse que algo falla.
 “Si se le ofrecen recursos que se adapten a sus horarios, en los que ella percibe empatía y que se entiende su problema, no hay muchas mujeres que los rechacen.
 Lo que ocurre es que a veces hay pocos recursos y los pocos que hay no se adaptan a las necesidades de la víctima”, asegura. En los que ofrecen en su organización, señala, hay lista de espera.
“Muchos agresores ven normal su comportamiento”, dice Montalbán
Amparo Díaz, abogada especialista en victimología y violencia de género advierte también de la importancia de que todas las víctimas, y especialmente las reincidentes, reciban terapia de larga duración. “Estas víctimas suelen presentar lo que llamamos una indefensión aprendida, una alta tolerancia a la agresión física y psicológica, por lo que no es raro que una vez que superen una relación de violencia, sufran otra”, advierte. “Necesitan apoyo para librarse de esa dinámica, eliminar el sentimiento de culpa, aprender a distinguir las relaciones insanas y dejar de creer en la fantasía del cambio”, añade
. Díaz recomienda a las víctimas acudir a los servicios especializados de las comunidades autónomas, aunque advierte que, “sobre todo desde que empezó la crisis”, estas terapias suelen ser más grupales que individualizadas, lo que, en ocasiones, dificulta la recuperación.
“Los maltratadores buscan mujeres desprotegidas”, afirma una abogada
Eva, la última víctima de violencia de Málaga, tenía “muy consolidado” ese patrón de relaciones sentimentales “basadas en la dependencia y la desigualdad”, asegura la directora de Violencia de Género de Andalucía.
 “Hay casos que son muy resistentes al cambio porque han aprendido a relacionarse así con el sexo opuesto”, sostiene Aguilar.
 Es lo que el forense y exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género Miguel Lorente califica de una “normalización” de los malos tratos. “Son situaciones en las que la mujer llega a justificar la violencia en determinadas circunstancias. No le parece bien que su marido le pegue, pero entiende que le puede pegar”. En esta espiral se quedan tan atrapadas mujeres que conviven 50 años con un maltratador como aquellas que encadenan distintas relaciones de maltrato.
El problema es que “que han aprendido a relacionarse así”, dice una experta
La misma normalización del maltrato que sienten muchas mujeres, la experimentan también los agresores, por lo que la presidenta del Observatorio de Violencia de Género advierte de la importancia de que los maltratadores también pasen por terapia.
“No se sienten culpables, asumen su comportamiento agresivo como normal y hay alta probabilidad de que lo reproduzcan porque su razón última es lograr una posición de dominio sobre la mujer”, señala Montalbán. “Todas las mujeres son maltratadas más de una vez por sus agresores, pero además hay agresores que maltratan a más de una mujer”, apunta Miguel Lorente
. Los datos alertan de que estas reincidencias no son excepciones aisladas.
 Según el informe del Observatorio de Violencia de Género sobre la evolución de las denuncias entre 2005 y 2012, el número de mujeres agredidas que denunciaron fue de 656.212, mientras que el total de los hombres denunciados fue de 714.412, lo que indica que 58.200 hombres habían maltratado a más de una mujer.
Los especialistas reclaman ayuda psicológica de larga duración
La abogada Amparo Díaz considera que igual que un pederasta busca en Internet a las víctimas más vulnerables, los maltratadores también tienen tendencia a “elegir” a mujeres desprotegidas, por lo que no es casual que una mujer que ha sido víctima de violencia y no ha recibido apoyo se tope con un agresor reincidente.
 Además, advierte Lorente, el agresor al principio suele ser “muy considerado, muy atento con la mujer”. Esta, a su vez, tiene “la autoestima por los suelos y un déficit emocional”.
“Cuando se encuentran las dos personas la mezcla es terrible”, señala el forense.