Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

12 oct 2013

Cuando se casan los ricos............


María Colonques al llegar al templo acompañada de su padre. / Ángel Sánchez

La boda de María Colonques, hija del presidente del grupo multinacional Porcelanosa, Manuel Colonques, con su novio de hace dos años, el farmacéutico de Castellón Andrés Benet ha sido el mayor evento en años que se haya vivido en la ciudad de Vila-real, de poco más de 50.000 habitantes y con pocos sobresaltos más allá de los partidos de su equipo de Primera División.
 Una hora antes del inicio de la celebración religiosa una multitud se agolpaba frente a una iglesia arciprestal con unos accesos reducidos para un evento de tal calibre.
 El reclamo era totalmente extraordinario. La duquesa de Alba y Alfonso Díez, Isabel Preysler, Tamara Falcó, Julio Iglesias Jr., José María Manzanares, Curro Romero, Carlos Baute, Amaia Salamanca… fueron parte de los invitados couché a la gran boda del año en Vila-real. “Desde hace semanas que no se habla de otra cosa”, decía una de las vecinas.
 Las personalidades de la prensa rosa se mezclaron con el mundo empresarial de la provincia de Castellón.
La novia llegó acompañada de su padre con más de media hora de retraso (el paseíllo por la alfombra roja instalada para la ocasión se prolongó más de lo previsto) con un vistoso y brillante diseño exclusivo del libanés Elie Saab en color crudo
. A esa hora, la retahíla de personalidades ya casi había saciado su sed de famosos.
Los duques de Alba, a su llegada a la boda. / EFE
Unos de los primeros en llegar fueron Curro Romero y Carmen Tello.
 Pero fue la presencia del torero Cayetano Rivera, que acudió solo, lo que acabó de provocar el mayor griterío.
La duquesa de Alba llevaba ya un día en la localidad, pero la expectación fue máxima.
 Apareció en la puerta de la arciprestal acompañada por su marido, Alfonso Díez. La madre de la novia salió para recibirla y acompañarla durante la entrada al templo.
La representación de la familia Preysler fue de las últimas en pisar la alfombra.
 Isabel, que lleva años siendo imagen de la marca Porcelanosa, llegó acompañada por su hija Tamara Falcó. La amistad trabada durante estos años con la familia Colonques saltó a la vista con un sentido saludo a la madre.
Isabel Preysler con su hija Tamara Falcó. / EFE
María Colonques y Andrés Benet, que se conocieron al ser presentados por unos amigos comunes, se prometieron hace casi un año.
 A ella se la conoce como la heredera de Porcelanosa
. Sus constantes apariciones en público, como parte de su trabajo dentro del grupo, le han valido para recibir el calificativo. María estudió Diseño de Interiores en Barcelona, reside en Vila-real (las vecinas hablaban de ello con orgullo) y desde hace más de diez años que trabaja en el imperio cerámico.
 Él, menos conocido.
 La farmacia en la que trabaja colgó ayer el cartel de ‘cerrado por acontecimiento familiar’.
El enlace matrimonial congregó a unos 650 invitados.
 Tras la celebración religiosa, todos ellos se trasladaron hasta Valencia, al Palau de les Arts Reina Sofía.

Porque ella lo vale :La selecta lista de invitados a la boda de María Colonques

La hija de su presidente de Porcelanosa, Manuel Colonques, ha contraído matrimonio con Andrés Benet, en Villarreal (Castellón)

Villarreal se ha vestido con sus mejores galas para celebrar por todo lo alto el que, sin duda, será el acontecimiento social de la temporada: la boda de María Colonques y Andrés Benet.
 Tras más de dos años de relación, la hija del presidente del grupo multinacional Porcelanosa, Manuel Colonques, y su novio, licenciado en Farmacia y diplomado en nutrición y dietética por la Universitad de Valencia, han decidido dar el gran paso y darse el 'sí, quiero' en una ceremonia religiosa que ha tenido lugar en la iglesia arciprestal de Villarreal, en Castellón.

Los invitados, que han formado una lista de lo más selecta, han ido llegando poco a poco y han ido desfilando por una alfombra roja que se ha instalado en los accesos al templo, donde los vecinos se han colocado para coger el mejor sitio y no perderse ni un sólo detalle de los vestidos, trajes y complementos que han elegido para este día tan señalado.
Me facisna ver a una España empobrecida con gente de este Pais haciendo esta ostentación de su riqueza...

Francisco Rivera: 'Estoy cansado, quemado y dolido'

Francisco Rivera ha hablado y lo ha hecho en exclusiva para hola.com. "Cansado, dolido y quemado" el extorero ha decidido aclarar algunos puntos sobre las acusaciones que se han vertido sobre él durante los últimos tiempos.
 Recién aterrizado de su luna de miel con Lourdes Montes, Francisco aprovecha para desmentir lo dicho por su hermano Kiko Rivera en torno a la invitación de su boda.  
"El sabía perfectamente que estaba invitado. Si mi hermano y yo tenemos un problema quienes lo sufrimos somos él y yo".

El extorero también habla sobre su boda con Lourdes y aquellos que quisieron estropearla, señalando que su enlace ha sido lo más maravilloso de su vida
. Más dolido por todo lo que se ha dicho sobre su familia, que sobre lo que se ha dicho de él, Francisco también aprovecha la ocasión para comentar todas las barbaridades que se han dicho sobre su madre, su padre, y sobre sus seres queridos
. Orgulloso de ser hijo de quien es, Francisco no duda en hablar sobre la Casa de Alba, a la que respeta y tiene mucho cariño y sobre la custodia de su hija, Cayetana, de la que asegura poder cuidar de la misma manera que Eugenia.
Unas sinceras declaraciones de Francisco que podrás escuchar a continuación en esta serie de vídeos.

Los investigadores dudan ahora de que Asunta muriera por asfixia

Los análisis de criminalística confirman la mancha de semen en la camiseta de la pequeña

La aparición del esperma es, según fuentes de la investigación, “una pieza más en el puzzle”

 

Los padres de Asunta tras el registro de su casa / EFE

Los análisis del laboratorio de Criminalística llegaron este viernes, casi tres semanas después del homicidio, a manos de los agentes de la Guardia Civil que investigan la muerte de Asunta, la niña de 12 años cuyo cadáver apareció en una pista forestal de Teo (A Coruña) en la madrugada del 22 de septiembre.
 Con ellos en la mano, cobra cada vez más fuerza la que se ha convertido en hipótesis principal de los policías judiciales responsables del caso: que la menor no muriese por asfixia, sino por la ingesta masiva de fármacos, suministrados por sus progenitores de forma habitual desde hacía tiempo. La otra línea de investigación, hoy por hoy menos consolidada, que se basaba en los datos iniciales de la autopsia (provisionales a la espera de las pruebas toxicológicas) planteaba la posibilidad de que la cría fuese asesinada, provocándole una muerte por sofocación con una almohada, un peluche o algo semejante. Varios de los objetos susceptibles de haber sido usados con ese fin se llevaron tras los registros en las viviendas familiares de Santiago a Madrid, para rastrear posibles restos de saliva.
Entre los informes que este viernes llegaron de vuelta desde el departamento de ADN, aparece la confirmación de que las manchas de fluidos biológicos detectadas con luz ultravioleta en la ropa de Asunta corresponden a diferentes personas, e incluyen, en la variedad de perfiles, el sudor que la pequeña.
 Las pruebas demuestran además que alguna de las manchas de la camiseta de la niña es de semen. En concreto, el flujo identificado como esperma se localizó sobre la zona de la ropa del pecho izquierdo. No obstante, fuentes de la investigación recuerdan que lo que se está aclarando “es un asesinato, no una violación”, y que el forense confirmó el primer día que el cadáver no presentaba signos de violencia sexual. La aparición del rastro de esperma representa, según otras fuentes del caso, “una pieza más en el puzzle”, pero “no desvirtúa la historia principal”. Si cabe, siguen, “la puede hacer más sórdida”, y abre una nueva línea porque ahora hay que saber a quién pertenece ese semen y por qué llegó a la prenda. Cabe la posibilidad de que se produjese una transferencia o contaminación accidental, que el fluido estuviese en la tierra o que alguien tocase el cadáver con la mano sucia. Según informó Europa Press, el ADN del esperma no coincide con el del entorno más próximo de la cría.

Los investigadores siguen enfocando sus sospechas en la madre y el padre de la niña. Sitúan la muerte en la casa de campo de Teo, y según el juez, la progenitora estaba presente en el momento del óbito. Pero todavía quedan muchas incógnitas por despejar, como la manera en que el cuerpo fue llevado en coche hasta el camino cercano.
 El cadáver, según los últimos datos obtenidos, no fue arrastrado, sino llevado en brazos y posado “como se acostaría a una hija”, explican estas fuentes.
 En la báscula de la prisión de Teixeiro (A Coruña), la madre, Rosario Porto, pesó 46 kilos. Difícilmente podría levantar a la cría, de 42, y 1,55 metros de altura.
La analítica sanguínea de la niña reveló hace ya días que había recibido una dosis letal de ansiolítico, en concreto del principio activo lorazepam, cuyo nombre comercial más conocido es el Orfidal.
La sangre de la cría contenía 0,68 microgramos de este psicofármaco por mililitro de sangre, una cantidad que por sí misma provoca la muerte.
 Médicos consultados por este diario explican que la sobredosis de lorazepam propicia una muerte lenta, indolora, incolvulsa y en pleno sueño.
 El medicamento deprime el nivel de conciencia hasta que la ventilación pulmonar deja de ser efectiva: el individuo respira cada vez más débilmente y en consecuencia va aumentando la proporción de dióxido de carbono, que termina ganándole la batalla al oxígeno.
 El aire saturado de dióxido de carbono es “incompatible con la vida” y termina causando una parada respiratoria para después devenir en parada cardíaca.
Con una dosis tan alta de lorazepam “se produce una insuficiencia respiratoria por hipoventilación”, explica un médico de Urgencias habituado a encontrarse esta situación en suicidas.
“En ese estado a los pacientes no se les despierta, sino que se les suministra oxígeno” para recuperar la normalidad pulmonar y salvarles la vida.
 La investigación que dirige el magistrado Vázquez Taín ha confirmado que el suministro de ansiolíticos a la niña era muy habitual. Asunta Basterra Porto llevaba, al menos, meses recibiendo gran cantidad de comprimidos.
 En estas últimas semanas trascendieron varios episodios relacionados con esta práctica: el 16 de julio, dos profesoras contaron que la niña llegó fuertemente mareada, sin poder tenerse el pie, a la clase particular de música.
 Tres días antes de la muerte de la menor, que se estima en torno a las siete de la tarde del sábado 21, la madre excusó por mensaje su asistencia tanto al instituto como al gimnasio donde practicaba ballet. Según este aviso de Porto, imputada por homicidio y en prisión sin fianza (una situación que ratificó la Audiencia Provincial de A Coruña), la cría había tomado pastillas y estaba “KO”.
Según explica a EL PAÍS el psiquiatra forense y toxicólogo José Cabrera, “no existen analíticas científicas que se puedan usar como referencia respecto a niveles tóxicos de lorazepam en sangre de niños de 12 años o menores” (este medicamento está explícitamente contraindicado hasta esa edad).
“Los casos de niveles tóxicos de lorazepam en sangre conocidos van desde 0,10 a 0,60 microgramos por mililitro de sangre en adultos de 80 kilos de peso tras ingestas de entre 100 y 120 miligramos de fármaco”, es decir “cuatro o cinco cajas de este medicamento”, porque cada una trae 25 comprimidos de un gramo.
En el caso de Asunta, sigue aclarando Cabrera, “por ser niña, asiática [fue adoptada con un año de edad, y su raza metaboliza más lentamente estas sustancias] y pesar 42 kilos, si los niveles fueron de 0,68, pudo haber llegado a ese nivel con aproximadamente la mitad de lorazepam que un adulto”.
 “Si tenemos en cuenta que los comprimidos de lorazepam son muy pequeños y la pulverización de una caja llenaría apenas un dedal”, describe Cabrera, “es factible que la cantidad de polvo de dos cajas fuera una cantidad fácilmente manejable y mezclable con cualquier alimento”.
El toxicólogo apunta para concluir un dato más: el lorazepam en comprimidos “se asocia a lactosa [como excipiente] por lo que no tiene un sabor amargo o desagradable”.