Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

21 jul 2013

Las preguntas...................Juan Cruz

La secuencia del 'caso Bárcenas' ha sido dramática, desde el punto de vista de la transparencia informativa.

De nuevo viene una vieja anécdota contada por Mario Benedetti a ayudar a entender algunas cuestiones de actualidad.
 Se la contó a él un poeta ecuatoriano, Jorge Enrique Adoum.
 Este vio el siguiente grafito en un edificio de la capital de su país. Decía: “Cuando teníamos las respuestas, nos cambiaron las preguntas”.
Qué suculenta reflexión para nuestro tiempo, ahora que el silencio y las preguntas son cuestiones candentes en la vida cotidiana, y no solo en la vida política.
El silencio es a veces una respuesta; mi madre decía que “con no sé no se escribe nada” cuando los acreedores iban a casa a que les firmara cualquier papel. “No sé firmar”. Y luego explicaba: “Con no sé no se escribe nada”.
 El editor Peter Mayer, que trabaja en un oficio donde la vida (del autor, pero también del que le publica) depende de que la respuesta sea positiva o negativa, decía: “No’ es también una respuesta”. Pero “hay que decirla rápido”.
En esto de Bárcenas y los papeles que tantas preguntas (sin respuestas, aún) han suscitado en la vida española (y en la prensa extranjera, por cierto) ha habido un error de base, a mi modesto entender, en el que no estuvo sola la clase política supuestamente perjudicada, sino alguna prensa susceptible de creer siempre lo que publican ellos y de sospechar y de alentar sospechas sobre lo que publican otros
. Como la memoria es de papel de fumar, se ha evaporado ya el ruido político (y las querellas) que hubo en contra de este periódico cuando publicó los ya entonces llamados aquí “papeles de Bárcenas”.
Y el ruido mediático en contra de la autenticidad de esa documentación fue igualmente sensacional. Fotocopias, fotocopias, ¿quién cree en unas fotocopias?
 Ese fue el mantra político, fotocopiado inmediatamente por aquellos a los que se les caía la baba ante un patinazo de EL PAÍS.
Desde hace rato todo eso se ha verificado como cierto, pero la publicación en El Mundo de los manuscritos de los que se obtuvieron las fotocopias han ratificado aún más la razón por la que EL PAÍS acometió hace medio año la publicación de esos papeles.
 A lo largo de este tiempo se han hecho muchas preguntas y casi ninguna respuesta.
 La secuencia ha sido dramática, desde el punto de vista de la transparencia informativa; se ha enlodado el campo para que hubiera aún menos claridad y ya se ha llegado a un punto culminante.
 En este punto apareció el presidente del Gobierno ante un grupo de periodistas que habían acordado unas preguntas.
 El procedimiento se rompió, saltó otro periodista y se produjo una pregunta distinta de la acordada. Sin duda, esta pregunta estaba destinada a ayudar al presidente a salir del probable atolladero. Si le cambiaban la pregunta, como en la anécdota ecuatoriana, se sentiría sin respuesta. Y una mano amiga vino a auxiliarlo en ese trance.
En mi modesta opinión, esa mano amiga no le hizo el favor, pues lo habitual es que las preguntas cómplices compliquen aún más la existencia del que de ese modo se siente aliviado. Las preguntas claras y el chocolate espeso
. Y más preguntas; preguntar conduce al respeto de explicar.
 Pero si preguntas para que el otro no se explique, el perjudicado no es el que oye, sino el que habla, porque lo que diga sonará a silencio. O a “no sé”, que es lo que decía mi madre cuando se veía muy apurada.

 

Todas quieren ser Gisele

Bündchen abrió las puertas del mundo a las modelos brasileñas, ahora los buscadores de caras nuevas escrutan el país para hallar una nueva 'top'.

La modelo brasileña Gisele Bündchen. / CORDON

Corría el año 1995 cuando Zeca Abreu, director de Way, una de las cuatro agencias más importantes de Brasil, le preguntó en Nueva York a John Casablancas, fundador de Elite, por qué las modelos brasileñas no triunfaban en las pasarelas internacionales. Casablancas fue breve: “Las brasileñas tienen tres problemas: boyfriend, lazy and fat”.
“Existía un estigma con las modelos brasileñas
. Eran muy frágiles emocionalmente, tardaban mucho en entender que su carrera era un negocio y tenían mucha facilidad para engordar”, explica Abreu.
Cinco años después Gisele Bündchen se coronaba como una de las modelos más importantes del mundo. Le siguieron Alessandra Ambrossio —a la que Abreu aún representa—, Adriana Lima, Fernanda Tavares, Ana Beatriz de Barros, Isabeli Fontana…
Una generación que irrumpió en el panorama internacional sin avisar y que diez años después continúa en la cumbre del negocio. Bündchen, Abrossio y Lima son tres de las 10 tops mejor pagadas del mundo. Bündchen gana nada más y nada menos que 45 millones de dólares al año, según la revista Forbes.
“Esa generación fue la que consiguió acabar con esa tendencia establecida, con esa forma de ser modelo. Cambiaron ese estigma. El mercado además comenzaba a abandonar la imagen de modelo hippie, con cara de drogada y apostaba por una imagen más saludable que las brasileñas representaban perfectamente”, explica Abreu.
Brasil se convirtió desde entonces en una máquina de exportar modelos: Tais Araujo, Raica Oliveira, Caroline Ribeiro…
 Pero una década después, marcas brasileñas como Colcci, que esta temporada apostó por el inexperto actor rubio de 2 Fast 2 Furious (A todo gas 2), Paul Walker, para salir en los editoriales de moda, saca el talonario dorado para que Gisele vuelva a sus pasarelas tras dos años de ausencia. ¿Dónde están las nuevas promesas?
Los agentes buscan un recambio que no se parezca a ella, pero no es fácil
La generación de Gisele creó una generación de niñas que quieren ser modelos y ese sueño es el que da combustible a una máquina que atrae a cientos de mujeres de todo el país hasta Sao Paulo y Río de Janeiro y paga las facturas de decenas de agencias.
Pero sobrevivir como maniquí no tiene nada que ver con tener éxito. “Desde entonces no producimos ni una sola súper modelo comparable en términos de imagen ni de dinero”, cuenta Jocler Turmina, responsable de “caras nuevas” en la agencia Joy, una de las más importantes del sector.

Brasil, fábrica de 'top models'

Adriana Lima: 32 años. Forbes la situó como la cuarta modelo con más ingresos en 2012: 7,3 millones de dólares. Y para Models.com es la más sexy del mundo, justo por encima de Bundchen. Ha abierto el desfile de Victoria's Secret cinco veces. La última, dos meses después de parir a su segunda hija con el baloncestista Marko Jaric.
Raquel Zimmerman: 30 años. De 2007 a 2010 encabezó la lista de modelos internacionales de Models.com. David Lynch la convirtió en protagonista de su spot de Gucci y Lady Gaga la incluyó en el videoclip de Born this way.
Isabeli Fontana: 30 años. Con ella, Victoria's Secret se saltó las reglas de no sacar a menores de 21: la puso con 16 años en portada de su catálogo. Es una de las favoritas del calendario Pirelli.
Alessandra Ambrosio: 32 años. La sexta que más gana, según Forbes (6,6 millones). Representó a Brasil en la clausura de los juegos de Londres.
Y es que la estela de Gisele Bündchen abrió la puerta del mundo a modelos brasileñas, pero ha encallado la aparición de la próxima generación de tops. Los expertos dicen que candidatas y agentes se han confiado al creer que convertirse en la número uno se consigue en dos días.
Para Turmina hasta que los cazatalentos y las aspirantes a modelo no se deshagan del fantasma de Gisele será complicado crear una nueva top model brasileña.
 Se refiere al físico ario del sur del país que representan las brasileñas más internacionales, pero también a esa confianza que ha calado en la conciencia colectiva de agentes y modelos:
 “El cazatalentos se cree que va a ir a un centro comercial y que se va a hacer millonario encontrando a la nueva Gisele. Y la menina cree que por ser guapa lo tiene todo hecho cuando el mercado es más competitivo que nunca”.
Abreu está de acuerdo: “Las niñas creen que ya nacen siendo Giseles.
 Y yo soy testigo de todo el esfuerzo y dedicación que todas esas mujeres tuvieron que invertir antes de convertirse en estrellas. Sacrificaron mucho y nunca perdieron el foco, algo que no se ve ahora
. La última modelo brasileña que destacó fue Carol Trentini y te estoy hablando del año 2000, cuando la descubrimos”. La propia Gisele, cuentan, se pasó un año y medio tirada en el suelo de Elite en Nueva York esperando a que le diesen trabajo.
Jóvenes brasileñas aspirantes a 'top model' en un certamen. / CORDON
Hace dos semanas en Irati, un municipio del Estado de Paraná que pocos conocen, Turmina confirmó lo que a otros cazatalentos como a él les empieza a agotar. En esta localidad a 600 kilómetros de Sao Paulo, los concejales visten sombrero de sheriff, se organizan rodeos de caballos anuales y es una de esas localidades que no tiene médicos suficientes para atender a sus 56.000 habitantes.
 Turmina fue allí, donde corre sangre ucrania y polonesa, en busca de las nuevas caras que algún día puedan representar a Brasil en lo que llama el “mercado A” (Milán, Paris, Nueva York y Londres). Pero lo que se encontró fue un centenar de miniaturas de Gisele.
“Eran niñas de entre 11 y 21 años y el 90% eran clones.
Tenían el pelo largo ondulado, colocaban los brazos en la cintura como ella, imitaban su contorneo, su manera de caminar, de posar… Se lo dije muy claro: Estáis apagadas, olvídate de Gisele, quiero verte a ti”, cuenta Turmina en su agencia en uno de los barrios más ricos de Sao Paulo. “Salvé a una que nada tenía que ver con Gisele”.
Brasil es una máquina de exportar modelos: Tais Araujo, Raica Oliveira, Caroline Ribeiro
“Es inevitable. El mercado está siempre en busca de la nueva Gisele, las niñas quieren ser como ella y hasta yo mismo tengo la esperanza de encontrar de nuevo a la nueva Gisele”, bromea Dilson Stein desde Horizonia, ciudad natal de la top más importante del mundo
. Stein fue quien descubrió a Bündchen con apenas 13 años, cuando apareció en su pequeña agencia para hacer un curso de modelo. "Gisele no quería desfilar, solo quería corregir la postura porque era demasiado alta para su edad".
El cómo Gisele, que viene de un municipio de 18.000 habitantes, apareció aún encorvada en una agencia de modelos de Sao Paulo refuerza la teoría de los cazatalentos que sostienen: "La chica increíble no es la que va a tocar tu puerta. Hay que ir a buscarla"
. La red de agentes en un país casi tan grande como Europa es increíble. Bookers como Turmina, que reciben 200 opciones por semana, acuden a la salida de los colegios, van a los centros comerciales y viajan por todo el país en busca de las caras de la nueva generación de tops.
 Dejan el teléfono al peluquero del pueblo, al dueño del restaurante, al cronista social de la ciudad, porque no siempre vuelven satisfechos
. Pero una cosa tienen clara, dice Turmina: "Yo no busco una nueva Gisele, busco una nueva top, alguien que vuelva a ponerme los pelos de punta".
No está fácil.

 

Rajoy se acoraza para aguantar


Mariano Rajoy, en La Moncloa. / BERNARDO PÉREZ

Cuando todo va mal, siempre queda el Ibex 35 y el partido. Le pasó a José Luis Rodríguez Zapatero: en los peores momentos de su mandato, en 2010 y 2011, al borde del rescate, buscó y logró la foto y el apoyo de los grandes banqueros y empresarios en La Moncloa.
 Y nunca escuchó críticas abiertas en una reunión del PSOE. Ahora le pasa con más fuerza aún a Mariano Rajoy, que en el peor momento del escándalo del caso Bárcenas citó el martes a los grandes banqueros y empresarios en La Moncloa. Estos le han trasladado su apoyo para que siga. El presidente tiene el PP incluso más silencioso, al menos en público, de lo que tuvo Zapatero al PSOE.
Rajoy, consciente de que viene una batalla muy dura y larga contra Bárcenas, y de que puede haber más revelaciones —los suyos temen especialmente la posibilidad de que el extesorero grabara conversaciones con el presidente— ha decidido blindarse.
Esta semana ha sido una de las más delicadas de su mandato, con la publicación, el pasado domingo, de los mensajes de móvil que se intercambió con el extesorero; la declaración el lunes de Bárcenas ante el juez, y la amenaza de una moción de censura el martes. Rajoy ha buscado el apoyo del poder real.
 La reunión con los financieros y empresarios y la fotografía con los ministros de Exteriores en Mallorca es un mensaje claro a los temidos mercados de que está dispuesto a resistir.
La foto con el Ibex 35 es un mecanismo muy socorrido.
 Lo buscó incluso el rey Juan Carlos en sus peores momentos tras la cacería en Botsuana.
 Pero en Rajoy es aún más significativa porque es un mundo del que ha huido bastante, con esa idea suya de la independencia que tanto defiende
. De hecho, los empresarios suelen quejarse en privado de que no es fácil hablar con el presidente, que ha reducido al mínimo su vida social y renuncia a asistir a las cenas donde suelen encontrarse ellos
. Pero a la fuerza ahorcan y esta vez La Moncloa le sacó el máximo partido posible forzando una reunión no prevista, difundiendo fotografías muy controladas —solo tuvo acceso el fotógrafo oficial de Rajoy— y contando inmediatamente que le habían dado su apoyo para que siga.
Rajoy, dicen los suyos, está fuerte. Los ministros le vieron el viernes incluso “con ganas de pelea”. Siente que está reviviendo una batalla similar a la de 2008, cuando una parte del PP, pero sobre todo de la prensa conservadora, buscó su dimisión tras la segunda derrota electoral.
Los marianistas no paran ahora de rememorar aquellos días y reivindican casi como una heroicidad la resistencia de Rajoy. El mensaje que escribió el presidente en mayo de 2011 a la esposa de Bárcenas, Rosalía Iglesias, resume su filosofía: “Al final la vida es resistir y que alguien te ayude”.
Pero ahora no es su capacidad política lo que se cuestiona, sino su participación o al menos conocimiento de un escándalo político de corrupción, sobresueldos, financiación ilegal y dinero negro que ha saltado a las portadas de la prensa europea.
 Y eso es lo que más preocupa en La Moncloa.
 Que se extienda en Europa la idea de que Rajoy puede caer.
De hecho, en un gesto poco habitual en un Ejecutivo reacio a dar explicaciones a la prensa —aunque poco a poco va cambiando—
 La Moncloa citó el miércoles a los principales corresponsales para decirles lo mismo que Rajoy les había contado a los empresarios el día anterior: que el caso va a quedar en nada, que él no tiene problemas con la justicia, que va a terminar su mandato y sobre todo esa idea de 2008. “Ya hemos pasado cosas peores”, fue el mensaje de La Moncloa para hacer calar la idea de que no hay ninguna posibilidad de que caiga.
Pese al escándalo y la repercusión, diputados marianistas y escépticos, dirigentes regionales, barones autonómicos, ministros y miembros del Gobierno consultados coinciden solo en una cosa: Rajoy no va a caer. Están seguros incluso sin saber qué más tiene Bárcenas.
Hay muchas críticas en sordina, sobre todo a la estrategia.
 “Con el silencio hemos permitido que sea más creíble lo que dice Bárcenas que el presidente, cuando no es así. Parece que no hablamos porque tenemos algo que ocultar, es un fallo porque no es la verdad”, resume un barón autonómico en opinión muy extendida. Otros están preocupados porque ven la hemorragia que está provocando en los votantes del PP, entre otras cosas porque este partido llegó al poder en 1996 con un discurso contra la corrupción
. Pero nadie parece ni mucho menos interesado en que caiga Rajoy.
El presidente puede tener un lío interno con el reparto del déficit —y lo tiene, y se va a recrudecer ahora, cuando se convoque el Consejo de Política Fiscal, en principio esta semana— pero no con el caso Bárcenas. Nadie se está moviendo en serio en el PP para tumbar a Rajoy.
 Ni siquiera Esperanza Aguirre, por mucho que aproveche cualquier hueco para criticarle y desvincularse de su forma de actuar. Aguirre está de salida, no es la que era en 2008, ha cedido el poder a Ignacio González y este último no quiere líos con La Moncloa, de quien depende que le arreglen la financiación o que le desbloqueen reformas de la ley antitabaco y similares para que se concrete la inversión de Eurovegas.
Mucho menos José María Aznar. Los marianistas se indignan porque Bárcenas le protege en sus declaraciones y le deja fuera de los sobresueldos, cuando no tiene lógica que no estuviera en la contabilidad secreta. Pero él, aunque esté muy arrepentido de haber elegido a Rajoy, según dicen los aznaristas, no está metido en la vida del PP; no moviliza a ningún grupo relevante y no lo está moviendo.
 Y además está tan metido en el escándalo o más que Rajoy. Otros, como Jaime Mayor, también tienen mucha menos fuerza de la que tenían en 2008.
Otros han ido despareciendo hasta que Rajoy se ha encontrado, al contrario que los partidos europeos tradicionales, sin oposición interna, sin sector crítico organizado.
Y por eso, porque controla el PP y porque a nadie, tampoco a sus socios europeos, parece interesarle una caída de Rajoy, en Moncloa parecen un poco más tranquilos cada vez que pasan los días, aunque siempre pendientes de nuevas revelaciones.
El presidente, por mucho que públicamente se niegue, está totalmente metido en esto, según admiten algunos.
 Y mira con un ojo los movimientos de su extesorero y con otro los de los mercados, porque una crisis de desconfianza en España por este escándalo sí podría ser definitiva. Pero no está pasando.
La prima de riesgo parece controlada, las subastas de deuda van bien.
 Y aún no ha llamado ningún inversor internacional para cancelar sus planes, de los que depende también la sensación de recuperación.
El Gobierno trabaja con la idea de que vengan grandes inversiones en otoño, en el sector del automóvil e incluso en el de grandes fondos inmobiliarios. España y sus empresas en este momento están baratísimas, aseguran en el Ejecutivo.
 “Los inversores se mueven por números, España esta muy barata y están viniendo y van a venir más”, sentencia un ministro.
Todos confían en que el caso Bárcenas no afecte y Rajoy pueda seguir. Él más que nadie.
Espera a que sea su enemigo quien se mueva, y teme que si lo hace él, con una comparecencia parlamentaria, Bárcenas aproveche para redoblar su ataque. Aunque ahora tiene que moverse porque el PSOE le ha forzado.
Parece una guerra de resistencia, de paciencia. El presidente del Gobierno siempre ha ganado este tipo de batallas. Pero siempre hay una primera vez para todo.
Los suyos insisten en que no será esta, y como mucho admiten que tal vez esto haga que no se presente de nuevo en 2015, nada más. El resultado real no tardará en conocerse.

20 jul 2013

Firmas y publicaciones de todo el mundo desean trabajar con ella, por eso la artista ha decidido trasladar su residencia de Londres a Nueva York.
 «Sigue siendo el centro de la moda», comenta. «Y el arte, aunque se ha extendido a lugares como Los Ángeles, aquí no ha perdido su fuerza».
De un tiempo a esta parte, las colaboraciones entre artistas y marcas son cada vez más prolíficas. Desde el diseño de prendas y complementos a la dirección de cortometrajes, el ámbito artístico parece estar perdiendo sus prejuicios con la moda. Quentin sostiene que ambos salen reforzados de esta unión. «El que haya un cineasta o un director de arte que entienda muy bien una firma y la sepa reinterpretar hace que esta refuerce su identidad y pueda ampliarse a nuevas audiencias», opina. Cree, por otro lado, que esa idea del artista como alguien alejado del ámbito comercial tendría que ser desterrada. «Los críticos han de apreciar el buen arte comercial que se está creando ahora mismo», afirma. «Al final, si miras atrás, mucha gente respetada en el mundo artístico empezó haciendo este tipo de trabajos. Andy Warhol, sin ir más lejos».
La clave para hacer de dicha conjunción algo enriquecedor reside, según Quentin, en saber elegir tus trabajos.
 «No hay que venderse demasiado pronto», asegura. «Afortunadamente, dentro de esta industria hay muchas marcas que respetan tu integridad como creador y te permiten hacer lo que quieres. Siempre que lo que ofrezcas sea bueno, claro».
 
Quentin Jones
Quentin lleva top de punto de Hoss Intropia (62 €) y tocado con velo de encaje de Maison Michel (300 €).
Foto: Andrew Yee