Vía Catalana en Plaza de Cataluña. / El País-LIVE / Consuelo Bautista
El independentismo catalán ha vuelto a demostrar este miércoles su buen estado de forma
con una masiva cadena humana que ha reunido a cientos de miles de personas en toda Cataluña para pedir la secesión. La llamada
Via catalana para la independencia,
organizada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), ha contado con el
apoyo entusiasta del Gobierno de Convergència i Unió, si bien el
presidente de la Generalitat, Artur Mas, no ha participado en ella para
“preservar” la institución. Unas 400.000 personas se han inscrito en el
acto, según detalla ANC, y a las 17.14h se han unido de las manos con
gritos de “independencia”. Fuentes de la organización han asegurado que
los participantes son, en realidad, muchos más, puesto que en muchos
tramos la cadena humana ha tenido varias filas.
“La vía catalana hacia la independencia ha sido un éxito sin
precedentes”, ha proclamado la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, al
acabar el acto reivindicativo. “Queremos un Estado al que tenemos
derecho. (…) Hoy lo hemos demostrado al mundo”, ha dicho antes de dejar
claro que no aceptarán dilaciones. “Lo queremos ahora, no en 2016”, ha
dicho Forcadell en referencia
al
amago que la semana pasada hizo Artur Mas para demorar hasta ese año la
convocatoria de unas elecciones plebiscitarias si la consulta no es
posible. “Queremos que 2014 se convierta en el primer año de nuestra
libertad”, ha concluido entre la ovación de miles de personas que se
han reunido en la plaza de Catalunya tras la cadena humana.
Pasadas las cuatro de tarde, la mayoría de tramos de la Via Catalana
se estaban llenando lentamente en un ambiente festivo y en Barcelona,
epicentro de actos promovidos por la ANC, los ciudadanos, muchos con
banderas independentistas y camiseta amarilla, iban llegando a Plaza
Catalunya, Camp Nou, la Rambla, Sagrada Familia, y Plaza Sant Jaume,
donde muchas autoridades se han unido a la cadena.
La mayor parte de
consejeros del Gobierno de Artur Mas han participado en la cadena,
incluida la vicepresidenta, Joana Ortega. quien ha participado
desmarcándose de la posición oficial de su partido, Unió Democràtica,
que no ha acudido oficialmente.
Desde la plaza de Sant Jaume, sede de la
Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona, se han sumado a la vía
catalana el alcalde de la ciudad, Xavier Trias, el consejero de
Presidencia, Francesc Homs, y la familia de Artur Mas. También han
participado en la cadena humana dos expresidentes de la Generalitat.
Jordi Pujol lo ha hecho en El Perelló (Tarragona), mientras que Pasqual
Maragall lo ha hecho en el Paseo de Gràcia de Barcelona.
La cadena humana ha unido de norte a sur los dos extremos de
Cataluña, desde la frontera francesa hasta el sur de Tarragona. El
recorrido total sumaba 400 kilómetros.
La iniciativa está inspirada en
la cadena humana de 600 kilómetros que en 1989 protagonizaron miles de
ciudadanos de Estonia, Letonia y Lituania para reclamar la independencia
de las tres repúblicas bálticas de la URSS. En aquella ocasión, en un
recorrido de más de 200 kilómetros que la cadena de hoy, los
organizadores informaron de que la protesta fue seguida por millón y
medio de personas.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha aprovechado las horas previas a la celebración de
la cadena humana independentista
para redoblar su llamamiento al diálogo con el Gobierno de Mariano
Rajoy para permitir una consulta de autodeterminación en Cataluña.
Tras
la celebración del acto institucional de la Diada del Onze de Setembre,
Mas se ha comprometido a dialogar “hasta el final” con Rajoy para
conseguir el referéndum. Al mismo tiempo ha alertado de que el “Estado
español tiene un problema grave de relación con Cataluña” si no
encuentra la forma de canalizar las ansias de los catalanes para decidir
su futuro colectivo.
En una breve comparecencia ante los medios de comunicación, Mas se ha
mostrado convencido de que la cadena humana independentista servirá
para lanzar un mensaje inequívoco al exterior en el sentido de que los
catalanes quieren ejercer su “derecho a decidir”.
Como ya es habitual
Mas no ha pronunciado la palabra “independencia”, pero ha dejado claro
que mantiene su promesa electoral. “El compromiso es organizar la
consulta el año que viene y espero que el diálogo con el gobierno
central lo permita”, ha dicho.
El presidente catalán afirma que Mariano Rajoy, con quien ya ha
mantenido contactos, debe entender que los catalanes quieren votar en un
referéndum y que la cadena humana “reconfirmará” esta voluntad. “El
mensaje está más que enviado”, ha insistido.
Mas ha recordado que “hace
diez meses los catalanes fueron convocados a las urnas y hubo una
mayoría a favor del derecho a decidir y de la organización de la
consulta”.
“Si pese a ello no se nos escucha y no se nos da una vía para
canalizar este movimiento popular, el Estado español tiene un problema
grave de relación con Cataluña”, ha concluido.
Ante esta situación ha asegurado que se impone el diálogo. “Yo estoy
intentando que estas vías de dialogo existan. Lo seguiré intentando
hasta el final.
Y con el mejor ánimo y con ganas de encontrar este
acuerdo como han hecho el Reino Unido o Canadá, que hallaron la vía para
hacer la consulta dentro de los marcos legales”.
Pese al llamamiento de Artur Mas al diálogo y a la unidad en defensa
de la consulta, no todos en CiU mantienen la misma actitud. Josep Antoni
Duran Lleida, líder de Unió,
no asistirá esta tarde a la Via Catalana
porque tiene un viaje a Panamá y "por otras razones"
. Antes de la
ofrenda floral al monumento al monumento de Rafael Casanova en
Barcelona, Duran ha subrayado que "Unió no pasa lista ni da consignas" y
ha recordado que el año pasado en la manifestación de la Diada pasó un
rato muy poco "agradable".
La lluvia de esta mañana ha deslucido la ofrenda floral al monumento a
Rafael Casanova y la organización ha decidido retrasar hasta pasadas
las 12 el acto oficial del Parc de la Ciutadella
. El secretario de
organización de CDC, Josep Rull, ha apoyado esta mañana de manera
incondicional la Vía Catalana: "La cadena humana debe transmitir un
mensaje inequívoco al Gobierno de Mariano Rajoy de que en el siglo XXI
las urnas son la solución y no el problema".
El socialista Pere Navarro ha señalado que no "es una mala manera de
negociar poner una fecha. La consulta no es un proyecto político, es una
nueva relación", ha afirmado el líder del PSC, quien ha lamentado que
Mas hace discursos sociales "pero luego no los practica".
Alicia Sánchez-Camacho,
líder del Partido Popular en Cataluña, lamentó ayer que mientras se
celebre la cadena humana en favor de la independencia, no tendrá más
remedio que quedarse "en casa sin poder salir" porque, a su juicio, la
movilidad de la ciudad se ha puesto a servicio de la causa soberanista.
La dirección popular ha decidido por primera vez en su historia no
asistir a la ceremonia oficial de la Diada que se celebra cada año en la
Ciutadella al considerarla la "Diada de la División".