Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

21 jun 2013

Quería............

QUERIA


Quería sentirla cerca y oler su olor,
quería absorverlo en mi interior,tener
sus labios en los míos y que el mundo
parara su tiempo en ese momento.
Quería que mis manos rozaran las
suyas y que mis abrazos fueran su
esperanza,quería que sus lágrimas
cayeran en mi hombro y que con
mis besos ella desvaneciera...
Quería tantas cosas, quería amarla tanto,
solo deseo que en la distancia no se olvide
de mi,que vuelvan las caricias dormidas,
que nuestras almas vuelvan a vibrar y que
volvamos a amarnos como aquellos dias,
como un día volveremos a volar...y
juntos en el vuelo del amor,volveremos a
la realidad,y tímidamente tomaras
mis manos,para volver a soñar...
henacidoparaamarte

SI PUDIERA

SI PUDIERA


Cuando estoy solo te recuerdo,recuerdo
tu sonrisa y tus besos,recuerdo la playa y
el cielo y recuerdo nuestro primer encuentro.
Si pudiera amarte , te amaría entre líneas,
dibujaría tu cuerpo para darte vida,
llenaría de besos tus mejillas,daría alas a
mis letras para que se fundieran con las tuyas.
Si pudiera amarte , te amaría,a través del
papel te besaría,atraparía tus manos
con las mías,el día se haría noche,
la noche día....¡ay mi vida si pudiera amarte!.
Amar sin reservas, entregarte a la persona
que amas es lo más bello y hermoso que
he sentido,este amor que hacemos renacer
cada vez que Tu y yo nos vemos con la
claridad del nuevo día. 
(henacidoparaamarte)
 

Muere Miguel Narros, un gran referente para el teatro español

El director teatral muere a los 84 años tras estrenar 'La dama duende'.

 

El director teatral Miguel Narros, uno de los referentes más importantes del teatro español contemporáneo, ha fallecido esta mañana en Madrid de un fallo cardiaco en la Clínica Quirón, donde se encontraba hospitalizado por problemas pulmonares.
 Narros será velado por sus amigos y compañeros mañana sábado de 10 de la mañana a 4 de la tarde en el Teatro Español de Madrid, un templo escénico al que ha estado ligada su vida profesional durante muchos años.
Nacido en Madrid en 1928, el director desaparecido, cursó estudios en el Real Conservatorio de Música y Declamación, tras lo cual se trasladó a Francia donde continuó su formación con una beca en Francia
. A su vuelta a España inició dos de sus primeras profesiones, la de actor y la de figurinista y escenógrafo. Como actor fue descubierto por Luis Escobar quien le incorporó a la compañía del María Guerrero y su nombre empezó a sonar tras el estreno de Don Juan, de Zorrilla, con dirección del propio Escobar y con decorados y vestuario de Salvador Dalí.
 Como espléndido dibujante y creador de figurines fue descubierto por José Luis Alonso, quien le reclamó para varias de sus puestas en escena
. Él a su vez desarrolló su carrera de la mano del escenógrafo italiano Andrea D’Odorico, con quien obtuvo sus mayores éxitos y alguna vez él mismo se encargaba de los figurines.

Premios para un director

Miguel Narros obtuvo numerosos premios, entre los que destacan: Medalla de oro de la ciudad de Valladolid (tres ocasiones); Premio Nacional de Teatro (dos ocasiones); Premio El Espectador y la Crítica (dos ocasiones); Chevalier de L´Ordre des Arts et des Lettres de Francia; Premio Corral de Comedias de Almagro (junto a Andrea D’Odorico), Premio Max de teatro, mejor dirección por Panorama desde el puente; Premio de las Artes 2004 de Castilla la Mancha, por su trayectoria profesional y Premio Max de Honor en 2009 y la semana pasada el Premio Fuente de Castalia la noche de su estreno de La dama duende.
Él a su vez fue descubridor de numerosos actores y directores, destacando entre ellos la actriz Ana Belén, quien siempre ha reconocido que su carrera hubiera sido otra de no tropezar en su vida con Narros, al que visitó ayer tarde en el hospital, al que ha vuelto esta mañana temprano nada más conocer la noticia.
Narros, que llegó a convertirse en Catedrático de la Real Escuela Superior de Arte Dramático, empezó de firme con la dirección escénica, donde logró brillar con luz propia y convertirse en un director emblemático en la segunda mitad del siglo XX en España, en los años sesenta con puestas en escena con el Teatro Español Universitario (TEU) y con el Pequeño Teatro, que creó primero en Barcelona y posteriormente en Madrid.
 Después llegaron otros grandes y prestigiados proyectos impulsados por él como el Teatro Estudio de Madrid (TEM) y el Teatro Estable Castellano (TEC), junto a José Carlos Plaza y William Layton, con quienes también se involucró en la creación del Laboratorio de William Layton, donde se han formado numerosos actores españoles.
Desde entonces ha transitado por los mejores textos del teatro contemporáneo y con innumerables obras de teatro clásico, y siempre con los mejores actores.
 La última ha sido una pieza de Calderón, La dama duende, estrenada la semana pasada en la muestra Clásicos en Alcalá, que será representada en el Festival de Olmedo (20 de julio) y clausurará el Festival de Almagro días después, tras lo cual iniciará una gira por toda España. Una obra con la que Narros estuvo obsesionado toda su vida y que por diversas circunstancias no pudo volver a poner en pie hasta ahora que la ha dirigido sin saber que era con la que se despedía, con producciones Faraute, y el productor Celestino Aranda, con quien Narros se casó hace unos años.
A lo largo de su fructífera carrera su prestigio le lleva a participar como director en la Feria Mundial de Nueva York (en 1971 dirigió el Auto Sacramental El hospital de los locos de José de Valdivieso, por invitación de René Buch), en los Festivales de España y en Europalia 85.
 Además ha sido director del Teatro Español de Madrid en dos ocasiones.

Los montajes de Narros

El director de teatro Miguel Narros puso en escena, entre otros textos, Réquiem por una mujer, de W. Faulkner; Soledad, de Unamuno; ¿Quiere usted jugar conmigo?, de Achard; El triunfo del amor, de Marivaux; Historia de un soldado, de Stravinski-Ramuz; Sabor a miel, de Shelag Delaney (primera versión); Fedra, de Unamuno; Antígona, de Anouilh (primera versión); La rosa tatuada, de Tennessee Williams; El auto de la pasión, de Lucas Fernández; La señorita Julia, de Strindberg; Las tres hermanas, de Chéjov; Las mujeres sabias, de Molière; El caballero de Olmedo, de Lope de Vega (primera versión); La dama duende, de Calderón; Antígona, de Anouilh (primera versión) y La posadera, de Goldoni.
Dirigió el Teatro Español, de 1967 a 1971, Numancia, de Cervantes; El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina; El rey Lear, de Shakespeare (primera versión); El rufián Castrucho, de Lope de Vega; Las mocedades del Cid, de Guillén de Castro; El sí de las niñas, de Moratín (primera versión); La paz, de Aristófanes; La marquesa Rosalinda, de Valle-Inclán, y El condenado por desconfiado, de Tirso de Molina.
Otros trabajos de dirección: Sabor a miel, de S. Delaney (segunda versión); Hedda Gabler, de Ibsen; El hospital de los locos, de Valdivielso; La cocina, de Wesker; Antígona, de Anouilh (segunda versión); Los gigantes de la montaña, de Pirandello; Retrato de dama con perrito, de Luis Riaza; Macbeth, de Shakespeare; Hederá, de Ignacio Amestoy; El rey de Sodoma, de Arrabal; La Chunga, de Vargas Llosa.
En el Teatro Estable Castellano (1978-1980) dirigió: Así que pasen cinco años, de Lorca (primera versión); El tío Vania, de Chéjov; La dama boba, de Lope de Vega, y con Teatro del Arte (1981-1083): Danza macabra, de Strindberg; Seis personajes en busca de autor, de Pirandello (primera versión); El rey Lear, de Shakespeare (segunda versión); Don Juan Tenorio, de Zorrilla, y Final de partida, de Beckett.
En su segunda etapa como director del Teatro Español (1984-1989) montó: Bohemios, de Perrín y Palacios; El castigo sin venganza, de Lope de Vega; El concierto de San Ovidio, de Buero Vallejo; El sueño de una noche de verano, de Shakespeare; La malquerida, de Benavente; Largo viaje del día hacia la noche, de O'Neill; Así que pasen cinco años, de Lorca (segunda versión); Rosa de amor y fuego, conciertos de Ana Belén, y Homenajes a Lorca, Yerma.
Otros trabajos de dirección: Medea para el Ballet Nacional de España; Don Juan Tenorio, de Zorrilla para el Teatro Nacional de Venezuela; Yo elegí el flamenco para el Ballet de Yoko Komatsubara; Combate de negro y perros, de Koltès (CDN); El caballero de Olmedo, de Lope de Vega (segunda versión)
(CNTC); Las de Caín, de Hnos. Álvarez Quintero (CAT); La gallarda, de Alberti, Expo 92; Fiesta barroca, Madrid Capital Cultural de Europa 1992; La truhana, de Antonio Gala; Casi una diosa, de Jaime Salom; A puerta cerrada, de Sartre; Marat-Sade, de Peter Weiss (CDN); Los bellos durmientes, de Antonio Gala; La gitanilla, de Cervantes, para el Ballet Nacional de España; El yermo de las almas, de Valle-Inclán (CNTC.; Yerma, de F. G. Lorca (CAT); La estrella de Sevilla, de Lope de Vega (CNTC); Jugar con fuego, de Barbieri, Teatro de la Zarzuela; La realidad iluminada, Homenaje Buero Vallejo; La dama no es para la hoguera, de Christopher Fry; Los puentes de Madison, de Robert James Waller; El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, (CNTC); Carmen Carmela, con Antonio Canales; Ay, Carmela, de José Sanchis Sinisterra; Móvil, de Sergi Belbel; El beso de Judas, de David Hare; La cena de los generales, de José Luis Alonso de Santos; Fedra, ballet flamenco; La abeja reina, de Charlotte Jones, y Los negros, de Jean Genet.
Con Producciones A. D´Odorico-Compañía Miguel Narros (1993-2006) ha firmado los siguientes montajes: La doble inconstancia, de Marivaux; Seis personajes en busca de autor, de Pirandello; La discreta enamorada, de Lope de Vega; El sí de las niñas, de Moratín (segunda versión); La vida que te di, de Pirandello; El rey Lear, de Shakespeare (tercera versión); Los enamorados, de Goldoni; Mañanas de abril y mayo, de Calderón; Panorama desde el puente, de Arthur Miller; Tío Vania,de A. Chéjov; El sueño de una noche de verano, de Shakespeare; Doña Rosita la soltera, de Lorca, y Salomé, de Oscar Wilde.
En los últimos años sus montajes eran puestos en pie con producciones Faraute.

El psiquiatra de José Bretón lo califica como “obsesivo” y “dominante”

Varios testigos sitúan al acusado en la finca familiar de Las Quemadillas el día de los hechos

La familia del acusado se ha negado a declarar ateniéndose a su derecho.

 

ampliar foto
El psiquiatra Guillermo Guioteo, que recetó a José Bretón los tranquilizantes. / Salas (EFE)

"Obsesivo" y "dominante".
 Con estas palabras, el psiquiatra al que acudía José Bretón, acusado de asesinar a sus hijos Ruth y José, ha calificado a su cliente ante el juez durante la quinta sesión del juicio.
 Asimismo, varios testigos han situado al acusado en la finca familiar de Las Quemadillas, tanto la mañana del día de los hechos, el 8 de octubre de 2011, como días antes, durante las noches y madrugadas. Este viernes también ha sido el turno de los familiares del acusado, quienes se han negado a declarar.
En su declaración, el psiquiatra, que fue quien le recetó las pastillas que supuestamente Bretón suministró a sus hijos, ha precisado que se las mandó porque conocía su diagnóstico de cuadros "depresivos" y "le podía ayudar a estar bien sin ver las cosas de forma obsesiva", todo ello tras conocer que Ruth quería separarse, informa Europa Press.
Para el especialista, Bretón es una persona "dominante" y pensó que "iba a utilizar los hijos contra la mujer", como "llevárselos", aludiendo en este caso a otras relaciones de pareja y ante ello le aconsejó que "hiciera las cosas bien, que tuviera actitud buena y colaboradora".
 El dependiente de la farmacia que atendió a José Bretón ha comentado que no recuerda el día en el que se acercó el acusado, si bien precisa que la receta está guardada.
Los padres y hermanos de Bretón se han negado a declarar ateniéndose a su derecho por ser familiares directos.
Su padre, Bartolomé Bretón, muy delicado de salud, ha accedido a la sala con ayuda. "No voy a decir nada", le ha dicho al tribunal y al jurado
. Lo mismo ha dicho Antonia Gómez y sus hijos Catalina y Rafael
. La madre de Bretón ha besado al acusado al entrar y al salir de la sala, su hermana Catalina, le ha saludado con la mirada; Rafael no le ha llegado a mirar.
A diferencia de la familia, los cuñados del acusado estaban obligados a prestar declaración.
 A respuestas de la fiscal, José Ortega, marido de Catalina, ha dicho que no se cree que Bretón matase a sus hijos, pero ha afirmado que "él es el responsable" de su desaparición.
 Ortega ha dicho que el día de autos "fue el peor" de su vida.
Muy nervioso y entre lágrimas, Ortega ha reconocido que ese día no se creyó la versión del acusado de que se habían perdido en el parque Cruz Conde.
 También le extrañó mucho la versión del acusado de que perdiera allí a los niños cuando el acusado, presuntamente, se sentó en una barra para hacer ejercicios al lado del circuito de carreras del parque.
 "Con lo escrupuloso que es, me extrañó".
José Bretón siempre ha contado que perdió a sus hijos en el interior del parque Cruz Conde, en un descuido mientras paseaba con los dos niños de dos y seis años.
 La fiscalía sostiene que esa versión es una invención del padre y que, en realidad, como venganza contra su exmujer, Ruth Ortiz, que acababa de pedirle el divorcio, envenenó a sus hijos con potentes fármacos
. Tras matarlos, presuntamente incineró sus cuerpos en una hoguera que hizo en su finca familiar de Las Quemadillas
. Por ello, el Ministerio Público y la acusación particular piden 40 años de cárcel por doble asesinato.