Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 jul 2013

La policía no pide el carné en los 'escraches antiabortistas'.............Del Blog MUJERES


Jóvenes sueltan globos en un acto ante la clínica Dator de Madrid. / ULY MARTÍN“¡Soraya, Soraya, tu casa quién la paga!”. Unas 200 personas se concentraron el pasado 5 de abril ante la puerta del domicilio de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, convocados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
 Era el arranque de la campaña de escraches que la asociación organizó para tratar de atraer a los diputados en favor de la iniciativa legislativa por la dación en pago que planteó al Congreso. Esa tarde, algunos de los asistentes fueron identificados por los agentes de policía que protegían la vivienda, con la excusa de que era una “concentración no autorizada” por no haber sido comunicada con anterioridad. Entre ellos, Jorge Verstrynge, secretario general de Alianza Popular (AP) entre 1979 y 1986, hoy militante socialista y marido de una activista de la PAH.
Este celo policial a la hora de identificar y denunciar a quienes protestaban por el problema de la vivienda, a los que se llegó a calificar de "acosadores" y de "nazismo puro", en palabras de Dolores de Cospedal, contrasta con la impunidad con la que, desde hace años, se permite a las asociaciones antiabortistas llevar sus campañas ante las clínicas que permiten la interrupción del embarazo.
 Como si protestar ante conocidos políticos fuera peor que molestar a anónimas mujeres cuando acuden a abortar.
 Algo que, como mínimo, debería considerarse igual de grave y tratarse de la misma manera.
Días después del escrache ante la casa de la vicepresidenta, la Delegación del Gobieno en Madrid anunció la sanción con multas de hasta 1.500 euros a 19 de los identificados en aquel acto.
 Y, en las sucesivas semanas, se irían sumando hasta una treintena de expedientes abiertos a otras tantas personas por diferentes escraches ante los domicilios en la capital de las diputadas Belén Bajo, Eva Durán o el presidente del Congreso, Jesús Posada.
Las razones de estas medidas las puso también sobre la mesa el jefe superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez, que informó de que los agentes a sus órdenes identificaron a los participantes en dicha protesta en cumplimiento de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley Corcuera. Quienes han intervenido en esas actividades “han sido identificados y denunciados en virtud de la ley 1/92 [de Seguridad Ciudadana] y se ha dado cuenta de ello al Ministerio Fiscal y a las autoridades judiciales”, afirmó el comisario.
En cambio, no hay ley Corcuera que dé paz a las clínicas del aborto.
 La prueba la ha puesto sobre la mesa el propio Gobierno, que ayer remitió la respuesta a una pregunta de la diputada socialista Ángeles Álvarez, que quiso saber cuántas identificaciones había realizado la policía "ante los escraches que se producen de manera habitual ante las clínicas autorizadas para la interrupción voluntaria del embarazo".
Si bien la diputada pidió datos entre 2009 y 2012, el Ejecutivo solo ha respondido con información de 2012.  En ese año, según el Ejecutivo, la policía no identificó a ninguna de las personas que protestaban a las puertas de las clínicas de Madrid, pese a que admite que en el mismo periodo se produjeron nueve intervenciones policiales ante los recintos.
"Hay dos varas de medir", protesta la diputada socialista, que recuerda que los escraches a las mujeres en las clínicas son "bastante más tensos". "Yo no pido que se identifique a quienes practican escraches en las puertas de las clínicas. Pero, al menos, que si no se pide a uno, no se pida a los otros".

La nueva imagen de Carlota Casiraghi

La prensa internacional apunta a que la hija de Carolina de Mónaco espera su primer hijo con el actor Gad Elmaleh, con quien sale hace dos años.

 

Carlota Casiraghi y Carolina de Mónaco, en el Riviera Grand Prix de Mónaco, el fin de semana. / Didier Baverel (WireImage)
Una princesa no está embarazada hasta que el palacio de turno lanza un comunicado oficial. Ese texto se espera en Mónaco y en medio mundo. Carlota, la hija de la princesa Carolina y el fallecido Stephano Casiraghi, muestra síntomas evidentes de estar esperando al que será su primer hijo. Así lo han recogido en las últimas horas prestigiosos medios de comunicación internacionales. La joven de 26 años mantiene una relación desde hace dos con el actor francés de origen marroquí Gad Elmaleh, de 41.
Mientras llega la confirmación oficial se analizan los indicios. La figura de Carlota ha cambiado, como lo prueban las imágenes que se captaron de ella el pasado fin de semana, cuando asistió junto a su madre al Concurso de Saltos Obstáculos de Montecarlo
. La hija de la princesa no solo luce una prominente barriguita, sino que se viste con ropa holgada
. Además, hay otra rotunda pista: no ha participado en las pruebas: ella, que es una consumada amazona, habitual de este tipo de competiciones.
 Pero por si todas estos estos indicios fueran pocos, ayer la edición online de la revista italiana Vogue, con la que Carlota colabora habitualmente, también se hizo eco de la noticia, que no tardó en propagarse.
Carlota es una de las grandes figuras de la prensa social del mundo, siguiendo la estela que en su día forjaron su abuela Grace Kelly y su madre Carolina
. La princesa acompañó a su hija al concurso hípico y fue pillada por los objetivos de las cámaras mirando discretamente la barriga de la joven
. Pero tanto la princesa como el resto de la familia no hablan del asunto.
 Cuando se confirme la noticia, se tratará del segundo nieto para Carolina, que la pasada primavera se convirtió en abuela al nacer el primogénito de su hijo mayor Andrea y la novia de este, Tatiana Santo Domingo
. La pareja ha anunciado en repetidas ocasiones su deseo de casarse, pero todavía no han puesto fecha.
La relación de Carlota con Gad Elmaleh comenzó a finales de 2011, pero no fue hasta marzo pasado cuando la familia de Mónaco la oficializó, al permitir que el actor asistiera con ellos a una de las citas más importantes del año en Mónaco: el Baile de la Rosa.
Cuando Carlota comenzó a salir con Gad Elmaleh, la pareja se convirtió en el objetivo más valioso de los paparazis
. La joven llegó a decir que temía por su vida y comparó su situación a la vivida por Diana de Gales.
 El abogado, Alain Toucas, el mismo que defendió a lady Di, presentó una denuncia penal, por “violencia moral” y “montajes” contra un grupo de paparazis.
 Los tribunales apoyaron la petición y decretaron una orden de alejamiento.
Gad Elmaleh ha estado casado y es padre de un hijo. Muchos comparan la relación de Carlota con la que su madre mantuvo con el también actor Vicent Lindon.

El juez aparca la causa contra la tía, el padre y la abuela de la princesa Letizia

Un juzgado de Cangas de Onís decreta el sobreseimiento provisional de las diligencias.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cangas de Onís ha decretado el sobreseimiento provisional de las diligencias por un presunto delito de alzamiento de bienes respecto a la tía, el padre y la abuela de la Princesa de Asturias, María del Henar Ortiz Álvarez, Jesús Ortiz Álvarez y María del Carmen Álvarez del Valle, respectivamente, "por no aparecer debidamente justificada la perpetración del delito".
La abuela, el padre y la tía paterna de Letizia Ortiz habían sido imputados por un supuesto delito de insolvencia punible por alzamiento de bienes a causa de una deuda contraída, por un importe superior a los 20.000 euros, por Henar Ortiz Álvarez, la hermana del progenitor de la princesa de Asturias
. Ahora el juez ha decidido aparcar la causa.
El proceso se emprendió a raíz de la denuncia planteada por un particular, quien reclama a Henar Ortiz el pago de algo más de 20.000 euros
. Esta deuda habría sido contraída por la tía de Letizia cuando Henar regentaba una pequeña tienda de regalos y recuerdos en Cangas de Onís.
 Tras la denuncia, la fiscalía investigó el caso y determinó que Henar, pero además también su madre y su hermano, podrían haber incurrido en ocultamiento de bienes para no afrontar los débitos contraídos por la primera.
La sospecha de la fiscalía es que los imputados habrían tratado de evitar el embargo de algunos bienes familiares para hacer frente a la deuda; entre ellos, la casa rural de Sardeu, en Ribadesella, donde habita la abuela de la princesa y madre de Henar desde que se jubiló en la radio asturiana, donde ejerció como locutora e informadora durante décadas.
El delito de insolvencia punible se produce por el incumplimiento del deber del deudor, quien ha de responder con todos sus bienes presentes o futuros en caso de no hacer frente a sus obligaciones
. De ser condenados, la pena podría oscilar entre uno y cuatro años de cárcel y una multa, a determinar por el juez, de entre 12 y 24 meses
Henar Ortiz (Oviedo, 1956) abrió su tienda Arte y Decoración Henar en Cangas de Onís en 2000, cuatro años después de haberse mudado a este municipio de los Picos de Europa, en el que también residió una hermana y su sobrina Erica, ambas ya fallecidas.
 La tienda era un pequeño establecimiento de regalos, recuerdos turísticos y decoración situado junto a la plaza del mercado, en el centro de la población.
El local sólo abría, por lo común, los domingos, coincidiendo con la celebración semanal del popular mercado de la localidad, y en época turística.
De forma permanente exhibía un número de teléfono móvil en la puerta.
En el negocio también vendía ropa, artesanía y objetos decorativos. En la mesa central, también se exhibían algunos libros.
La tienda fue tirando con modestia, pero sufrió dos percances que la situaron en dificultades de continuidad. Primero fue una caída de la propietaria mientras realizaba una pintura decorativa, lo que le obligó a suspender temporalmente la actividad a causa de sendas fracturas de coxis y de una vértebra. Y en el invierno de 2004, la tienda resultó dañada por unas inundaciones.
A partir de estos hechos, y coincidiendo con la celebridad de la familia desde que en mayo de ese año su sobrina Letizia Ortiz contrajera matrimonio con el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, Henar Ortiz cerró el negocio.

 

La Peregrina, o el modo en que Richard Burton conquistó a LizTaylor


538_JUL_01_Isla Taboga

La perla Peregrina es tan bella como maldita.
 Eso dice la leyenda, que  quien la posea, morirá lentamente y con dolor
. A Richard Burton esto  no le importó demasiado y, aturdido ante semejante pieza, la compró por 37.000 dólares y se la regaló a su enamorada, Elizabeth Taylor, que apareció divina con ella en Ana de los mil días. Este es sólo un eslabón más del largo recorrido de esta joya, que fue encontrada por un indio en aguas panameñas en el conocido Archipiélago de las Perlas en 1515.
Tiene forma de pera, un tamaño espectacular y un peso de 30, 5 quilates. Características que quitan el hipo.  Y una vida de lujo y ambición.
La profesora Carmen Mena García, catedrática española de Historia de América, desglosa el recorrido de esta perla minuciosamente en la isla de Taboga, la nueva parada de los expedicionarios de la Ruta Quetzal BBVA. Esta pequeña sevillana con gracejo andaluz al hablar recorre las calles de la isla con una verborrea propia de quien se ha convertido a lo largo de las últimas dos décadas en una eminencia en la materia.  
RTEmagicC_021.jpgMena viaja este año con la Ruta Quetzal para explicar a los chicos el origen de esta joya tan singular. Para eso los sitúa en el contexto.
 El Archipélago era por aquel entonces una de las reservas más importantes del Pacífico y una  fuente de perlas que parecía interminable,  algo que los lugareños no valoraban demasiado: las utilizaban para decorar sus remos o las asaban junto a las ostras, a las que estimaban mucho más.
 Llegaron los españoles y no dudaron en explotar el negocio.
 De esa manera utilizaban a los indios Kueva del lugar para que bucearan y encontraran estos pequeños y blancos tesoros con forma de lágrima.
 Llegó hasta tal punto la ambición española, que obligaron a los indígenas -mano de obra barata- a sumergirse  por aguas plagadas de tiburones más de lo que permite el cuerpo humano para encontrar más y más joyas
. En pocos años, los Kueva empezaron a morir por diferentes causas y su población se redujo un tercio.
Pero lo cierto es que el expolio de este botín tampoco supuso ningún problema entre indígenas e invasores. Todos pensaban que estafaban a  los contrarios
. “¿Y quién engañaba a quién?, pregunta la catedrática. “En realidad tenían un trato: los españoles se llevaban las perlas y los indios se quedaban las ostras, y todos pensaban que estaban timando a los demás”, cuenta  Mena  entre cigarrillo y cigarrillo apostada en el único chiringuito de la zona, intentado engañar al calor sofocante de Taboga, a 20 kilómetros de Panamá.
La Peregrina apareció de esta manera, con un indio que la rescató de las profundidades del mar
. Acabó en manos de un comerciante español, Pedro del Puerto, por 1.200 pesos.
 Y, de la noche a la mañana, se convirtió en una especie de Gollum en El señor de los anillos. Estuvo noches sin dormir preocupado por su tesoro,  y ante semejante sinvivir terminó vendiendo la joya a Pedrarias Dávila, el ejecutor de Balboa, que pudo -antes de morir- dibujar la perla y mandarla estampada en una carta a la Corona española.
La bautizaron como La perla rica y empieza así su largo peregrinaje.
 En manos de la mujer de Pedrarias llegó años después a España, y acabó comprándola Isabel de Portugal. A partir de entonces la joya estará vinculada a la Corona y será una de las perlas más pintadas de la historia. Tiziano, Velázquez, Antonio Moro... Todos sucumbieron ante su belleza
. Pasó por manos de María Tudor, regalo de Fernando II, y se convirtió en objeto de deseo de la realeza de la época. Margarita de Austria, Isabel de Borbón o María Luisa de Parma disfrutaron de su belleza a lo largo de los siglos, hasta que José Bonaparte ordenó que le entregasen las joyas de los Borbones españoles.
Napoleón III la vendió en 1848 al marqués de Abercom por problemas económicos y la familia de este se la ofreció en 1914 al rey Alfonso XIII, pero no la quiso.
 Terminó en manos del millonario americano Judge Heary y pasó a las de otro magnate, Henry Huntington. Tras pertenecer a dos coleccionistas llegó por fin al cuello de Elisabeth Taylor, que lo incorporó a un collar renacentista diseñado por la prestigiosa joyería Cartier, lo que revalorizó aún más el tesoro panameño. Cuando murió la actriz en 2011, la sala Christies la subastó por 12 millones de dólares (9 de euros), el récord mundial para una joya.
 Ahora resulta imposible saber el nombre de su dueño. "Pocas joyas ocultan una historia tan fascinante", reflexiona Mena.
 Lo único claro en estos momentos es que la perla más famosa de Panamá continúa su incansable peregrinaje.