Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

17 oct 2013

Mis padres me espían


CARLA FUENTES

No niegue la evidencia
. Sus hijos se manejan infinitamente mejor que usted en Internet
. Da igual que se dedique a la ingeniería informática, ellos se lo llevarán por delante
. Cuestión generacional, de intuición, de ser un nativo digital… llámelo X.
Y dicho esto, permítanos angustiarlo un poco más con la siguiente estadística proveniente de Estados Unidos, pero que sospechamos extrapolable a cualquier país del mundo: tres cuartas partes de los adolescentes esconden a sus padres su conducta digital.
Este dato procede de una encuesta realizada por la compañía estadounidense de seguridad McAfee
. Lo que ocultan los chicos es muy variado, desde visitas a páginas porno hasta conversaciones con desconocidos en chats.
 También las consultas a Google desde el móvil para copiar en un examen.
“Si no puedes con tu enemigo, únete a él”, esa es la filosofía de María Carmona (42), madre de Cristina (13).
 Un día, una amiga le alertó de que su hija hacía muchas fotos con el teléfono que luego “colgaba en algún lugar”.
Así fue como María descubrió Instagram, se abrió una cuenta y supo que la niña tenía más de mil seguidores. “Yo misma no sabía qué hacer, por un lado, 1.000 seguidores es demasiado para una niña de 13 años. Por otro, sus fotos eran buenas, tiene una sensibilidad que yo no quería matar. Así que le propuse que siguiera con Instagram, pero que me dejara acompañarla”.
 Con este acuerdo han firmado una tregua.
 La niña también tiene una cuenta de Facebook que su madre ha asociado a su dirección de email, así que recibe todas las notificaciones de su actividad.
La vida digital de los adolescentes, cada vez más activa y fuera de control, es motivo de grandes conflictos familiares
. Los chicos reclaman su derecho a la intimidad, y los padres… bueno, la mitad de los padres han instalado algún tipo de software para espiar el comportamiento en Internet de sus hijos, y el 44% conoce las contraseñas para acceder a sus cuentas de las redes sociales.
 Solo en Estados Unidos, el 60% de los adultos escudriñan el Facebook de sus hijos (son casi siempre las madres), según una encuesta de la compañía de software de seguridad online AVG Technologies, que entrevistó a 4.400 padres con hijos de entre 14 y 17 años de 11 países
. El 16% de los chicos han tenido que aceptar a uno de sus padres como amigo en Facebook como condición para que les permitieran entrar en la red.
Sin embargo, un rebelde y nada despreciable 35% de los adolescentes simplemente “ignora” la solicitud de amistad de sus padres (Kaplan Test realizado a 2.300 adolescentes).
 Y así están las cosas.
Si nunca fue fácil lidiar con la hormona adolescente, con Internet, el asunto adquiere dimensiones cósmicas y globales. Literalmente.
Una noche, Isabel, madre de Ana, de 15 años, entró al baño mientras su hija se duchaba. Al lado del lavabo, el teléfono con WhatsApp abierto
. Isabel leyó el último mensaje. Alguien animaba a Ana a que encendiera la cámara y lo dejara mirar cómo se duchaba. “Casi me desmayo
. No tengo idea si era un chico del colegio, si era un adulto… encima, como estaba espiándole el teléfono, me tuve que quedar callada.
 Me siento con las manos atadas. Hace dos años le estampé el móvil contra la pared, pero esa estrategia tampoco funciona”
. Hubo un tiempo en el que Isabel tenía las contraseñas de su hija, pero hace un año las cambió. “Ahora, muy a mi pesar, estoy fuera”.

En la mente juvenil

- Facebook es de mayores.
- Se llevan Instagram y Tuenti. Tumblr, entre las chicas, y Pinterest para repinear fotos de moda.
- Lo que más les gusta son los grupos de WhatsApp para chatear con quien esté conectado.
- Los padres motivados los siguen en Facebook
. Los hay que ponen “Me gusta” en todas las fotos (motivados, en la jerga adolescente significa ‘intensos’. “No te motives” es de lo peor que le pueden decir).
- Se puede ser popu (tener muchos “Me gusta” en un post o en una foto) o margi (no tiene amigos ni en Facebook). Populares y marginados, en el lenguaje normal.
- El peor castigo es que les quiten Internet o el móvil.
- Los padres no saben cambiar la clave de la red wifi. Ellos, sí.
A los padres les sobran los motivos para estar inquietos
. Buena parte de la vida de sus hijos transcurre en un terreno que no dominan
. Por primera vez son los chicos los que pueden dar a sus padres herramientas para manejarse con soltura en la vida (digital).
 Sin embargo, los peligros de Internet no son nada virtuales, sino reales y sórdidos.
Y la ado­­lescencia es una edad muy vulnerable.
 Por ejemplo, los adolescentes españoles son los que más usan las salas de chats (de acuerdo con el informe Protégeles, elaborado por Inteco), y un 59,7% ha contactado por esa vía con desconocidos.
Ese mismo estudio, que realizó encuestas a 13.300 chicos de siete países europeos, reveló que los adolescentes españoles están entre los que pasan más tiempo en las redes sociales, el 91% las usa a diario.
En Reino Unido, el asunto ha dejado de ser doméstico y ha saltado al Parlamento, donde la tory Claire Perry ha sugerido cortar toda la actividad digital nocturna de los adolescentes desconectando el router familiar a partir de una hora.
Una de las voces más sosegadas ha sido la de Tamsin Kelly, editora de la web parentdish.co.uk, que señala que la tecnología debe ser considerada parte de la vida familiar, y deben fijarse normas de conducta, “del mismo modo que se tienen reglas para sentarse a la mesa”.
 Kellin, madre de tres hijos, se manifiesta contraria al “nerviosismo histérico” contra las redes sociales, pero es partidaria de no permitir que los chicos se metan en la cama con el ordenador o con el teléfono, y cree que deben tenerse muchas conversaciones en casa sobre los peligros de Internet.
La ansiedad de los padres de la era digital ha creado una pequeña industria especiali­­zada en crear herramientas que permiten rastrear la vida online de los chicos sin que estos lo noten.
 El mercado tiene futuro. Según The New York Times, todas las operadoras de telefonía móvil desarrollan productos espía para padres, y cada mes surgen varias empresas que desarrollan estos softwares.
Si hace unos años se trataba de adquirir un programa para bloquear el ordenador familiar, la llegada de los teléfonos inteligentes y las tabletas ha complicado el espionaje digital, que ahora ha de ser personalizado y a la carta.
 Por ejemplo, Mary Cofield, una fun­­cionaria jubilada, contaba al diario estadounidense que compró la herramienta uKnowKids.com para “espiar” las cuentas de Fa­­ce­­book, Twitter y los SMS de su nieta de 15 años.
 La señora Cofield recibe un informe completo de las actividades de su nieta y notificaciones de alerta cada vez que la chica emplea una palabra “inapropiada”
. El programa le informa qué tuitea la niña, a quién envía SMS y en qué fotos aparece etiquetada en Facebook.
 Además, le ofrece un servicio de traducción de la jerga adolescente al uso que le permite entender que “WUD” significa What are you doing? (¿Qué estás haciendo?).
Una aplicación para iPhone llamada text­­Plus envía una copia a los padres de cada uno de los mensajes que salen del teléfono de su hijo, y MinorMonitor rastrea su cuenta de Facebook y manda alertas a los padres cuando se mencionan asuntos de sexo, drogas o alcohol.
 Compañías de seguridad estadounidenses como Symantec y Trend Micro venden software que detecta cuándo intentan los chicos visitar una página bloqueada, o crean una cuenta nueva en una red social. Algunos padres optan por herramientas que desconectan el router doméstico a partir de determinadas horas de la noche, otros prefieren poner un contador del tiempo que pasan en Internet.
 “Cuando alguna de mis hijas se queja de que no ha tenido tiempo de hacer los deberes, solo necesito decir: ‘¿Miramos cuántas horas has pasado en Facebook esta semana?’”, asegura Silvia, madre de dos adolescentes residentes en Miami.
No obstante, ninguna tecnología de espionaje es capaz de superar la imaginación de un adolescente.
 A veces tienen sus cuentas desactivadas todo el día, excepto por las noches cuando saben que sus padres no están conectados
. Otras veces usan seudónimos, y con mucha frecuencia hablan en códigos para confundir a los padres. Muchos adultos, aun cuando están en posesión de alguna información delicada, no saben qué hacer con ella. Cuando el chico se sabe espiado, los padres intervienen con cierta naturalidad.
Con suerte, las cosas podrían suceder así: “A los dos días de seguir la cuenta de Instagram de Cristina supe cuál era el chico que le gustaba”, cuenta María Cardona, la madre espía en Instagram.
 “Colgaba sus fotos compulsivamente. Lo estaba agobiando, así que decidí intervenir y le pregunté a Cristina si le gustaba
. Ella asintió medio avergonzada, pero yo solo le dije: ‘Esto no se hace así. Te voy a enseñar a conquistarlo”. Y en esas están. P

Chanel también resucita a Marilyn

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Marilyn, siempre fiel a Chanel nº5. Foto: Getty Images
Ni la mejor de las campañas publicitarias ha conseguido lo que a mediados de los años 50 consiguió la gran Marilyn con una única frase “Yo solo unas gotas de Chanel nº5 para dormir”.
 Una inocente declaración que, sin ser una estrategia de marketing empresarial, se convirtió en uno de los mejores lemas hasta nuestros días.
Creada en 1921 por la mismísima Coco como regalo de navidad a sus mejores clientas, la fragancia es uno de los perfumes más vendidos y deseados, por no decir que es el más importante de la historia
. Que la imagen de Marilyn vende es un hecho y la gran maison ha querido recuperar, una vez más, a la popular actriz para la nueva campaña de Chanel Nº5 de este otoño.
Mediante un comunicado, la firma describe a la actriz como “una de las mujeres más deseadas del siglo XX”.
 Tan deseada es que ya ha protagonizado multitud de campañas en los últimos años.
 El afán por resucitar a la actriz lo hemos podido comprobar en la publicidad de Dior, para Sexy Hair, en una colección cápsula de maquillaje para MAC y hasta ha diseñado una línea de moda para Macy’s.
La fragancia nacida con la intención de crear “un perfume que de verdad oliese a mujer” deja a un lado a Brad Pitt, última imagen de la firma, para pasar a la famosa rubia.
 Lo que nos lleva a preguntar, ¿habrá un punto y final en esta obsesión por recuperar la imagen de una actriz que falleció hace más de medio siglo? ¿Qué tiene Marilyn para que nunca pase de moda?

No tienen personalidad.......necesitan un esttilista.....

El artífice del ecléctico estilo Rihanna: si la cantante es musa de diseñadores y referente estético de miles de adolescentes es gracias a Mel Ottenberg,
Él se encarga de vestirla en sus apariciones públicas, el que escoge los modelos de Givenchy y Lanvin de sus giras y el que está detrás de los estilismos de videoclips como We found Love, así que se podría decir que Ottenberg es el culpable de que los crop tops, las bombers o los zapatos creeper se hayan vuelto a poner de moda
. Cuando no está asesorando a la diva de Barbados, se encarga del estilismo de Opening Ceremony, la firma/tienda de moda que marca la pauta de las tendencias.

Sus miles de cambios en el corte y el color de pelo se los debemos, entre otros, a Ursula Stephen, la peluquera favorita de las alfombras rojas.
 Se rumorea que Rihanna le paga 23.000 dólares a la semana, aunque Stephen se encargó de negarlo.


RIHANNA

Foto: Getty
El verdadero ‘novio’ de Taylor Swift: se llama Josehp Cassell, y antes que como estilista, trabajó en la discográfica A&R.
 Cuando le pidieron que se encargara de la imagen de una joven cantante country, ninguno de los dos sabía que su relación acabaría dando sus frutos mediáticos en múltiples giras, alfombras rojas, portadas de discos y campañas publicitarias
. Él es el responsable de que Swift haya superado su etapa de ídolo adolescente y haya evolucionado hacia un estilo más maduro y sofisticado.

“Siempre va dos pasos por delante de mí. Da igual lo que necesite: gafas, zapatos…él tiene varias opciones en mente para estar seguro”, declaraba la cantante en la revista Hollywood Reporter a propósito del nombramiento de Cassell como uno de los estilistas más poderosos de la industria.
taylor swift

Foto: Getty

Entre Mugler y Lady Gaga, Kim Kardashian: su óptica entre el futurismo y la transgresión ochentera le valieron a Nicola Formichetti el puesto de director creativo de Mugler, la dirección de Vogue Hommes Japan y el trabajo como estilista de cabecera de Lady Gaga.
 Ahora se encuentra al frente de Diesel y tiene a otra ilustre cliente en nómina, aunque su estilo tenga poco que ver (a priori) con la transgresora estética de este estilista italojaponés: los looks sin prejuicios con los que Kim Kardashian nos deleitaba durante su embarazo fueron obra de Formichetti.“Kim simboliza la mujer moderna en su día a día.
 Le encantan las cosas muy sexies
. No es modelo y eso me inspira”, declaraba el estilista en la revista InStyle.

Tras el nacimiento de North West, y asesorada por Kanye, Kim quiere quitarse de encima su fama de hortera y ganarse por fin el beneplácito de Anna Wintour. Para ello, ha contratado a los estilistas de Jennifer López y Shakira, Mariel Haenn y Rob Zangardi. Está claro que, antes que refinar su estilo, Kardashian busca subrayar más aún (si cabe) su voluptuosidad.
GAGA

Foto: Getty
El pigmalión de Katy Perry: trabajar con la popstar californiana debe resultar un gran ejercicio de libertad creativa. A Johnny Wujek, su mejor amigo desde hace años y su estilista desde los tiempos de I kissed a girl le gusta trabajar con luces LED, disfraces y tejidos tecnológicos.
 Ha superado tan bien el reto de sorprender a todos con cada aparición pública de la cantante que se le han presentado retos aún más complicados: ha vestido en algunas galas a la siempre desmesurada Nicki Minaj y ejerce como jurado consultor creativo en el programa America’s Next top model.
 Aunque confiesa que su verdadera obra de arte es Katy.
 No es de extrañar, pocos pueden presumir de haber creado una imagen tan divertida como la que posee la cantante.

Detrás de una gran celebrity, hay un gran estilista

Son los artífices del cambio de look de Miley Cyrus o el estudiado estilo de Taylor Swift. Aconsejan a su clientas exactamente qué ponerse para dejarse fotografiar. Son los nombres que manejan los armarios de las estrellas.

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Si hoy todos miramos con lupa qué lleva puesto para pasear a su mascota la joven actriz o la nueva diva del pop de turno es, en parte, gracias a Rachel Zoe
. Esta neoyorkina logró que Lindsay Lohan, Nicole Richie o Mischa Barton acapararan los flashes de los fotógrafos por algo más que por sus escándalos
. Ahora Zoe es una celebridad en sí misma: dueña de una marca de moda de éxito que, por supuesto, lleva su nombre, protagonista de un reality y responsable de dos de los estilismos más recordados de los Oscar: el polémico Prada muestra pezones de Anne Hathaway y el aparatoso Dior que le costó a Jennifer Lawerence un resbalón en plena ceremonia.

Su alumno favorito, Brad Goresky, tiene a Jessica Alba, Christina Ricci o Rashida Jones entre su ecléctica nómina de clientas, pero, como su mentora Zoe, él es su mejor trabajo: modelo de Terry Richardson, con un reality a su nombre (It’s a Brad’s World) y un libro de memorias juveniles con el nada pretencioso título de Born to be Brad.

A estas alturas de la película, casi nadie se cuestiona que el estilo de las famosas más fotografiadas es casi siempre obra de un equipo de profesionales curtidos en revistas de moda o dirección de arte de marcas
. La mayoría, salvo las excepciones anteriormente nombradas, permanecen en la sombra. Algunos buscan posicionar a sus clientas entre las mejor vestidas, como Leslie Fremar con Julianne Moore o Erin Walsh con Kerry Washington.
A otros se les encomienda un reto muy distinto pero igualmente (o más) complejo: lograr que miles de artículos, tweets y comentarios hablen durante semanas de los modelitos de sus jefas. Porque la elegancia gusta, pero la polémica vende.
Los verdaderos ideólogos del concepto Miley: la rentable historia de cómo una ex niña Disney acabó convirtiéndose en una adolescente descarriada tiene como protagonista indiscutible a la estilista Simone Harousche, que ya había demostrado que sabía contar esta historia cuando convirtió a Christina Aguilera en una pin up muy kitsch.
 Suya es la estética de la mayoría de sus videoclips, la portada de octubre de Harper’s Bazaar y, por supuesto, el ¿traje? que lució la cantante en los VMA.
 Ese que combinaba a la perfección con el twerking.

“Todo lo que se puso lo hice yo a mano: el bañador de oso, las creepers y el traje de latex. Miley tuvo la idea y fue genial poder hacerla realidad”, declaraba la orgullosa estilista en la web The Coveteur.

La afición de Miley a la ropa de Marc Jacobs y a las prendas de rejilla se la debe a Lisa Katnic, la estilista que también está detrás de la estética ratchet (algo así como una mezcla entre el hip hop, el raver noventero y las strippers) de Rihanna o Robin Thicke.
Su logro más reciente es haber contribuído a que el vídeo de la canción de Thicke, Blurred Lines, estuviera a la altura de su letra. “No hay nada más sucio que unas bragas y un sujetador blanco”, contaba Katnic en The Cut.

Ahora Miley y su legión de publicistas, conscientes de que deben mantener el listón alto en la era post-twerking, han contratado a una tercera estilista. Haley Wollens, que ha trabajado en la imagen de M.I.A y ha convertido a Drake en uno de los raperos más horteras de los últimos tiempos (y no era una labor fácil).
miley cyrus

Foto: Getty