Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

4 jul 2013

La luz de los Renoir


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A través de la luz, el uso de colores cálidos y la representación de desnudos femeninos de aires clásicos, Pierre Auguste Renoir (1841-1919) desarrolló e impulsó el impresionismo.
 Una figura clave en la historia del arte.
 Realmente, una familia clave en la historia del arte y en el tratamiento de la luz en diversas disciplinas.
 Sus hijos fueron Pierre Renoir, actor, el gran cineasta Jean Renoir y el ceramista Claude Renoir.
Su nieto fue el director de fotografía de cine Claude Renoir, y su bisnieto Jacques Renoir, también director de fotografía.
 Parte de la historia de esta familia la ha plasmado Gilles Bourdos en Renoir, a partir de  Le tableau amoureux, una biografía novelada que escribió Jacques en 2003 sobre su bisabuelo. La luz de la película corre a cargo de Ping Bing Lee (Deseando amar, Tokio Blues...)
 Hoy os avanzamos el tráiler en primicia en versión original subtitulada.
La Costa Azul, 1915. Auguste Renoir (Michel Bouquet), en el ocaso de su vida, está atormentado por la  pérdida de su esposa, los dolores artríticos y la noticia de que su hijo Jean (Vincent Rottiers) ha sido herido en  la guerra. Sin embargo, cuando una joven entra en su mundo, el pintor se siente dueño  de una nueva energía. Radiante de vida,  Andrée (Christa Theret) se convertirá en su última  modelo.
 Jean regresa a casa para reponerse y también cae bajo el encanto de la estrella pelirroja  que brilla en el firmamento de Renoir.
 A pesar de la oposición de su padre, se enamora  de la joven indomable y empieza a desarrollarse el gran cineasta.
"La película me vino a la cabeza al imaginar su extraño taller de madera y cristal escondido en el corazón del edén mediterráneo, más parecido al primer taller de D. W. Griffith que al de un pintor.
 De la misma forma que Jean empieza a imaginar el cine", ha dicho Bourdos en la promoción de la película. "Para mi primera película, Disparus, rodé la exposición surrealista de 1938.
 En mi segunda película, Inquiétude, se veía a un joven artista contemporáneo obsesionado con el blanco. Considero que las escenas en las que filmo a artistas trabajando son los momentos más auténticos y exultantes de mi trabajo como cineasta".
RenoirBourdos cree que para describir el acto de pintar, es vital deshacerse de los lugares comunes: "no se puede filmar a alguien pintando. ¿No fue el mismo Jean Renoir quien dictó este dogma?
 Nunca dejó de renegar de las artes plásticas, como si quisiera integrar el trabajo de su padre en el suyo propio". "Las herramientas actuales permiten al cineasta hacer ver que el actor está pintando de verdad; la cámara capta el intoxicante acto de pintar, sigue la obra paso a paso, forma pura en movimiento". 
El director contrató al famoso falsificador francés Guy Ribes para que hiciera cuadros de Renoir para el rodaje y para que se inventase otros que parecieran del pintor.
 Durante seis meses de 2011, Ribes estuvo en un estudio realizando las obras para que la película tuviera el mayor toque realista posible.
 La evolución de las obras que se ven en la pantalla son trabajo suyo.

El escote de Shakira ‘corrompe’ a los iraníes

Shakira, en las pantallas de Canal 3 de Irán.

Los ultraconservadores iraníes están que trinan.
No solo han perdido las últimas elecciones, sino que ahora ven cómo la televisión estatal corrompe a la población con imágenes que atentan contra la moral oficial. En un mismo día de la semana pasada, la cadena mostró a unas iraníes residentes en Italia en minifalda y el escote de Shakira. En Irán, no solo es obligatorio que las mujeres se cubran de la cabeza a los pies, sino que la televisión censura cualquier imagen que no se ajuste a ese molde.
Es cierto que los iraníes acaban de elegir a un presidente menos ultramontano que el anterior, pero nadie se esperaba un cambio semejante. ¿O es que solo fue un despiste del censor? El caso es que los espectadores del Canal 3 no daban crédito
. Durante la transmisión en directo desde Roma de un partido de la liga mundial de voleibol entre Irán e Italia, la cámara mostró varios planos de aficionadas iraníes en camisetas de tirantes y minifaldas. No está probado que eso contribuyera al triunfo de su equipo.
Pocas horas después, la misma cadena, especializada en deportes, estaba dando cuenta del enfrentamiento entre España e Italia en la Copa Confederaciones de fútbol, cuando apareció Shakira, que apoyaba desde las gradas a su pareja, el jugador Gerard Piqué. Aunque el realizador cortó la mayoría de los planos en que se veía a la cantante colombiana, se colaron un par de ellos en los que pudo apreciarse el escote de su vestido y los brazos desnudos.
Varios diputados han tachado las imágenes de “escandalosas” y un semanario ultraconservador, Ya Lessarat, se preguntaba en la edición del miércoles “¿para cuándo la apertura de cabarets?”, según cuenta France Presse.
Una de las iraníes residentes en Italia que apoyaban a la selección de voleibol de su país.
El director general de la Radiotelevisión iraní (IRIB), Ezatolá Zarghamí, ha rechazado las críticas.
“Durante los partidos de voleibol, los espectadores están muy cerca del terreno de juego y algunas mujeres se visten de forma inapropiada, lo que dificulta los encuadres”, explicó a los medios locales, antes de lamentar esas imágenes “contrarias a ley islámica”.
 En su opinión, la única solución es no transmitir los partidos. “Pero entonces, los telespectadores recurrirán a las cadenas por satélite”, advirtió.
Sin embargo, muchos iraníes han mostrado su satisfacción a través de las redes sociales.
 “Le pedimos a Rohaní [el presidente electo] que se olvide del enriquecimiento [de uranio] y que nos traiga de vuelta a las alumnas que se fueron a estudiar a Italia”, sugiere Suti en su cuenta de Facebook donde ha colocado algunas capturas de la pantalla de televisión.
No hay muchas esperanzas.
Para evitar sorpresas, el partido de vuelta entre Italia e Irán se transmitió dos días más tarde con siete segundos de diferencia, para que diera tiempo a suprimir imágenes indeseadas o a sustituirlas por otras de archivo.
El propio director de la radiotelevisión ha admitido que la medida causó el malestar de la audiencia que no sabía si los puntos eran en directo o en diferido.
 El siguiente reto son los partidos que el equipo nacional va a celebrar con el de Cuba, los próximos viernes y sábado. Zarghamí ha sugerido enviar a voluntarios que ofrezcan batas para cubrirse a las mujeres asistentes.

Entre la pasarela y el arte

Los diseñadores Viktor&Rolf y Valentino acercan con sus desfiles la alta costura a los museos

  • FOTOGALERÍA Las panteras de Gaultier
  • Fotogalería: La nueva juventud de Valentino 
  • Un diseño de Jean Paul Gaultier inspirado en el artista Klaus Nomi. / Pascal Le Segretain (Getty Images)

    El retorno a la alta costura de Viktor&Rolf cerró ayer la tercera jornada de la semana de la moda de París que hoy termina.
     Los holandeses Viktor Horsting y Rolf Snoeren llevaban 13 años sin participar en este calendario y han vuelto para celebrar su 20º aniversario.
     Pero en este tiempo todos hemos cambiado. Hace precisamente 13 años, una exposición sobre Giorgio Armani en el Guggenheim abrió un acalorado debate sobre si un creador de moda contemporáneo pintaba algo en un museo
    . Asunto que hoy parece superado a juzgar por la proliferación de muestras dedicadas a firmas de moda en las más respetadas instituciones del mundo.
    Las primeras instalaciones de Viktor&Rolf estaban en un punto difuso entre el arte y el vestir y ese fue el espíritu que quisieron recuperar las 20 piezas negras, una por año, que se mostraron ayer en un centro de arte y música contemporánea de París
    . Un ejercicio de creatividad por la creatividad que antes de ser presentado ya había vendido a un coleccionista la mitad de las obras, según la edición británica de Vogue.
     Eran los propios diseñadores quienes colocaban a las modelos —sentadas, tumbadas o unas sobre otras— en una amplia sala para que sus mullidos trajes siguieran un dibujo ya marcado en la alfombra. El espectáculo, además de carente de emoción, parecía anticuado.
    La mayor o menor cercanía de la moda con el arte no debería hacer olvidar que el objetivo aquí no es el museo sino vestir un tiempo y un momento.
     Los diseñadores de Valentino, Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, imaginan para otoño/invierno 2013 una alta costura “enciclopédica” y llena de curiosidades, como una colección particular que englobara pintura, numismática, arqueología o entomología
    . Inspirados por los “museos de los orígenes”, idean estampados a partir de documentos del siglo XVII de Jacobo Ligozzi, brocados inspirados en retratos del siglo XVI de Nicholas Hilliard y vestidos de muselina marrón van Dyck.
     Sus trajes de noche con miles de perlas bordadas son de una belleza irrefutable, pero no se conforman con vivir en una vitrina.
     Los italianos ponen mucho énfasis en la sección de día, como si temieran que su fascinante noche los relegara al cajón de las antigüedades.
    Las ocurrencias de Jean Paul Gaultier durante 35 años han sido el sujeto de una retrospectiva que, según la compañía, ha sido vista por un millón de personas en varios museos del mundo desde su inauguración en Montreal en 2011.
     En España, recaló en la Fundación Mapfre de Madrid
    . En el desfile de ayer, Gaultier concibió mujeres pantera, que se visten con falsos motivos felinos.
     Se trata de trampantojos de la piel de los animales realizados con bordados de cristales o con plumas pintadas. En el fondo, una excusa para revisar sus obsesiones de siempre.
     La desbordante creatividad de Gaultier no buscaba el museo cuando recuperó los corsés para las mujeres modernas, pero ha terminado en él por su capacidad expresiva.
     Como decía Yves Saint Laurent, maestro de la costura y apasionado coleccionista, “la moda no es un arte, pero necesita un artista para existir”.
     

De dioses, mitos y literatura

Más allá de 'El Decamerón', queda otro Boccaccio

Con sus obras latinas abrió camino a los humanistas del Renacimiento.

Edición de 'El Decamerón' de 1573.

Los lectores actuales identifican a Boccaccio como el autor de El Decamerón,el gran fabulador de relatos eróticos y pícaros, indudable pionero de la novelística europea.
Pero queda otro Boccaccio, que con sus obras latinas abrió camino a los humanistas del Renacimiento.
 Y convendría no olvidarlo ahora al celebrar el séptimo centenario de su nacimiento.
Me refiero al autor de la gran enciclopedia mitológica sobre los dioses y héroes antiguos, ese extenso y doctísimo repertorio, en quince libros, en el que trabajó durante sus últimos veinticinco años, titulado Genealogia deorum gentilium y publicado al fin de sus días, de asombrosa difusión e influencia durante los dos siglos siguientes.
 Recibió el encargo de escribir ese vademecum sobre “los dioses de los gentiles” del rey de Chipre, Hugo IV de Lusignan, hacia 1350, y lo dejó concluido hacia 1375
. En tal empeño fue alentado también por su gran amigo Petrarca, y logró concluir esa amplia y magnífica recuperación de la herencia mítica del paganismo, concebida no sólo como un prodigio de erudición, sino, ante todo, como un rescate de la gran narrativa poética de los antiguos, no ya mensaje teológico sino una incomparable fiesta de la fantasía.
En su torrencial prosa latina quiso reconquistar el encanto de los antiguos mitos y lo hizo con inusitado fervor hacia ese mundo pagano, despreciado por los clérigos medievales.
 En el admirable Libro XIV reivindica con vivo entusiasmo el valor de la poesía para la vida y el conocimiento del mundo, adelantándose al Humanismo.
Todo el fervor pagano del Renacimiento lo anuncia ya Boccaccio a través de su manifiesta simpatía hacia la poesía que pervive en los mitos antiguos.
 Él fue además, recordémoslo, el primero en lograr leer en Occidente, tras muchos siglos de desconocimiento, La Odisea y La Ilíada de Homero, traducidas a petición suya por un turbio monje bizantino, y pudo enorgullecerse de inaugurar el contacto con esos textos aurorales.
 Fue también Boccaccio quien descubrió en la abadía de Monte Casino los primeros manuscritos de Apuleyo y de Tácito, entre otros.
Desde 1461 el amigo de Petrarca no escribió novelas en su vivaz italiano, sino doctos textos en latín: la Genealogia y un par de obras menores.
 Pero, evidentemente, este otro es el mismo: el inaugurador de la novelística en lengua vulgar, el escritor de El Decamerón, la Fiammetta y el Corbaccio, que, algo más viejo, contempla el mundo humano desde su atalaya con renovado vigor poético y vuelve su mirada hacia los mitos clásicos.
 Más allá de las distintas lenguas y diversos temas, el autor mundano y satírico novelista y el erudito latinista no dejan de ser un mismo y único y genial Boccaccio
. Es fácil ver un eje común entre una y otra etapa: el inagotable amor a la fantasía narrativa, lo que Goethe llamaba Lust zu fabulieren.
La admiración y la deuda de nuestra literatura europea hacia Boccaccio, estupendo narrador y temprano humanista, resulta, por tanto, doble.