Se trataría de leves pero importantes diferencias entre la visión del
hombre y de la mujer, que marcan las diferencias en la percepción de
colores, espacios y movimientos.
No aceptar que mujeres y hombres somos distintos, es negarse a la
naturaleza misma del ser humano, cosa diferente es la lucha por la
igualdad de derechos y oportunidades en la diversidad de género, pero
eso es algo que ya debiera estar claro.
Y hoy, aunque hace tiempo muchos lo venían intuyendo, la ciencia demostró una nueva distinción entre damas y caballeros.
Como resultado de una investigación neurobiológica realizada por un
grupo de científicos de la Universidad de Nueva York, se determinó que
los hombres tienen mayor sensibilidad para detectar estímulos de
movimiento rápido y que nosotras tenemos mayor facilidad para
discriminar y diferenciar colores. ¿Les cabe alguna duda?
Se trataría de leves pero importantes diferencias entre la visión del
hombre y de la mujer, que marcan las diferencias en la percepción de
colores, espacios y movimientos.
Para que las conclusiones del estudio fueran lo más exactas posibles,
se trabajó en voluntarios con un tipo de visión equilibrada entre
hombres y mujeres.
Luego se les pidió que observaran una gama de colores
distintos y que los identificaran por su nombre, encontrando
diferencias en cuanto a la percepción
. El hombre desplaza la visión, lo
que le impide discriminar rápidamente los colores.
De ahí que la humorada gráfica, inspirada obviamente en la realidad, hoy cobra un valor científico.
En otra prueba, los participantes tuvieron que observar una imagen
con barras claras y oscuras que mediarían la sensibilidad de contraste.
La idea consistía en que la imagen se movería rápidamente para que tanto
hombres como mujeres trataran de discernir la diferencia entre una
barra y otra. Los hombres fueron más rápidos en diferenciar entre una
barra y otra.
El líder de la investigación, Israel Abramov, explicó que la
diferencia no está en la estructura ocular, sino en la cantidad de
andrógenos y receptores que hay en el cerebro, encargados del
procesamiento de las imágenes y donde los hombres cuentan con un 25% más
que las mujeres.
Otra razón del porque muchachos y muchachitas vemos el mundo de un modo diferente.
Fuente: "The eyes have it: Men do see things differently to women" (Medicalxpress.com)
6 jul 2013
La mujer como objeto
Es la que muestra harta piel y baila, pero no habla.
-Don Tinto me dijo hace unos días que fue a una muestra de telefonía celular y los stands
donde se encontraban los móviles se destacaban porque en cada uno
habían cuatro mujeres en malla sobre un cubo
. Una especie de mujer-cartel que soporta la mirada de miles de hombres.
La mujer objeto. Esa que tiene que estar parada horas en eventos, aun que el público esté cautivo (en un lugar cerrado) y los realizadores no necesiten de mujeres para captar la atención de posibles clientes.
Es la misma que en el verano se pasea por las playas repartiendo papeles o tomando sol porque forma parte de un team. Soportan estoicas las miradas, los comentarios y las fotos que después forman parte del "álbum del verano" en el Facebook de miles de hombres que les pidieron posar junto a ellos. Los comentarios de la imagen son del tipo "buena!!!" o "qué rica la mina".
Hace tiempo que la mujer, en publicidad, se usa como un objeto decorativo.
Como parte del set para atraer compradores (hombres): una marca de neumáticos que pone a una mujer en bikini sobre las ruedas. La mujer publicitaria (como objeto o consumiendo el producto) está tan interiorizado en nuestra sociedad, que las niñas crecen pensando que lo mejor es ser como esa mujer del comercial. En su intento de imitación, muchas veces, terminan frustradas porque no cumplen con los parámetros de "belleza" que muestran en la tele. Algunas llegan incluso a la anorexia.
Aparecen "patrones" (errados) de mujer.
Lo triste es que muchas se sienten "obligadas" a cumplir el rol que la sociedad les impone y eso provoca que cada día haya publicidad más agresiva sexualmente que sirve para "vender" todo tipo de productos
. Los hombres se crean una imagen equivocada de nosotras (como trofeo) y piensan que alguien como Marie Curie o una política, por ejemplo, no podrían tener un cuerpo espectacular.
. Una especie de mujer-cartel que soporta la mirada de miles de hombres.
La mujer objeto. Esa que tiene que estar parada horas en eventos, aun que el público esté cautivo (en un lugar cerrado) y los realizadores no necesiten de mujeres para captar la atención de posibles clientes.
Es la misma que en el verano se pasea por las playas repartiendo papeles o tomando sol porque forma parte de un team. Soportan estoicas las miradas, los comentarios y las fotos que después forman parte del "álbum del verano" en el Facebook de miles de hombres que les pidieron posar junto a ellos. Los comentarios de la imagen son del tipo "buena!!!" o "qué rica la mina".
Hace tiempo que la mujer, en publicidad, se usa como un objeto decorativo.
Como parte del set para atraer compradores (hombres): una marca de neumáticos que pone a una mujer en bikini sobre las ruedas. La mujer publicitaria (como objeto o consumiendo el producto) está tan interiorizado en nuestra sociedad, que las niñas crecen pensando que lo mejor es ser como esa mujer del comercial. En su intento de imitación, muchas veces, terminan frustradas porque no cumplen con los parámetros de "belleza" que muestran en la tele. Algunas llegan incluso a la anorexia.
Aparecen "patrones" (errados) de mujer.
Lo triste es que muchas se sienten "obligadas" a cumplir el rol que la sociedad les impone y eso provoca que cada día haya publicidad más agresiva sexualmente que sirve para "vender" todo tipo de productos
. Los hombres se crean una imagen equivocada de nosotras (como trofeo) y piensan que alguien como Marie Curie o una política, por ejemplo, no podrían tener un cuerpo espectacular.
Una maestra en el arte de liberarnos de la imagen que nos impone la sociedad.
¿Quién es?: Rosario Castellanos
Una maestra en el arte de liberarnos de la imagen que nos impone la sociedad.
como un pez en el agua,
me muevo entre las cosas
feliz y alucinada.
Feliz de ser quien soy,
sólo una gran mirada:
ojos de par en par
y manos despojadas.
(Misterios gozosos,Castellanos)
No existe mejor presentación para ella que sus propias obras, ella es Rosario Castellanos una mujer poeta, novelista, diplomática y promotora de la cultura mexicana. Toda su vida representa un continuo esfuerzo de liberación y su obra creativa es el testimonio de su afirmación feminista..
Mediante su poesía, novelas, cuentos, artículos periodísticos y dramas siempre buscó demostrar el valor de la mujer como ser auténtico en contraste con la imagen femenina que la sociedad impone.
Nació en la Ciudad de México en 1925, pero pasó gran parte de su infancia en el hermoso estado de Chiapas, un lugar selvático, donde la gran población es indígena, esto marcó la atmósfera y estilo de sus obras.
Fue hija de una importante familia de terratenientes, ahí experimentó el desamor de mamá y papá, ya que ambos hubieran preferido tener un varón, pues como su padre era dueño de fincas cafetaleras y de caña de azúcar, necesitaba hombres para que se ocuparan de sus negocios.
Sin embargo ahí también se dio cuenta de las injusticias que impedían el progreso de los pueblos indígenas.
Rosario era una mujer de baja estatura, alegre, jovial, que despertaba simpatías en cualquier persona que la conociera.
La escritora Elena Poniatowska la define así: “Rosario, en la vida diaria, era una mujer que reía y hacía reír con enorme facilidad. Estar con ella era un verdadero gusto. Escucharla, la garantía de una hora de deleite”.
Castellanos dedicó gran parte de sus obras a la defensa de los derechos de las mujeres, por esto es recordada como uno de los símbolos del feminismo latinoamericano, pero también fue una de las primeras intelectuales preocupadas por reivindicar los derechos de igualdad y justicia de los indígenas.
Dentro del feminismo una de sus más grandes obras es El Eterno Femenino, donde muestra que aunque ella lucha por romper las ataduras que mantienen a la mujer ordinaria presa en su imagen, se da cuenta que no ha llegado el momento ni llegará hasta que la mujer que esté consciente de su propia identidad para poderla sustituir con estructuras más eficaces su realidad.
Cada tema lo trataba ligado con lo cotidiano y con el interés por el papel de la mujer en la sociedad y por la crítica del enfoque sexista, ejemplificado por su cuento Lección de cocina: cocinar, callarse y obedecer al marido.
"Si asumo la otra actitud, si soy el caso típico, la femineidad que solicita indulgencia para sus errores, la balanza se inclinará a favor de mi antagonista y yo participaré en la competencia con un handicap que, aparentemente, me destina a la derrota y que, en el fondo, me garantiza el triunfo por la sinuosa vía que recorrieron mis antepasadas, las humildes, las que no abrían los labios sino para asentir, y lograron la obediencia ajena hasta al más irracional de sus caprichos" (Lección de cocina, Castellanos)
Cuando Castellanos habló de las mujeres en su obra, ella remarca que todas las mujeres tienen una cosa en común: la soledad. En su obra, hay un conflicto en que percibe el papel de la mujer y el efecto de su entorno y lo que pone ella en una sociedad ordenado por los hombres.
Su obra también trata temas políticos, ya que concebía al mundo como "lugar de lucha en el que uno está comprometido", como lo expresó en su poemario Lívida Luz.
Consideraba la poesía como "un intento de llegar a la raíz de los objetos" mediante la metáfora.
El indigenismo es otro de los temas que ocuparon la pluma de Rosario Castellanos.
Lo trata en las novelas Balún Canán y Oficio de tinieblas y en los relatos de Ciudad real. En estos textos denuncia la discriminación y las humillaciones de las que son víctimas los indígenas
. Desde ahí, ella luchó por un trato igualitario para indígenas y blancos.
Acerca del desamor, otro de sus temas, dice en un poema.
Tal vez cuando nací alguien puso en mi cuna
una rama de mirto y se secó.
Tal vez eso fue todo lo que tuve
en la vida de amor.
Su vida personal fue intensa, tuvo un matrimonio desastroso y continuas depresiones ella misma lo definía así: “permanecí soltera hasta los 33 años. Contraje un matrimonio que era estrictamente monoándrico por mi parte, y totalmente poligámico por la parte contraria”.
Sus últimos años los dedicó al servicio exterior. Fue nombrada embajadora de México en Israel en 1971, desempeñándose como catedrática en la Universidad Hebrea de Jerusalén, además de su labor de diplomática.
Falleció en Tel Aviv el 7 de agosto de 1974, a consecuencia de una descarga eléctrica provocada por una lámpara cuando acudía a contestar el teléfono al salir de bañarse, sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres el 9 de agosto de 1974.
¿Quién es? Elena Poniatowska Amor La vida de una escritora mexicana que rechazo ser princesa para convertirse en periodista.
Algunas de sus obras que no te puedes perder:
Tinísima, 1992.
Gaby Brimmer, 1979.
La noche de Tlatelolco, 1971.
Sobre su inspiración
El reconocimiento internacional llegó con sus libros de testimonios Hasta no verte, Jesús mío y la noche de Tlatelolco acerca de la matanza de estudiantes ocurrida el 2 de octubre de 19698 en la Plaza de las Tres Culturas.
Elena considera que todo la puede inspirar y por eso para escribir el libro Hasta no verte Jesús mío la inspiración llegó en una azotea de la calle de Revillagigedo, en la Ciudad de México
. La escritora se vio deslumbrada por una lavandera que hablaba fuerte y con sabiduría: Josefina Bórquez. Una larga entrevista con este personaje formidable se acabó convirtiendo en la novela con la que ganó el Premio Nacional de Literatura.
Jamás quiso ser princesa
Ella nació con el título de princesa Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, hija del príncipe Jean Joseph Evremond Sperry Poniatowski descendiente del res y Estanislao de Polonia, pero la segunda guerra mundial obligó a su familia a emigrar, así llegó a México a los 10 años, aprendió español enseñada por su nana y fue enviada a los Estados Unidos a estudiar.
En 1954 regresó a México y comenzó su trabajo como periodista en diversos periódicos, ella jamás quiso ser princesa. La escritora siempre ha sido determinante en sus decisiones prueba de esto es su perspectiva del periodismo "soy de la idea de que por haberme iniciado como periodista, voy a ser periodista hasta que me muera
. Y debo decir que para mí la decisión de dar el paso del periodismo a la literatura fue algo aterrador. ¡Cómo saltar encima de un precipicio y llegar al otro lado!".
El primer libro que publicó fue Lilus Kikus , una colección de cuentos y en 1963 la obra
Todo comenzó en domingo.
Elena se casó con el astrofísico mexicano Guillermo Haro, con quien tuvo dos hijos: Felipe y Paula.
Poniatowska ha escrito de todo, cuentos, novelas, teatro y poesía siempre poniendo su pluma al servicio de las causas justas.
Las constantes en sus obras son la presencia de la mujer y su visión del mundo, la Ciudad de Méixco con su belleza y problemas, luchas sociales, la vida cotidiana, la literatura, la denuncia de injusticias y la crítica social.
La Enciclopedia de la Lengua Inglesa opina sobre ella "sus escritos, especialmente sus crónicas, son una fuente excelente de información cultural, política, sociológica, económica e histórica de México y su pueblo"
Elena es tan importante para el pueblo mexicano que a partir del 2007, el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, instauró el Premio Iberoamericano de Novela "Elena Poniatowska".
Hoy en día cuando se le pregunta ¿cuáles son sus experiencias más atrevidas que se quedó con ganas de vivir?, ella con una sonrisa contesta:
Tinísima, 1992.
Gaby Brimmer, 1979.
La noche de Tlatelolco, 1971.
Sobre su inspiración
El reconocimiento internacional llegó con sus libros de testimonios Hasta no verte, Jesús mío y la noche de Tlatelolco acerca de la matanza de estudiantes ocurrida el 2 de octubre de 19698 en la Plaza de las Tres Culturas.
Elena considera que todo la puede inspirar y por eso para escribir el libro Hasta no verte Jesús mío la inspiración llegó en una azotea de la calle de Revillagigedo, en la Ciudad de México
. La escritora se vio deslumbrada por una lavandera que hablaba fuerte y con sabiduría: Josefina Bórquez. Una larga entrevista con este personaje formidable se acabó convirtiendo en la novela con la que ganó el Premio Nacional de Literatura.
Jamás quiso ser princesa
Ella nació con el título de princesa Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, hija del príncipe Jean Joseph Evremond Sperry Poniatowski descendiente del res y Estanislao de Polonia, pero la segunda guerra mundial obligó a su familia a emigrar, así llegó a México a los 10 años, aprendió español enseñada por su nana y fue enviada a los Estados Unidos a estudiar.
En 1954 regresó a México y comenzó su trabajo como periodista en diversos periódicos, ella jamás quiso ser princesa. La escritora siempre ha sido determinante en sus decisiones prueba de esto es su perspectiva del periodismo "soy de la idea de que por haberme iniciado como periodista, voy a ser periodista hasta que me muera
. Y debo decir que para mí la decisión de dar el paso del periodismo a la literatura fue algo aterrador. ¡Cómo saltar encima de un precipicio y llegar al otro lado!".
El primer libro que publicó fue Lilus Kikus , una colección de cuentos y en 1963 la obra
Todo comenzó en domingo.
Elena se casó con el astrofísico mexicano Guillermo Haro, con quien tuvo dos hijos: Felipe y Paula.
Poniatowska ha escrito de todo, cuentos, novelas, teatro y poesía siempre poniendo su pluma al servicio de las causas justas.
Las constantes en sus obras son la presencia de la mujer y su visión del mundo, la Ciudad de Méixco con su belleza y problemas, luchas sociales, la vida cotidiana, la literatura, la denuncia de injusticias y la crítica social.
La Enciclopedia de la Lengua Inglesa opina sobre ella "sus escritos, especialmente sus crónicas, son una fuente excelente de información cultural, política, sociológica, económica e histórica de México y su pueblo"
Elena es tan importante para el pueblo mexicano que a partir del 2007, el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura, instauró el Premio Iberoamericano de Novela "Elena Poniatowska".
Hoy en día cuando se le pregunta ¿cuáles son sus experiencias más atrevidas que se quedó con ganas de vivir?, ella con una sonrisa contesta:
"Quisiera haber sido más libre, haberme aventurado más a cosas a las que jamás me aventuré por mi formación tan católica, tan religiosa... les pido perdón a todos los amantes que no tuve"
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