Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

16 oct 2013

8 libros para leer este otoño/invierno


Otoño

* Otoño de Jon McNaught (Sins Entido). “Hay pocos artistas de cómic más jóvenes que yo con quienes sienta una verdadera afinidad estética, pero el radiante y vibrante Otoño de Jon McNaught es la reivindicación más hermosa que he leído sobre la belleza de estar vivo. Es una joya”. Estas palabras son del gran Chris Ware, autor de libros como Jimmy Corrigan, el chico más listo del mundo o Building Stories, así que no hay nada más que añadir.
 
Collage_Albert
Páginas interiores de 'Albert contra Albert' de Arnau Sanz.

* Albert contra Albert de Arnau Sanz. "Mi padre padece trastorno bipolar.
 Es adicto a la cocaína y al alcohol. Este libro habla sobre él".
 Así termina el prólogo que precede a este conmovedor cómic en el que el dibujante catalán Arnau Sanz, de 29 años, recorre la vida de su progenitor -pasado, presente- y reflexiona sobre la suya -pasado, presente, futuro-.
* Los surcos del azar de Paco Roca (Astiberri). 
 En su última novela gráfica (en librerías, el 29 de noviembre) el autor valenciano reconstruye la historia de unos héroes anónimos y, por tanto, olvidados, de la Segunda Guerra Mundial: los españoles que debieron huir al vencer el fascismo, que tomaron el primer barco para África donde se sumaron a los aliados en la campaña de Túnez contra el Mariscal Rommel y acabaron enrolándose en el ejército recién creado por el General De Gaulle.
 Todos ellos formaron parte de La nueve, una compañía integrada en la segunda división blindada del general Leclerc que viajó a Europa para liberar París de los alemanes.

Collage_Murakami

* Sueño de Haruki Murakami. Ilustrado por Kat Menschik (Libros del Zorro Rojo).
 Ayer llegó a las librerías Los años de peregrinación del chico sin color, la nueva novela del escritor japonés, y pronto lo acompañará Sueño, en la que Murakami cuenta la historia de una mujer que lleva 17 días y 17 noches sin dormir.
 No nota ni una pizca de cansancio, así que por el día finge normalidad y por las noches, mientras su marido y su hijo duermen, ella devora libros o recorre la ciudad sin rumbo fijo. 
A propósito de las ilustraciones de Menschik -que ha dibujado otro libro del autor, The Mysterious Library-, Murakami ha escrito: 
"Las imágenes de Kat Menschik son de verdad diferentes y únicas. Es precisamente ese sentido de otredad el que como autor quiero evocar en mis lectores".
 * Tres mujeres de Sylvia Plath. Ilustrado por Anuska Allepuz (Nórdica Libros). Este poema a tres voces en torno a la maternidad de Sylvia Plath -este año se conmemora el 50 aniversario de su muerte- es el compañero de estantería ideal de otra joya poética e ilustrada como El viento comenzó a mecer la hierba de Emily Dickison.
* Piscina Molitor. La vida swing de Boris Vian de Christian Cailleaux y Hervé Bourhis (Impedimenta).
 El 23 de junio de 1959 el corazón de Boris Vian dejó de latir al poco de comenzar la proyección de la adaptación cinematográfica de su novela Escupiré sobre vuestra tumba
Como de costumbre, esa mañana había ido a la piscina donde practicaba apnea por prescripción médica: así ejercitaba su corazón y luchaba contra la dolencia cardíaca que siempre había condicionado su vida.
 Esa piscina sirve de punto de partida a Christian Cailleaux y Hervé Bourhis para resumir/repasar la vida del polifacétivo Vian: ingeniero especializado en metalurgia, músico, escritor, traductor, “especialista en América que nunca la ha pisado”…
 La biografía empieza y termina ese día de junio: entre esa mañana ordinaria y su última noche, continuos saltos temporales recorren los momentos más importantes de la vida del francés: el asesinato de su padre, la publicación de su primera novela en Gallimard, el escándalo de Escupiré sobre vuestra tumba, la muerte de su padre…

Collage_Nara

En su primer libro para niños, el artista japonés  cuenta la historia de un perro tan grande, tan grande que nadie se fijaba en él. A excepción, claro está, de esa niña singular y dulce niña que aparece continuamente en la obra de Nara.
* El pájaro enjaulado de Vincent Van Gogh. Ilustrado por Javier Zabala (Edelvives).
 Así se sentía Van Gogh, como un pájaro enjaulado e incomprendido: su entorno le reprochaba que no le faltaba nada. Este libro, ilustrado por Javier Zabala, parte de una carta que el pintor holandés le envió a su hermano Theo -su relación quedó documentada en una abultada correspondencia-.
 En ella, Van Gogh recurría a la parábola para describir cuál era su estado de ánimo.  

Hollywood fuera de cámara

La Térmica exhibe en Málaga una selección de fotografías de Sid Avery sobre estrellas de la época dorada del cine.

Liz Taylor en una de la instantáneas que puede verse en Málaga. / sid avery

Su mirada se convirtió en la mirada indiscreta de todo un país.
 Un país, Estados Unidos, que sucumbía a los encantos de las grandes estrellas del celuloide, una especie de realeza en blanco y negro que se había convertido en el espejo en el que mirarse. Eran los felices años 50, cuando el gigante americano asistía a una revolución cultural impulsada por el rápido desarrollo industrial posterior a la Segunda Guerra Mundial y el consecuente fenómeno de consumismo.
Sid Avery (Ohio, 1918, Los Ángeles, 2002) no solo fotografió a lo más selecto de Hollywood, sino que fue tal su cercanía con las estrellas de los grandes estudios cinematográficos que lo hizo mientras estos se desenvolvían en sus quehaceres domésticos, sus fiestas privadas, sus viajes o en sus más rutinarias tareas como ciudadanos de a pie.
Entre 1946 y 1961 Sid Avery disparó unas 350.000 instantáneas, muchas de las cuales dieron forma a Sid Avery: The art of Hollywood snapshot, un libro en el que la mirada de Avery atrapa esos instantes en los que el actor deja de ser estrella y se convierte en padre, hermano, madre o hijo.
Imágenes que ahora llegan a Málaga gracias a Esplendor en Hollywood, una muestra que hasta el próximo 7 de enero reúne en el centro cultural de La Térmica una selección de 25 fotografías de Avery que por primera vez se exhiben en Europa.
Steve Mcqueen en una de las imágenes de la muestra. / sid avery
Fotos en las que se puede ver a Paul Newman con pantalones cortos y calcetines blancos mientras fríe un huevo en su cocina en presencia de su inseparable mujer, Joanne Woodward
. A la apabullante Liz Taylor tomando el sol en el rodaje de Gigante; o cómo Rock Hudson atiende el teléfono al salir de la ducha, con una toalla a la cintura. También captó al impenetrable Humphrey Bogart leer junto a la chimenea un cuento a su hijo Stephen, con su mujer, Lauren Bacall, observando la escena y sus tres perros bóxer dormitando en el suelo…
“Su objetivo eran las estrellas de Hollywood, pero al contrario de los paparazzi, él no las veía de lejos y apretaba el percutor como un loco esperando que el dios de la fotografía le concediera un buen plano. No, a Avery le abrían la puerta de casa, le ponían la alfombra y le preparaban un martini. Mientras los demás fotógrafos se las veían y deseaban para conseguir una sesión en condiciones, los titanes de los grandes estudios se pasaban el teléfono de este gentleman que se convertiría en el mejor retratista de la historia de Hollywood”, explica Toni García, comisario de la exposición.
En aquel ambiente de absoluta libertad, el fotógrafo dejó centenares de imágenes para la posteridad: Gregory Peck poniendo un disco en su casa; Steve McQueen charlando con Anthony Perkins en el rodaje de Psicosis; Debbie Reynolds jugando con sus hijos; Kim Novak, relajada, con una taza de café en las manos; Marlon Brando tramando algo, con unos bongos apoyados en sus piernas... Uno de sus trabajos más célebres fue la foto de Ocean’s eleven (1960), donde aparecían Sinatra, Miles Davis y Dean Martin frente a una mesa de billar junto al resto de cómplices. Pocos meses después de disparar aquella imagen Avery se retiraría.“Si eras alguien en Hollywood el objetivo de Avery te inmortalizaría tarde o temprano”, concluye el comisario.

 

DIRECTO | Estados Unidos, a menos de 15 horas de la suspensión de pagos


Legisladores de EE UU intentan cerrar un acuerdo de última hora en el Capitolio. / M. REYNOLDS (EFE)

Dos semanas después de que comenzara el cierre de la administración y a menos de 15 horas de la amenaza de la suspensión de pagos, Estados Unidos amanece este miércoles pendiente de una votación en el Congreso que evite una situación sin precedentes y con consecuencias para la economía global.
 De no producirse el acuerdo entre demócratas y republicanos, el Departamento del Tesoro estima que a partir de la media noche se habrán agotado los fondos federales para pagar la deuda del país.
Este martes fracasó la última propuesta de la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana ni siquiera redactó un borrador de legislación que hubiera reabierto el gobierno y elevado el techo de la deuda. Hoy miércoles la esperanza está en el Senado.
 Allí, el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, y el de la minoría republicana, Mitch McConnell, están más cerca de sellar un pacto para someterlo a votación a lo largo del día. Ese acuerdo debería ser ratificado después por la Cámara, lo que puede retrasar una resolución hasta mañana jueves.
El presidente se encuentra en Washington a la espera de una solución en el Congreso. Obama se reunirá esta tarde con el secretario del Tesoro, Jack Lew, quien ya ha advertido de las consecuencias que puede tener la suspensión de pagos en la economía estadounidense
. De momento, la agencia de calificación Fitch ha advertido que bajará la nota de EE UU si no hay un acuerdo.
Las conversaciones, muy similares a las que pusieron a EE UU al borde de la suspensión de pagos en el verano de 2011 y diciembre de 2012, giran en torno al límite de endeudamiento del gobierno federal, el presupuesto -el Congreso no ha aprobado ninguno de los propuestos por Obama desde que llegara a la Casa Blanca- y la financiación de determinados programas sociales.
En esta última ronda de negociaciones, la facción más conservadora del Partido Republicano, el Tea Party, ha logrado condicionar cualquier pacto a que se aprueben cambios en diversas leyes afectadas por la reforma sanitaria, conocida ya como Obamacare.
El presidente se ha negado hasta ahora a negociar cualquier propuesta que incluya estos cambios, forzando a los legisladores a buscar otras soluciones.
Se espera que el Senado comience su sesión este miércoles a partir del mediodía, mientras que la Cámara de Representantes se reunirá a las 10, hora local en Washington.

Lo que nos faltaba: el bosón de Higgs







El bosón es la 'pistola humeante' del mecanismo de Brut-Englert-Higgs

El cosmos o la investigación no se acaban, queda camino que andar.

Englert (izquierda) y Higgs en el CERN, el 4 de julio de 2012. / d. b. (reuters)

De ningún Nobel de Física se ha escrito tanto —antes, durante o después del parto— como este año
. Los galardonados, el belga François Englert y el británico Peter Higgs, son muy distintos, uno con su permanente sonrisa de diablillo, el otro con cara de sabio despistado diciendo “¡que no fui yo, no fui…!”. Se conocieron el 4 de julio de 2012, cuando en el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas) se anunció el descubrimiento del bosón de Higgs, con medio siglo de retraso respecto a la publicación del ahora premiado mecanismo de Brout, Englert y Higgs (BEH) y tras la muerte del primero.
Las partículas elementales son las que, si tienen partes, no lo sabemos.
 Son tan sencillas que sus propiedades, como la carga eléctrica de cada una, se pueden contar con pocos dedos
. En sus carnés de identidad figura otra propiedad crucial: la masa.
El mecanismo BEH explica cómo aquellas que tienen masa, la adquieren.
Muchos pedantes critican la afirmación de que el mecanismo BEH explica el origen de la masa, porque la masa de mi querida lectora no es la suma de las de los quarks (up y down) y electrones que la constituyen. De modo semejante, la masa de un átomo de hidrógeno no es la suma de la de su núcleo (un protón, hecho de tres quarks) y su electrón: la energía que los liga también contribuye.
 De ahí que subrayara elementales.
Un concepto básico en nuestro entendimiento de lo que son las cosas es el de campo.
No solo el Camp Nou o el Bernabéu, sino campos de los que, también queramos o no, somos conscientes, como el campo gravitacional de la Tierra. Incluso con los ojos cerrados sabemos que hay una substancia invisible —el citado campo— que nos mantiene atados al suelo
. Otro campo que podemos experimentar es el electromagnético.
 Hace que se nos pongan los pelos de punta peinándolos cuando están secos.
 Sus vibraciones son partículas elementales, los fotones de la luz que vemos y de las ondas de radio o los rayos X que podemos, con los artilugios adecuados, detectar.
El mecanismo de BEH generaría espontáneamente y por doquier un valor no nulo de otro campo fundamental: el campo de Higgs (y ahora, oficialmente, de B&E).
 A diferencia de otros, este campo sería uniforme y constante en todo el universo.
 Aun si pudiese sustraerle toda la materia y radiación que contiene, el universo no estaría vacío.
¿Cómo funcionan las cosas? Una partícula cargada, como el electrón, puede emitir o absorber fotones
. La magnitud con la que esto sucede es la medida del valor de su carga eléctrica.
 Si el fotón emitido por un electrón es absorbido por otro, el proceso es una interacción (un choque a distancia) entre los dos electrones.
 La emisión o absorción de un fotón es una interacción local: ha lugar en un punto determinado del espacio-tiempo.
Dada la incorporación del mecanismo BEH al llamado Modelo Estándar de las partículas conocidas, aquellas que tienen masa la adquieren al interaccionar localmente, más o menos intensamente, con el campo de Higgs que uniformemente permea el universo
. El modelo protege algunas partículas, como el fotón, del riesgo de engordar: para ellas el vacío —que no lo está— es transparente y no adquieren masa.
 Los símiles que describen estos fenómenos (peces flacos o gordos en el agua, etcétera) son divertidos, pero inaceptables para un tribunal suficientemente puntilloso.
Como todo campo fundamental, el campo de BEH puede hacerse vibrar y sus vibraciones son partículas elementales: bosones de Higgs.
Su masa es tan grande (unas 135 veces la de un protón) que su creación ha requerido la elevada energía del colisionador LHC del CERN y su descubrimiento, la precisión de la teoría de cómo se producen y casi inmediatamente se desintegran, así como la maravilla tecnológica que son los detectores Atlas y CMS que lo encontraron
. El bosón es la pistola humeante del mecanismo de Brout, Englert y Higgs, que los dos primeros ni mencionaron en su artículo, “por ser evidente”, Englert dixit.
No sabemos por qué las masas de las partículas tienen los valores precisos que tienen, ni si la masa de los neutrinos se genera por un mecanismo tan sencillo como el de BEH
. Tampoco sabemos hasta qué punto el bosón es elemental, no se han medido todas sus interacciones y no tenemos ni idea de por qué su masa es la que es.
 Su valor, en el modelo estándar, implica que el universo es —o casi es— inestable: habría otro estado más abajo al que podría catastróficamente caerse.
Nuestro universo, aun si es inestable, tendría una probabilidad elevadísima de vivir mucho más de lo que ya lo ha hecho
. Con el descubrimiento del afamado bosón queda completado el modelo estándar, pero el cosmos o la investigación no se acaban, queda camino que andar.
 Este modelo explica a fondo el comportamiento de la materia, la radiación, las estrellas, la química y hasta la vida
. Aunque algunos aspectos de la última, como la política científica del Gobierno, eludan todo entendimiento racional.
Álvaro de Rújula es físico teórico del CERN y del Instituto de Física Teórica (CSIC-UAM).

 

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