11 oct 2013
No hay diques para tanto mar
“¡Esto hay que pararlo! ¡Esto hay que pararlo!”. La alcaldesa de la isla italiana de Lampedusa, Giusi Nicolini, desesperada ante la llegada a sus costas de bolsas llenas de cadáveres de inmigrantes, no encuentra consuelo
. Nueve días han pasado y más allá de condenas y lamentos no hay sobre la mesa soluciones capaces de salvar vidas y poner orden en la gestión de los flujos migratorios
. En parte, porque no hay una receta única y mágica. Pero, también, porque lejos de exigir soluciones, los electorados sintonizan cada vez con mayor facilidad con los discursos antiinmigración que han encumbrado a partidos extremistas en toda Europa en tiempos de crisis.
Por un lado están aquellos que exigen fronteras herméticamente cerradas, por otro los que solicitan mayor apertura tanto para refugiados políticos como para inmigrantes económicos. En lo único que hay un verdadero consenso es en que las barreras físicas no bastan. Que el actual modelo no funciona. Y que, como dice Nicolini, algo hay que hacer.
El dilema que los más de 300 muertos de Lampedusa ha reavivado con brutalidad persigue a los países desarrollados desde hace décadas. No es sencillo, porque en la inmigración se cruzan caminos infinitos. Los conflictos armados, la desigualdad, la solidaridad internacional. Casi nada. Son grandes temas a resolver a largo plazo. En el corto, urge parar la sangría y encontrar un modelo que permita ordenar el tránsito de personas y que ofrezca salidas tanto para las sociedades empobrecidas como para las envejecidas y faltas de mano de obra.
De momento, la experiencia acumulada no ha bastado para aliviar la situación. Al contrario. Las cifras de muertos no dejan de crecer, mientras que las proyecciones de flujos de desplazados de conflictos como el sirio alertan de un serio agravamiento de la situación. “Si nos fijamos en los acontecimientos históricos en el mundo árabe, la Unión Europea necesita acometer cambios profundos en sus políticas con sus vecinos del Mediterráneo”, reconocía hace meses en Harvard la propia Cecilia Malmström, comisaria europea de Interior.
¿Ha llegado el momento de un cambio radical de las políticas migratorias? Es una de las preguntas que cobran nueva fuerza después de Lampedusa. ¿Ha llegado la hora de abrir las fronteras a las personas y no solo a las mercancías y a la tecnología? O al revés. ¿Es Lampedusa la señal definitiva de que ha llegado el momento de cerrar a cal y canto las fronteras para eliminar expectativas y evitar lo que algunos llaman efecto llamada? ¿O cuánto debe restringirse el flujo para preservar la cohesión social y el progreso económico en tiempos de crisis?
Mientras que las mercancías y las empresas circulan con creciente fluidez en el mundo global, las personas no son capaces de traspasar las barreras de los Estados-nación. Los muros, las patrullas marítimas y los controles fronterizos crecen en altura y densidad, pero no consiguen disuadir a los indocumentados. Tampoco logran impedir la muerte de las decenas de miles de personas que tratan de alcanzar las costas. Para algunos expertos, el efecto es justo el contrario. “
La situación actual es inhumana. Centrarse en el control físico de las fronteras y en las barreras no resolverá el problema. Es fundamental comprender que la violencia y la guerra no van a desaparecer y que la gente va a seguir intentando escapar. Cuanto más se cierren las fronteras, más peligrosas resultarán las vías clandestinas. Por eso, yo creo que el planteamiento actual solo contribuye a poner más vidas en peligro”, sostiene Nicolas Beger, director de Amnistía Internacional en Europa. Hasta ahí, lo que según Beger no se debe hacer. Pero, ¿qué es lo que sí se puede y debe hacer? “Para empezar, cada país debe responsabilizarse de una cuota justa de inmigrantes en relación con su tamaño. Las disparidades entre unos países y otros son descomunales”.
Para Vittorio Longhi, lo que está sucediendo ante las costas europeas cobra dimensiones bélicas. Autor de un libro titulado La guerra de la inmigración. Un movimiento global contra la discriminación y la explotación, cree que las cifras de inmigrantes muertos bien podrían ser las de una guerra, y piensa que “esto no funciona”. “Por pretender que no existe, el problema no va a desaparecer. No hacen falta 200 muertos para darse cuenta. Un solo cadáver debería bastar para reconocer que algo va mal”, afirma.
En los últimos 20 años, al menos 20.000 personas han muerto en el Mediterráneo.
Qué hacer es evidentemente la clave del asunto que nos ocupa.
Puede que las desigualdades y la guerra siempre vayan a existir y que no vaya a faltar gente dispuesta a jugársela en busca de un futuro mejor. Hay que decidir, pues, quién entra y cómo lo hace y, sobre todo, evitar que se maten por el camino. Son casi testimoniales los entendidos que defienden la apertura total de fronteras y la soberanía de los Estados para decidir quién entra y quién sale del país apenas se cuestiona.
Longhi sí opina, sin embargo, que entre una posición y otra hay mucho margen para mejorar. Que parte del problema se solventaría si se amplían los canales de emigración legal —ya sea ampliando los sectores laborales o a través de un mayor número en sectores ya existentes—, algo en lo que coinciden no pocos expertos.
“Hay que adecuar la demanda migratoria a las necesidades reales de los mercados laborales. Las cuotas de entrada podrían ser mayores en muchos países. La prueba es que los inmigrantes sin papeles encuentran empleo —ilegal y en condiciones terribles—, pero lo encuentran porque hay trabajo. El problema es que el debate migratorio ha estado dominado tradicionalmente por la propaganda y la xenofobia
. No es un debate sereno en el que se tenga en cuenta, por ejemplo, la aportación de los inmigrantes a la economía.
Los políticos a menudo se limitan a tratar de demostrar a los votantes que hacen todo lo posible por evitar la entrada masiva de inmigrantes”.
Uno de esos políticos es Philip Claeys, europarlamentario del Vlaams Belang, partido de la extrema derecha belga, que, como muchas otras formaciones de la UE, ha forjado su identidad en el cierre de fronteras y el rechazo al inmigrante. Piensa que a los europeos les preocupa mucho este tema y que el problema es que “durante años se ha tratado como un tabú político”.
“La gente está harta. Los inmigrantes vienen de manera ilegal y se benefician de los servicios sociales. Inscriben a sus hijos en las escuelas, utilizan los hospitales y no se integran. No queremos más guetos en Europa”, dice Claeys, para quien la solución es relativamente fácil. “Mire, los sin papeles vienen a Europa porque en el fondo saben que hay una cierta posibilidad de que acaben entrando. Muchos países de la UE son demasiado laxos y acaban permitiendo la entrada de gente que no son refugiados políticos. Si supieran que no tienen ninguna posibilidad de entrar, no se tirarían al mar”, dice este hombre que recientemente ha visitado Algeciras y Motril y que muestra su asombro por el, a su juicio, abultado número de indocumentados que consiguen quedarse en España. Claeys, como la alcaldesa, también clama que “¡esto tiene que acabar!, ¡hay que hacer algo!”.
Puede que Claeys represente a un segmento extremo del arco político europeo. Pero sus ideas y las de partidos como el suyo llevan años calando como una lluvia fina en el resto de formaciones, que ven cómo sus votantes se dejan seducir por el discurso antiinmigración.
Elizabeth Collet, directora para Europa del Migration Policy Institute, estima que cunde un nerviosismo generalizado azuzado por las crisis financieras. “Las percepciones son clave en este asunto. Cuando a la gente se le pregunta en encuestas qué porcentaje de inmigrantes hay en su país, invariablemente dan un número mucho más elevado del real”. Collet es de las que piensa, sin embargo, que las tornas pueden cambiar. Que “las fronteras son un concepto en evolución continúa. Que hace 40 años nadie pensaba que en la zona Schengen la gente pudiera viajar sin pasaporte y que países como México o Turquía pasarían a ser receptores de inmigrantes”.
Y se atreve incluso a hacer proyecciones de futuro. “Los cambios demográficos de los próximos 20 años serán cruciales.
Habrá que ver el impacto del ascenso económico de Asia, si se convierte en un imán para emigrantes. Tal vez los europeos caigamos en la cuenta en poco tiempo de que en el fondo ni siquiera resultemos tan atractivos para los inmigrantes como nos creemos”.
Más allá de las grandes cuestiones filosóficas, si se cumplieran las leyes existentes y se modificaran ligeramente otras, la mejora sería sustancial, defiende Judith Sunderland, investigadora de Human Rights Watch para Europa Occidental. “El derecho internacional del mar no se está cumpliendo. La obligación de socorro se interpreta de manera restrictiva y hay países como Italia en los que se penaliza a los patrones que ayudan o se les pone trabas para que desembarquen a los náufragos”.
Otro de los pequeños cambios con una potencial gran repercusión es, según Sunderland, la mejora de la reunificación familiar. Muchos de los que se suben a las pateras son familiares de inmigrantes con papeles que en teoría tendrían derecho a emigrar, pero que, en la práctica, les resulta casi imposible hacerlo por medios legales. “En determinados países se les pide una vivienda, nómina, seguros…”.
Luego están las leyes de asilo. Existe un cierto consenso acerca de la necesidad de garantizar a los que huyen de la guerra y las persecuciones un refugio seguro
. El problema es que ni siquiera la seguridad de esas personas está resuelta.
El acuerdo de Dublín II obliga a las demandantes de asilo a hacerlo cuando físicamente estén en el país de acogida. Son legión los refugiados que se tiran al mar para alcanzar unas costas en las que pedir asilo. Es lo que los expertos llaman “flujos mixtos”, que viajan en pateras en las que conviven todo tipo de personas desesperadas; solo que la desesperación de algunos tiene más reconocimiento legal que la de otros. Algunos expertos defienden la necesidad de abrir oficinas en los países de origen para tramitar las solicitudes de asilo.
Y, por último, está el debate de la importancia de ir a las causas del problema
. Hace años que Gobiernos e instituciones cayeron en la cuenta de que la mejor manera de evitar que la gente tenga que emigrar es invertir en el desarrollo de los países de origen y evitar así que tengan que huir. Sostienen los que creen que los esfuerzos deben centrarse en esta vía que, en realidad, la tendencia natural de las personas es la de vivir en su país, donde tienen a su familia y conocen el idioma; que deciden emigrar, sobre todo, por necesidad. “Pero, claro, esos son proyectos a largo plazo.
Los países no se cambian de un día para otro”, explica Sunderland. La ayuda financiera, además, resulta con frecuencia insuficiente en ausencia de cambios políticos en los países de origen.
Volker Turk, director de Protección Internacional de la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados, repasa desde Washington el abanico de propuestas y medidas que como primera medida puedan ayudar a salvar vidas. Duda por ejemplo de la viabilidad de la propuesta de que se abran oficinas de la ONU en los países de origen de los demandantes de asilo, porque piensa que tramitar cualquier posible papel de salida del país podría poner en peligro la vida del propio demandante.
Pero para Turk hay un tema mucho más importante.
Cree que en la actualidad hay instrumentos legales, disposiciones y acuerdos marco más que suficientes a disposición de los Gobiernos para lograr que la situación mejore. “Ahora lo que hace falta es ponerlas en marcha, y eso solo es posible con voluntad política y solidaridad”. Explica, por ejemplo, que la inmensa mayoría de los 2,1 millones de refugiados sirios que han escapado de la guerra en los últimos dos años han acabado en países vecinos como Líbano, cuyas costuras amenazan con estallar. Europa apenas ha acogido a 60.000. “Necesitamos mucho más”, asegura. ¿Agitará Lampedusa lo suficiente las conciencias como para lograr despertar la voluntad política y la solidaridad internacional? “Esperemos”, dice con cierta resignación.
La pobreza grave ya afecta a tres millones de personas en España
La cantidad de españoles que viven con menos de 307 euros al mes se duplica desde 2007, según el Observatorio de la Realidad Social 2012 de Cáritas.
En España ya hay tres millones de personas en situación de "pobreza
severa" (según la terminología de Cáritas), esto es que viven con menos
de 307 euros al mes
. Los pobres representan el 6,4% de la población del país, una tasa que casi duplica la de 2007 (3,5%), según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida recogidos en el informe del Observatorio de la Realidad Social 2012 elaborado por Cáritas
. La organización católica alerta de la irrupción de "una segunda oleada de empobrecimiento y exclusión social" agudizada por "las políticas de ajustes y sus recortes, la prolongación de las situaciones de desempleo, el agotamiento de las ayudas económicas".
"Es posible otra política social.
Una de nuestra propuestas es establecer una renta básica", ha afirmado Sebastián Mora, secretario general de Cáritas España durante la presentación del estudio este jueves en Madrid.
"Lo que no podemos hacer es salir del túnel dejando a millones de personas en la oscuridad. Podemos tener una macroeconomía muy buena y que la gente no salga adelante", ha añadido preguntado por los indicios positivos en la economía que subrayan desde el Gobierno de Mariano Rajoy.
En este sentido, los datos del Observatorio constatan el aumento de la desigualdad, con el valor más elevado de Europa: el 20% de la población más rica concentra un 7,5 más riqueza que el 20% más pobre, según datos de Eurostat de 2013 recogidos en el estudio.
"Nos aproximamos a un modelo social darwinista (anglosajón) con pocos ganadores y muchos perdedores", advierte el texto
. Así, mientras que el número de millonarios en España aumentó un 13% entre mediados de 2012 y la primera mitad de 2013, hasta las 402.000 personas, según el último informe sobre la riqueza mundial que publica anualmente el banco suizo Credit Suisse, la tasa de pobreza ha pasado del 19,7% de los hogares españoles en 2007 al 21,1 en 2012.
Un incremento que se produce a pesar de que el umbral de pobreza ha pasado de 15.900 euros al año por hogar (dos adultos y dos menores) en 2009, a 14.700 euros al año en 2012
. Es decir, que para ser considerado pobre hay que ser más pobre que antes.
Esto ha producido que muchos jubilados que hace años estaban en situación de pobreza, ahora no lo están aunque la pensión sea la misma y los precios hayan aumentado, ha explicado Mora.
Los datos oficiales se traducen en la práctica en un aumento del 251,4% desde 2007 de las personas atendidas por Cáritas en sus servicios de acogida, mayoritariamente en las parroquias, pasando de 370.251 en ese año a 1.300.914 en 2012, con un notable aumento de la tasa de españoles asistidos (más de la mitad).
Así lo recoge la Memoria Anual de la entidad también presentada este jueves.
Mora ha denunciado "una situación de abandono, injusticia y desposesión de los derechos más básicos de las personas", al tiempo que ha pedido "no permanecer indiferente ante el dolor ajeno".
"La pobreza es generalizada en España, pero tiene foco y se nutre de los más vulnerables", ha apostillado.
La respuesta social a la sido el único punto positivo de los resultados de Cáritas que contó con la colaboración de un 9,3% más de voluntarios (70.2296) en 2012 respecto al año anterior.
Las donaciones también se han incrementado, a la par que han descendido los recursos públicos que recibe la entidad.
Para ayudar a los más desfavorecidos (tanto a nivel nacional como para cooperación internacional) la organización católica contó el año pasado con más de 276 millones de euros, 25 más que en 2011.
La solidaridad ha sido el sostén de esta subida ya que las aportaciones de particulares fueron de 193 millones (30 más que el año anterior).
. Los pobres representan el 6,4% de la población del país, una tasa que casi duplica la de 2007 (3,5%), según datos de la Encuesta de Condiciones de Vida recogidos en el informe del Observatorio de la Realidad Social 2012 elaborado por Cáritas
. La organización católica alerta de la irrupción de "una segunda oleada de empobrecimiento y exclusión social" agudizada por "las políticas de ajustes y sus recortes, la prolongación de las situaciones de desempleo, el agotamiento de las ayudas económicas".
"Es posible otra política social.
Una de nuestra propuestas es establecer una renta básica", ha afirmado Sebastián Mora, secretario general de Cáritas España durante la presentación del estudio este jueves en Madrid.
"Lo que no podemos hacer es salir del túnel dejando a millones de personas en la oscuridad. Podemos tener una macroeconomía muy buena y que la gente no salga adelante", ha añadido preguntado por los indicios positivos en la economía que subrayan desde el Gobierno de Mariano Rajoy.
En este sentido, los datos del Observatorio constatan el aumento de la desigualdad, con el valor más elevado de Europa: el 20% de la población más rica concentra un 7,5 más riqueza que el 20% más pobre, según datos de Eurostat de 2013 recogidos en el estudio.
"Nos aproximamos a un modelo social darwinista (anglosajón) con pocos ganadores y muchos perdedores", advierte el texto
. Así, mientras que el número de millonarios en España aumentó un 13% entre mediados de 2012 y la primera mitad de 2013, hasta las 402.000 personas, según el último informe sobre la riqueza mundial que publica anualmente el banco suizo Credit Suisse, la tasa de pobreza ha pasado del 19,7% de los hogares españoles en 2007 al 21,1 en 2012.
Un incremento que se produce a pesar de que el umbral de pobreza ha pasado de 15.900 euros al año por hogar (dos adultos y dos menores) en 2009, a 14.700 euros al año en 2012
. Es decir, que para ser considerado pobre hay que ser más pobre que antes.
Esto ha producido que muchos jubilados que hace años estaban en situación de pobreza, ahora no lo están aunque la pensión sea la misma y los precios hayan aumentado, ha explicado Mora.
Los datos oficiales se traducen en la práctica en un aumento del 251,4% desde 2007 de las personas atendidas por Cáritas en sus servicios de acogida, mayoritariamente en las parroquias, pasando de 370.251 en ese año a 1.300.914 en 2012, con un notable aumento de la tasa de españoles asistidos (más de la mitad).
Así lo recoge la Memoria Anual de la entidad también presentada este jueves.
Mora ha denunciado "una situación de abandono, injusticia y desposesión de los derechos más básicos de las personas", al tiempo que ha pedido "no permanecer indiferente ante el dolor ajeno".
"La pobreza es generalizada en España, pero tiene foco y se nutre de los más vulnerables", ha apostillado.
La respuesta social a la sido el único punto positivo de los resultados de Cáritas que contó con la colaboración de un 9,3% más de voluntarios (70.2296) en 2012 respecto al año anterior.
Las donaciones también se han incrementado, a la par que han descendido los recursos públicos que recibe la entidad.
Para ayudar a los más desfavorecidos (tanto a nivel nacional como para cooperación internacional) la organización católica contó el año pasado con más de 276 millones de euros, 25 más que en 2011.
La solidaridad ha sido el sostén de esta subida ya que las aportaciones de particulares fueron de 193 millones (30 más que el año anterior).
Mediática boda para la heredera de Porcelanosa
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María Colonques, de 33 años y directiva de la firma Venís e hija del presidente del grupo multinacional Porcelanosa
Manuel Colonques, contrae matrimonio este viernes en Vila-real
con Andrés Benet, un farmacéutico de Castellón en una celebración con
gran expectación mediática y con 650 invitados, entre ellos la duquesa
de Alba e Isabel Preysler
. También han confirmado su presencia José Bono, Tomás Terry, Curro Romero y su esposa, Carmen Tello, Andrés Velencoso y otras personalidades "relevantes de la vida social española", según han informado fuentes de Porcelanosa.
La boda de la hija del presidente de Porcelanosa ha levantado mayores expectativas que las que provocó el enlace de su hermano, celebrado en junio de 2010 y al que también acudieron varios de los miembros de la saga Preysler, incluido Miguel Boyer, y personajes del cuché como Carlos Baute.
La presencia de María Colonques en todos los eventos que organiza Pocelanosa ha hecho que se convierta en imagen de la firma, con lo que la boda se prevé como un encuentro de glamour.
Esta tarde, el municipio de Vila-real, donde se encuentra la sede principal de la firma, conmgregará a todos los invitados que acudan a la ceremonia religiosa, que tendrá lugar a las seis de la tarde en la iglesia arciprestal y que será oficiada por el sacerdote Joaquín Esteve.
La imagen de la Virgen del Rosario presidirá la celebración desde el altar mayor, ya que coincide con celebración de su festividad durante estos días.
La llegada de los invitados está prevista desde una hora antes, y accederán por una alfombra roja que se ha instalado en los accesos al templo.
Los asistentes desfilarán por ella hasta el interior de la iglesia, donde serán recibidos por la música del órgano mayor.
El oficio religioso estará acompañado por la Coral Sant Jaume, dirigida por Alfredo Sanz, y la Orquesta Sinfónica del Mediterráneo.
Contará, además, con la actuación como solistas del tenor valenciano Vicente Ombuena (que recientemente sustituyó a Plácido Domingo en el Teatro Real de Madrid) y la soprano coreana Jin Jung Park, del Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo del Palau de Les Arts de Valencia.
Los arreglos florales de la iglesia han sido encargados y confeccionados específicamente para el evento, con una representación de vegetación autóctona y flores traídas expresamente desde distintos países.
Los vecinos podrán presenciar la entrada de los novios y sus invitados desde las zonas expresamente habilitadas.
La celebración posterior a la ceremonia tendrá lugar en Valencia, en el Palau de les Arts Reina Sofía, donde tras el cóctel de bienvenida, los invitados podrán disfrutar en el salón principal del coliseo diseñado por Santiago Calatrava de un "cuidado menú" elaborado por Gourmet Catering & Espacios.
El vestido que lucirá la novia es una creación exclusiva diseñada personalmente por el modisto libanés Elie Saab.
María Colonques estudió Diseño de Interiores en Barcelona (Escuela ELISSAVA) y trabaja desde hace más de una década en el Grupo Porcelanosa como directiva de la firma Venis, donde centra su actividad en el desarrollo de nuevos diseños para los productos de la empresa cerámica.
El novio, Andrés Benet, es licenciado en Farmacia y diplomado en nutrición y dietética por la Universitat de València, una profesión que ha heredado de su madre, junto a la que trabaja en una conocida farmacia que poseen en el centro de Castellón. Benet es el mayor de dos hermanos y su padre, con quien comparte nombre, es un reconocido arquitecto
. La pareja se conoció hace más de dos años a través de amigos comunes y se comprometieron el pasado mes de diciembre.
. También han confirmado su presencia José Bono, Tomás Terry, Curro Romero y su esposa, Carmen Tello, Andrés Velencoso y otras personalidades "relevantes de la vida social española", según han informado fuentes de Porcelanosa.
La boda de la hija del presidente de Porcelanosa ha levantado mayores expectativas que las que provocó el enlace de su hermano, celebrado en junio de 2010 y al que también acudieron varios de los miembros de la saga Preysler, incluido Miguel Boyer, y personajes del cuché como Carlos Baute.
La presencia de María Colonques en todos los eventos que organiza Pocelanosa ha hecho que se convierta en imagen de la firma, con lo que la boda se prevé como un encuentro de glamour.
Esta tarde, el municipio de Vila-real, donde se encuentra la sede principal de la firma, conmgregará a todos los invitados que acudan a la ceremonia religiosa, que tendrá lugar a las seis de la tarde en la iglesia arciprestal y que será oficiada por el sacerdote Joaquín Esteve.
La imagen de la Virgen del Rosario presidirá la celebración desde el altar mayor, ya que coincide con celebración de su festividad durante estos días.
La llegada de los invitados está prevista desde una hora antes, y accederán por una alfombra roja que se ha instalado en los accesos al templo.
Los asistentes desfilarán por ella hasta el interior de la iglesia, donde serán recibidos por la música del órgano mayor.
El oficio religioso estará acompañado por la Coral Sant Jaume, dirigida por Alfredo Sanz, y la Orquesta Sinfónica del Mediterráneo.
Contará, además, con la actuación como solistas del tenor valenciano Vicente Ombuena (que recientemente sustituyó a Plácido Domingo en el Teatro Real de Madrid) y la soprano coreana Jin Jung Park, del Centro de Perfeccionamiento Plácido Domingo del Palau de Les Arts de Valencia.
Los arreglos florales de la iglesia han sido encargados y confeccionados específicamente para el evento, con una representación de vegetación autóctona y flores traídas expresamente desde distintos países.
Los vecinos podrán presenciar la entrada de los novios y sus invitados desde las zonas expresamente habilitadas.
La celebración posterior a la ceremonia tendrá lugar en Valencia, en el Palau de les Arts Reina Sofía, donde tras el cóctel de bienvenida, los invitados podrán disfrutar en el salón principal del coliseo diseñado por Santiago Calatrava de un "cuidado menú" elaborado por Gourmet Catering & Espacios.
El vestido que lucirá la novia es una creación exclusiva diseñada personalmente por el modisto libanés Elie Saab.
María Colonques estudió Diseño de Interiores en Barcelona (Escuela ELISSAVA) y trabaja desde hace más de una década en el Grupo Porcelanosa como directiva de la firma Venis, donde centra su actividad en el desarrollo de nuevos diseños para los productos de la empresa cerámica.
El novio, Andrés Benet, es licenciado en Farmacia y diplomado en nutrición y dietética por la Universitat de València, una profesión que ha heredado de su madre, junto a la que trabaja en una conocida farmacia que poseen en el centro de Castellón. Benet es el mayor de dos hermanos y su padre, con quien comparte nombre, es un reconocido arquitecto
. La pareja se conoció hace más de dos años a través de amigos comunes y se comprometieron el pasado mes de diciembre.
Los sueldos caen, la economía crece
Los grandes patronos pronostican un descenso de los costes laborales del 1,5% en dos años y una recuperación de la actividad más optimista que la del Gobierno.
Los salarios están bajando, sí, pero la economía se recupera y cada
vez hay más razones para el optimismo. Este es el mensaje que suscriben y
están dispuestos a difundir los grandes patronos, agrupados en el
Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC). Su último informe España emprende y exporta
dibuja un panorama esperanzador, con una salida de la recesión en el
último trimestre de este año y un crecimiento del 0,9% en 2014, por
encima del pronosticado por el propio Gobierno (0,7%), cuyas reformas
aplauden efusivamente.
La contrapartida, aunque los empresarios lo vean como una ventaja competitiva, es que los sueldos bajan, en contra de lo que piensa el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para el que solo “están creciendo moderadamente”.
El informe del CEC, que agrupa a las 15 mayores empresas españolas, deja traslucir que la caída de los salarios ha pasado a ser uno de los componentes más atractivos de la marca España, porque hace mucho más seductor el país a los ojos de los inversores extranjeros
. Y es que su previsión es que los costes laborales unitarios, que miden la relación entre las remuneraciones y el producto interior bruto, registren una caída del 1,5% entre 2013 y 2014, frente a una subida media del 2,9% en los países comparables del entorno (Alemania, Francia e Italia).
La receta de salarios a la baja para combatir la crisis al aumentar la competitividad de las empresas se acentuará el próximo año, según los datos reveladores que contiene el documento de los patronos subtitulado ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?: la fuerza laboral en España en 2014 será un 20% más barata que la de alemanes, franceses e italianos, 34.400 euros por empleado frente a los 43.000 euros en el promedio de los tres países.
Y el beneficio bruto (Ebitda) que cada empresa obtiene por cada trabajador en España va a aumentar en dos años un 6,7%, muy por encima del 1,5% estimado para los países comparables.
Siguiendo estas previsiones, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha reconocido que si se computan las retribuciones de todos los trabajadores, incluyendo funcionarios y autónomos, se registrará una caída de los salarios en 2013. El líder de la patronal, a diferencia de lo que hizo el ministro Montoro, ha computado no solo la evolución de los sueldos que han salido de la negociación colectiva, que crecerán este año un 0,4%, sino también la congelación salarial de los 2,6 millones de empleados públicos y los ingresos de los autónomos.
“Si se suma todo, el crecimiento de los salarios es muy plano y puede ser incluso negativo”, dijo Rosell.
Incluso el excompañero de Gabinete de Montoro y ahora consejero delegado de OHL, Josep Piqué, le ha enmendado cariñosamente la plana al ministro de Hacienda: “Es verdad que en términos de convenios colectivos firmados este año puede haber un incremento salarial muy moderado, pero es obvio que los salarios reales han bajado en España desde hace años”.
El CEC, un sanedrín empresarial en el que están representados los grandes bancos (La Caixa, BBVA y Santander), empresas de servicios (Telefónica, Iberdrola, Repsol, Mapfre, Planeta y Mercadona), constructoras (Acciona, ACS y Ferrovial) y las marcas españolas más internacionales (El Corte Inglés, Inditex y Mango), ha insuflado aún más optimismo en su último informe respecto al que presentó el pasado mes de abril. “La recesión ha quedado atrás y tendremos un crecimiento sostenido en los próximos años”, resumió César Alierta, máximo responsable de Telefónica y también presidente de este foro.
Pronostica una mejora de la economía con tasas de crecimiento desde el tercer trimestre (+0,1%) que se consolidará en el cuarto trimestre (+0,2%), para despegar en 2014, en el que prevén que la actividad crezca un 0,9% en el conjunto del año, por encima de la previsión del Gobierno (+0,7%) y del Fondo Monetario Internacional (0,2%).
Contra el FMI y el informe presentado esta semana en Washington cargó duramente Alierta, que calificó de “observación gratuita” la alerta del organismo sobre el exceso de endeudamiento de las empresas españolas “cuyo saneamiento está muy avanzado”, y emplazó a las grandes empresas a difundir el mensaje optimista entre las pymes “porque si alguien conoce la realidad de la economía española y su potencial somos nosotros”.
El CEC aplaude sin reservas las reformas emprendidas por el Gobierno como la laboral o el adelgazamiento del sector público, y el control del déficit público que prevén, al igual que el Ejecutivo de Rajoy, que cierre en el 5,8% en 2014.
Alierta enfatizó que se han sentado las bases para una recuperación de la demanda interna en 2014, tanto del consumo privado como de la inversión, con una mejora del stock de capital, un sector financiero más proclive a dar créditos y un fuerte tirón del sector exterior, en el que el peso de las exportaciones se situará en el 34% del PIB (frente al 25% de 2009).
Sobre la evolución del paro, el CEC se muestra mucho más cauto que en anteriores informes, y se limita a señalar que “habrá creación neta de empleo y menor tasa de paro en 2014”. Insiste en que la reforma laboral permitirá que se creen puestos de trabajo con tasas de crecimiento del PIB inferiores al 1,5% frente al 2,5% que se precisaba antes de la reforma.
Otros apuntan también en esa dirección. Según el indicador AML Afi-Asempleo de la patronal de las empresas privadas de colocación, la tasa de desempleo alcanzó en el tercer trimestre el 25,86% y el número de parados bajará de los seis millones, hasta situarse en los 5,9 millones.
El contrapunto al optimismo lo puso este jueves el expresidente del Gobierno Felipe González. Preguntado por la recuperación que proclama Rajoy, aseguró que la sobredosis de optimismo del Ejecutivo “recuerda mucho a los brotes verdes”, popularizados en España por la exministra socialista Elena Salgado. Sobre la frase de Montoro también fue tajante: “La perversión del lenguaje está llegando a extremos increíbles”, informa Claudi Pérez.
La contrapartida, aunque los empresarios lo vean como una ventaja competitiva, es que los sueldos bajan, en contra de lo que piensa el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para el que solo “están creciendo moderadamente”.
El informe del CEC, que agrupa a las 15 mayores empresas españolas, deja traslucir que la caída de los salarios ha pasado a ser uno de los componentes más atractivos de la marca España, porque hace mucho más seductor el país a los ojos de los inversores extranjeros
. Y es que su previsión es que los costes laborales unitarios, que miden la relación entre las remuneraciones y el producto interior bruto, registren una caída del 1,5% entre 2013 y 2014, frente a una subida media del 2,9% en los países comparables del entorno (Alemania, Francia e Italia).
La receta de salarios a la baja para combatir la crisis al aumentar la competitividad de las empresas se acentuará el próximo año, según los datos reveladores que contiene el documento de los patronos subtitulado ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?: la fuerza laboral en España en 2014 será un 20% más barata que la de alemanes, franceses e italianos, 34.400 euros por empleado frente a los 43.000 euros en el promedio de los tres países.
Y el beneficio bruto (Ebitda) que cada empresa obtiene por cada trabajador en España va a aumentar en dos años un 6,7%, muy por encima del 1,5% estimado para los países comparables.
Siguiendo estas previsiones, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha reconocido que si se computan las retribuciones de todos los trabajadores, incluyendo funcionarios y autónomos, se registrará una caída de los salarios en 2013. El líder de la patronal, a diferencia de lo que hizo el ministro Montoro, ha computado no solo la evolución de los sueldos que han salido de la negociación colectiva, que crecerán este año un 0,4%, sino también la congelación salarial de los 2,6 millones de empleados públicos y los ingresos de los autónomos.
“Si se suma todo, el crecimiento de los salarios es muy plano y puede ser incluso negativo”, dijo Rosell.
Incluso el excompañero de Gabinete de Montoro y ahora consejero delegado de OHL, Josep Piqué, le ha enmendado cariñosamente la plana al ministro de Hacienda: “Es verdad que en términos de convenios colectivos firmados este año puede haber un incremento salarial muy moderado, pero es obvio que los salarios reales han bajado en España desde hace años”.
El CEC, un sanedrín empresarial en el que están representados los grandes bancos (La Caixa, BBVA y Santander), empresas de servicios (Telefónica, Iberdrola, Repsol, Mapfre, Planeta y Mercadona), constructoras (Acciona, ACS y Ferrovial) y las marcas españolas más internacionales (El Corte Inglés, Inditex y Mango), ha insuflado aún más optimismo en su último informe respecto al que presentó el pasado mes de abril. “La recesión ha quedado atrás y tendremos un crecimiento sostenido en los próximos años”, resumió César Alierta, máximo responsable de Telefónica y también presidente de este foro.
Pronostica una mejora de la economía con tasas de crecimiento desde el tercer trimestre (+0,1%) que se consolidará en el cuarto trimestre (+0,2%), para despegar en 2014, en el que prevén que la actividad crezca un 0,9% en el conjunto del año, por encima de la previsión del Gobierno (+0,7%) y del Fondo Monetario Internacional (0,2%).
Contra el FMI y el informe presentado esta semana en Washington cargó duramente Alierta, que calificó de “observación gratuita” la alerta del organismo sobre el exceso de endeudamiento de las empresas españolas “cuyo saneamiento está muy avanzado”, y emplazó a las grandes empresas a difundir el mensaje optimista entre las pymes “porque si alguien conoce la realidad de la economía española y su potencial somos nosotros”.
El CEC aplaude sin reservas las reformas emprendidas por el Gobierno como la laboral o el adelgazamiento del sector público, y el control del déficit público que prevén, al igual que el Ejecutivo de Rajoy, que cierre en el 5,8% en 2014.
Alierta enfatizó que se han sentado las bases para una recuperación de la demanda interna en 2014, tanto del consumo privado como de la inversión, con una mejora del stock de capital, un sector financiero más proclive a dar créditos y un fuerte tirón del sector exterior, en el que el peso de las exportaciones se situará en el 34% del PIB (frente al 25% de 2009).
Sobre la evolución del paro, el CEC se muestra mucho más cauto que en anteriores informes, y se limita a señalar que “habrá creación neta de empleo y menor tasa de paro en 2014”. Insiste en que la reforma laboral permitirá que se creen puestos de trabajo con tasas de crecimiento del PIB inferiores al 1,5% frente al 2,5% que se precisaba antes de la reforma.
Otros apuntan también en esa dirección. Según el indicador AML Afi-Asempleo de la patronal de las empresas privadas de colocación, la tasa de desempleo alcanzó en el tercer trimestre el 25,86% y el número de parados bajará de los seis millones, hasta situarse en los 5,9 millones.
El contrapunto al optimismo lo puso este jueves el expresidente del Gobierno Felipe González. Preguntado por la recuperación que proclama Rajoy, aseguró que la sobredosis de optimismo del Ejecutivo “recuerda mucho a los brotes verdes”, popularizados en España por la exministra socialista Elena Salgado. Sobre la frase de Montoro también fue tajante: “La perversión del lenguaje está llegando a extremos increíbles”, informa Claudi Pérez.
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